Slavoj Žižek ✆ Pietro Marano |
En lo “superficial” pareciera una discusión académica sin
sentido alguno para la vida cotidiana, para la práctica política o para la
militancia de izquierdas aquí, o en otros lados del planeta. Sin embargo, ambas
posturas parecieran ser un reflejo de ciertos lugares comunes al interior de la
izquierda, en los movimientos juveniles, en las luchas cotidianas o por
demandas parciales con las que muchos nos hemos topado en diversos movimientos.
El segundo, el texto de Mignolo, titulado Nosotros también podemos critica
la obra de Žižek como naturalmente eurocéntrica y critica su opción de salida
comunista a países que “no requieren el comunismo, sino que requieren una
salida distinta.” Con lo que se critica, con la veta posmoderna del pasado, la
idea homogeneizante, totalizadora y
universal del comunismo.
universal del comunismo.
Entonces, si Mignolo critica a Žižek, por su salida
comunista a la crisis capitalista, el filósofo esloveno responde con una
crítica de la disolución del problema en la lucha anticapitalista en el plano
decolonial, según respondió en una conferencia en la Universidad de Birkbeck
cuyo audio está disponible en internet. En resumen, Žižek responde “A la
mierda Mignolo, ¿Qué tanto me puede sorprender los teóricos de otras partes del
mundo?” Ambas respuestas/concepciones se ponen a prueba, su toque de
batalla, el escenario convulsivo nuevo periodo de luchas en este periodo
histórico.
El texto de Zabala despertó, por lo menos, la crítica de uno
de los más notables intelectuales de tradición poscolonial: Walter Mignolo. El
primero, el texto de Zabala, elogiaba a Žižek por su compromiso intelectual en
el presente (lo considera como uno de los principales filósofos de occidente
junto a Judith Butler, en los Estados Unidos, Jean-Luc Nancy en Francia,
Chantal Mouffe en Belgica ) y valora la importancia y pertinencia de
“declararse y defender la idea de comunismo” en este fin de ciclo en el que
surgen un sin número de movimientos sociales y de ideas libertarias, en la
época en la que declararse comunista es todo un desafío.
Mirando de una forma más amplia el panorama puede uno
encontrar dos cuestiones políticas clave, que se pueden leer y
discutir en este intercambio poco amistoso entre ambos académicos (uno más
renombrado que el otro, con lo cual se valida la crítica a la universidad occidentalocéntrica de Mignolo) para
este nuevo periodo de crisis del capitalismo: sobre la pertinencia o no del
comunismo como alternativa, crítica realizada por las corrientes decoloniales
en particular por Walter Mignolo, como un regreso al “universalismo totalizante
de occidente”, y sobre la posibilidad o no de concebir un proyecto decolonial
que no derive fundamentalmente en una visión fragmentaria en la lucha
anticapitalista, como critica Žižek a los teóricos poscoloniales y los
autonomistas del Occupy Wall Street o de Plaza Tahrir.
Ambas posiciones han derivado en dos tipos de intervención
en los fenómenos políticos más dinámicos del último periodo, por un lado la
convulsiva Grecia, por el otro en el complejo entramado de los Estados Unidos
en el movimiento Occupy Wall Street. Tales hipótesis para cambiar el mundo han
mostrado cierta ineficacia, por una parte se diluyen las cuestiones centrales
de enfrentamiento contra el capitalismo, por otra se reproduce la forma de
dominación colonialista al interior de la izquierda.
