El cese del fuego o tregua acordados tras bastidores entre Israel y Hamás, significan el comienzo del fin de un estruendoso fracaso militar y sobretodo político, de Israel, luego que decidiera invadir y masacrar al pueblo palestino de la Franja de Gaza.
Pocas veces en la Historia se ha visto un despliegue militar como el que desató Israel contra Gaza y con unos resultados tan desastrosos, no sólo contra el pueblo palestino sino contra el de Israel, que todavía no se ha repuesto de la derrota que le propinara el movimiento Hezbollah en el Líbano. A pesar de la desproporción de las fuerzas, Hamás nunca dejó de combatir ni de lanzar cohetes de fabricación artesanal hacia el territorio de Israel.
Esta cesación temporal de hostilidades no significa el logro de la paz, pero alumbra el camino. Entre las demandas de Hamás está una retirada del territorio palestino, para lo que han dado una semana de plazo y que Israel abra todos los cruces fronterizos de la Franja de Gaza para permitir la entrada de alimentos y otros bienes.
Entre los próximos pasos que se darán, estará el juzgamiento de los criminales de guerra de Israel, que se les trate en igualdad de condiciones que los criminales nazis que tuvieron que comparecer ante un tribunal internacional en Nüremberg. El gobierno de Bolivia ha anunciado que interpondrá una demanda ante
Como colofón de esta agresión, quedan las estadísticas: los muertos palestinos de la ofensiva israelí desde el 27 de diciembre superan los 1.300, unos 40 cadáveres fueron hallados a primera hora en la parte este de la ciudad de Gaza y en el norte de la franja, dos de las zonas más castigadas por los bombardeos israelíes, con lo que los muertos palestinos de la ofensiva israelí desde el 27 de diciembre superan los 1.300, y los heridos son más de 5.300, y según la opinión de representantes de organismos de derechos humanos internacionales, dos tercios de las víctimas son civiles, muchos de ellos niños y niñas.
Israel nada ha ganado, no ha alcanzado ninguno de sus objetivos ni militares ni políticos, sólo quedan las muestras de un increíble salvajismo.