Para superar la crisis económica, no basta con atacar sus
efectos con medidas parciales de alcance limitado. Las que se han tomado,
incluyendo la ley de precios justos, si bien son disuasivas, son insuficientes
para derrotar la especulación y el acaparamiento, exacerbados por el afán
desmedido de lucro y el aprovechamiento al máximo, de los vacíos y debilidades
de una política económica, que desde hace rato viene dando señales de
agotamiento e incapacidad para darle viabilidad al Plan de la Patria.
En efecto, según el informe del BCV, la ofensiva económica
aplicada por el gobierno en noviembre 2013 no produjo los resultados esperados,
porque la inflación creció un 2.1% en el primer trimestre del 2014 respecto del
mismo período del 2013, con el agravante de que ahora los consumidores no
cuentan con la protección del INDEPABIS, institución relanzada por el
Presidente Chávez luego de su eliminación en la IV República.
La segunda ofensiva económica anunciada por el Presidente
Maduro pone el énfasis en satisfacer las demandas de financiamiento del sector
privado y en la flexibilización progresiva del sistema cambiario, sin
visualizarse aún su articulación con una política económica integral, que mire
la economía como un “sistema”, cuya inestabilidad debe ser tratada abordando
simultáneamente las dimensiones fiscal, monetaria, cambiaria, financiera y
productiva, para restablecer los equilibrios macroeconómicos e impulsar la construcción
de un nuevo modelo productivo endógeno diversificado con capacidad exportadora.
Para generar confianza, esa política debe basarse en los principios de
transparencia y eficiencia, siempre asumiendo el punto de vista de los
trabajadores. Todas las medidas deberían engranar en una estrategia global que
tenga como ejes la equidad social y el desarrollo socioproductivo. Es tiempo de
atacar las causas estructurales de la crisis.
http://lapaginademontilla.blogspot.com/ |