Lo obvio, el
contenido de la discrepancia
En febrero, Žižek respondió a Mignolo en una conferencia en
Londres en el Instituto de Humanidades de Birkbeck en donde expone su crítica
al proyecto decolonial y que resumió en un “vete a la mierda” sarcástico y
duro. Žižek en esta conferencia desarrolla lo que a su parecer son los
problemas que se han expresado a raíz del surgimiento de las grandes
movilizaciones en Plaza Tahrir o en el movimiento Occupy en Wall Street, muy
ligados a la crítica que desarrolla a la hipótesis autonomista de la
construcción de una sociedad anticapitalista. Citamos en extensión la
diferencia de Žižek ante Mignolo y con él del pensamiento decolonial:
a lo que dice Mignolo, está bien, vete a la mierda. ¿Quiénes son esos intelectuales mucho más interesantes? [...] A diferencia de lo que abrazan los teóricos como Mignolo, sobre la necesidad de abrazar una multiplicidad de soluciones locales a la sociedad capitalista y mientras nos dicen que en lugar de volver a la lucha comunista como abstracto universal (pues tiende a recrear la opresión), yo les digo que todas las soluciones posibles se basan en que el problema está fundamentalmente causado por el capitalismo y no en fragmentadas prácticas coloniales. Más bien, para responder al capitalismo es necesario y urgente la comprensión de su universalidad. El problema con esta perspectiva es que en la fragmentación de la solución se fragmenta el problema.1
Como sabemos el pensamiento poscolonial y decolonial ha
reproducido la idea de que el marxismo y el comunismo fue también una
imposición de matriz occidental en los países coloniales. La crítica al
marxismo como ideología eurocéntrica ha sido una crítica mordaz a la
perspectiva “universalizante de occidente.” Mignolo, en otro texto importante
pero breve, reproduce la visión negativa del marxismo muy acorde con la hipótesis
posmoderna de los años noventa, pero bajo una crítica “decolonial”
emancipatoria:
Karl Marx es fundamental para entender el capitalismo, como
lo son John Maynard Keynes y Milton Friedman. Pero por cierto no podemos
privilegiar a ninguno de ellos como única manera “de entender la realidad”.
[...] La opción decolonial se afinca en la formación histórica de la matriz
colonial de poder en el siglo XVI (y se enfoca en la gestión de la economía, de
la autoridad, del género y la sexualidad; de la subjetividad y el
conocimiento), y hace del control del conocimiento el instrumento fundamental de
dominio y control de todas las otras esferas. [...] En fin, y en breve, en la
medida en que el marxismo mantiene, al igual que el “capitalismo global” el
horizonte universal, y cambia el contenido de la opresión a la emancipación, la
opción decolonial se desprende de todo proyecto totalitario, aunque este sea un
proyecto totalitario de liberación (sea marxismo o filosofía de la liberación o
islamismo fundamentalista). En resumen, los argumentos de los límites del
marxismo para enfrentar “al capitalismo global” son conocidos aunque
frecuentemente olvidados. El líder ideológico de la revolución iraní, Ali
Shariati, publicó en 1974, en su regreso de Francia a irán, su célebre Del
Marxismo y otras falacias occidentales. 2
Žižek: “salvar” la
idea de comunismo, del rizoma al apoyo a Syriza en Grecia
Por un lado Žižek, junto a un grupo de intelectuales europeos,
han realizado una valoración mayor del comunismo como idea (con el variopinto
crisol de personalidades que va de Alain Badiou, Susan Buck Mors o Toni Negri).
Podríamos resumir la pertinencia de reactualizar la idea potencia del comunismo
por este grupo de intelectuales que en el año 2009 realizaron una inusual
asamblea en la universidad londinense de Birkbeck para discutir sobre la
necesidad de un “nuevo comienzo” (reactualizar la hipótesis comunista) en un
“momento” de “negatividad: crisis financiera, ecológicas y ambientales”.
