“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

21/6/12

Fabricio Ojeda / “El Catire" Guerrillero

Foto: Fabricio Ojeda
Antonio Pérez Carmona


Especial para La Página
La escueta explicación de los escorpiones, pulcramente trajeados, era que se había ahorcado con una cuerda de nylon. Otra versión decía que con una persiana.

¿De dónde sacó el cordel fibroso para el estrangulamiento, más aún cuando el sitio de suplicios físicos era muy reducido y los perros de presa vigilaban al cautivo en todo momento? – se preguntaba la gente.

En aquella celda estrecha, hermética, no se hallaba una hojilla para cortarse las venas, menos un hilo de cáñamo o una cerda, para la muerte de cuajo. Por eso nadie se tragaba la torpe declaración, la cual, naturalmente, no generó el estupor, preconcebido, como impacto noticioso, ya que de antemano se sabía que se armaba la forma de justificar el crimen, y para ello se utilizaba la pretendida verosimilitud del suicidio.

El cuerpo colgado con la lengua afuera, los ojos vidriosos, el cabello mecido por el viento caliente del ventilador y todo ese conjunto impactivo, desagradable, que presentan las imágenes surgidas de los fogonazos del magnesio, no formaban parte, como evidencias, de la tétrica atmósfera. El forense, acostumbrado a su rutina macabra, avaladora de suicidios (“suicidados”) certificó como siempre, “defunción por asfixia”. El rígido “ahorcado” inventado, parecía condenarlo al infierno con la mirada pastosa, vítrea, por su asquerosidad y cobardía.

Las elecciones griegas / Una victoria a lo Pirro

Savas Michael –Matsas

La derechista Nueva Democracia obtuvo en las elecciones griegas del 17 de junio una victoria pírrica -con una ventaja muy estrecha sobre el segundo, el reformista Syriza-, la que no le permite formar por sí solo un gobierno de mayoría. Este “éxito” extremadamente limitado y nada alentador de la derecha tiene lugar a pesar de la gigantesca campaña nacional e internacional de intimidación al pueblo griego y a favor de Nueva Democracia. A pesar de que los partidos pro-Memorándum (Nueva Democracia, Pasok, el liberal Izquierda Democrática) pueden formar un gobierno de coalición -gracias también a la ley electoral antidemocrática, que da al primer partido, como “bonificación”, 50 escaños-, la mayoría de los votantes se inclinó por partidos anti-Memorándum.

El giro a la izquierda de la clase obrera y de las masas populares en su oposición a la austeridad draconiana impuesta por la odiada troika de la Unión Europea/Banco Central Europeo/ FMI, el que se expresó el 6 de mayo, continúa proyectando nuevamente a Syriza al segundo lugar de la oposición oficial -esta vez con un porcentaje mucho más alto. La polarización de las fuerzas de izquierda anti-Memorándum se concentró en torno de Syriza. El estalinista KKE (el cual hizo una campaña electoral histérica, en la que llamó al pueblo griego a “corregir su error y su voto del 6 de mayo” y convirtió a Syriza en su blanco casi exclusivo) fue aplastado en las elecciones, ya que perdió la mitad de sus votos y cayó al último lugar entre los partidos parlamentarios con un oprobioso 4,5 por ciento. El frente centrista Antarsya también fue pulverizado: cayó de un 1,2 por ciento el 6 de mayo ¡a un 0,3 por ciento! el 17 de junio.