“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

10/1/14

La cara cotidiana de la lucha de clases en el centro de trabajo

Patricia García Espín   |  Michael Burawoy (Manchester, 1947) es un sociólogo marxista que ha estudiado los procesos productivos y sus transformaciones en diferentes contextos. A través de técnicas etnográficas (observación y participación) Burawoy ha analizado en diversas investigaciones las condiciones de producción en la fábrica del fordismo al post-fordismo, del colonialismo al post-colonialismo, así como del post-socialismo en Hungría. ¿Cómo se organiza el día a día de la producción y qué consecuencias tiene en las relaciones de poder y de clase dentro de la fábrica?

En El Consentimiento en la Producción (1989), Burawoy penetra en los rasgos del proceso productivo capitalista y en los cambios en la organización del trabajo entre 1940 (fordismo) y 1970 (inicios del post-fordismo). El sociólogo pasó más de un año trabajando en una fábrica metalúrgica de Chicago. Treinta años antes, un ingeniero había escrito un informe detallado sobre la organización técnica del trabajo en esa misma factoría. A través de un estudio

La formación de una clase obrera mundial

Manifestación de trabajadores en Camboya
Michel Husson  |  Durante los años 1990 se produjo un fenómeno decisivo con la entrada en el mercado mundial de China, India y el antiguo bloque soviético, que llevó a que se multiplicara por dos la fuerza de trabajo confrontada a la competencia en el mercado mundial /1.

Los datos de la OIT /2 permiten una estimación del número de asalariados a escala mundial. En los países “avanzados”, ha aumentado alrededor de un 20% entre 1992 y 2008, para luego estancarse desde la entrada en la crisis. En los países “emergentes”, ha aumentado cerca de un 80% en el mismo periodo (Gráfico 1). Se encuentra el mismo tipo de resultado, aún más marcado, para el empleo en la industria manufacturera: entre 1980 y 2005, la mano de obra industrial ha aumentado un 120% en los países “emergentes”, pero ha bajado un 19% en los países “avanzados” /3.