Badiou resume el espíritu de esta curiosa empresa
intelectual:
“La hipótesis comunista continua siendo la buena hipótesis, no veo ninguna otra. Si tenemos que abandonar esta hipótesis, ya no vale la pena hacer nada en absoluto en el campo de la acción colectiva. Sin el horizonte del comunismo, sin esta idea, no hay nada en el devenir histórico y política que tenga que ver con un filósofo.”3
Žižek después de una larga cita de Lenin en 1922 sobre los
desastres de la economía antes de la aplicación de la Nueva Política Económica
planteó, en un par de líneas, lo que a nuestro parecer resume y sintetiza la
visión “comunista” de Žižek: “volver a empezar, desde el principio, una y otra
vez” o “inténtalo de nuevo, fracasa de nuevo, fracasa mejor.” Las luchas del
presente requieren una orientación, una idea a seguir en este periodo de des/orientación.4
En la intervención a dicha asamblea, Žižek planteó que los
cuatro antagonismos intensos que impiden la reproducción indefinida del sistema
capitalista, es decir las contradicciones fundamentales, que deben ser
atendidos en la lucha “comunista” son: “la creciente amenaza de una catástrofe
ecológica, la inadecuación de la noción de propiedad privada aplicada a la
propiedad intelectual; la implicaciones socio/éticas de los nuevos desarrollos
tecnocientíficos, y las nuevas formas de apartheid”5 y que las transformaciones de
la sociedad capitalista en la diversificación en el bloque los explotados
requiere la construcción de un nuevo sujeto totalizador universal en la lucha
contra el capitalismo. A pesar de criticar al marxismo occidental en su
búsqueda de otro sujeto (intelectuales, estudiantes) Žižek enuncia que la
integración de este nuevo sujeto universal proletario es en sí mismo ya una
victoria.
En relación a la cuestión del “cómo” (entre la relación del
Estado y la política) sugiere que la combinación de luchas no debería de
concentrarse en la lucha por el poder el “Estado”, aunque como veremos es parte
de la contradicción no resuelta por el filósofo esloveno, y hay que
concentrarse en la unificación del universal opositor a la sociedad capitalista
actual. En dicha intervención planteó la diversificación de la “clase
trabajadora” en tres fracciones en la época post 1989 (fundamentalmente) en las
sociedades desarrolladas, una triada que compone la “universalidad hegeliana”
que necesariamente debe unificarse en un sujeto totalizador: los trabajadores
intelectuales, la vieja clase de los trabajadores manuales y los proscriptos
(los desempleados, los que viven en los barrios precarios y en los límites del
espacio público). 6
Hasta aquí podríamos resumir la hipótesis “comunista” de Žižek:
una idea general, un movimiento que reacciona a los antagonismos de la sociedad
capitalista, un sentimiento que debe ser arrebatado en una época en la que se
comienza a quebrar el dique del capitalismo como “triunfante” en el periodo
post-soviético.
Žižek, con esta idea general de la hipótesis comunista, ha
intervenido en un sin número de ocasiones sobre las cuestiones políticas de
actualidad. Esto fue el origen del reconocimiento de Santiago Zabala en su
artículo en inglés en Al Jazeera. De las muchas intervenciones
políticas de Žižek, es decir de su intervención en la esfera de lo “político”,
queremos resaltar tres en particular para discutir sobre las cuestiones del poder
y la representatividad, cuestión que como decimos arriba, no están resuelta en
el “heterodoxo” comunismo del filósofo esloveno: la primera la intervención
crítica sobre el movimiento de Plaza Tahrir y el movimiento Occupy Wall Street
(que surgió a raíz de la polémica con Mignolo), la intervención en relación a
la presentación a la candidatura de Siryza en Grecia en el 2012 y el último
homenaje del autor a la “dama de hierro” Margaret Tchatcher hace poco más de un
mes.
En las críticas sobre el movimiento Occupy o los movimientos
que se desenvolvieron en Plaza Tahrir, Žižek desarrolla la idea del cansancio
natural de los que participan de una red de acciones sin horizonte estratégico
claro. A decir del filósofo esloveno los movimientos emancipatorios actuales y
sus reclamos de horizontalidad y de celebración de tipo rizomática, en
el sentido en lo que lo planteó Gilles Deleuze8, son también y se convierten en
un mecanismo difuso de opresión. Es decir del éxtasis de la participación hay
una difusa y compleja opresión, la acción permanente, de emancipar todos los
órdenes y las prácticas que terminar por constituirse como un obstáculo
epistemológico de la confrontación adecuada contra el sistema capitalista.
