“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

15/4/07

Michelle Bachelet está secuestrada por la derecha, sabotean su gobierno y es complaciente con el Imperio jurungando a Chávez

Estos eran otros tiempos,
¿verdad Michelle? 
1.973, Annus Domini (A.D.)

En el año 1.973 sucedieron muchas cosas, pero sólo me referiré a 2 en concreto porque me impactaron personalmente: El asalto a una entidad bancaria en la ciudad de Estocolmo donde los ladrones mantuvieron durante varios días como rehenes a los empleados de la misma. Los rehenes permanecieron atados con dinamita en una cámara acorazada, donde fueron maltratados y amenazados, con el constante temor de perder la vida. Cuando se produjo la liberación de las personas que eran mantenidas bajo cautiverio, un fotógrafo, uno de esos que siempre están en el momento preciso y la hora adecuada, tomó una foto que se hizo famosa, la del instante en que uno de los ladrones y una rehén se besaban. Este hecho tan extraordinario sirvió de inmediato para calificar estas conductas humanas nada habituales pero no por ello menos frecuentes que se producen entre las personas que han sido sometidas a este tipo de situaciones como “Síndrome de Estocolmo”.

Y ese mismo año, la cineasta italiana Liliana Cavani (que tiene en su haber obras tan notables como: Galileo (1969), Más allá del Bien y del Mal (1977), la Piel -La Pelle- (1981), El Juego de Ripley (2001), entre otras), terminó la filmación de la que es considerada su película más importante, Portero de Noche (Il Portiere di Notte). Esta historia cinematográfica interpretada por Charlotte Rampling y el inolvidable Dick Bogarde, relata la sórdida relación que se produjo entre un oficial de la SS y una prisionera judía, aún adolescente, en un campo de concentración alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Max, el oficial, abusaba sexualmente de la niña (Lucía) y prácticamente la convirtió en su juguete favorito.
Trece años después, coinciden estos personajes en un lujoso hotel de Viena: él como portero de noche del hotel y ella como huésped, esposa de un conocido director de orquesta. Su encuentro produjo el desencadenamiento de una serie de situaciones un tanto extrañas como interesantes que desembocó en una relación sado-masoquista, consentida y alentada por ambos, que para mí, en aquella época resultaba un tanto, digamos incómoda. Esta película la puedo calificar también de inolvidable (co-protagonizada entre otros por el gran Philippe Leroy, Gabriele Ferzetti, Giuseppe Addobbati, Isa Miranda y Nino Bignamini), porque me produjo una serie de reacciones emocionales que no podía justificar en aquel momento. Tengo que hacer la observación que esa película todavía estaba en cartelera cuando llegué a Italia en julio de 1.976, es decir hace casi 31 años y francamente no me pareció que esa situación pudiera ser objeto de un “remake” en la vida de una persona de cierta relevancia y notoriedad.
Tengo que confesar, después de tanto tiempo, que estaba muy equivocado y lo confieso sin necesidad de ruborizarme, porque a lo largo de estos años posteriores a las experiencias compartidas, he visto desfilar muchas otras situaciones espectaculares, como el de Patricia Hearst, hija del magnate de la prensa William Randolph Hearst, quien fuera secuestrada por una organización llamada Ejercito Simbiótico de Liberación. Resulta que Patricia, muchos meses después de que hubiera sido liberada se unió a este grupo armado y ejecutó algunas acciones que merecieron amplia cobertura de la prensa.

