Entonces la cuestión es que quizás sea mejor una ruptura con el espacio económico de UE, ¿por qué no se ha puesto en marcha un proceso revolucionario de ruptura con las instituciones europeas?Que no haya sido así, constituye una enorme decepción para los sectores más radicales de la izquierda europea, y merece una reflexión acerca de las posibilidades reales de la política económica en los países de la UE.
Pues la conclusión del debate económico es que, si bien habría que afrontar ciertas dificultades inmediatas, la mejor opción para la economía griega era romper con el euro. Especialmente el ministro de economía y finanzas, el brillante profesor universitario YanisVaroufakis, ha mostrado la viabilidad económica de esa solución, y su bondad a largo y medio plazo, frente a la agonía de la deuda impagable y la subordinación a los buitres financieros que están esquilmando a la nación helena. Sin embargo, el gobierno griego ha preferido mantener al país dentro de la Unión Europea, a costa de abandonar su propio programa político. El gobierno de Syriza ha aceptado poner en marcha las reformas impuestas por las autoridades europeas, basadas en la austeridad del gasto público, y liquidando el estado del bienestar y derechos esenciales de la ciudadanía griega. Y esto supone renunciar a tener una política propia y soberana, que Syrizase había propuesto implementar con su ascenso al poder del Estado, apoyada mayoritariamente por el pueblo griego y refrendada por una holgada mayoría expresada en el referéndum de julio. Ahora parece que había cierta dosis de ilusionismo en ese programa, y una confianza ingenua en la democracia formal. Las lecciones de la experiencia griega deben valer también para lo que va a pasar en nuestro país, y Pablo Iglesias, dirigente de Podemos, ya ha sacado sus conclusiones cuando ha dicho que no podemos hacer gran cosa para cambiar las cosas.
Pero el debate ya no puede centrarse en cuál es
la mejor reforma de las instituciones europeas –que se muestran inmunes al
diálogo social-, sino acerca de cuál es la mejor opción para los pueblos del
sur de Europa: si permanecer o romper con el euro. Desde un punto de vista estrictamente
económico, no pueden caber ya muchas dudas: mientras las autoridades de la UE
continúen imponiendo la política de austeridad presupuestaria, la ruptura con
el euro es mejor opción que someterse a las directivas de las instituciones
europeas. Sin embargo, voy a argumentar
que el factor decisivo para la decisión final de permanecer en la zona euro no
ha sido económico, sino geoestratégico.
Pues ¿cuál es la racionalidad que sustenta las decisiones de los gobiernos europeos, para subordinarse a las decisiones de los poderes reinantes en la UE –los cuales a su vez están en dependencia de los intereses de fuerzas políticas y económicas internacionales, que superan el propio marco de la UE-?Varios factores han incidido en esa decisión de Syriza; primeramente, la explicación del propio primer ministro Tsipras reconoce que la población griega es europeísta y en ningún momento se ha planteado abandonar la zona euro. Efectivamente, el único partido que ha apostado claramente por la ruptura con el euro, el Partido Comunista de Grecia, KKE, retrocedió en intención de voto en las pasadas elecciones.
Pues ¿cuál es la racionalidad que sustenta las decisiones de los gobiernos europeos, para subordinarse a las decisiones de los poderes reinantes en la UE –los cuales a su vez están en dependencia de los intereses de fuerzas políticas y económicas internacionales, que superan el propio marco de la UE-?Varios factores han incidido en esa decisión de Syriza; primeramente, la explicación del propio primer ministro Tsipras reconoce que la población griega es europeísta y en ningún momento se ha planteado abandonar la zona euro. Efectivamente, el único partido que ha apostado claramente por la ruptura con el euro, el Partido Comunista de Grecia, KKE, retrocedió en intención de voto en las pasadas elecciones.
