más acuciosa durante las sesiones del Foro Económico Mundial durante los últimos años (especialmente desde 2012) se interrogue acerca del futuro del capitalismo.
Si bien en este tipo de escenarios hasta el momento no se
acepta sino relativamente que asistimos a una crisis en general, estructural y de largo plazo de la totalidad del
sistema capitalista –hay que recordarque estamos hablando de personajes como
Klaus Schwab, principal vocero del encuentro y cofundador del Foro junto a
Friedrich Von Hayek, comúnmente reconocido como el Padre del Neoliberalismo–, sí resulta bastante sintomático el hecho
de que el diagnóstico elaborado por las élites en el Mundo Davos, deslicen
advertencias sobre una crisis “política, económica y, particularmente,
financiera”. Si se revisa el desarrollo de los pronunciamientos que desde el
año 2010 en particular vienen instalándose en el corazón del Mundo Davos, año
en el cual tímidamente se empezaba a sugerir que la crisis encarnaba
problemáticas más allá de lo financiero, las élites globales no han tenido otra
opción que ir susurrando que esta crisis incluye –aun en sus propios términos
titubeantes– otros “sectores” (por esa época proponían, además del sector
financiero, crisis en la energía y el empleo). Ahora hablan de la existencia de
sectores críticos, políticos y económicos y este año (2014) varias sesiones
giraron en torno a las cuestiones medioambientales más urgentes (recursos
hídricos).
Hasta hace muy poco, el consenso convencional había querido
ubicar esta crisis exclusivamente en el terreno financiero con el fin de calmar
los ánimos y dejar la impresión de que la crisis era simplemente un problema
que involucraba a los bancos, puntualmente usamericanos
y europeos, sugiriendo que el origen del colapso se relacionaba con algunos
“desarreglos” fruto de la inmoralidad de un puñado de especuladores fraudulentos.
Esta interpretación intentaba seducir además que las convulsiones actuales no
tenían que ver con el funcionamiento del
capitalismo como un todo (un sistema no sólo económico sino sobre todo de
naturaleza sociopolítica que se reproduce a través de crisis, más allá de que esta
crisis sea excepcional y plantee desafíos insondables para el futuro de ¡la civilización humana!), sino que se
trataba de una especie de complot orquestado por un grupo irracional de
malhechores e inmorales corredores de bolsa que conspiran desde Nueva York,
Londres o París, disipando así las razones verdaderas que causan esta crisis.
José Francisco Puello-Socarrás
es Politólogo, MA en Administración Pública y Doctor © en Ciencia Política.
Actualmente se desempeña como docente asistente de la Escuela de Política y
Gobierno en la Universidad Nacional de San Martín (Buenos Aires, Argentina), y
es miembro investigador de la Corporación para el Desarrollo de la
Investigación Social y la Formación Política, ConCiencia Política (Colombia);
el Grupo Interdisciplinario de Estudios Políticos y Sociales, Theseus
(Universidad Nacional de Colombia); el Grupo de Estudios sobre Colombia y
América Latina, GESCAL (Argentina/Colombia) y la Fundación de Investigaciones
Sociales y Políticas, FISYP (Argentina)
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