El calvario de Michelle Bachelet

Por eso no me resulta extraño el caso de Michelle Bachelet, hija del general Alberto Bachelet, quien fue secuestrado por los carniceros de Pinochet, precisa y casualmente el 11 de septiembre de 1973 (otra vez 1973). Se le liberó, pero su casa fue allanada en los días posteriores y él fue detenido de nuevo. Su vida ejemplar como militar y patriota la culminó en una cárcel, como consecuencia de los maltratos y torturas de que fue víctima durante 6 largos, pero qué largos!, meses, por parte de quienes habían sido sus subalternos, alentados, claro está, por quienes habían sido sus superiores. Es decir, fue victima de un macabro sándwich de jerarquías, esas mismas que todavía, para desgracia de Chile subsisten intactas. El general Bachelet tuvo ocasión, antes, durante y después del golpe contra Allende para quebrarse, pero no lo hizo y por ello murió.
El 1º de mayo del 2.005, el diario “La Tercera” de Santiago produjo la siguiente información:
"Libertad bajo fianza a coroneles…acusados de torturar a padres de Bachelet y Ominami. Quinta Sala de la Corte de Apelaciones otorgó la libertad bajo fianza a…Ramón Cáceres Jorquera y Edgar Cevallos Jones, quienes están acusados de aplicar torturas a más de 40 oficiales en retiro de la institución que en 1973 se opusieron al golpe de Estado. La jueza…Raquel Lermanda…y quien ha encabezado la investigación durante cuatro años, sometió a proceso a los ex uniformados y ordenó su detención en la Base Aérea El Bosque. Los tormentos fueron perpetrados en la Academia de Guerra … y entre las víctimas figuran el general Alberto Bachelet, padre de… Michelle Bachelet, y el coronel (R) Carlos Ominami, padre del dirigente socialista del mismo nombre. Edgar Ceballos es uno de los fundadores del Comando Conjunto de la Fuerza Aérea y es conocido como uno de los principales organizadores de la represión contra el MIR.
La joven Michelle tenía apenas 21 años cuando asesinaron a Allende. Al principio de su vida vivió rodeada de ciertas comodidades, proporcionadas por la posición de su padre, como la de estudiar durante 2 años en Estados Unidos. Ingresó, alentada por su padre, en la Juventud Socialista. Para entonces, el general Bachelet había sido nombrado por el presidente Allende en un cargo de extraordinaria importancia como era el de jefe de las Juntas de Abastecimiento y Precios, que era el organismo que hizo frente a todas las artimañas del imperio y de la derecha chilena para propiciar el desabastecimiento, la escasez y el acaparamiento de alimentos y productos de primera necesidad. Por esa razón, al general Bachelet, cuando fue detenido se le acusó de “Traición a la Patria”.

La vida de Michelle se fue tornando un tanto dura. No sólo tuvo que enterrar a su padre, sino que junto a su madre fue también detenida, interrogada y torturada. Luego de pasar un año secuestrada, pudo salir al exilio y tuvo que marcharse para Australia. Gracias a la colaboración de los camaradas de la República Democrática Alemana, pudo establecerse en este país junto a su familia, donde pudo continuar y culminar sus estudios de Medicina en la Universidad Alexander von Humboldt, en Berlín.

Pudo regresar a Chile, y optó por un puesto de Médico General y fue rechazada su admisión por las consabidas “razones políticas”.

Esta es sólo una escueta y muy somera semblanza de la vida de Michelle Bachelet, no una biografía. Sólo quiero dejar estos detalles para poder ¿entender?, algunas de las actuaciones de la presidenta de Chile.

¿Quién tiene secuestrada hoy a Michelle Bachelet?

Michelle Bachelet fue victima de secuestro durante el gobierno de Pinochet por la misma derecha que gobernaba y aún gobierna a Chile. Su ilustre padre también lo fue, pagando con su vida. Hoy, Michelle Bachelet vive en la misma situación, esta vez desde el punto de vista político. En efecto, para darnos una idea de como están las cosas en ese hermano país, me permito sólo destacar lo siguiente: En Chile el Senado es presidido por Eduardo Frei, ex-presidente de Chile y miembro de la Democracia Cristiana (la franquicia chilena afín a Copei en Venezuela) y el presidente de la Cámara de Diputados es Patricio Walker, del mismo partido.

En el poder ejecutivo, de los 21 ministros, 10 son de la DC, entre ellos los más importantes como Defensa, Relaciones Interiores, Relaciones Exteriores, Hacienda, Educación, Economía, Agricultura, Transporte y Vivienda. Al Partido Socialista le queda el tuche, como dicen en mi pueblo natal Humocaro Alto.

El poder judicial está intacto desde la era pinochetista lo mismo que las Fuerzas Armadas, que dieron un espectáculo bochornoso en el entierro de Pinochet. El canciller Alejandro Foxley es quien dirige la política exterior de Chile. Fue él quien saboteó la decisión de Michelle Bachelet de apoyar a Venezuela para optar a un puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU, hecho mas que evidente por las declaraciones emitidas por el ex-embajador de Chile en Venezuela, que le costaron el puesto por orden del señor Foxley, quien es el mismo que ha alentado a la DC y a toda la derecha que domina el Senado de Chile para aprobar un acuerdo pidiendo la intervención de la OEA y aplicarle a Venezuela la carta Democrática Interamericana y por último, trata de sabotear el viaje de Michelle Bachelet a Venezuela.

