Mi tía Isabel Pérez López, viuda de Jesús Márquez Malpica, cumple 95 años. Ha vivido una vida plena, de cosas buenas y de cosas malas. Muchas alegrías y tristezas. Eso es inevitable y forma parte del trajinar cotidiano de todos nosotros. Pero mi tía es ahora el faro luminoso de toda una familia, que es muy numerosa, y que está regada por toda la geografía nacional. Mi tía Isabel, a sus 95 años, puede estar orgullosa de su familia y nosotros de ella; y más lo está de su país al que ve enrumbado hacia un futuro de paz, de progreso, en fin, de felicidad para todos. Por eso, siempre ha acompañado a nuestro Presidente, con quien comparte con mucha pasión la causa de Venezuela.
“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell