La muerte de un miliciano ✆ Robert Capa |
Autorretrato de Robert Capa |
Capa: Sabe usted, es una pregunta que exige cautela, porque no sabes
nunca si tienes una foto de prensa o no la tienes. Y es que cuando disparas,
todas las fotos son iguales, y las fotos del periódico nacen en la imaginación
del director y del público que las ve.
En cierta ocasión tomé una foto que resultó mucho más valorada que las demás, y yo desde luego no sabía en el momento de disparar que había captado una foto especialmente buena. Fue en España, muy al principio de mi carrera de fotógrafo, y muy al
inicio de la Guerra Civil española; la guerra era algo como romántico, si es que lo puedes ver así.
En cierta ocasión tomé una foto que resultó mucho más valorada que las demás, y yo desde luego no sabía en el momento de disparar que había captado una foto especialmente buena. Fue en España, muy al principio de mi carrera de fotógrafo, y muy al
inicio de la Guerra Civil española; la guerra era algo como romántico, si es que lo puedes ver así.
Entrevistadora: ¡No, no puedo!
Capa: Era allí, porque era en Andalucía y aquella
gente estaba muy verde, no eran soldados, y morían a cada minuto haciendo
grandes gestos y mostraban que era por la libertad y una justa, estaban
entusiasmados, y yo estaba en la trinchera con cerca de veinte milicianos, y
esos veinte milicianos tenían 20 fusiles viejos, y en la otra loma frente a
nosotros había una ametralladora de Franco.
Así que mis milicianos disparaban en dirección a la
ametralladora durante cinco minutos y luego se levantaban y decían "¡Vamos!"
y salían de la trinchera a por la ametralladora. Como era de esperar, la
ametralladora abría fuego y los barría. Con lo que los que quedaban volvían y
tiraban otra vez al azar en dirección a la ametralladora, que era lo bastante
lista como para no responder, y tras cinco minutos decían de nuevo
"¡Vamos!" y volvían a barrerlos. Esto se repitió tres o cuatro
veces, de modo que a la cuarta puse la cámara por encima de la cabeza sin mirar
siquiera y tiré una foto cuando salían de la trinchera. Y eso fue todo. Ni
siquiera miré allí las fotos, las envié con muchas otras más que había tomado. Me
quedé tres meses en España, y para cuando volví me había convertido en un
fotógrafo muy famoso porque esa cámara que había sostenido por encima de la
cabeza había captado a un hombre justo en el momento en que le alcanzaban.
Entrevistador 2: Fue una gran foto
Capa: Probablemente la mejor foto que he hecho en mi
vida. Nunca vi la foto en el encuadre porque tenía la cámara muy por encima de
la cabeza.
Entrevistador 2: Por supuesto, hay una condición que tienes que crear tú mismo, Bob: para poder conseguir una foto afortunada como esa tienes que pasar mucho tiempo en las trincheras.
Capa: Sií, es una costumbre que me gustaría perder.
Robert
Capa (1913-1954), pseudónimo de Endre
Ernö Friedmann, fue uno de los fotorreporteros imprescindibles del
periodismo gráfico del siglo XX. Nacido en Budapest, se hizo célebre gracias a
sus fotos de la Guerra Civil española y de la II Guerra Mundial. Murió en
Vietnam al pisar una mina.
http://www.lapaginademontilla.blogspot.com/ |