“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

11/12/12

Llegó la hora de la verdad para la Fuerza Armada Nacional Bolivariana

Alfredo Portillo

Especial para La Página
Ha llegado la hora de la verdad para la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), la organización militar del Estado venezolano. Durante los últimos años ha transitado de la mano del Presidente Hugo Chávez, ahora se rige por una nueva doctrina militar, se ha pertrechado con equipos militares y armamentos provenientes de China, España y Rusia, y sus oficiales han ido a estudiar y entrenarse en países como Bielorrusia, Cuba, Irán y China.

Muchos de los miembros de la FANB han tenido una activa participación en labores de asistencia social y en la política. Muchos han vendido pollos y verduras en los  operativos organizados por el gobierno para el suministro de alimentos. Otros tantos han cargado a niños, ancianos y mujeres en exigentes coyunturas presentadas por las condiciones climáticas. Y unos cuantos han colgado su uniforme verdeoliva para, al día siguiente, vestirse de rojo y convertirse en candidatos aspirantes a cargos de elección popular.

Durante los últimos años, con motivo de los actos de conmemoración de fiestas patrias, ascensos militares y graduación de los recién egresados de las academias militares, los discursos pronunciados por oficiales de alto, medio y bajo rango han estado cargados de un encendido verbo bolivariano y revolucionario, y de una gran vocación para el ejercicio del poder. En tales discursos no han faltado palabras como independencia, patria y socialismo, y siempre han estado presentes los juramentos de lealtad al Comandante-Presidente Hugo Chávez Frías. Tales discursos han sido escuchados por el país todo, y muy especialmente por la gente de los campos, pueblos y ciudades, por la gente de las barriadas de las ciudades, de los cerros de Caracas, la gente que observa calladamente, y espera confiadamente. Es la hora de la verdad.