Martin Heidegger en Leipzig apoyando a Hitler, 1933 ✆ Foto
escaneada y coloreada por el autor, tomada del diario Illustrierte Zeitung
Nicolás González Varela | Hay una foto muy curiosa y vergonzosa de Martin Heidegger, que
ilustra el artículo. Se tomó en ocasión de un acto central en el Alberthalle de
Leipzig; de izquierda a derecha aparecen: el dirigente de las tropas de asalto
pardas, las Sturm Abteilung (SA) de
la NSLB (asociación de profesores nacionalsocialistas) Schulrat Geyer de
Sajonia; el rector de la Universidad de Leipzig, Dr. Arthur Golf; el rector de
la Universidad de Hamburgo, Dr. Eberhard Schmidt; el Dr. y teólogo Friedrich K.
Schumann de la Universidad de Halle; el profesor Dr. Emanuel Hirsch de la
Universidad de Göttingen (¡teólogo y traductor de Kierkegaard!); otro dirigente
de las SA y NSLB Arthur Göpfert de Dresden; por supuesto, con su bigote
recortado, el Rektor de la
Universidad de Freiburg, el Prof. Dr. Heidegger; el Dr. Wilhelm Pinder,
historiador de arte de la Universidad de München (quien decía que el Arte debía
ser Äußerung unserer Rasse, “expresión
de nuestra raza aria”); el rector de la Universidad de Berlín Dr. Eugen Fischer
(un eugenista siniestro y amigo íntimo de Heidegger) y finalmente el Dr. en
medicina por la Universidad de Berlín, Sauerbruch.La ocasión era un rally de intelectuales y científicos nacionalsocialistas por Alemania, bautizado como “Manifestación de la Ciencia Alemana”, con el fin de apoyar la decisión del Führer de abandonar la Sociedad de las Naciones. Heidegger aparece circunspecto y orgulloso, debajo de un muro de hombres de las SA, símbolo arios y de banderas con la cruz swastika. El atrezzo es casi similar al del día de la asunción de su rectorado. La idea del rally partió del Führer de la Asociación de Profesores Nacionalsocialistas (NSLB) de Sajonia, el Gauobmann Arthur Göpfert, que llegaría a ser una especie de ministro de educación sin cartera. Se suponía que lo más granado y destacado de la Intelligentsia nazi diera su apoyo a las últimas medidas tomadas por el gobierno de Hitler, entre ellas la suspensión de todos los derechos constitucionales, la prohibición de los partidos políticos, la disolución del Reichstag (Parlamento), las medidas raciales y, por supuesto, la política exterior agresiva del IIIº Reich.
Aunque la discusión viene
de mucho más atrás, casi contemporánea a su engagement
nacionalsocialista.[2]
Sería demasiado fácil y burdo esconder las verdaderas motivaciones de esta
discusión si sólo hacemos un enfoque estrecho sobre las limitaciones o en torno
a los méritos y desméritos del libro de Farías (que tiene muchos), o el más
moderno y reciente de Faye,[3] y no alcanzamos a ver que
el Fall Heidegger, la Heidegger-Kontroverse, nos permite la
posibilidad de intentar realizar una constructiva re-examinación de la
perspectiva filosófica de la obra heideggeriana entre los años 1919 y 1945, así
como la conexión interna con la decisión política, que nos permitiría hablar de
una verdadera filosofía práctica. Es decir: ir incluso más allá de su nexo
vital con el Nacionalsocialismo. Aun ─tal como los heideggerianos franceses
hicieron reiteradas veces─ remarcando los errores evidentes, la exégesis
externa o las conclusiones apresuradas de la investigación de Farías, surgen
hechos incuestionables que ya no se pueden obviar: Martin Heidegger no era sólo
un simpatizante naive, ni un abogado
defensor de la nationalsozialistische
Revolution, más allá de estar de moda o de satisfacer algunas
reivindicaciones generales de la pequeña burguesía de provincias, sino que en
la mayoría de los casos podría afirmarse con seguridad que Heidegger era plus royaliste que le Roi, donde le Roi era nada menos que el Führer Adolf Hitler. Y no simplemente
apoyó “ruidosamente” al NS-Staat y su
“despertar de Alemania”, sino que la elección valorativa y la extrema opción
por el NSDAP emana, sin dudas, de premisas internas de su Ontología y Filosofía
de la Existencia, en especial de su concepto de Cura (Sorge), de su idea radical de la Historicidad así como del
desarrollo de una auténtica Filosofía de la Historia, la denominada Seinsgeschichte, “Historia del Ser”,
como lo supieron intuir tempranamente discípulos muy cercanos a él, como Karl
Löwith y Herbert Marcuse. La industria filosófica francesa siempre remarcó una
línea roja que Heidegger no había atravesado en absoluto, y que demostraría su
ideología völkisch particular, su
accidental liason con el NSDAP, la
naturaleza infantil de su Nazismo privado y bizarro. Heidegger jamás fue
racista (ergo: no era nazi), jamás
fue un antisemita (ergo: no era nazi).
