“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

30/6/13

Cómo nace un país

Luis Britto García

Especial para La Página
Ningún sentido tiene recapitular  hechos si no se aprende de ellos. En toda Venezuela se afanan cada año las comisiones protocolares para celebrar el 19 de abril de 1810 y el 5 de julio de 1811. Sabemos que en la primera fecha se destituye al capitán general del gobierno de España –quien había sido nombrado por el invasor francés José Bonaparte- con la excusa socarrona de conservar los derechos del rey Fernando VII. No hay que descalificar la estratagema: por lo general toda Revolución comienza como un intento de reforma moderada que es brutalmente atropellado por el poder. Pero la indefinición no es eterna. Nacemos dos veces: al venir al mundo y al decidir nuestro papel en él. Pasan quince meses y llega la hora de la verdad.

Panamá: Las transformaciones en curso

Guillermo Castro Herrera

1 . Para cualquiera que nos conozca, Panamá atraviesa por un período de transformaciones evidentes. Algunas son más visibles que otras, sin duda, y es probable que sean estas últimas las de mayor trascendencia para nuestro futuro. De todas ellas, la más importante consiste, sin duda, en la transformación de nuestra República en un estado nacional en el pleno sentido de la expresión, a partir de la década de 1990 y al cabo de un largo período precedente de desarrollo semicolonial primero, entre 1903 y 1936, y neocolonial después, entre aquel último año y 1979.

También es evidente un proceso de crecimiento económico sin precedentes por su intensidad y su duración, tras el cual subyace la transformación de una economía de enclave, articulada en torno a un canal vinculado a la economía interna de los Estados Unidos, en otra mucho más abierta, que se estructura a partir de una Plataforma de Servicios Globales de creciente complejidad. Y a esto cabe agregar la transformación de una sociedad de fuertes valores rurales y estrechos vínculos entre los sectores populares y de capas medias profesionales de origen reciente, en otra de carácter urbano, de gran desigualdad estructural, que aún se encuentra en el proceso de construir su nueva identidad.