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Walter Benjamin ✆ Jim |
Sandra Viviana Palermo | El texto presenta un análisis de la
estructura del tiempo mesiánico que Benjamin intenta pensar desde el punto de
vista de su indisoluble conexión con los conceptos de felicidad y redención. El
recorrido conceptual va desde los escritos de juventud, en los que la
constelación felicidad-redención adquiere una fisionomía definida —conjugándose
con una crítica elegante y puntual de la modernidad—, a las tesis
Sobre el concepto de historia, en las
cuales tal constelación se entrelaza con la figura del
Eingedenken, que determina un desplazamiento conceptual importante
en el horizonte teórico del autor, representando además la especificidad y la
riqueza de su reflexión sobre el tiempo y la historia.
I. Hendiduras
del tiempo: felicidad y redención
El 16 de marzo de 1937, comentando su texto sobre Eduard
Fuchs, Max Horkheimer le escribe a Benjamin: «La afirmación de la no
definitividad de la historia es idealista, si en ella no queda incluida la de
la definitividad. La injusticia pasada acaeció y está definitivamente
concluida. Los muertos están verdaderamente muertos... Si se pretende tomar en
serio la afirmación de la no-definitividad hay que creer en el juicio
universal. Acaso respecto de la no-definitividad exista una diferencia entre lo
positivo y lo negativo, es decir, la injusticia, los horrores, los dolores del
pasado son irreparables. La justicia realizada, las alegrías, las obras entran
en relación con el tiempo de manera distinta, pues su carácter positivo queda
ampliamente negado por la caducidad».