“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

4/4/14

Ucrania, el bastión de Eurasia ante la OTAN

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Umberto Mazzei  |  Desde la Guerra de los Siete Años (1756 – 1763) el Imperio Británico expandió sin rivales su control político y su comercio por todos los rincones del mundo. Por esa época sucedió en Europa la revolución técnica que creó la base para la revolución industrial. Comenzó también la prédica de la economía liberal, de la apertura de mercados, del intercambio imperial de productos elaborados contra materias primas. Es cuando comienza el Gran Juego, el asedio británico a la masa Euro-Asiática donde avanzaba Rusia hacia la India, China y Japón. Cien años después, el control financiero británico de las antiguas colonia españolas y la repartición de África, esbozan el prototipo anglo-sajón de globalización. Su freno era la alianza entre el Imperio Ruso y el recién reconstruido Imperio Alemán.

La primera fase técnica de la globalización neoliberal fue el comienzo de la Primera Guerra Mundial. Poco antes (1913) las elites financieras anglo-americanas habían creado la Reserva Federal,