“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

11/11/12

A propósito del Esperanto

Alfredo Portillo

Especial para La Página
Muy oportuna la aclaratoria que hiciera  Ricardo Coutihno en su artículo “Esperanto: Carta a Freddy Yépez” (Aporrea.org  10-11-2012),  con relación al idioma internacional Esperanto, en respuesta a  la opinión ligera que al respecto emitiera Freddy Yépez en su artículo “Paz se escribe en castellano pero Zap se decide en inglés” (Aporrea.org 27-10-2012).

Opiniones como la emitida por Freddy Yépez son muy frecuentes, debido sencillamente a que quienes lo hacen no cuentan con la información necesaria acerca de la difusión que ha alcanzado el idioma creado en el año 1887 por el lingüista polaco Lázaro Ludoviko Zamenhof.  Aunque, la verdad sea dicha, tampoco tienen la obligación de estar informados.

Ahora bien, si alguien desea informarse acerca del Esperanto, pues lo único que tiene que hacer es buscar en Internet, donde conseguirá un sin fin de páginas web, artículos, cursos, revistas, libros y direcciones de organizaciones, que muestran suficientemente ese vasto e interesante mundo que gira en torno a ese rico y melodioso idioma.

Y sólo para aportar algunos datos, menciono los siguientes: 1. La máxima instancia que rige la difusión del idioma de Zamenhof es la Asociación Universal de Esperanto, la cual es presidida por el hindú Probal Dasgupta; 2. Se estima que en el mundo hay unos 2 millones de lectores y  hablantes del Esperanto; 3. En julio pasado se realizó en Hanoi (Vietnam) el 97º Congreso Universal de Esperanto, mientras que el 98º se realizará en el año 2013 en Reykiavik (Islandia) y el 99º  en el año 2014 en Buenos Aires (Argentina); 4. Actualmente cualquiera puede intercambiar información en Esperanto con habitantes de países tan disímiles como Brasil, Burundi, China, Irán, Pakistán o Togo; 5. Si alguien quiere leer la versión en Esperanto de La Biblia, El Corán, Doña Bárbara o los escritos de Bolívar, perfectamente lo puede hacer. Vi nur devas lerni Esperanton.