“En toda su obra impresa no existe ni una frase antisemita” clamaba desde el
reciente y chic Dictionnaire Martin
Heidegger,[4]
co-director de la obra Hadrien France-Lanord… ¿Es realmente así?
En el derecho clásico romano existía una
regla de bronce: Ne bis in idem, es
decir: nadie podía ser procesado dos veces por el mismo delito. Pues bien,
parece que el principio penal universal no es fácil de aplicar en el debate
filosófico y Heidegger volverá a ser juzgado por su imbricación profunda con la
ideología völkisch del Nacionalsocialismo.
Pero ahora estamos en un proceso más profundo y denso, en un nivel cada vez más
complejo, con una novedad: como compañero de ruta de su pensar filosófico surge
un furibundo antisemitismo. De esta manera al Heideggerianismo se le derrumba
el último muro de defensa del sanctasanctórum, otra grieta en el Heideggers-Kult, en especial en la
capital de su culto, París.[5] Se anuncia en Alemania
para marzo de 2014 la publicación, dentro del caprichoso plan editorial de sus
obras ¿completas? (Gesamtausgabe),
del volumen titulado Schwazen Hefte
(Cuadernos Negros), inéditos. La primera entrega será en tres volúmenes
(alrededor de 1200 páginas) que abarcan el inquietante período 1933-1946, es
decir: la etapa de su estrecho compromiso filosófico y político con el IIIº Reich. Según el márketing editorial se
trataría de una suerte de diario esotérico e íntimo de sus pensamientos, un Tagebuch seines Denkens, que comienza en
1931 y se detiene poco antes de su muerte en 1975.[6] Sabemos que el propio
Heidegger, así como su familia, tenía muchas resistencias en la aparición de
estos documentos. El editor responsable de este Nachlass será Peter Trawny, que al parecer ha hecho circular entre
un grupo de investigadores europeos, fotocopias de estos escritos inéditos de
Heidegger y además un artículo de próxima aparición titulado “Heidegger: los
‘Schwarzen Hefte” y el Antisemitismo en la Historia del Ser”. Señala Trawny que
“hay sobre todo una crítica al Judaísmo (Judentum), al Cristianismo, al
Nihilismo, también al Americanismo, al Imperialismo británico, al Bolchevismo
así como al Nazismo –todos estos ‘ismos’ toman desde el punto de vista de la
crítica del Machenschaft (el reinado
de la eficiencia total).[7] Esto obviamente lo hace de
una manera problemática.” El mismo filósofo Hadrien France-Lanord, mano derecha
del Cid Campeador del Heidegger inocente, François Fédier, asombrado y
estupefacto por los documentos de Trawny, ha afirmado encontrarse “profondément
affligé” por el descubrimiento, estimando que los objetivos filosóficos finales
de Heidegger en los Schwarzten… son “choquants,
lamentables, et insupportables”; incluso ha afirmado que su voz sobre el
Antisemitismo en el Dictionnaire… recién
publicado en Francia ha quedado totalmente desactualizada.
