“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

9/4/13

Sobre la escalada bélica en las relaciones internacionales

Miguel Manzanera

Especial para La Página
Los últimos acontecimientos en las relaciones internacionales muestran un incremento notable de los conflictos militares con participación directa de la OTAN y sus aliados mundiales.  
Miguel Manzanera

Parece claro que esa escalada militarista aparece como respuesta del imperialismo y sus satélites ante las nuevas alianzas que están recomponiendo el sistema político mundial, como son la formación del bloque compuesto por el BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica), la creación de una economía regional en América Latina, y la intensificación de las relaciones comerciales entre los países del Sur. Los países imperialistas no han renunciado a aprovecharse de las riquezas naturales a costa del resto de la humanidad presente y futura, de modo que el conflicto internacional está servido.  Cortar el suministro de materias primas será el mejor modo de detener el desarrollo de China hacia la hegemonía mundial.

Preceptos para narradores y periodistas

A la deriva ✆ Raúl Colón
Eduardo Zeind Palafox

Especial para La Página
Pablo Neruda, el poeta chileno, ha dicho en uno de sus libros que es necesario que caigamos en el mal gusto, sí, aunque sea de vez en cuando, si queremos gozar del prestigio letrado. Cuando en nosotros nada hay de caluroso, de humano, de llorón, nuestros textos simulan ser pensados por máquinas y no por hombres. Pocos se sienten amigos del maestro Quevedo porque en sus libros no hay respiros, no hay suspiros. Un héroe astuto, inteligente, sensible y guapo, a guisa de compadrito superdotado, sería insoportable para el público. Nuestros artículos y textos y reseñas, por muy bien razonados que sean, por muy bien fraguados y cuidados en su sintaxis que estén, deberán adolecer de un poco de sensiblería, de algún defecto (como la mano de la ‘Pinkie’ de Lawrence, como los contradictorios personajes de Shakespeare o de Cervantes). De lo contrario todo estará como muerto.

Slavoj Žižek o el rizoma negado

Christian Arteaga

Al abordar la construcción teorética de Slavoj Žižek, tenemos dos caminos: su vida y sus aportes al mundo del pensamiento social. El primero recae en aquella pereza intelectual de conocer los detalles domésticos del autor como manera de “entender” sus aportes teóricos. Lo cual, si bien es bastante cómodo, no ofrece en nada posibilidades de problematización del momento actual. No negamos que conocer su biografía, hermanos, nombre del padre, onomástico del autor, ayuden, pero eso es el acercamiento al cual el autor critica, es decir, lo banal posicionado como vital y lo accesorio instaurado como necesario. De ese modo, su propia biografía montada en el ciberespacio es la explicación que el filósofo confiere al pensar el universo de la comunicación. Ergo, la comunicación entendida como un flujo y reflujo de circulación perpetua, misma que permite abrir ventanas simbólicas e imaginarias de interfaz.

Brevísima historia contemporánea de la izquierda uruguaya

Sandino Núñez

Se sabe que toda operación de andar poniendo fechas, orígenes o puntos clave en la historia es antojadiza o arbitraria. Pero también se sabe que es, hasta cierto punto necesaria. 1989 fue el fin anticipado del corto siglo XX, de acuerdo a lo que ya es un lugar común en algunos observadores: fin del socialismo Real, comienzo de la expansión ilimitada del capitalismo de mercado y de la ontología brutal de la globalización. Para la izquierda uruguaya fue el comienzo de la crisis del ala marxista tradicional. También fue el año en que el Partido Nacional ganó las elecciones. Lacalle nos hacía sentir, casi por primera vez, que nos gobernaba directamente una clase social; quiero decir, no una élite (o una clase) política que representa eventualmente los intereses de tal o cual sector o clase social, sino directamente una clase, un tipo e incluso un estilo o un gesto social: una vestimenta, un look, un dialecto, una forma de hablar.