“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

7/12/08

¿Quién fija las fechas del Carnaval?


Respuesta a una inquietud del presidente Chávez

Todo lo relacionado con la fijación de las fechas del Carnaval, Cuaresma, Pascua, Semana Santa, etc., tienen un origen más que religioso, litúrgico. Es decir, que independientemente de las necesidades de la población, se deben hacer con obligatoriedad de celebraciones y festejos sin que la inmensa mayoría de nosotros tenga noticias de las razones, motivos o intereses del asunto.

Empecemos por el Carnaval, que como la mayoría sabe es una fiesta móvil que se incrusta entre los meses de febrero y marzo. Su origen se remonta a la antigüedad, y como generalmente se procedió con fiestas de naturaleza pagana, se le dio un toque “cristiano”, para disimular un poco los excesos en que se incurrían. Ese toque fue el miércoles de ceniza,  fecha en la que los “fieles” debían acudir al templo para ser “advertidos” de que estaban expuestos a convertirse en ídem.

La iglesia católica, que no son todos los cristianos, ha pretendido imponer la fecha del nacimiento de Cristo en base a los aportes de los evangelios. Advirtamos que estamos hablando del calendario lunar, y la iglesia siempre ha sido fiel al mismo, sin importar los avances de la ciencia. Para fijar entonces la fecha del carnaval, hay que hacerlo primero con la de la Semana Santa, que se celebra 40 días después del miércoles de ceniza. El Carnaval se celebra antes de ese día, por lo que obligatoriamente debe ser lunes y martes, nada más.

No todas las iglesias cristianas tienen el mismo calendario de festividades, pero la Iglesia Católica estima que el tiempo que va desde el miércoles de ceniza hasta el Jueves Santo y que se caracteriza por ser supuestamente un período de penitencia, es lo que se llama “cuaresma”. Digo supuestamente, porque en ese período, para empezar, se celebran las deslumbrantes “octavitas” de carnaval, que compiten con éstas en excesos carnales, borracheras y otras linduras.

Ahora bien, la fecha de la Semana Santa se fija por el día en que se celebra el Domingo de Resurrección (llamado también Día de Pascua), cuyo advenimiento ocurre en el domingo siguiente a la primera luna llena del mes de Nisán, que de acuerdo al calendario judío es el que corresponde al período del 22 de marzo y 25 de abril. ¿Vamos bien hasta aquí?

La pongo “de bombita” [1] para que entiendan: El Domingo de Resurrección es aquel que tiene lugar después de la primera luna llena de primavera. Tenemos que advertir a quienes viven en los trópicos, que la primavera es una estación chévere, muy linda. Pero, si usted vive en el hemisferio sur del planeta, donde vive la mayoría de los pobres del mundo, sería la primera luna llena de otoño. No se hagan ilusiones. ¿Está claro?
Un señor llamado Dionisio , quien por su corta estatura se le conoce como “El Exiguo”, dedujo que, para fijar las fechas del nacimiento y de la muerte de Jesús y en vista de la catajarria [2] de años transcurridos desde la caída del Imperio Romano, que “los años fueran contados a partir del primero de enero siguiente al nacimiento de Cristo”. Gracias a sus escritos y posteriores estudios se aceptó el viernes 7 de abril como el día en que murió Cristo: ¡el primer Viernes Santo de la historia!

Para seguir haciendo sencilla la historia, diremos que el propio Dionisio, a pesar de ser un gran estudioso no estableció el año Cero, porque en la culta Europa no se conocía este guarismo, que gracias a los árabes hoy lo usamos a placer. Otra incoherencia: Cristo nació 6 años antes de Cristo, o sea que Dionisio se equivocó.

Fue en el Concilio de Nicea (325 d.C.), cuando el Domingo de Resurrección comenzaría a celebrarse, como hemos dicho, el domingo siguiente a la primera luna llena de primavera, es decir, el primer domingo que sigue a la decimocuarta noche de lunación. Pero (siempre hay un pero) para evitarse problemas con los judíos en la celebración de la festividad de la Pascua, la Iglesia, así como lo oyen, añadió ¡una semana más!

