“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

7/1/16

La izquierda del futuro: una sociología de las emergencias

Boaventura de Sousa Santos   /   Si algo se puede afirmar con alguna certeza acerca de las dificultades que están pasando las fuerzas progresistas en América Latina, es que esos problemas se asientan en el hecho de que sus gobiernos no enfrentaron ni la cuestión de la Constitución ni la de la hegemonía. En el caso de Brasil, este hecho es particularmente dramático. Y explica en parte que los enormes avances sociales de los gobiernos de la época de Lula sean ahora tan fácilmente reducidos a meros expedientes populistas y oportunistas, incluso por parte de sus beneficiarios.

El que tenga oídos que oiga… — Hay que tomar la ofensiva en el nuevo escenario político

“El que tenga oídos que oiga, el que tenga ojos que vea” Mateo 13:9-19

Gustavo Márquez Marín   /   Dirigiéndose a quienes no perciben la realidad a pesar de tenerla frente a sí, bien sea porque se niegan a aceptarla o porque un velo cultural o ideológico le impide percibirla, el Presidente Chávez citaba con frecuencia al apóstol Mateo.  Si en algún momento cobra sentido ese llamado para los revolucionarios, es precisamente ante al descalabro político ocurrido el 6D.  Más diáfano no pudo ser el mensaje enviado por el pueblo, incluyendo a los más de 2 millones de chavistas que se abstuvieron o votaron nulo, para mostrar su descontento con la gestión de gobierno y exigir un cambio  en las políticas públicas y en la conducción del proceso.

Lenin y Estado

El texto que aquí se ofrece es la Presentación del libro ‘Lenin, El Estado y la revolución’, recientemente publicado por la Editorial Red Star Press (Roma), en colaboración con la red Noi Saremo Tutto.
Iñaki Gil de San Vicente   |   ¿Por qué publicar en 2015 el libro de Lenin, El Estado y la revolución, cuando Estados burgueses tan poderosos como el francés y el italiano, por citar sólo dos, han tenido que ceder muchas de sus prerrogativas soberanas a poderes transnacionales y supraestatales, a la burocracia de la Unión Europea, a Bruselas, a la Troika, a los clubs privados del gran capital financiero, a los cuarteles de la OTAN, a la Casa Blanca…?

En el Prefacio a la primera edición de El Estado y la revolución, Lenin da cuenta de los tremendos e insufribles costos que la guerra imperialista está causando a los pueblos, y denuncia cómo el oportunismo social-chovinista creció durante los decenios de desarrollo «relativamente pacífico» del capitalismo, aceptando y defendiendo los intereses de «sus» burguesías y de «sus» Estados. Por esto, «la lucha por arrancar a las masas trabajadoras de la influencia de la burguesía en general, y de la burguesía imperialista en particular, es imposible sin combatir los prejuicios oportunistas acerca del “Estado”»1.