Amo y lacayo |
El 19 de enero de 1799, un navío de línea --que era un buque de tres palos con aparejo de velas cuadradas, con 2 o 3 cubiertas en donde se concentraba la artillería-- fue abordado por un joven caraqueño de apenas 15 años llamado Simón Bolívar con rumbo a España. La razón por la cual el joven Simón hizo aquel abordaje en una nave militar porque España se encontraba prácticamente bloqueada de sus colonias por parte de la Francia de Napoleón y por Inglaterra. La única forma de viajar a España era en convoyes militares y a través de México. De allí se hacía a veces, escala en La Habana antes de partir a la metrópoli.
Llegó Simón a Veracruz y como era rico y muy bien relacionado por parte de su familia, se hospedó en la casa de un señor de igual nivel. De Veracruz marchó a ciudad de México, donde frecuentó personas de variada condición. La primera carta que se conoce de Bolívar, y por ende su primer escrito, fue remitida desde este país. Posiblemente el contacto de Simón Bolívar con México, en donde permaneció algunos meses, influyó tanto en él para que el 6 de septiembre de 1815, es decir 16 años después, en su “Carta de Jamaica”, se expresara así:
“En Nueva España había en 1808, según nos refiere el barón de Humboldt, siete millones ochocientas mil almas con inclusión de Guatemala. Desde aquella época, la insurrección que ha agitado a casi todas sus provincias, ha hecho disminuir sensiblemente aquel cómputo que parece exacto; pues más de un millón de hombres han perecido (por) los sanguinarios crímenes cometidos en aquel opulento imperio. Allí la lucha se mantiene a fuerza de sacrificios humanos y de todas especies, pues nada ahorran los españoles con tal que logren someter a los que han tenido la desgracia de nacer en este suelo, que parece destinado a empaparse con la sangre de sus hijos. A pesar de todo, los mejicanos serán libres, porque han abrazado el partido de la patria, con la resolución de vengar a sus pasados, o seguirlos al sepulcro. Ya ellos dicen con Reynal: llegó el tiempo en fin, de pagar a los españoles suplicios con suplicios y de ahogar a esa raza de exterminadores en su sangre o en el mar.”
México está muy vinculado a Venezuela, no por este casual episodio histórico, sino por los contactos tan frecuentes que fueron posibles desde el nacimiento de nuestras patrias. Ha llegado a tal la influencia de México en nuestro país, que hasta nos cambiaron la forma de bailar joropo, la danza nacional, pues desde hace años nuestros bailarines lo hacen con las manos entrelazadas detrás de la espalda, y no como es lo correcto, con las manos colgando, influencia nos vino de la época de oro del cine mexicano.
A Veracruz fue Bolívar y de allí nos mandaron a Agustín Lara, quien se convirtió en ídolo de multitudes, como Pedro Vargas, Jorge Negrete, Toña La Negra, María Félix, Pedro Infante, Dolores del Río, Chabela Vargas, Javier Solís… y pare de contar. Hoy la situación es distinta y los admirados son otros.
La situación de México nos duele y nos llega muy hondo. El gobierno de Felipe Calderón, surgido de otro de los fraudes acostumbrados por la oligarquía mexicana, está destinado a repetir los mismos desatinos de su predecesor Vicente Fox. La altísima votación alcanzada por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), no fue suficiente para que se le reconociera la victoria, sino que fue víctima de un gigantesco cerco mediático, que aún subsiste y de las maniobras en las que se combinaron todas las instituciones del Estado, heredero de los latrocinios del Partido Revolucionario Institucional (PRI), la franquicia imperial afín a AD. Es decir, que el gobierno de Felipe Calderón tiene el origen más engañoso y mañoso en la Historia de México, que es mucho decir, comparados con los desafueros cometidos a lo largo de 75 años por el PRI.
En México se cometen a diario crímenes tan notables que no tienen parangón con los que en Venezuela se denuncian. La mayoría de ellos tienen su origen político o en el narcotráfico, porque este país se ha convertido en el mercado más seguro y confiable para el comercio ilícito de drogas prohibidas, donde pululan pandillas de delincuentes organizados en lo que ellos llaman “cárteles”, como el de Tijuana o el de Juárez.
En el diario “La Jornada” de México de fecha 20-02-2006, el periodista Gustavo Castillo García escribió:
“Los cárteles mexicanos obtienen anualmente más de 13 mil 800 millones de dólares por la venta de droga en Estados Unidos, y de ellos 8 mil 500 millones corresponden directamente al tráfico de mariguana a esa nación.”
¿Cómo es posible que tan astronómica cantidad de droga y de dinero se mueva entre esos dos países si no es por la complicidad de sus gobiernos y de sus élites gobernantes?
