“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

25/9/14

Una tercera guerra mundial para redibujar el mapa de Rusia

Mahdi Darius Nazemroaya
El objetivo último de Estados Unidos y la OTAN es dividir (balcanizar) y pacificar (finlandizar) el país más grande del mundo, le Federación Rusa, e incluso establecer un clima de eterno desorden (somalización) en ese vasto territorio o, al menos, en una porción de Rusia y el espacio postsoviético, tal como se viene haciendo en Oriente Medio y el norte de África. La futura Rusia –o las varias futuras Rusias–, una pluralidad de estados debilitados y divididos, a la (o las) que Estados Unidos y sus aliados de la OTAN ve (o ven) en declinación demográfica, desindustrializa- ción, pobreza, sin ninguna capacidad de defenderse y con unos recursos que están ahí para ser explotados.

El imperio y su plan de caos en Rusia 

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Hacer pedazos la Unión Soviética no ha sido suficiente para Washington y la OTAN. El fin último de EEUU es prevenir el surgimiento en Europa y Eurasia de cualquier alternativa capaz de desafiar la integración Euroatlántica. Por esta razón, la destrucción de Rusia es uno de sus objetivos estratégicos. Los objetivos de Washington estaban vigentes y funcionando durante el conflicto de Chechenia. 

También estaban ahí durante la crisis surgida a partir del Euro-Maidan en Ucrania. De hecho, el primer paso del divorcio entre Ucrania y Rusia fue el catalizador de la disolución de la Unión Soviética en su conjunto y del fracaso de cualquier intento de reorganización.

El intelectual polaco-estadounidense Zbigniew Brzezinski, que fue asesor en materia de seguridad nacional del expresidente Jimmy Carter y uno de los arquitectos de la invasión soviética de Afganistán, en realidad abogó por la destrucción de Rusia mediante una gradual desintegración y transferencia de competencias. Él estipuló que “una Rusia más descentralizada sería menos propensa a una movilización imperial”.1 En otras palabras, si Estados Unidos dividía Rusia, Moscú no estaría en condiciones de desafiar a Washington. En este contexto, Brzezinski decía lo siguiente: A una poco rígida Confederación Rusa –compuesta por la Rusia europea, una república de Siberia y otra que abarcara el Lejano Este– le resultaría más fácil cultivar unas relaciones económicas más estrechas con Europa, con los nuevos estados de Asia Central y con el Oriente asiático; de este modo, Rusia aceleraría su propio desarrollo”.2

Estos puntos de vista no son elucubraciones de una torre de marfil académica o de unos think-tanks imparciales, Tienen el respaldo de gobiernos y a ellos adhieren personas muy cultivadas. A continuación, una reflexión sobre estas personas.

Los medios estadounidenses de propiedad estatal pronostican la balcanización de Rusia


El pasado 8 de septiembre, [el periodista ucraniano] Dmitro Sinchenko publicó un artículo sobre la división de Rusia. En su nota, titulada “Waiting for World War III: How the World Will Change”,3 Sinchenko se refiere al Euro-Maidan y su organización, la iniciativa ucraniana Statesmen Movement (movimiento de estadistas), que defiende un nacionalismo étnico; la expansión territorial de Ucrania a expensas de la mayor parte de los países fronterizos; el reforzamiento de la Organización por la Democracia y el Desarrollo Económico de la GUAM (que agrupa a Georgia, Ucrania, Azerbaiyán y Moldavia), partidaria de Estados Unidos; la integración en la OTAN; y el lanzamiento de una ofensiva para vencer a Rusia, como parte de sus objetivos en política exterior4. Una nota aparte; la inclusión de la palabra “democracia” en la GUAM no debería engañar a nadie: la GUAM, como lo prueba la inclusión de la república de Azerbaiyán, no tiene nada que ver con la democracia, pero sí con el intento de crear un contrapeso a la Comunidad de Estados Independientes (CIS) liderada por Rusia.

