Primera Nota
Nuestro país ha invertido muchos millones de bolívares para rescatar a la Electricidad de Caracas (EDC) que estaba en manos de una trasnacional gringa, y siendo esta industria un bien estratégico para Venezuela no podíamos seguir permitiendo que “la bota insolente del extranjero” se aprovechara de un servicio público de primera necesidad. Durante muchos años en esa empresa se practicaron los más estudiados métodos de selección de personal, de modo que cuando el presidente Chávez ordenó su compra, en el paquete se nos vino un “selecto personal” escogido por los antiguos propietarios. No tengo idea de quiénes son los que están al frente de la EDC, pero como usuario tengo que protestar por la forma desconsiderada como están manejando, en lo que al común mortal concierne, el servicio de atención al público.
Largas, penosas y angustiosas colas hay que hacer para pagar el servicio a la EDC, la mayor parte de las veces a la intemperie y/o en condiciones poco satisfactorias para los usuarios. Por supuesto que los comentarios son todos dirigidos contra el presidente Chávez, no contra los ineptos “gerentes” de la EDC, que en vez de aumentar los puntos disponibles para pagar, los han restringido. Esa gente que “dirige” a la EDC es insensible, no tiene nada que ver con el proceso de cambios que se adelanta en nuestro país, ni tienen la más elemental consideración con los usuarios, que es el pueblo mismo. Con esta conducta, estos “gerentes” se han convertido en los peores enemigos que tiene este proceso, porque conspiran a diario contra la estabilidad emocional de nuestro país, al prestar un servicio público tan deficiente, cuyos resultados son negativos en contra del líder de nuestra Revolución.
Segunda Nota
El ex presidente de la Cámara de Representantes de EEUU, Newt Gingrich, denunció en un programa periodístico de
Para comentar esta nota, hay que hacer alarde de mesura porque conocemos la lacra moral que es Gingrich, quien dice tamaña barbaridad. A los venezolanos no nos interesa que nadie esté legitimando a Chávez, porque ese atributo corresponde al pueblo venezolano que durante 10 años lo ha confirmado en 14 procesos electorales como el líder de este proceso de cambios. Además de legítimo, porque tiene apoyo popular incontrastable, Chávez es un presidente legal, porque lo hace conforme a una Constitución sometida y aprobada también en una consulta popular. Así que, Gingrich, ¡vete a lavar ese paltó!