No sólo es el narcotráfico, sino la dirección de las políticas sociales. 80 de los 100 millones de habitantes de ese hermano país, son pobres. Recientemente estalló una crisis por la tortilla de maíz (el equivalente a nuestra arepa) que a duras penas fue sofocada. La causa: el alza indiscriminada del precio del maíz que es exportado a los EE.UU. para fabricar etanol. Veremos por cuánto tiempo puede ser sofocada esta crisis de la tortilla, que no puede recibir subsidios del Estado porque las leyes neoliberales no permiten este tipo de acción por parte del gobierno. La crisis social y política está en ebullición como un volcán, pues desde hace años las demandas de los indígenas y de los millones de pobres en general, han sido sistemáticamente soslayadas por la oligarquía. Es un volcán que no tardará en estallar.
En el diario mexicano “El Economista”, en un despacho de fecha 08-09-2006, se anunciaba, antes de la toma de posesión, lo siguiente:
“El presidente…Calderón, mantiene la idea de abrir al sector privado y a la inversión extranjera algunas áreas de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), dijo el jueves ante corresponsales extranjeros. En México la Constitución no permite inversión privada ni foránea en el sector energético, por lo que en el corto plazo Calderón seguirá apoyando la construcción de una refinería junto con Colombia y Centroamérica. “Por lo pronto como siempre seré muy respetuoso de la legislación nacional en la materia, que no permite la inversión extranjera en la extracción de petróleo y en todo caso estaré atento a analizar con los congresistas de todos los partidos políticos los mecanismos que permitan a Pemex acceder a tecnología que le permita explotar cabalmente las reservas de México”.
Es decir, que la entrega de la empresa estatal Pemex a los consorcios internacionales será cosa de tiempo, pues como se señala, se buscarán los “mecanismos” para hacer de ese sueño una realidad. (Para mayor información ver:www.prensalatina.com.mx/Article.asp?ID=%7BF8853AC5-30DF-4ADF-BAEA-0492309B9CC7%7D&language=ES )
Para ello, ya ha comenzado una infame campaña de chantaje en la que participa el mismo presidente al anunciar que el petróleo de México se acabaría pronto, según lo reseña un despacho de la agencia española EFE de fecha 18-03-2007.
“…Calderón, aseguró este domingo que su país sólo cuenta con reservas probadas de crudo para 9,3 años, por lo que convocó a tomar medidas urgentes para restituirlas y garantizar el futuro de próximas generaciones. El gobernante sostuvo que era "preocupante" que por primera vez se tengan reservas probadas para menos de 10 años, y advirtió del riesgo de que México se convierta en un importador neto de petrolíferos y gas natural. Señaló que es urgente revertir la tendencia de declinación de las reservas de crudo y ser capaces de innovar sin renunciar a los principios. "La modernización de México pasa necesariamente por la modernización de Pemex".
La inocente frase de “innovar sin renunciar a los principios” y de la consabida “modernización”, ocultan los más siniestros deseos del presidente Calderón de entregar a la petrolera estatal a las transnacionales.
La revista “Proceso”, de fecha 09-04-2007, refiere de una reunión efectuada en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, capital del estado de Chiapas, que no merece mayores comentarios por lo evidente de los razonamientos:
“Expertos en asuntos de bioenergéticos y energía renovable declararon aquí el comienzo de la “jubilación del petróleo” en México, y el arranque de una nueva era, la de automotores con base en biodiesel y bioetanol. Los especialistas analizaron la perspectiva en México, que tendrá como punto de arranque Chiapas, donde ya se construyen varias plantas para producir biodiesel y bioetanol, con base en caña de azúcar, maíz o piñón. En esta serie de mesas se discutió sobre la posibilidad de que la tierra en México dejé de producir comida, pues es más rentable generar bioenergéticos, de que es menester un mayor involucramiento del Estado, de políticas públicas efectivas que den paso a una nueva etapa hacia el consumo de bioenergía.”
En México se está produciendo una situación a la que hay que poner atención y que ha sido denunciada por AMLO:
“Aumentó la tortilla y el huevo y la leche y la carne y el pollo y el diesel y la gasolina y el gas y la luz, están llegando los recibos con cobros excesivos y vamos a poner un hasta aquí.”
No hay indicadores que nos permitan pensar que Felipe Calderón, ardiente partidario del los TLC, del ALCA, en fin de todo cuanto le dicta Bush pueda dar un viraje a favor de su país. Mientras tanto sus íntimos aliados gringos siguen construyendo apresuradamente el muro que contendrá la avalancha de mexicanos que huirán de su país, paradójicamente buscando "una vida mejor".
Publicado en Aporrea: www.aporrrea.org/internacionales/a33418.html