Sinchenko empieza contando la historia de la expresión “Eje del Mal”, utilizada por Estados Unidos para vilipendiar a sus enemigos. Habla de cómo, en 2002, George W. Bush (h) acuñó la frase poniendo en el mismo saco a Iraq, Iran y Corea del Norte; cómo John Bolton amplió el Eje incluyendo en él a Cuba, Libia y Siria; cómo Condoleezza Rice sumó también a Bielorrusia, Zimbabwe y Myanmar (Birmania); y termina proponiendo que Rusia sea agregada a la lista por ser el mayor país paria del mundo. Incluso sostiene que el Kremlin se ha involucrado en todos los conflictos: los Balcanes, el Cáucaso, Oriente Medio, África del Norte, Ucrania y el Sudeste de Asia. Continúa su nota acusando a Rusia de planificar la invasión de los Estados Bálticos, el Cáucaso, Moldavia, Finlandia, Polonia e, aún más ridículo, dos de sus más estrechos aliados, tanto en lo militar como en lo político: Bielorrusia y Kazajstán. Como ya lo dice en el título, Sinchenko incluso da la nueva de que Moscú tiene la intención de provocar una Tercera Guerra Mundial.

Esta ficción no es algo que haya sucedido en las redes corporativas de noticias alineadas con el gobierno estadounidense; también ha sido publicada por los medios propiedad del gobierno. La emitió el servicio ucraniano de Radio Free Europe/Radio Liberty, que ha sido una herramienta propagandista de EEUU en Europa y Oriente Medio y ayudado a derribar gobiernos.

Causa escalofríos comprobar que el artículo trata de potabilizar la posibilidad de otra guerra mundial. Ignorando repulsivamente el posible uso de armas nucleares y la terrible destrucción que se precipitaría sobre Ucrania y el mundo, la nota pinta engañosamente una imagen idílica de un mundo que sería “corregido” por una guerra global. En esencia, Radio Free Europe/Radio Liberty y el comentarista están diciendo al pueblo de Ucrania: “la guerra es algo bueno para vosotros”. Y que después de una guerra con Rusia surgirá cierta versión de un utópico paraíso.

Además, el artículo encaja muy bien en el vaticinio de Brzezinski en relación con Rusia, Ucrania y la masa continental llamada Eurasia. Predice la división de Rusia considerando que Ucrania forma parte de una Unión Europea ampliada, en la que también están Georgia, Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Israel, Líbano y Groenlandia (la dependencia danesa en América del Norte). También controla una confederación de estados del Cáucaso y el mar Mediterráneo, lo que podría ser la Unión del Mediterráneo, que incluiría a Turquía, Siria, Egipto, Libia, Tunes, Argelia, Marruecos y la República Árabe Democrática Saharawi (hoy ocupada por Marruecos) en el Sahara occidental. Aquí, Ucrania aparece como un país miembro más de la Unión Europea. En este sentido, Ucrania estaría situada en un corredor –alineado con Estados Unidos– formado por Francia, Alemania, Polonia y Ucrania, es decir, en el eje París-Berlín-Varsovia-Kiev cuya creación proponía Brzezinski ya en 1997 para que Washington pudiera desafiar a la Federación Rusa y sus aliados de la CIS.5

Redibujar las fronteras de Eurasia: el mapa estadounidense de una Rusia dividida

Con la revisión de las fronteras de la Federación Rusa, el artículo de Radio Free Europe/Radio Liberty afirma que después de una tercera guerra mundial cualquier rivalidad bipolar entre Moscú y Washington dejaría de existir. En una descarnada contradicción, pretende que un auténtico mundo multipolar solo será posible cuando Rusia sea destruida, aunque esto implique que Estados Unidos se convierta en la mayor potencia dominante del globo y tanto Washington como la Unión Europea resulten debilitados como consecuencia de la augurada guerra contra los rusos.