Esta observación vale también para la ciudadanía
española. La población del sur europeo
vive una profunda contradicción: asociar el disfrute de su bienestar a la
pertenencia a la UE, que ha permitido gozar de altos niveles de vida, y que
gracias a su moneda fuerte ha podido mantener envidiables niveles de
consumo. Pero a su vez la política
neoliberal de las instituciones europeas es la causa de la actual crisis
económica, que no se resolverá más que con un cambio drástico de dirección
económica. Será difícil que los europeos
comprendan esa realidad a corto plazo, mientras que la necesidad del cambio es
cada día más urgente y perentoria.
Una consecuencia de esa situación es la enorme
presión migratoria desde los países africanos y asiáticos hacia el continente
europeo; ese flujo de emigrantes plantea uno de los problemas más acuciantes
para los Estados de la UE, y es fuente de tendencias racistas y xenófobas entre
las poblaciones europeas, con grave riesgo de generar movimientos fascistas. Este mismo verano una ola de inmigrantes ha
alcanzado las costas de las islas griegas, creando un importante problema
humanitario. Además la criminal política de inmigración, implementada por la UE
para controlar el flujo de inmigrantes, genera miles de muertos todos los
años. Esa política de control
poblacional responde a un uso discriminatorio de los derechos, establecido en
contra de los ciudadanos del sur periférico a favor del centro imperialista.
Las ilusiones europeístas de la población griega
han jugado un papel importante, si no fundamental, en la decisión del gobierno
de Syriza para renunciar a su programa político. Pero lo que se oculta detrás de esas
ilusiones europeístas de los pueblos europeos, es la aceptación de la política
y la ideología neoliberales en trance de transformarse en política fascista. Romper con el euro significa cambiar de bando
para ponerse al lado de los pobres y los proletarios, posicionándose al lado
del nuevo bloque emergente, los BRICS; es necesario superar el parlamentarismo
burgués y su falsa democracia, abandonar una mentalidad de inconsciente
hedonismo en los valores y poner la justicia por encima de los deseos satisfechos
mercantilmente… Y eso solo podrá hacerse cuando se hayan disuelto las
ilusiones de las masas en la sociedad de consumo.
En Grecia han estado muy cerca de conseguirlo;
el referéndum de julio mostraba que la ciudadanía había desbordado los
mecanismos del parlamentarismo burgués, que sirven para hacer gobernable la
democracia en favor de la oligarquía financiera. La decisión del pueblo era clara, los
espejismos de la sociedad de consumo se habían quebrado con la crisis
económica; sin embargo, el gobierno se ha rendido antes de alcanzar la meta que
parecía tener en sus manos. No
critiquemos a la ligera esa decisión. Pero
es urgente saber por qué las cosas suceden así en la historia. ¿Cuál ha sido la razón decisiva para que el
gobierno de Tsipras haya tirado la toalla?
No han sido razones económicas, pues éstas por el contrario constituían
el motor del cambio empujando hacia la ruptura con la UE. No han sido razones políticas o ideológicas,
pues el pueblo griego con el referéndum de julio había mostrado su decisión
para seguir adelante con el proceso político revolucionario. En mi opinión han sido razones
geoestratégicas y militares, que han inclinado la balanza de las decisiones
políticas del Estado griego hacia la sumisión.
La crisis económica ha hecho inservibles los
mecanismos financieros para el dominio de la oligarquía mundial; el dólar es
papel mojado y solo mantiene su poder mientras a la República Popular China le
interese: ya están en marcha las instituciones financieras que sustituirán a
las actuales instituciones neoliberales controladas por el imperialismo
‘occidental’. La aparición del BRICS
amenaza con liquidar para siempre la hegemonía europea vigente en los últimos
500 años sobre la humanidad. Y sin
embargo, el imperio se resiste a perder su hegemonía, yha montado una nueva
maquinaria para mantener su hegemonía a través de la superioridad militar. La economía ya no es el campo principal en la
lucha mundial por el dominio político, ahora ha sido sustituida por el desnudo
poder militar…,acompañado del ascenso de las ideologías fascistas: integrismo
islámico en Oriente Medio, nacionalismo chovinista en la UE, nacional
socialismo en la Europa del Este. Podemos comprobarlo también en la presión que
la OTAN está implementando en el Este de Europa frente a la Federación Rusa, y
de EE.UU. con sus aliados en el Pacífico frente a las costas de China.
