El domingo 24 de agosto, Jorge Lanata emitió en PPT (horario
central) un informe denunciando escasez, desempleo, importación y caída de
reservas venezolanas. Su idea fuerza es que las malas políticas del gobierno
chavista afectan a la población venezolana. Y desde ese mensaje que apunta a
sensibilizar emociones con no medias, sino un cuarto de verdades; muy
interesado también en sembrar miedo al proyecto de "ley de
abastecimiento" que se está por tratar en la República de Argentina.
En su análisis sobre la situación venezolana no hay marco geopolítico ni socio-histórico que dé cuenta de la constante ofensiva imperialista contra el gobierno chavista (iniciada en 2002 con un golpe de estado); no habla de "guerra económica" ni considera el acaparamiento y especulación de los grupos empresarios (repitiendo tácticas empleadas en Chile para tumbar a Allende en 1973); al contrabando lo menciona al pasar, sin informar su cuantioso impacto real de toneladas diarias de alimentos y combustible entre otros productos. Insistimos con el concepto, para Lanata, se trata de una situación de crisis aislada y focalizada en Venezuela, originada por un mal gobierno que afecta a la población.
El ese "show periodístico" tampoco se informa que
el Gobierno Bolivariano desarticula a diario círculos de acaparamiento de
artículos de primera necesidad, que conforman redes de desabastecimiento
inducido con fines políticos, también muy vinculadas a la reventa ilegal o al
contrabando a Colombia. Ni se menciona que las largas colas que se forman
obedecen a que es el Estado el único que vende a precios justos los artículos
de primera necesidad tanto a simpatizantes de gobierno y a opositores en
igualdad de condiciones, y es, precisamente la implementación de sistema
biométrico de datos la garantía que el pueblo acceda a ese beneficio.
Por su parte, el centenario diario La Nación continuó la arremetida a la semana siguiente desde dos
editoriales consecutivas, publicadas en sus ediciones impresas del sábado 30 (Argenzuela:
parte I) y domingo 31 de agosto (Argenzuela).
La lógica es arremeter muy duro contra Venezuela y trazar paralelismos con
Argentina, para luego criticar al kirchnerismo. Desde una interpretación
ultraliberal, plantean que en ambos países se instauró una visión totalitaria
del gobierno, en su populismo y corrupción, con "un Estado
desmesurado" y "sin división de poderes".
El objetivo táctico en lo local es atacar el proyecto de
"ley de abastecimiento" argentino, alertando que es copia de la ley
de precios justos venezolana. En la feroz arremetida editorial, LN continúa con
mentiras descaradas al hablar de "represión" y esconder bajo la
palabra "estudiantes" a la revuelta de ricos encabezada a principios
de años por hordas fascistas asesinas, paramilitares colombianos y
narcotraficantes con pedido de captura internacional. Asimismo, analizan
sesgada y recortadamente la situación económica con una lógica algo similar a
la reseñada anteriormente: Venezuela está en crisis por un gobierno estatista y
autoritario, cuyas medidas afectan al libre desarrollo de los mercados.
Para evitar ese ejemplo, la propuesta de LN es volver a la
"Argentina mayúscula" nacida con las botas de Mitre y otros manchadas
de sangre paraguaya, indígena, gaucha. Ese país elitista fue duramente
cuestionado por el pueblo argentino, lo ejemplifican tres insurrecciones de la
UCR (dos en 1893, otra en 1905), el activismo socialista, la agitación
anarquista. Añorando aquellos tiempos antidemocráticos donde campeaba
impunemente a sus anchas la oligarquía agroexportadora, LN ansía un país para
pocos.
Y en esa batalla de ideas, siguen atacando a Venezuela. Se habla
de una sociedad dividida. No dicen que Venezuela estaba profundamente dividida
en social antes del chavismo, proceso transformador que politizó esa profunda
desigualdad, para superarla. Se invoca una división de poderes puramente
burguesa-liberal, ninguneando la construcción de un nuevo tipo de estado,
basado en una democracia participativa (no formal/representativa) de las
mayorías, que avanzan en la organización de consejos comunales y comunas. Al
plantear los problemas económicos, lo hacen defendiendo la absoluta primacía
del mercado sobre el estado. Para ellos no existe pueblo ni lucha de clases,
tampoco fuerzas imperialistas interesadas en volver a controlar a la mayor
reserva petrolera del mundo.
Aún sin Chávez físicamente, Venezuela molesta, es conflictiva
para el dominante capitalismo neoliberal. No sólo porque su pueblo llevó
adelante el primer levantamiento contra ese capitalismo a nivel mundial, aquel
27 de febrero de 1989; o porque el bravo pueblo se movilizó para revertir el
golpe de estado apoyado por EE.UU. en 2002; sino fundamentalmente porque la
Revolución Bolivariana, aún con sus contradicciones por resolver, ha marcado un
parteaguas histórico que impacta en lo político, económico, social, cultural y
apunta a la integración emancipadora de nuestra América. La Nación, Lanata, y
la gran prensa, siguen aquella "advertencia" que hiciera Condoleezza
Rice, y consideran que Venezuela sigue siendo un mal ejemplo para la región.
Viva la Paz, viva la hermandad de nuestros pueblos, viva la Patria,
viva Chávez!