En el artículo de Sinchenko se incluyen dos mapas* que muestran tanto las nuevas fronteras del especio euroasiático que propone el autor como el aspecto del mundo después de la destrucción de Rusia. Sin embargo, ni Sinchenko ni sus dos mapas reconocen el cambio de frontera en la península de Crimea y la representan como formando parte de Ucrania y no de la Federación Rusa. De oeste a este, estos son los cambios realizados en la geografía de Rusia:
• El oblast** ruso de Kaliningrado será anexado por Lituania, Polonia o Alemania. De un modo u otro se convertirá en una parte de la Unión Europea ampliada.
• La Karelia oriental (hoy, rusa) y lo que es actualmente una parte federada de la república de Karelia dentro del Distrito Federal Noroccidental de Rusia, junto con la ciudad federada de San Petersburgo, los oblasts de Leningrado, Novgorod y dos tercios del norte del oblast de Pskov y el oblast de Murmansk se segregan de Rusia para formar un país alineado con Finlandia. Incluso, esta zona puede ser absorbida por Finlandia para crear una Gran Finlandia. A pesar de que el oblast de Arcángel aparece en el artículo como formando parte de esta zona particionada, no está incluida en el mapa (probablemente debido a un error de trazado).
• Los distritos administrativos sureños de Sebezhsky, Pustoshkinsky, Nevelsky y Usvyatsky en el oblast de Pskov, en el Distrito Federal Noroccidental de Rusia, y los distritos administrativos más occidentales de Demidovsky, Desnogorsk, Dukhovshchinsky, Kardymovsky, Khislavichsky, Krasninsky, Monastyrshchinsky, Pochinkovsky, Roslavlsky, Rudnyansky, Shumyachsky, Smolensky, Velizhsky, Yartsevsky y Yershichsky, así como las ciudades de Smolensk y Roslavl, el oblast de Smolensk, el Distrito Federal Central de Rusia, se anexionan a Bielorrusia. Los distritos de Dorogobuzhsky, Kholm-Zhirkovsky, Safonovsky, Ugransky y Yelninsky, pertenecientes al oblast de Smolensk, aparecen en el mapa aún más fraccionados en correspondencia con la nueva frontera entre Bielorrusia y la amputada Rusia de la propuesta.
• El Distrito Federal del Cáucaso del Norte, que comprende las repúblicas de Ingushetia, Kabardino-Balkar, Karachay-Cherkess, Ossetia del Nortye-Alania, Stavropol Krai y Chechnya es segregada de Rusia en la forma de una Federación Caucásica con influencia de la Unión Europea.
• El Distrito Federal Sur de Rusia, constituido por la república de Adygea, el oblast de Volgogrado, la república de Kalmikya, Krasnodar Krai y el oblast de Rostov, se anexa completamente a Ucrania; el resultado es una frontera común entre Ucrania y Kasajstan con la consiguiente expulsión de Rusia de la zona –rica en combustibles– del mar Caspio y la eliminación de su frontera con Irán.
• Ucrania también se anexa los oblasts de Belgorod, Bryansk, Kursk y Voronezh, separándolos del distrito más densamente poblado de Rusia, el Distrito Federal Centro.
• Siberia y el Lejano Este, específicamente el Distrito Federal Siberiano y el Distrito Federal del lejano Este son amputados a Rusia.
• El texto establece que toda Siberia y la mayor parte del Lejano Este ruso, dos territorios de comprenden las repúblicas de Altai y Altai Krai, el oblast de Amur, la república de Buryatia, Chukotka, el oblast Autónomo Judío, el oblast de Irkutsk, Kamchatka Krai, el oblast de Kemerovo, Khabarovsk Krai, la república de Khakassia, Krasnoyarsk Krai, los oblast de Magadan, Novosibirsk y Omsk, Primorsky Krai, la república de Sakha, el oblast de Tomsk, la república de Tuva y Zabaykalsky Krai, todos ellos se convierten –según Sinchenko– en estados independientes dominados por China o, como es el caso de Mongolia, en nuevos territorios de la República Popular China. Tajantemente, Siberia, la mayor parte del Lejano Este ruso y Mongolia aparecen en el mapa como territorio chino. La excepción es el oblast de Sajalin.
• Rusia pierde la isla de Sajalin (llamada en japonés Saharin y Karafuto) y las Kuriles, constituyentes todas del oblast de Sajalin. Estas islas se anexan a Japón.

