En muy pocas ocasiones ha aparecido en el panorama político venezolano un personaje de la catadura y de la caradura que exhibe alguien que anteriormente era conocido como Leopoldo Castillo y que ahora todo el mundo sólo reconoce como “El Matacuras”. Con una trayectoria política que comenzó como militante del partido Copei, aprovechó la ocasión que le brindó el gobierno de Luis Herrera Campins para demostrar quién era realmente. ¡Y vaya que lo hizo!
Fue en El Salvador donde logró su “consagración”. Fue tan hábil que pronto se ganó la “confianza” de la CIA y de los Escuadrones de
En España se está promoviendo una causa en la que seguramente tendrá que declarar “El Matacuras” y cuando ello se produzca, no tenemos la menor duda que huirá cobardemente al refugio de todos estos delincuentes como es la ciudad de Miami, en la que tendrá toda la protección de sus empleadores de entonces.
Tampoco descartamos que “El Matacuras” sea juzgado en El Salvador. El nuevo gobierno de Mauricio Funes y el “Frente de Liberación Nacional Farabundo Martí” (FMLN) no puede tender un manto de olvido sobre los crímenes que durante tantos años se llevaron a cabo contra ese pueblo.
Por eso, ante el evidente e inminente juzgamiento de este rastrero y cobarde delincuente, justo es que busquemos la manera de ponerlo “a buen recaudo” para que no pueda tener la oportunidad de poner los pies en polvorosa. Motivos más que suficientes tiene el Ministerio Público para actuar.