Tenemos precisada entonces la fecha del Domingo de Resurrección. Deben transcurrir 40 días a partir del miércoles de ceniza, hasta culminar en el domingo de Ramos, que precede al de Resurrección. ¿Por qué 40 días? Porque Cristo se retiró esa misma cantidad de días al desierto, que coincide con igual cifra que alcanzó Moisés en el mismo lugar; por la cantidad de días que duró el diluvio y por los 40 años que duró la travesía del pueblo judío, siempre por el desierto, y de ñapa, los 400 años que duró el “hospedaje” de los judíos en Egipto. Los católicos son llamados pues a reflexionar durante estos períodos, cosa que ni siquiera la propia jerarquía eclesiástica recuerda ni le interesa. Para muestra hay que recordar el berrinche que formaron los obispos venezolanos cuando se impuso la “ley seca” en las playas hace unos años.

La Semana Santa debe ubicarse entre el 22 de marzo y el 18 de abril, ya que la primera luna llena de primavera tiene lugar entre el 8 de marzo y el 5 de abril. Vemos una diferencia de dos semanas entre ambos periodos: una primera semana debida a que el Día de Pascua se celebra el domingo siguiente a la primera luna de primavera y, una otra, la añadida por la Iglesia para evitar confusiones con la celebración judía. ¿Me entienden? Yo no, porque precisamente el 19 de abril de 1810 cayó un jueves santo.

La pregunta que surge es la siguiente: ¿Qué interés puede tener hoy en día celebrar el diluvio universal, o la travesía de los judíos por el desierto, o de una presunta “retirada” de Cristo al desierto, o del mítico Moisés?  Salvo el diluvio que fue agua de la buena, lo demás son cardones y tunas. ¿Quién ha precisado con exactitud que fueron 40 días y no 50 ó 55?

En la Roma antigua a los carnavales se les llamaba “saturnalias”, obviamente dedicadas al dios Saturno, a quien estaba encomendada la agricultura, y cuyo esplendor advenía con la primavera. Con la instauración del cristianismo en Europa y la imposición de la Cuaresma, período que comienza a contarse a partir del Miércoles de Ceniza, la festividad del Carnaval se colocó en los días anteriores a esta fecha en los que el pueblo se entregaba a todos los placeres a los que debía renunciar, entre ellos los de la carne (en ambos sentidos), al iniciarse la cuaresma. Los domingos no se toman en cuenta como parte de la cuaresma porque son pascuales. Vendrían a ser 40 días de preparación para la Pascua cristiana .

En la ciudad alemana del Colonia [3] (Köln) no están creyendo cuentos y comienzan el carnaval el 11 de noviembre a las 11 horas, 11 minutos y 11 segundos, en uno de los festejos más importantes de Alemania

¿Qué hacer con esta fecha?

Podemos empezar por pedir consejos y asesoramiento, que bien nos lo puede brindar la Iglesia Católica o el gobierno de la República Dominicana, de acuerdo a lo publicado en "El Nuevo Diario":
"La iglesia católica reiteró su pedido al gobierno de la necesidad de separación de la celebración de la fiesta de carnaval de las fechas patrias y la cuaresma, recomendando darle al carnaval un giro turístico. […] Manifestaron que la Secretaría de Cultura no le ha hecho caso a sus reclamos, pese a que han sostenido varias reuniones para tratar el tema y que su propuesta tiene acogida en la población. [...]El carnaval es una fiesta que en todo los países del mundo, excepto República Dominicana, se celebra tres días antes del Miércoles de Ceniza”, precisaron los religiosos, por lo que opinaron no se justifica que se sigan mezclando esas festividades. […] Afirmaron que “hasta ahora la Comisión Nacional de Carnaval, que encabeza la Secretaría de Cultura, no ha aceptado la necesidad de dar un giro turístico al carnaval y cambiar la  fecha."

En Uruguay, la Intendencia (Alcaldía) de Montevideo fija las fechas para el Carnaval que se adelanta hasta el mes  de diciembre y termina entre enero y marzo.

Notas

[1] Bombita: Fácil sencillo. Deriva de un lanzamiento en el béisbol que se caracteriza por su lentitud, en el que prácticamente el bateador “adivina” las intenciones del lanzador de favorecer su desempeño.
[2] Catajarria: Gran cantidad, abundancia.
[3] ¿Se recuerdan del agua de Colonia?