Según Žižek:
La gran mayoría de la gente, cuidado yo no estoy aquí
presentando la versión en la que el 99% de las personas son idiotas, me incluyo
a mí mismo en esa mayoría, quiere ser pasiva y sólo quiere depender de un
aparato estatal eficiente. Siento decirlo, pero no me gustaría vivir en un
estado de participación y compromiso permanente que pasa y pasa y así
sucesivamente. Me gusta mucho más ser un ciudadano pasivo y así es la mayoría
de la gente, existe una maquinaria de Estado o de los servicios sociales, que
funciona sin problemas en su trabajo, y menos mientras menos sepa sobre él,
mejor. Con ello no quiero despreciar a la gente común. Hay que convencerle de
otra cosa.7
Siguiendo con esta línea temática Žižek escribió, a raíz de
la muerte de Tatcher, un curioso homenaje en donde plantea que él está en
contra de la concepción en la cual:
La gente sabe lo que quiere, son capaces de descubrir y
formular cuestiones, pero sólo a través de su propio compromiso y actividad
continua. Así tenemos una democracia participativa activa, no sólo la
democracia representativa, con su ritual electoral que cada cuatro años se
interrumpe la pasividad de los votantes, necesitamos la auto-organización de la
multitud, no un “partido leninista centralizado con el Líder, etcetera. Bla,
bla.” Las protestas populares en curso en toda Europa convergen en una serie de
demandas que, a debido a su propia espontaneidad y obviedad, forman una especia
de obstáculo epistemológico para la confrontación adecuada al sistema político
y al capitalismo. A eso llamo el mito de la falta de representatividad y de
auto-organización directa que es la última trampa, la ilusión más profunda que
debe caer y a la que es más difícil renunciar. Sí, hay momentos de éxtasis
revolucionario y procesos de solidaridad grupal, cuando miles, o cientos de
miles de personas, en conjunto ocupan un lugar público, como en la Plaza Tahrir
hace dos o tres años. Sí, hay momentos de mucha actividad y de una intensa
participación colectiva en las comunidades locales para debatir y decidir, es
cuando las personas viven en una especie de estado de emergencia permanente,
tomando las cosas en sus propias manos, sin líder guiándolos. Pero esos estados
no duran y el cansancio no es aquí un hecho psicológico simple, no, es más una
categoría social.8
Y la vez que crítica la concepción
autonomista\rizomática\individual emancipatoria el autor plantea la necesidad,
en este curioso homenaje a Thatcher, de que la izquierda anticapitalista
requiere una Tatcher, un líder, un maestro que tire de las personas para salir
del atolladero de su inercia y motivarlos hacia la auto-trascendencia
emancipatoria en la lucha por la libertad. La crítica autonomista a estas
líneas serán obvias, aun con ello la defensa a la idea del cansancio multitudinario
en la escala nacional no está resuelta aun por ningún teórico autonomista que
conozcamos. Es fácil mantener el poder social de una comunidad aislada, una
fábrica, un pueblo en Bolivia o en las comunidades indígenas en la que las
formas comunitarias emiten organización propia. Por ejemplo pensamos, sin tener
una idea si es verdad, que para Žižek los casos la fábrica Vio.Me en Tesalonica
en Grecia ocupada hace unas semanas bajo control obrero o en Egipto en las
textileras de All Mahalla permiten pensar la cuestión que E.P Thompsón detalló
durante la revolución industrial en la que la fábrica era vista como un centro
potencial de rebelión política. Con ello y sin decir palabra sobre estos
procesos, Žižek resuelve el tema del cansancio como categoría política y lo
lleva a la idea de una representación política dentro de la actual democracia
occidental degradada motivo por el cual no hay posible salida a la idea
comunista por fuera de las instituciones de la Europa capitalista.
