André Breton y twitter |
Es el París de 1955, y Luis Buñuel y André Breton toman algo
en una cafetería, de camino a la casa de Eugène Ionesco. En un momento, la
conversación deriva a las expulsiones de Dalí y Max Ernst del grupo
surrealista. Aduciendo la pérdida de valores que dichos miembros habían llevado
vendiéndose como comerciantes y no como artistas, Breton se queda pensativo, y
apenado, y dirige estas palabras al aragonés:
- Es triste tener que reconocerlo, mi querido Luis; pero el escándalo
ya no existe.