Ante esta situación, nuestro Presidente reaccionó debidamente recordando que esa derecha fascista fue la misma que derrocó a Allende y que aplaudió con furia el golpe de estado de Carmona.Doña Michelle no vaciló en declarar lo siguiente:
“Quiero reiterar –como Presidenta de Chile- que el Senado de la República es una institución democrática, que merece todo el respeto de nuestro país y del resto de los países”
¿Es el Senado de Chile una Institución democrática?

Pero ese respeto no se aplicaría en forma bilateral. Mientras que esta agresión a nuestro país es originada por las complicidades generadas por el servilismo lacayuno al Imperio norteamericano, tanto de aquí como del exterior, no se explica cómo es posible que el Senado de Chile provoque a nuestro país entrometiéndose descaradamente en nuestros asuntos internos y tratando de hacer aparecer una decisión libre y soberana de nuestro Gobierno como un acto arbitrario, tal como lo es la decisión de no renovarle la concesión al canal RCTV. El Senado de Chile no es ninguna institución democrática porque existen senadores vitalicios, para la elección de sus miembros se aplica una Ley electoral ilegítima que no permite el acceso sino a militantes de los partidos de las coaliciones de partidos del sistema permite además la sobre representación de la derecha pinochetista que se alza, como segunda fuerza electoral, con una gran tajada de senadores. Además, subsisten los famosos “amarres” pretendidamente constitucionales y legales para asegurarse ad infinitum la mayoría de las instituciones, nada democráticas de ese país. Por eso, ese Senado no merece ningún respeto, por espurio y anti-democrático. El acuerdo de ese Senado nada democrático se tomó con una votación de 18 a 6, pero curiosamente no concurrieron 14 de ellos.

El Síndrome de Estocolmo desnuda a Michelle Bachelet

No cabe la menor duda pensar que esta relación que se ha establecido entre Michelle Bachelet y la derecha chilena es bastante sintomática. El secuestro de que es víctima su gobierno por parte de la DC y de toda la derecha chilena ha exorbitado su instinto de sobrevivencia y ha desatado todos esos mecanismos del alma que se generan entre secuestrador y secuestrada. Porque ella lo sabe, mas que nadie, que es víctima hoy de un secuestro por parte de la derecha chilena, fascista y antidemocrática que la tiene rodeada por todas partes, que torpedea su gestión de gobierno para mantenerla sumisa. La agencia de prensa IPS, transmitió el 26-03-2003, la siguiente información sobre el sistema de transporte, controlado por la empresa privada:
"Los graves errores de diseño e implementación del nuevo sistema de transporte…Transantiago, la cuestan a la presidenta Michelle Bachelet la mayor caída de popularidad en lo que lleva de mandato. Los problemas del Transantiago incluyen barrios aislados, esperas de hasta una hora y media en las paradas, autobuses repletos y estaciones y coches del metro totalmente sobrepasados por la cantidad de usuarios. Al colapso del metro ya se han atribuido dos muertes: un hombre que sufrió un infarto y una mujer que tuvo un derrame cerebral, ambos dentro del tren subterráneo.Por esta razón, las autoridades del metro aconsejaron a los asmáticos, hipertensos, enfermos cardiacos, embarazadas y personas con niños que no viajaran en este medio de transporte...Según un sondeo nacional...el respaldo…cayó de 51 por ciento a 45 por ciento en tres semanas."
Obviamente Michelle sabe quienes son sus amigos y quiénes son sus enemigos. Pero ha consentido y desarrollado ese contubernio político entre ella que fue y es la víctima, y el victimario que fue y es la derecha chilena. Desgraciadamente hasta ahora, el Síndrome de Estocolmo ha permitido evidenciar la sintomatología que exhibe y por las demostraciones que ha dado, se siente muy a gusto.

Publicado en Aporrea: www.aporrea.org/internacionales/a33334.html