En resumen, y ante la inexistencia de una hipotética Thatcher
(sic) al interior de la extrema izquierda, Žižek ha manifestado su optimismo
por las representaciones políticas anti-austeridad en partidos políticos
surgidos al calor de la crisis capitalista como, en el caso de Grecia, Syriza. Syriza,
cuyo mando carismático es Alexis Tsipras, concitó el apoyo popular de por lo
menos un 25% de los electores, bajo un programa anti-austeridad moderado lo que
lo habilitó como la principal fuerza opositora al interior del parlamento
dirigido por el gobierno de coalición por Nueva Democracia y el PASOK. Durante
la campaña electoral, Žižek participó de la euforia que convertiría a Syriza en
el nuevo modelo de constitución de la izquierda en toda Europa:
Vosotros, Syriza, el auténtico milagro, movimiento de
izquierda radical, que ha salido de la cómoda posición de resistencia marginal
y se ha dispuesto valerosamente a tomar el poder. Este es el motivo por el cual
debéis ser castigados. Este es el porqué de un reciente artículo escrito por
Bill Freyja en la revista Forbes bajo el título «Darle a Grecia lo que se
merece: comunismo». Cito: «Lo que el mundo necesita, no lo olvidemos, es un
ejemplo contemporáneo del comunismo en acción. ¿Qué mejor candidato que Grecia?
Échesela de la Unión europea, interrúmpase el flujo libre de euros y
devuélvasele al viejo dracma. Después, ved que ocurre durante una generación».
En otras palabras, Grecia debería ser castigada de modo ejemplar para acabar de
una vez por todas con la tentación de una solución radical de izquierda a la
crisis.9
Si bien el programa político de Syriza tiene elementos
obviamente criticables y moderados, pues no plantea ningún tipo de alternativa
radical a la problemática de uno de los países más destruidos y mancillados por
la crisis capitalista, y probablemente mantenga un peso menor en las luchas que
la coalición de extrema izquierda anticapitalista Antarsya, lo que es un hecho
es que para Žižek los partidos anti austeridad representan una solución al
problema no resuelto del “cansancio” de las masas en el país de los más de 30
edificios incendiados, con más de 30 Huelgas Generales y con por lo menos tres
o cuatro importantes fábricas ocupadas bajo control obrero (Vio.Me,
Elpheterotehpya y el Embros tan sólo de las que tenemos información). Y es en
este punto nodal en el que el “comunismo” de Žižek muestra su principal
contradicción y el problema no resuelto de la cuestión estratégica para la
revolución anticapitalista en occidente. La cuestión del poder y del factor
subjetivo en las fuerzas de acción política revolucionaria. No importa cuanta
disposición a la lucha exista entre los miles de trabajadores y sindicalistas
en cada huelga general que enfrenta al Estado capitalista griego, la salida
propuesta por el comunismo de Žižek es votar a la perspectiva más a izquierda
dentro del parlemento griego existente. Si bien concordamos en el potencial de
la idea comunista en este periodo histórico, consideramos que el planteamiento
de Žižek carece de perspectiva estratégica revolucionaria, y este se desprende
de su rastreo de las contradicciones fundamentales del capitalismo
contemporáneo. Que asociamos a la ofensiva de la década de los noventa y es
aquí en donde el comunismo de Žižek adolece de una teoría precisa del poder
político. Es decir el comunismo de Žižek no pasa de una idea, no tiene un
contenido estratégico.
