Un joven diputado del Partido Socialista ha decidido lanzarse como candidato independiente. Según encuestas, Enríquez-Ominami tiene el 14% de la intención de voto para las elecciones de diciembre, lo que lo coloca cómodamente tercero, detrás de Piñera, con el 36% y Frei con el 29%. Enríquez-Ominami le quitaría en la actualidad un 3% de votos a Piñera y 6% ó 7% a Frei. Ante la amenaza que para la caduca situación política de Chile significa esta candidatura, los partidarios de las dos derechas ya están albergando la esperanza que Marco se transforme en el fiel de la balanza y decida, en una hipotética segunda vuelta, quién entre estos dos señores sea el presidente de Chile, que no creo que sea la intención de Marco.
Marco Enríquez-Ominami, con sólo 35 años, ya es una figura famosa en Chile, donde es un reconocido cineasta. Es hijo de otra famosa cineasta, Manuela Gumucio y del fundador del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), Miguel Enríquez, que hizo de la lucha armada contra la dictadura su bandera, y cuando fue hecho prisionero fue ejecutado por Pinochet. Hace unos años adoptó también el apellido de su padrastro, el actual senador socialista y ex ministro de Economía Carlos Ominami.
La creciente popularidad de Enríquez-Ominami es un reflejo de la necesidad de cambio que tienen muchos chilenos, hartos con la política tradicional y atentos a las consecuencias que para Chile pueda tener la crisis económica mundial, que ha atado umbilicalmente a Chile con el imperio, de modo que recibe inmediatamente todas las consecuencias negativas. De hecho, recientemente se ha anunciado que prácticamente Chile es el primer país de
Evidentemente que es muy temprano para hacer pronósticos, pero Marco Enríquez-Ominami tiene todo a su favor. Sólo falta saber si ese capital será bien administrado en pro de una causa noble, que pudiera ser, por qué no, la misma por la cual dio la vida su padre, en circunstancias y momentos muy diferentes, ¡por supuesto!