“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

20/3/12

Luis Buñuel y André Breton / Escándalos, almohadilla delante

André Breton y twitter 
Henrique Lage

Es el París de 1955, y Luis Buñuel y André Breton toman algo en una cafetería, de camino a la casa de Eugène Ionesco. En un momento, la conversación deriva a las expulsiones de Dalí y Max Ernst del grupo surrealista. Aduciendo la pérdida de valores que dichos miembros habían llevado vendiéndose como comerciantes y no como artistas, Breton se queda pensativo, y apenado, y dirige estas palabras al aragonés:

- Es triste tener que reconocerlo, mi querido Luis; pero el escándalo ya no existe.

Albert Einstein en Internet

En un afán de "universalizar" el legado que dejó en sus manos Albert Einstein, la Universidad Hebrea de Jerusalén ha anunciado el lanzamiento de un avanzado archivo en Internet con todos sus documentos personales y obras científicas. El archivo digital, que puede ser visitado en www.alberteinstein.info, muestra a "un genio (en su faceta más) humana", según el presidente de la Universidad Hebrea, Menajem Ben Sasson, quien destacó que este proyecto trata de "universalizar el conocimiento".

"Expone su trabajo, su escritura y las correcciones que hacía a mano", explicó sobre las alrededor de 7.000 páginas que ya han sido subidas a la red y están clasificadas por materias: relaciones con la Universidad Hebrea, trabajo científico, vida personal, vida pública y el pueblo judío.

Los/las: Estas expresiones no tienen que ver con un carácter sexual que justifique el uso de palabras femeninas o masculinas

Alfonso Sastre

Yo no sé si alguien habrá observado (alguien o «álguiena») que los artículos que voy escribiendo aquí empiezan todos (o todas, porque también, en lugar de artículos, palabra masculina, podría considerarlos en femenino y entonces serían, por ejemplo, reflexiones) con un artículo, femenino o masculino pero siempre plural, y todos ellos de la especie que en gramática se consideran, si no ha cambiado mucho la cosa, determinados: «los» o «las». Así, «Los deportes», «Las muletillas», «Las injurias», «Los fantasmas», «Los vascos», «Las estatuas», «Las actrices», «Las digresiones», «Los siglos», «Las manifestaciones», «Los errores», etcétera, etcétera. Voy comentando así (porque analizando sería mucho decir tratándose de mis ligeras observaciones) cosas, situaciones, comportamientos y también a las personas que se diferencian de algún modo de las demás en sus actividades y filosofías. A veces medio analizo algún concepto, pero poca cosa.

¿Tiene futuro el Estado social en Costa Rica?

Luis Paulino Vargas Solís

“Un estado es social cuando promueve el principio, comunitariamente respaldado, de prevención colectiva como protección contra  los infortunios individuales y sus consecuencias, convierte la idea abstracta de ‘sociedad’ en una experiencia vivida y sentida de comunidad, ya que reemplaza el ‘orden del egoísmo’… que siempre genera una atmósfera de desconfianza y suspicacia- por el ‘orden de la igualdad’, que inspira confianza y solidaridad”:  Zygmunt Bauman, Vida de consumo, Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2007, pp. 188-189

Un apreciadísimo amigo universitario protesta contra el proyecto de reforma tributaria aduciendo que esa ley gravará “nuestros dividendos” de la Asociación Solidarista.

(Y entonces me digo: si alguien recibe más de 700 mil colones de dividendos de una solidarista, forma parte de una minoría que goza de ciertas ventajas salariales. Con más razón si el monto respectivo llegase, digamos, a 2 millones ¿Cómo negarse a pagar entonces un monto razonable de impuesto sobre tales ganancias?).

Chile: País Tercermundista

Álvaro Cuadra

Especial para La Página
Hay un cierto “malestar” que atraviesa a la sociedad chilena. Se trata de un sentimiento difuso que se traduce en un inconformismo generalizado con el país que nos toca vivir. Los síntomas son variados y hasta contradictorios, estudiantes capaces de salir a las calles y enfrentarse con la policía durante todo un año. Trabajadores y pequeños empresarios de regiones que bloquean carreteras y exigen mayor atención de la capital a su abandono. Los mismos jóvenes que no encuentran su lugar en un país de empleos escasos, precarios y muy mal pagados, especialmente para ese segmento etario. Los mismos jóvenes, hombres y mujeres, que encabezan las estadísticas latinoamericanas en consumo de alcohol y hierbas alucinógenas.