“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

14/4/14

Neoliberalismo del siglo XXI | Diagnósticos desde el Norte Global y el pronóstico Davos

José Francisco Puello-Socarrás  |  Uno de los signos más reveladores sobre la presente crisis del capitalismo se cierne alrededor de lo que varios autores han bautizado el Mundo Davos –añadimos aquí: la capital epistémica e ideológica del Norte Global– y que tiene como referencia concreta el Foro Económico Mundial que se realiza anualmente en la ciudad de Davos (Suiza). Más allá de varios detalles acerca de ésta, la pasarela más importante del neoliberalismo mundial, este lugar de enunciación hegemónico retiene una centralidad característica ya que recientemente las élites dirigentes globales se han visto obligadas a reconocer pública y oficialmente –al menos, bajo una disimulada preocupación que contrasta con las posiciones sostenidas en el pasado, y sin que ello llegue a constituirse en un giro radical en sus perspectivas pues el discurso en el fondo resulta invariable– que la economía-mundo hoy por hoy enfrenta una crisis “del” capitalismo y no un mero desarreglo excepcional “en” el sistema o en alguno de sus “sectores”. No es una casualidad que la pregunta
más acuciosa durante las sesiones del Foro Económico Mundial durante los últimos años (especialmente desde 2012) se interrogue acerca del futuro del capitalismo.

Si bien en este tipo de escenarios hasta el momento no se acepta sino relativamente que asistimos a una crisis en general, estructural y de largo plazo de la totalidad del sistema capitalista –hay que recordarque estamos hablando de personajes como Klaus Schwab, principal vocero del encuentro y cofundador del Foro junto a Friedrich Von Hayek, comúnmente reconocido como el Padre del Neoliberalismo–, sí resulta bastante sintomático el hecho de que el diagnóstico elaborado por las élites en el Mundo Davos, deslicen advertencias sobre una crisis “política, económica y, particularmente, financiera”. Si se revisa el desarrollo de los pronunciamientos que desde el año 2010 en particular vienen instalándose en el corazón del Mundo Davos, año en el cual tímidamente se empezaba a sugerir que la crisis encarnaba problemáticas más allá de lo financiero, las élites globales no han tenido otra opción que ir susurrando que esta crisis incluye –aun en sus propios términos titubeantes– otros “sectores” (por esa época proponían, además del sector financiero, crisis en la energía y el empleo). Ahora hablan de la existencia de sectores críticos, políticos y económicos y este año (2014) varias sesiones giraron en torno a las cuestiones medioambientales más urgentes (recursos hídricos).

Hasta hace muy poco, el consenso convencional había querido ubicar esta crisis exclusivamente en el terreno financiero con el fin de calmar los ánimos y dejar la impresión de que la crisis era simplemente un problema que involucraba a los bancos, puntualmente usamericanos y europeos, sugiriendo que el origen del colapso se relacionaba con algunos “desarreglos” fruto de la inmoralidad de un puñado de especuladores fraudulentos. Esta interpretación intentaba seducir además que las convulsiones actuales no tenían  que ver con el funcionamiento del capitalismo como un todo (un sistema no sólo económico sino sobre todo de naturaleza sociopolítica que se reproduce a través de crisis, más allá de que esta crisis sea excepcional y plantee desafíos insondables para el futuro  de ¡la civilización humana!), sino que se trataba de una especie de complot orquestado por un grupo irracional de malhechores e inmorales corredores de bolsa que conspiran desde Nueva York, Londres o París, disipando así las razones verdaderas que causan esta crisis.

José Francisco Puello-Socarrás es Politólogo, MA en Administración Pública y Doctor © en Ciencia Política. Actualmente se desempeña como docente asistente de la Escuela de Política y Gobierno en la Universidad Nacional de San Martín (Buenos Aires, Argentina), y es miembro investigador de la Corporación para el Desarrollo de la Investigación Social y la Formación Política, ConCiencia Política (Colombia); el Grupo Interdisciplinario de Estudios Políticos y Sociales, Theseus (Universidad Nacional de Colombia); el Grupo de Estudios sobre Colombia y América Latina, GESCAL (Argentina/Colombia) y la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP (Argentina)
 



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