En su página web, Sinchenko puso su artículo que unos días antes, el 2 de septiembre de 2014, había emitido por Radio Free Europe/Radio Liberty. Los mismos mapas, autorizados a Radio Free Europe/Radio Liberty por su autor, están también presentes.Sin embargo, en la página personal de Sinchenko hay otra imagen más que no agrega nada; se trata de una imagen de una Rusia engullida alegremente por los países vecinos.7

El mapa del Nuevo Orden Mundial: ¿es el nuevo mapamundi después de la tercera guerra mundial?


El segundo mapa corresponde a lo que sería el mapamundi después de una tercera guerra mundial: está dividido en varias entidades supranacionales. La única excepción es Japón. Este segundo mapa y las entidades supranacionales mostradas en él pueden describirse así:
• Como dijimos antes, la Unión Europea está ampliada y controla zonas periféricas del Cáucaso, el Suroeste Asiático [Oriente Medio] y África del Norte. Se trata de la concretización del Diálogo y Asociación Mediterráneos de la OTAN –­tanto en el nivel político como en el militar–, y de la Asociación con el Este de la Unión Europea y de la Asociación Euromediterránea (la Unión del Mediterráneo) –tanto ­en el nivel político como en el militar–.
• Estados Unidos forma una entidad supranacional, con base en América del Norte, que incluye a Canadá, México, Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Venezuela, Ecuador, las Guayanas y todos el territorio insular del mar Caribe.
• Todos los países de América del Sur que no sean engullidos por EEUU formarán una entidad supranacional que se llamará Brasil.
• Se creará cierto tipo de bloque o entidad supranacional del Suroeste Asiático [Oriente Medio] en la que estarían Afganistán, Pakistán, Irán, Iraq, Jordania, Arabia Saudita, Kuwait, Bahrein, Qatar, los Emiratos Árabes Unidos, Omán y Yemen.
• Se formará algún tipo de entidad supranacional en el subcontinente indio a partir de India, Sri Lanka (Ceilán), Nepal, Bhután, Bangla Desh, Myanmar (Birmania) y Tailandia.
• Habrá una entidad supranacional en Australasia y Oceanía, que incluirá a Filipinas, Malasia, Singapur, Brunei, Indonesia, Timor Oriental, Nueva Guinea, Nueva Zelanda y las islas del Pacífico. En esta entidad estará Australia y será dominada por Camberra.
• Aparte de África del Norte, que estará controlada por la Unión Europea, el resto de África será unificado en una entidad liderada por Sudáfrica.
• Una entidad supranacional de Asia Oriental incluirá a la mayor parte de la Federación Rusa, Indochina, China, la península de Corea, Mongolia y el Asia Central post-Soviética. La totalidad de esta entidad estará dominada por los chinos y manejada desde Pekín.
A pesar de que el artículo de Radio Free Europe y los dos mapas del mundo tras una tercera guerra mundial pueden ser desechados por extravagantes, es obligado hacerse algunas preguntas importantes. En primer lugar: ¿dónde recogió el autor esas ideas? ¿Acaso fueron transmitidas por algún think-tank apoyado por Estados Unidos y la Unión Europea? En segundo lugar: ¿qué trasluce la visión del autor de un paisaje resultante de una tercera guerra mundial?

