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Tim Adams
En 2005, el director Kevin Macdonald se encontraba en Uganda
durante la filmación de su película The Last King of Scotland [El
último rey de Escocia]. En los barrios pobres de Kampala le llamó la atención
un hecho curioso: dondequiera que iba veía imágenes de Bob Marley, la consigna
“Get up, Stand up” y rastas en el pelo.
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Macdonald hubo de enfrentarse a algunas frustraciones, entre ellas a la ausencia casi total de material de archivo o de fotografías de los primeros años de Bob Marley y los Wailers. Pero con tesón y con la abundancia de recuerdos de aquel período que le aportaron Livingstone, la viuda de Marley, Rita, y otros, reconstruyó la biografía. Bob Marley fue en vida muy reacio a las entrevistas. “Debido a su escasa formación”, sugiere Macdonald, “se sentía incómodo ante las preguntas de los periodistas”. Se negaba a abordar algunos aspectos de su pasado, en especial el de sus sentimientos hacia su ausente padre blanco, Norval Marley, un hombre que afirmaba falsamente haber sido capitán en el ejército colonial del Caribe. Lo cierto es que, en la película, el “capitán” Norval se convierte en la clave para comprender a Marley. Como dice Macdonald, “mucha de gente asume que Bob era negro y se sorprenden al descubrir que su padre era blanco”. Los prejuicios que se asociaban con este hecho en Nine Miles, el remoto pueblo natal de Marley en las montañas de Jamaica, dieron lugar a la búsqueda de identidad que descubrió en el rastafarismo. Las contradicciones de su biografía se transformaron en una metáfora global de enorme atractivo para la lucha y la unidad: “Vamos a juntarnos y a sentirnos bien”. “El otro día estaba revisando la prensa con Ziggy Marley”, dice MacDonald, “y me dijo esto de su padre: ‘Creo que Bob siempre lamentó no ser negro’”. “Yo no lo diría de manera tan rotunda, pero creo que ésa fue la clave para su psicología y su música. Siempre fue un extranjero y su vida y su música le abrieron un camino para redimirse.” Aquella redención también proporcionó a Macdonald parte de la respuesta al porqué Marley ha llegado a ser tan importante no sólo en los barrios pobres de Uganda, sino entre los desposeídos de todo el mundo. Su película termina con una secuencia de referencias contemporáneas al cantante entre los movimientos políticos populares. “En Túnez, al principio de la primavera árabe, la gente cantaba Get Up, Stand Up”, dice MacDonald. “Inmediatamente después de que el vendedor de frutas se prendiera fuego a sí mismo para iniciar la revolución, ese eslogan apareció escrito en la pared junto al lugar donde murió”. Tres décadas después de su muerte, dicha influencia puede medirse de muchas maneras: Marley tiene 30 millones de seguidores en Facebook.
Marley: Año de producción: 2012 / País: USA / Duración: 145 minutos
Director: Kevin Macdonald
Intérpretes: Bob Marley, Rita Marley, Ziggy Marley.
Traducción Manuel
Talens
http://www.tlaxcala-int.org/article.asp?reference=7153
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