“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

7/4/13

Replantear el Control de Cambio

Gustavo Márquez Marín

Especial para La Página
El control de cambio surgió en el 2003, luego del golpe de estado del 11A y el criminal sabotaje petrolero perpetrado por la oposición golpista, como una medida necesaria para evitar la fuga masiva de capitales y el colapso de la economía. Habiendo cumplido ese papel durante una década, hoy muestra señales inequívocas de agotamiento que reclaman su revisión más allá de lo coyuntural, identificando las debilidades estructurales que han permitido su perforación por las mafias cambiarias.

El SITME, recientemente sustituido por el SICAD, fue creado para permitir la adquisición de divisas a través de la negociación de títulos de la deuda denominados en dólares y pagaderos en bolívares, con el fin de controlar el mercado permuta y reducir el alcance del mercado paralelo, buscando estabilizar el tipo de cambio. Al eliminarlo recientemente, el BCV reconoció que éste ya no cumplía con su cometido.