“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

10/12/08

¿Estamos ante un inminente ataque terrorista?

¡La derecha está dispuesta a todo!

Posible, previsible, pero que de ser llevado a cabo, es inevitable. Las motivaciones que pudieran inducir a un hecho criminal de naturaleza terrorista están servidas en bandeja, no se de qué material sería, y en las que de seguro tiene metida la mano peluda de la CIA, contando para ello con la obvia complicidad del gobierno colombiano a través de sus servicios secretos, los mismos que estaban metidos hasta la coronilla en la conjura del 11 de abril del 2002 y posteriormente en el paro petrolero.

Esta idea macabra, la de estremecer al país con un atentado terrorista que induzca a la población a pensar que el gobierno revolucionario no estaría en condiciones de garantizar la seguridad y por ende confiársela a otros, fue “acariciada” durante el período electoral que culminó el 23 de noviembre pasado, pero las condiciones no les fueron propicias, porque el clima que prevaleció, fue el de la más absoluta certidumbre de un triunfo del llamado “chavismo” y el de las más amplias garantías de transparencia que demostró antes, durante y después, el Consejo Nacional Electoral (CNE).

En esta ocasión, cuando estamos ante la 15ª consulta electoral en 10 años, hecho inédito en cualquier parte del mundo, en las filas de la oposición lucen muy preocupados, porque ahora temen sí, que están ante una etapa cumbre en la que ya no es posible echar atrás. Por supuesto que no estamos ante la reelección del presidente Chávez, sino ante la mera posibilidad de que tenga la oportunidad de postularse nuevamente; pero en la práctica así lo ven y lo admiten públicamente, ante la perspectiva de que dentro de cuatro años no puedan nuclearse en torno a un candidato con posibilidades de derrotarlo.

Esta preocupación es compartida ampliamente por el Imperio y por los halconcillos que hacen vida en Colombia. Un Chávez victorioso nuevamente es algo que no pueden tolerar de ninguna manera. Para ello se están preparando para atacar y los libretos para actuar son ampliamente conocidos.

El objetivo estratégico de los Estados Unidos está en no descuidar su “patio trasero” y cederlo a sus posibles competidores. Para lograr este objetivo están dispuestos a todo y más como Venezuela que es una fuente segura de suministro petrolero, por lo menos por los próximos 200 años, hay que mantener un equilibrio inestable entre Venezuela y Colombia, con clara inclinación hacia este último. Todo se vale, y ejemplo de ello es la última acción terrorista cometida en Bombay (India), en la que comandos entrenados causaron daños tremendos, no sólo a la estructura física de edificaciones, sino al ambiente de distensión que reinaba entre India y su vecino Pakistán, y de paso se reavivaron las tensiones entre estos dos países, resultados que tienden a favorecer ampliamente los propósitos del Imperio.

La derecha venezolana delira con un evento que produzca los mismos resultados de los atentados terroristas de Madrid que hicieron posible el triunfo electoral inesperado, para ellos, de Rodríguez Zapatero, ante el manejo errático e inmoral de la crisis subsiguiente por parte del gobierno de José María Aznar. Más recientemente, los desórdenes que se han producido en Grecia, y que seguramente conducirán a la renuncia del primer ministro y a nuevas elecciones anticipadas, como consecuencia de la muerte de un estudiante a manos de la policía.

Pero Venezuela no es España ni estamos ante un escenario parecido al de Grecia, donde el gobierno es de derecha, neoliberal, atlantista y vinculado a los Estados Unidos.

Sin embargo, los adversarios del proceso revolucionario venezolano no descansarán. Están muy conscientes de la siguiente situación: Que en un ambiente de paz, de respeto a las normas del derecho, de circunstancias políticamente correctas, una victoria de Chávez en el referéndum para aprobar la enmienda constitucional luce indetenible y en consecuencia su postulación para el 2012 es posible. En tal caso el triunfo de un candidado oposicionista resultaría poco probable.

¿Qué hacer? Alterar el ambiente que hacen posibles las victorias de Chávez

Estamos ante una eventual guerra no militar [1], porque la situación mundial es bastante difícil para el Imperio. No sólo la NASA, sino también los Departamentos de Comercio y Defensa y el de Seguridad Nacional han sido víctimas de ataques informáticos que han dejado al descubierto la asombrosa vulnerabilidad digital de los EE.UU.  La guerra de Irak va de mal en peor. Hasta Bush, en los estertores de su mandato presidencial lo ha admitido con amargura.

Ni los Estados Unidos, ni la OTAN ni nadie, están en condiciones de poner orden en Somalia, donde la piratería se ha convertido en una práctica constante, con consecuencias bastante graves registradas por la ONU, en donde se evidencia que sólo en 2008 se han registrado 120 ataques de secuestradores en alta mar, frente a las costas de ese país africano, con 35 navíos retenidos y 600 personas secuestradas, con un botín estimado en más de US$ 150 millones.