Del Nachlass
heideggeriano, desbordante ─como en el mejor Schmitt─ de tesis
teológico-políticas, brota toda la gama lexicográfica y semántica del
vocabulario nazi más vulgar, de la
agitprop nacionalsocialista de barricada: “Judería” como una Raza “sin
territorio (Eretz)”, con “facultad del cálculo”, que posee el don acentuado
“para la contabilidad y el comercio”, el judío con su tenaz habilidad
instintiva “para competir”, el imperio del Nihilismo en estado puro a causa “del
desarraigo del Ser” producto del “Judaísmo Internacional”, etc., etc. Heidegger
coloca como causas del “olvido del Ser” al Platonismo, Cristianismo,
Liberalismo, Socialismo, Marxismo, y el Comunismo (igualado con el Bolchevismo
judeo-asiático) es sólo un desarrollo más con el cual prosigue y se completa el
“despliegue del Poder”. El Bolchevismo
en su variante stalinista es un artículo injertado, una mercadería exportada de
Occidente al Ost eslavo-asiático, y
con ella lleva de contrabando a Asia su Machenschaft,
el “Maquinismo”, central en su filosofía tardía. En un primer nivel de
significado designa la capacidad de posesión de lo real en orden de dominarlo y
hacerlo parte de nuestros fines subjetivos, el reino liberal del cálculo y la
utilidad burguesa. Pero, por primera vez y claramente, esta decadencia se
relaciona estrechamente con la figura de la mediación del judío cosmopolita y
apátrida. Heidegger dice que en la Geschichte
des Seyns “el papel del Judaísmo Mundial no es un mero asunto racial. Esta una
cuestión metafísica (...) el desarraigo de todo ente fuera del Ser.” La
problemática en esos años ya es la de la pregunta sobre la Rasse-sein, que luego devendrá central en los Beiträge (1936-1938) y en las clases de 1942. Pero mucho antes de
esos años, a pesar de los esfuerzos de los heidégeriannes
franceses en su hermenéutica de la inocencia, Heidegger manejaba plenamente y
con soltura términos técnicos racistas funcionales a la Rassenkunde oficial del NS-Staat,
de los que podía deducirse perfectamente su sesgo antisemita por defecto, como Blut (Sangre), Boden (Suelo), Rassegedanke (Pensamiento de la Raza), Stamme (Etnia como diferencia racial),
Geschlecht (estamento racial), Volksgemeinschaft (comunidad
racial-popular), Volksgenosse (camarada
de raza), Zucht (selección), etc.
Notas
[1] Farías,
Víctor; Heidegger et le Nazisme,
Editions Verdier, Paris, 1987. Víctor Ernesto Farías Soto, filósofo
chileno-alemán, Se graduó en la Universidad Católica de Chile en Filosofía y
Germanística en 1961. Continuó sus estudios en Freiburg, Alemania donde se
doctoró en Filosofía. Durante su estadía en Alemania fue alumno de Heidegger,
participando en el famoso seminario sobre Heráclito, dado con Fink en
1966/1967; se graduó en 1967 en Freiburg con G. Schmidt, discípulo de Fink, con
una tesis sobre F. Brentano. Le hizo una propuesta a Heidegger para realizar
una edición crítica de Sein und Zeit
al español, para mejorar la deficiente traducción de Gaos, recibiendo como
respuesta que sería un trabajo inútil, dada la evidente inferioridad de la lengua
española, con respecto a la alemana, para expresar su pensamiento e incluso, el
discurso filosófico en general. Farías vuelve a Chile en 1971 y retorna a
Alemania después del Golpe Militar de 1973. Farías fue investigador y profesor
en la Universidad Libre de Berlín hasta 2006. Actualmente se desempeña como
docente en la Universidad Andrés Bello. Su investigación sobre Heidegger y el
Nazismo, publicada por primera vez al francés en 1987, fue escrita en español y
alemán, el manuscrito estaba finalizado a fines de 1985 y no fue retocado.
