“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

4/7/12

El consumo de licor /¿A Toda Vida Venezuela?

Alfredo Portillo

Especial para La Página
Uno de los aspectos que se espera atacar a través de la misión (política de seguridad)  A Toda Vida Venezuela, es el excesivo consumo de licor entre los venezolanos, ya que se considera que este hábito contribuye de manera significativa a elevar los índices de inseguridad, tanto en las vías de tránsito automovilístico y motociclístico, como en los lugares de esparcimiento nocturno, en las calles de barrios y urbanizaciones, y en los hogares conformados por hombres aficionados al boxeo y mujeres sometidas.

Por supuesto que son muchas las dudas que existen en torno a lo efectivas que pudieran ser las acciones que se piensa implementar para atacar el mencionado flagelo, debido a lo arraigado que éste se encuentra en la sociedad venezolana. Tanto es así que, en la oportunidad en que el Presidente Chávez, desde un salón del Palacio de Miraflores, informaba al país sobre los pormenores de la misión A Toda Vida Venezuela, al hacer referencia al consumo de licor, todos los funcionarios de gobierno allí presentes, según se pudo ver por televisión, pusieron cara de yo no fui.

La verdad es que si llevamos este aspecto de la misión A Toda Vida Venezuela al lenguaje de la planificación, siguiendo a Carlos Matus, uno diría que se procurará atrapar  un pez en el agua en condiciones de mala visibilidad. O también, que se tratará de torcer el curso encadenado de los acontecimientos en el contexto de un medio que ofrece muchas resistencias. Pero bueno, para no ser tan pesimistas, digamos con la sabiduría popular: lo importante es lo que se hace, no lo que se deja de hacer.

Ahora bien, si se quiere que la disminución del consumo de licor entre los venezolanos se traduzca en hechos concretos o, mejor dicho, en cambios de conducta observables, es necesario incorporar activamente a esta nueva misión a la mayor cantidad de sectores de la sociedad venezolana, comenzando por las diferentes congregaciones religiosas que hacen vida en nuestro país, vale decir, la mayoría católica y las minorías protestantes, judías, musulmanes y de otros credos, además de las instituciones educativas, medios de comunicación, organizaciones deportivas, etc. En pocas palabras, se va a requerir de un gran y sostenido esfuerzo nacional.

Correo electrónico: alportillo@ula.ve