Esencialmente, el autor ofrece sus servicios al bosquejo que Brzezinski hiciera de una Rusia dividida. El texto y los mapas hasta han incluido las zonas del norte de África, de Oriente Medio y del Caúcaso a las que la Unión Europea considera como sus propias zonas de influencia. Significativamente, esas zonas están coloreadas de un azul más suave que el azul oscuro que el autor empleó para colorear la Unión Europea.
Aunque el artículo de Radio Free Europe sea descartado, nadie debe perder de vista el hecho de que Japón continúa reclamando el oblast de Sakalin y que Estados Unidos, la Unión Europea, Turquía y Arabia Saudita han estado apoyando a movimientos separatistas tanto en el Distrito Federal Sur como en el Distrito del Cáucaso Norte de la Federación Rusa.

El ucranianismo

El artículo de Radio Free Europe/Radio Liberty irradia tanto ucranianismo que vale la pena detenerse brevemente en él.

Las naciones se construyen porque todas ellas son comunidades dinámicas que, de un modo u otro, se constituyen y se mantienen unidas por el colectivo de personas que construyen sociedades. En este sentido, se podría hablar de comunidades imaginadas.

En el espacio postsoviético y en Oriente Medio existen maquinaciones que deconstruyen y construyen naciones y grupos. Tanto en la jerga sociológica como en la antropológica, incluso en la jerga política, estas maquinaciones reciben el nombre de “la interpretación del Gran Juego”. En este contexto –y hablando de Ucrania–,el ucranianismo en particular ha apoyado tanto a quiene que están contra el gobierno como a los portadores de sentimiento nacionalista anti-Rusia durante más de 100 años, primero bajo la dominación de austriacos y alemanes, más tarde la de polacos y británicos, y ahora bajo EEUU y la OTAN.

El ucranianismo es una ideología que procura materializar y hacer valer un imaginario colectivo o una memoria histórica ficticia entre la población, que insiste en que los ucranianos siempre han sido una nación y una población escindidas –tanto en lo étnico como en lo cívico– de la metrópoli rusa. El ucranianismo es una proyección política que trata de negar la unidad histórica de los eslavos orientales, y las raíces geográficas y el contexto histórico que está detrás de la distinción entre ucranianos y rusos. En otras palabras, el ucranianismo intenta decontextualizar y olvidar el proceso que produjo la distinción entre ucranianos y rusos.
* * *

Rusia siempre ha resurgido de sus cenizas. De esto, la historia es el mejor testimonio. Pase lo que pase, Rusia se pondré de pie. Cada vez que los diversos pueblos de Rusia se han unido bajo un estandarte patriótico, un Imperio quedó hecho trizas. Ha sobrevivido a guerras e invasiones catastróficas, y a todos sus enemigos. Los mapas y las fronteras pueden cambiar, pero Rusia permanecerá.

Notas del autor

1. Zbigniew Brzezinski, The Grand Chessboard: American Primacy and Its Geo-strategic Imperatives (NYC: Basic Books, 1997), p. 202.
2. Ibid.
3. Dmytro Sinchenko, “Waiting for World War III: How the World Will Change”, Radio Free Europe/Radio Liberty, 8 de septiembre de 2014.
4. “Movimiento de Estadistas”, Foreign Policy Strategy: Chasing Dreams/Visions, 9 de septiembre de 2014.
5. Brzezinski, The Grand Chessboard, op. cit., pp. 85-86
6. Dmytro Sinchenko, “Waiting for World War III: How the World Will Change”, blog de Dmytro Sinchenko, 2 de septiembre de 2014.
7. Ibid.

Notas del traductor

*. No se reproducen aquí los mapas porque sus rótulos están escritos con caracteres cirílicos. De todos modos, el lector interesado puede verlos en la página original de esta traducción, cuya URL aparece al pie.
**. Oblast es una palabra rusa que nombra una subdivisión política de las republicas de la Federación Rusa.

Mahdi Darius Nazemroaya, nacido en Irán, es investigador asociado del Centre for Research on Glabalization, especializado en geopolítica y estrategia.
Traducido del inglés por Carlos Riba García