[2] Los textos más políticos y
nacionalsocialistas de Heidegger fueron rescatados del polvo y el olvido por un
ex alumno Guido Schneeberger, dentro de un compendio heterogéneo pero muy rico
y poco utilizado por los investigadores de Heidegger, titulado: Nachlesse zu Heidegger. Dokumente zu seinem
Leben und Denken, publicado por el autor en Berna, Suiza, en 1962, y de
circulación privada. El libro contiene once textos que pertenecen a Martin
Heidegger y 217 fragmentos, en su mayoría artículos de periódicos que expresan
la opinión de diversos autores sobre Heidegger y sus posiciones políticas y
filosóficas, narrando acontecimientos provinciales y locales e información
pertinente sobre la Universidad de Freiburg y la vida académico-estudiantil
entre 1933 y 1937. Schneeberger en su momento no encontró editor por razones
obvias.
[3] Aunque limitado a un período de
tiempo y sin profundizar en Sein und Zeit,
es útil su investigación Heidegger,
l'introduction du nazisme dans la philosophie : Autour des séminaires inédits
de 1933-1935, Albin Michel, Paris, 2005; en español: Heidegger. La introducción del nazismo en la filosofía. En torno a los
seminarios inéditos de 1933-1935, Akal, Madrid, 2009. Véase también el
artículo “Wie die Nazi-Ideologie in die Philosophie einzog”, en: Die Zeit 34, August 18, 2005, ahora
on-line: http://www.zeit.de/2005/34/AntwortHeidegger.
Una crítica pertinente que podríamos suscribir, es la de Sonia Sikka en su
recensión: “Heidegger’s Ambiguous Nazism,” en: Dialogue, 47, 2008, pp.163–166; sobre la influencia del “nazi”
Heidegger en la alta ideología filosófica y en la industria cultural de
Francia, en especial en el Posmodernismo, Faye acaba de publicar un polémico
libro: Lettre sur Derrida; Germina,
2013.
[4] Textual: “Pas une seule phrase
antisémite dans toute l’œuvre de Heidegger publiée à ce jour”, bueno, salvo en
las cartas a su madre y a su esposa… véase la voz: “Antisémitisme”; en: Le Dictionnaire Martin Heidegger. Vocabulaire
polyphonique de sa pensée, dir. par Philippe Arjakovsky, François Fédier,
Hadrien France-Lanord; Ed. du Cerf, Paris, 2013, p. 85 y ss.; en esta obra
pseudocientífica y hagiográfica, San Heidegger no sólo no era en absoluto un
nazi típico sino que se lo presenta a lo largo de casi 1500 páginas
“polifónicas” como un arquetipo… ¡de la resistencia alemana contra Hitler!
[5] Curiosidades del Heideggeriannisme es que en Francia no
existió una traducción de la obra principal de Heidegger, hablamos de Sein und Zeit hasta el año… ¡1985!
[6] Aparecerán en la última sección
de las Gesamtausgabe, IV. Abteilung
(Bände 82–102), pues por pedido expreso de Heidegger, aparecerán al final de su
obra edita; se trata de 33 cuadernos,
cuyos contenidos la editorial define de la siguiente manera: “había escrito en
ellos ideas y experiencias importantes de los esfuerzos de su pensamiento a lo
largo de más de cuatro décadas.”; de los 33 originales faltan dos: Überlegungen I (von 1931/32) y Anmerkungen I (von 1945/46), que se han
extraviado; a este material decisivo habría que sumarle la recién aparecida
correspondencia privada con sus padres y hermana: Briefwechsel mit seinen Eltern und Briefe an seine Schwester, Briefausgabe
Band I.1. Hrsg. von Alfred Denker und Holger Zaborowski. Verlag Karl Alber Freiburg,
München 2013; y la próxima aparición de su correspondencia completa e inédita
con uno de sus grandes referentes ideológicos, el conservador revolucionario
Ernst Jünger.
[7] Sobre el concepto de Machenschaft fungiendo en la crítica al
Bolchevismo, remitimos al lector a nuestro estudio preliminar a la traducción
al español del texto de Heidegger “Koinon (1938.1940), ahora on-line: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=86465