Trompeta barroca, modelo largo |
Más abajo: 3 ejemplos con trompeta |
Gottfried Reiche, trompetista y compositor barroco. Fue el
trompeta solista de Johann Sebastian Bach en Leipzig.
Se empleaba durante los siglos XVII y XVIII, tanto en Italia
como en Alemania, la palabra clarino
para designar a una trompeta natural de pequeñas dimensiones adaptada al
registro agudo y después, poco a poco, acabó por aplicarse a cualquier parte
escrita en este registro para trompeta de orquesta. Incluso en obras de Bach y
Händel, las partes correspondientes al clarino se interpretaban con una pequeña
trompeta afinada en Re, aunque el instrumento figura por primera vez de una
manera explícita en la partitura del Orfeo de Monteverdi.
A comienzos del siglo XVII, el papel de la trompeta en los
conjuntos orquestales no era muy importante, aunque existen excepciones. El
Orfeo de Monteverdi (1607) es la primera obra en la que se integra a la
trompeta dentro de las formaciones orquestales y dentro de esta obra se puede
encontrar una tocata para cinco trompetas de diferentes afinaciones. Hacia
finales del siglo XVII, la trompeta comienza a tomar un papel más protagonista
y a ser un instrumento muy utilizado en las agrupaciones orquestales. Apareció
entonces el Modo per imparar a sonare di
trompa, de Fantino (Método para aprender a tocar la trompeta), publicado en
Fráncfort del Meno en 1638, que es un testimonio del amplio uso que se la daba
al instrumento.
En el mismo período, Purcell empleó frecuentemente la
trompeta. En su ópera Dioclesian, una
trompeta y una voz de contralto cantan a dúo. Sus composiciones solían ir
destinadas como era costumbre de la época a John Shore, trompetista de la corte
y miembro de una familia de trompetistas que fue famosa durante todo un siglo.
En esta misma época la gran mayoría de los compositores alemanes incluían la
trompeta en los conjuntos orquestales.
Händel, poco tiempo después, escribió partes muy agudas y
floridas para este instrumento, como su «Let
the bright seraphim» (en Sansón) y «The
trumpet shall sound» (en El Mesías). Händel indicaba en la partitura
«Clarino I, Clarino II y Prinzipale», lo que demuestra que en aquella época aún
se mantenía la misma distribución para los instrumentistas que se empleaba en
las composiciones orquestales de la época de Monteverdi. Bach también compuso
para la trompeta partes muy elaboradas, y en general, en un registro más agudo.
La interpretación de dichos pasajes más elaborados y tan agudos era posible
debido a que los instrumentistas se especializaban dependiendo de las
características de los pasajes, unos en pasajes agudos y otros en los graves de
las partes para trompeta. Así, el instrumentista encargado de tocar el clarino
únicamente interpretaba los pasajes más agudos por lo que dichos pasajes
terminaban siendo más fáciles en su ejecución.
Händel y Bach entonces, compusieron música en la que se le
daba el papel protagónico a la trompeta y después de ellos, comenzó un periodo
de decadencia de la trompeta, en la que fue degradada a un papel secundario. La
trompeta se convirtió en un instrumento armónico de notas bajas y espaciadas, y
de vez en cuando, en una parte más de la percusión, al ser siempre puesta en
fortissimo en las partes finales de los movimientos de, por ejemplo, Mozart.
Con Beethoven, la trompeta recupera cierta fuerza junto con los timbales, pero
no la esperada. Posteriormente, y ya en otros contextos, la trompeta se vio
revitalizada, pasando a ser instrumento imprescindible en nuevos géneros.
Para ejemplificar la trompeta barroca, dejamos aquí tres
bellos pasajes:
1.
Giovanni Battista Viviani: Sonata N° 2 para trompeta y órgano
2.
Leopold Mozart: Concierto para trompeta en Re mayor / Allegro moderato
3.
Georg Friedrich Händel: Concierto en Re menor para
trompeta y orquesta / Largo – Vivace