En la lucha por la independencia, es crucial
ganar batallas diplomáticas como la escenificada en la Cumbre de
las Américas de Panamá, pero la victoria definitiva solo será posible,
garantizando la gobernabilidad y la estabilidad económica interna, para
impedir que se vayan a pique las expectativas del pueblo respecto del proceso.
De lo contrario, la mesa estaría servida para que avance el proyecto
restaurador neocolonial, de la mano del gran capital transnacional. Por
ello, hay que atacar las causas estructurales de la crisis, ante el evidente
agotamiento de una política económica que está corroyendo aceleradamente los
logros sociales de la revolución. El gobierno debe encarar la grave
situación de inseguridad y violencia social que compromete la paz y
la soberanía de la Nación. Es crucial enfrentar la corrupción que está minando
la estructura del Estado desestabilizando las finanzas públicas y
erosionando la credibilidad del gobierno.
“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell
23/5/15
Estamos a tiempo de retomar el rumbo
Gustavo Márquez Marín |
Antes de proceder a una intervención directa, los gringos ensayan el
derrocamiento de gobiernos que no atienden sus intereses y no siguen su
política exterior imperialista, con iniciativas encubiertas destinadas a la
agudización de las contradicciones políticas internas y a profundizar las
debilidades económicas e institucionales del país objetivo, utilizando como
plataforma sus Misiones Diplomáticas. Aprovechan al máximo las
deficiencias de la gestión de gobierno para montar escenarios
desestabilizadores. De ello dan cuenta las sorprendentes revelaciones de
Assange, Snowden y los archivos desclasificados de Washington.
Argentina: La amnesia electoral del 2015
Claudio
Katz |
Argentina atraviesa una secuencia electoral inédita. En muy pocas
oportunidades se votó tantas veces en tan poco tiempo. El calendario electoral
no deja respiro. Entre comicios nacionales, locales y ballotages, en muchas
provincias se votará cinco o seis veces.
En esta sucesión de comicios convencionales se vota mucho y se debate poco. Los principales candidatos son muy parecidos y despliegan agendas semejantes. Hay que buscar con lupa las diferencias reales que separan a Macri, Massa y Scioli. Nunca ha sido tan cierto que los tres candidatos en juego son lo mismo. La experiencia kirchnerista de la última década concluye en este escenario de polarizaciones artificiales y propuestas derechistas. Sólo se disputa quién comandará el giro conservador que se avecina.
En esta sucesión de comicios convencionales se vota mucho y se debate poco. Los principales candidatos son muy parecidos y despliegan agendas semejantes. Hay que buscar con lupa las diferencias reales que separan a Macri, Massa y Scioli. Nunca ha sido tan cierto que los tres candidatos en juego son lo mismo. La experiencia kirchnerista de la última década concluye en este escenario de polarizaciones artificiales y propuestas derechistas. Sólo se disputa quién comandará el giro conservador que se avecina.
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