“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

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6/9/15

Herbert Marcuse & Walter Benjamin: Racionalismo y Romanticismo

Foto: Herbert Marcuse
Foto: Walter Benjamin
Michael Löwy   |   La afinidad entre Marcuse y Walter Benjamin ha sido observada frecuentemente, pero nunca estudiada de manera sistemática. El punto de partida de esta afinidad se encuentra en sus raíces comunes en la cultura romántica alemana, en su nostalgia por las comunidades precapitalistas y en contraponer la "Kultur" artística a la prosaica sociedad burguesa. Hay una gran similitud entre la tesis de doctorado de Marcuse, Der deutsche Kün stlerroman (La novela de artista alemana) de 1922, y la de Walter Benjamin, Der Begriff der Kunstkritik in der deutschen Romantik (El concepto de crítica artística en el romanticismo alemán) de 1919

Este primer trabajo de Marcuse -recientemente reeditado- es fundamental para entender su evolución intelectual. Su tema es la contradicción entre el mundo de la Idea y el de la realidad empírica, entre el Arte y el universo burgués. Contradicción dolorosamente resentida y expresada por los románticos. Algunos de ellos, en particular Novalis, intentaron superar esta contradicción ignorando el mundo empírico, sustituyéndolo por una realidad ideal-un nuevo mundo imaginario, un reino de amor y de paz, Eros y Freya.

2/11/14

Puede ser que [cierta] izquierda desaparezca [… en Europa!]

Lo dice Michael Löwy, Director de investigaciones en el Centro Nacional de la Investigación científica, profesor en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales (Francia) 
Eduardo Febbro

Los populismos xenófobos llenan las urnas, el desempleo se incrementa, la desindustrialización prosigue sin piedad su trabajo de deconstrucción social y la izquierda europea se muere en los brazos de su enemigo. Su discurso se ha vuelto tan débil que es inaudible. Con la escasa excepción de Grecia y España donde prosperan fuerzas de la izquierda radical, Syriza y Podemos, la socialdemocracia del Viejo Continente está en vías de extinción. Sus sepultureros no son sólo los ejércitos del liberalismo, sino, también, los gobiernos socialistas elegidos para llevar adelante otra política y que hoy, como el primer ministro francés Manuel Valls, dicen en voz alta que es preciso terminar “con la izquierda del pasado”. ¿Para qué sirve entonces Marx, la tradición del socialismo democrático, las luchas obreras y la injusticia que todo demuele si la izquierda europea no logra reinventar una alternativa? A estas preguntas responde el sociólogo y filósofo marxista Michael Löwy. Director de investigaciones en el CNRS francés (Centro Nacional de la Investigación científica), profesor en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, Löwy es autor de reconocidos libros sobre el marxismo.

11/6/14

Progreso e historia. La concepción de la historia de Walter Benjamin

Walter Benjamin ✆ Anna Nilsdtotter Karlson
Michael Löwy  |  Acostumbramos a clasificar las diferentes filosofías de la historia según su carácter progresista o conservador, revolucionario o nostálgico del pasado. Walter Benjamin escapa a estas clasificaciones. Es un crítico revolucionario de la filosofía del progreso, un adversario marxista del “progresismo”, un nostálgico del pasado que sueña en el futuro.

La acogida de Benjamin, sobre todo en Francia y en EEUU, se interesó prioritariamente por la vertiente estética de su obra, con una cierta propensión a considerarlo sobre todo como un historiador de la cultura o un crítico literario. Ahora bien, sin despreciar este aspecto de su obra, hay que destacar el alcance bastante más amplio de su pensamiento, que se dirige nada menos que hacia una nueva comprensión de la historia humana. Los escritos sobre el arte o la literatura no se pueden comprender sino en relación con esta visión de conjunto que los ilumina desde el interior. La filosofía de la historia de Walter Benjamin se basa en tres fuentes muy distintas: el romanticismo alemán, el mesianismo judío y el marxismo. No es una combinación o “síntesis” de estas tres perspectivas (aparentemente) incompatibles, sino la invención, a partir de ellas, de una nueva concepción, profundamente original.