¿Qué papel juega Grecia en el tablero
geopolítico mundial? Obsérvese, primero,
que el Estado griego se encuentra en la retaguardia de un amplio frente bélico
que se extiende desde Ucrania hasta Yemen y Libia, pasando por Turquía con el
problema kurdo, Siria e Irak con el Estado islámico, Líbano en permanente
guerra civil y palestina invadida por Israel.
La guerra de civilizaciones de Huntington tenía como primer objetivo el
control del Oriente Medio, para atacar Asia desde estas posiciones. El plan ha fracasado, porque la OTAN está
atascada en este escenario incontrolable, donde emerge una potencia militar de
carácter medievalizante: Arabia Saudí apoyándose en el integrismo islámico. La propia clase dirigente de los EE.UU. está
dividida al respecto, al mismo tiempo que tiene que afrontar una importante
crisis interna por causa del racismo.
Por tanto, la ofensiva militar de la OTAN ha sido detenida aquí, aunque
continua por otros frentes en Europa y Asia; el imperialismo todavía no ha sido
vencido, aunque la derrota podría ser previsible. Especialmente si Grecia se pasara ahora al
otro bando, concretando la alianza con la Federación Rusa, la situación para la
OTAN se tornaría comprometida.
En segundo lugar, se debe tener en cuenta que una
parte importante de la deuda griega es consecuencia de un enorme gasto
militar. El Estado griego está armado
mucho más allá de lo que permiten sus posibilidades económicas reales. Y eso significa que el ejército juega un
papel importante en las decisiones políticas.
Pero ¿qué papel ha jugado el ejército griego en la crisis política? Es seguro que no ha sido progresista: no hace
todavía medio siglo que los coroneles griegos dieron un golpe de Estado para
crear una dictadura militar desde 1967 hasta 1974. En la primera semana de julio se habló de un
golpe de Estado preparado por la OTAN en Grecia.[1]
Obama advirtió que Grecia no podía salir de la UE, y aunque esa salida no es lo
mismo que salir de la OTAN –estructura militar a la que pertenece el ejército
griego-,la inestabilidad política así creada en la retaguardia del frente
bélico sería insoportable.
Teniendo en cuenta esos factores, y pensando que
era probable un golpe de Estado militar, cabe preguntarse si la decisión de
Syriza ha sido correcta. Este gobierno no
ha llegado en ningún momento a arriesgar tanto su propia posición, como para
que las amenazas de golpe militar se concretaran. ¿Se podía haber tensado más la acción
política para desenmascarar la falsedad de la democracia formal burguesa? Cabe imaginar que Grecia hubiera podido
entrar en la dinámica bélica que atraviesa la zona oriental del Mediterráneo y
el Este de Europa. La OTAN no va a
permitir que uno de sus miembros abandone la coalición por las buenas para
pasarse al otro bando. Y mientras el
BRICS es una alianza puramente económica, la Federación Rusa tiene dificultades
para parar la ofensiva imperialista, aunque está jugando bien sus bazas diplomáticas.
La decisión del gobierno griego es esperar
acontecimientos. Mientras tanto, la
economía se deteriora y los derechos de ciudadanía se difuminan. La decadencia europea se manifiesta en la
incapacidad para reformar una política económica desastrosa. Es el signo de los tiempos: solo una superioridad
militar decisiva de Estados democráticos, que estén auténticamente
comprometidos con los derechos humanos y la legislación de la ONU, frente al
belicismo fascista de la OTAN y sus aliados, nos abrirá las puertas del futuro. Parece la cuadratura del círculo, pero hay
que partir de las realidades presentes en este mundo. La opción racional en esta coyuntura
histórica no es refugiarse en un pasado que no volverá; hay que
ponerse al lado de las nuevas realidades políticas emergentes y luchar por
democratizarlas.
Nota
[1] http://elmicrolector.org/2015/07/06/la-otan-prepara-un-golpe-de-estado-en-grecia/
http://www.lapaginademontilla.blogspot.com/ |