En Afganistán, según los últimos informes los rebeldes talibanes controlan el 72% del territorio del país. Más claro aún: los Estados Unidos invadieron con la complicidad de la ONU a Afganistán, que se cuenta entre los países más pobres del mundo, y después de años de guerra la están perdiendo. El domingo 07 de diciembre, más de 100 camiones fueron destruidos por talibanes en la provincia de Peshawar (Pakistán), después, los mismos talibanes acabaron con más de 50 contenedores y 22 camiones con comida en la misma zona. El pasado mes de noviembre un grupo consiguió secuestrar un convoy de camiones con provisiones a plena luz del día. Es más, la presencia de los Estados Unidos y sus socios no se justificarían sino fuera por el tremendo negocio multimillonario de droga (heroína) en Afganistán [2]. Cómo será el relajo imperante, que los EE.UU. reconocieron al diario estadounidense “The New York Times” que Ahmed Wali Karzai, hermano del presidente, está implicado en el tráfico de drogas . [3]

Los planes de invasión a Irán también se han tenido que desleír,  esfumándose “Así cual las brumas del mar” [4]. Pensar en una invasión a Venezuela no sólo es poco probable, sino peor aún, poco redituable.

Pero los adversarios de este proceso venezolano no se contentarán con acciones inocuas, sino que están dispuestos a causar daños materiales y por ello no es descartable un violento ataque terrorista muy bien planificado que eventualmente dejaría mal plantado al gobierno y a Chávez, y entonces sólo así, debilitado moralmente pudiera ser presa de otro zarpazo definitivo.

No sería aventurado esperar una acción terrorista en el proceso electoral en curso que debería concluir a finales del mes de marzo del año 2009 y para ello contarán con la participación de elementos vinculados al narco-para-militarismo. Así  se matarían dos pájaros con un solo cartucho: El primero, que ya hemos descrito y el segundo, mantener viva una tensión con Colombia, que vendría como anillo al dedo.

El amor y el interés…

El interés de los EE.UU. por Colombia es, como en Afganistán, por el lucrativo y gigantesco negocio con la producción y distribución de la droga (cocaína) que genera enormes dividendos. De acuerdo a un estudio del sacerdote jesuita Javier Giraldo Moreno , “…se comprobó que el consumo no disminuía sino que ha seguido en aumento constante hasta hoy, también se comprobó que esa “guerra” había diseñado el mejor negocio del mundo. Se obtenían allí ganancias del orden del 20.000% que en su casi totalidad se quedaban en el Norte. Un estudio de la revista “Le Figaro”, de París, mostraba que en 1995 el narcotráfico llegó a generar ganancias de trescientos mil millones de dólares, equivalentes a las dos terceras partes de los recursos de los bancos estatales del mundo”. [5]

Mientras el negocio con Colombia esté bien, hay que mantener la vigencia del llamado “Plan Colombia”, diseñado para combatir a la droga y a los narco-traficantes, que por supuesto ha resultado un esperado “fracaso”. Para mantener las apariencias con el negocio de las drogas, en Colombia como en Afganistán (que son los mayores productores de droga en el mundo, cada uno en su rubro), los EE.UU. requieren con urgencia mantener desestabilizados los países vecinos, como lo están haciendo con Irán y Pakistán y pretenden hacerlo con Venezuela y Ecuador. La invasión a territorio ecuatoriano por parte de Colombia con la complicidad de los EE.UU. no es un episodio aislado en este conflicto.

Con Obama no nos hagamos las más mínimas ilusiones. Los servicios secretos toman decisiones sin contar con la anuencia de ningún presidente, menos de alguien que dice que no estaba informado que le estaban rifando el escaño que como senador tenía por el estado de Illinois, donde su gobernador, Rod Blagojevich habría agotado el talonario de “tickets”, después de pasar 3 años bajo investigación por fraude en contrataciones de obras.

Notas:

[1] “Venezuela ante una inminente una Guerra Asimétrica”, estudio somero en torno a algunas consideraciones que habían sido abordadas por los coroneles chinos  Wang Xiangsui y Qiao Liang, en la obra conocida en inglés como "Unrestricted Warfare”, cuya versión italiana  “Guerra senza Limiti” es la que manejo.

[2] Kaos en la Red: EEUU y los 500 mil millones de dólares del negocio de la droga. Opio, cocaína, marihuana y anfetaminas movilizan mundialmente cada año un presupuesto que puede doblar el de un país petrolero como Venezuela.

[3] Versos de un vals de Balbino García.

[4] Ver noticia en Terra .

[5] “Droga y Conflicto Social en Colombia”, estudio del sacerdote jesuita Javier Giraldo Moreno en http://www.javiergiraldo.org/spip.php?article85