“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

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10/10/15

‘Blackmail’ y otras viejas películas de Alfred Hitchcock

 “Un clásico nunca agota lo que tiene que decir(nos)”Ítalo Calvino 
 
J.R. Concepción Llanes   |  Cuando Hitchcock era simplemente Alfred, se ganaba la vida como rotulador de la productora Famous Players Lasky. El pequeño mofletudo de 21 años, soñaba con mujeres rubias que le obedecían a sus caprichos, pero su físico era un obstáculo para sus deseos. Una barrera que llegó a ser de 1,70 metros de alto y casi 300 libras de peso. Por entonces, descubrió que quería ser director de cine. El mejor de todos. No existía otra meta para el futuro genio británico, para quien sería Sir Alfred Joseph Hitchcock. En 56 títulos, dirigió a tantas rubias como quiso y se consagró como el rey del suspense.

Es difícil encontrar a otro maestro del séptimo arte tan prolífero y exquisito como Hitchcock. Mantuvo sus filmes en la cima durante seis décadas. Mientras otros no pudieron transitar del cine mudo al sonoro o trasladar el éxito alcanzado en su país natal a Hollywood, el londinense fue considerado un maestro en Inglaterra y Estados Unidos, y produjo a ritmo de un título por año en Norteamérica. Complació tanto al público como a la crítica e incluyó el sonido para aumentar aún más los momentos de tensión y ansiedad, que tanto se jactaba de lograr.