“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

26/2/12

España se lucra del esclavismo

> ¿A quién pertenecen las 594.000 monedas de oro y de plata rescatadas del navío Nuestra Señora de las Mercedes?
> ¿Por qué España, poder colonial monárquico y que fue derrotado por los movimientos independentistas del siglo XIX, en Latinoamérica, reclama un tesoro que fue producido con trabajo esclavo, tanto de africanos, principalmente, como de indígenas? 

Guillermo Maya Muñoz

De acuerdo a reportes publicados en El Tiempo, el tesoro rescatado en el fondo del mar, al frente de las costas de Portugal en el Atlántico, de una fragata española, Nuestra Señora de las Mercedes, hundida en 1804, por la flota británica, fue adjudicado al estado monárquico español, por un juez de Florida (EEUU). 

El Tesoro lo componen 594.000 monedas de plata y oro, valoradas en 500 millones de dólares, que al parecer fueron acuñadas en Lima. Igualmente entre los demandantes estaba “también un grupo de descendientes de los dueños de la carga”, 4 familias colombianas, 3 españolas y 11 familias peruanas (En una semana llegará a España el tesoro de Las Mercedes, www.eltiempo.com, febrero 17-2012).

¿Por qué España, poder colonial monárquico y que fue derrotado por los movimientos independentistas del siglo XIX, en Latinoamérica, reclama un tesoro que fue producido con trabajo esclavo, tanto de africanos, principalmente, como de indígenas, en las minas, probablemente peruanas?

¿Acaso este tesoro no pertenece a quienes produjeron los metales preciosos como esclavos, las comunidades indígenas y afrodescendientes? ¿Cómo un país reclama un tesoro que es producto de trabajo esclavo como propio? El problema no es jurídico, bajo el principio de inmunidad soberana, como se ha tratado en las cortes, es de justicia hacia las comunidades esclavizadas, que fueron arrebatadas de sus raíces, de sus vidas cotidianas y que fueron hundidas en los socavones de por vida para que extrajeran riquezas para una monarquía parasitaria, rentista y decadente.

Durante la segunda guerra mundial muchas empresas alemanas, bajo el régimen nazi, usaron trabajo esclavo o forzado, de acuerdo a la biblioteca virtual judía, que recopila los nombres de estas empresas (German Firms That Used Slave or Forced Labor During the Nazi Era, January 27, 2000). En 1999, de acuerdo a Norman Kempster, de Los Ángeles Times, los gobiernos de EEUU y de Alemania lograron un acuerdo sobre las reparaciones al trabajo forzado o esclavizado, durante el periodo nazi, hace 68-72 años, de 5.200 millones de dólares (Agreement Reached on Nazi Slave Reparations, dec 15-1999).

Igualmente, bajo la Ley de Libertades Civiles de 1988, promulgada por el presidente Ronald Reagan, el gobierno de EE.UU. se disculpó por la detención en campos de concentración, en EEUU, de inmigrantes japoneses, durante la Segunda Guerra Mundial y pagó por reparaciones 20.000 dólares a cada sobreviviente, para compensar las pérdidas de propiedades y de libertad durante ese período (Wikipedia, Reparations for Slavery). Además, a algunos bancos, en EEUU, se les ha exigido pagar reparaciones por su involucramiento y lucro en el comercio de esclavos.

¿Cuánto vale el trabajo de un esclavo? En la carta de un esclavo liberado, Jourdon, dirigida a su antiguo amo, quien le pide que regrese, después de la Guerra de Secesión de los EEUU, publicada el 22 de agosto de 1865 en el New York Daily Tribune, el propio Jourdon le hace los cálculos de cuánto le debe: “Gano 25 dólares al mes, con vituallas y ropa”. Para probar las buenas intenciones de su amo, respecto a su suerte futura, le pide que “nos envíe nuestros salarios por el tiempo que le servimos, por treinta y dos años (Jourdon), y Mandy -su esposa- veinte años. A 25 dólares el mes para mí, y 2 dólares a la semana para Mandy, nuestros ingresos ascenderían a 11.680 dólares. Agregue a esto los intereses por el tiempo que nuestros salarios fueron retenidos (…) Si usted no nos paga por el trabajo de fieles trabajadores en el pasado, podemos tener poca fe en sus promesas futuras”.

Entonces, ¿a quién pertenecen las 594.000 monedas de oro y de plata? ¿Al estado monárquico español? ¿A los descendientes de los esclavistas? ¿A los esclavos y a sus descendientes? Es una vergüenza que España, país rico, todavía aspire a los tesoros sacados de América y que yacen en la profundidad de los océanos, cuando debería estar pagando las reparaciones a quienes esclavizó, maltrató y asesinó. Tampoco ha pedido perdón. Pide preferencias comerciales y de inversión.


Guillermo Maya Muñoz, docente del Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas. Universidad Nacional de Colombia