A pesar de que ha planteado en diversos textos la cuestión
de la dictadura del proletariado en la cual la clase trabajadora se constituye
como clase dirigente y a pesar de que advierta qué “el proletariado es la única
clase que se neutraliza en el acto de neutralizar a su opuesto” 10 en la forma estado en la que
se consigue transformar su naturaleza de clase y mientras critique la forma
estado asumida por el estalinismo cuando éste aseguró la idea de la “del fin de
la figura de clase” Žižek se pregunta con firmeza como se llega a tal
dictadura. “el proletariado ha quedado dividido en tres partes, cada una de las
cuales enfrenta a otra […] no es que esté planteando la autodisolución del
capitalismo pero […] la unidad de los tres sectores es ya su
victoria” 11 En estas palabras, en el cómo
de la nueva sociedad, encontramos un atolladero profundamente utopista que ha
fortalecido la ilusión de que por la vía de la votación a gobiernos anti
austeridad se podría combatir más eficazmente al sistema capitalista. El origen
de la pertinencia del comunismo, consideramos es correcta, sin embargo adolece
del regreso a las discusiones cada vez más precisas de la discusión estratégica
dentro de la tradición del marxismo revolucionario del Siglo XX.
Por otro lado los dardos en el pensamiento
modernidad\colonialidad (con personalidades tan dispares como Silvia Riveira
Cusicanqui en Bolivia, Enrique Dussell en México o Ramón Gosfroguel y Walter
Mignolo en los Estados Unidos) avispan el debate latinoamericano sobre los
nodos de emancipación y re-plantean la cuestión colonial como un nudo central
de la lucha en América Latia, Asía y África. Sin embargo esa es otra historia.
Ambas posiciones son una suerte de expresión bisagra de
un “tiempo”, de una “etapa” posterior a la ofensiva neoliberal pero en un
momento muy distinto: del fin de la ofensiva neoliberal, de crisis capitalista
y del inicio de nuevas luchas y confrontaciones entre las clases de gran
envergadura (como la tunecina o la egipcia) pero que no han superado el
problema crucial del ¿cómo? para los nuevos tiempos. Daniel Bensaid consideraba
a este tipo de pensamientos como “de la ilusión utópica” en el que se rechaza
un tipo de sociedad y se quiere otro mundo todavía indeterminado en cómo se
consigue”. Si bien Žižek declara su intensión comunista y en el caso de Mignolo
o en Gosfroguel (por hablar de un exponente de la tradición decolonial con el
que tuvimos oportunidad de dialogar no sin fricciones) se declara su intención
de una sociedad pluriversal, también está sujeto al ¿cómo?” Ahí, en ese rincón
de la idea, a la realidad posible, está ni más ni menos que la acción
política. Por ahora nos quedamos aquí en estas líneas. Las notas siguen.
Notas
1 Žižek, Slavoj, A reply to my critics, audio disponible
en: http://backdoorbroadcasting.net/2013/02/slavoj-Žižek-a-reply-to-my-critics/
2 Mignolo, Walter, La idea
de América Latina (la derecha, la izquierda y la opción decolonial) en
Crítica y emancipación Año I, No. 2. Semestre 2009. p. 263.
3 Badiou, Alain, De quoi
Sarkozy est il-le nom?, París, Lignes, 2007, pág. 153
4 Žižek, Slavoj, p. 232.
5 Žižek, Slavoj, Cómo
volver a empezar desde el principio, Paídos, Madrid, 2010. p. 234
6 Žižek, Slavoj, Ob. Cit. p.
249.
7 Para analizar la obra de
Deleuze en una perspectiva marxista recomendamos. Garo, Isabelle, Foucault,
Deleuze, Althusser & Marx, Demopolis, París, 2011.
8 Žižek, Salvoj, Ob. Cit. Reply to my critics, audio
disponible en: http://backdoorbroadcasting.net/2013/02/slavoj-Žižek-a-reply-to-my-critics/
9 Žižek, Salvoj, The simple courage of decision: a leftist
tribute to Thatcher, en http://www.newstatesman.com/politics/politics/2013/04/simple-courage-decision-leftist-tribute-thatcher
11 Žižek retoma un texto de
Bulent Somay. Vease. Žižek, Slavoj, Cuando volver a empezar... desde el
principio. Ob. Cit. 243.
http://www.rebelion.org/ |