El sexo es una realidad biológica diferencial de los seres
vivos, mientras que género significa “clase, tipo”
Ignacio M. Roca
Tras la tempestad llega la calma, y la polvareda que hace
unos meses levantó el informe lingüístico del académico Ignacio Bosque (Sexismo
lingüístico y visibilidad de la mujer, EL PAÍS, 4 de marzo de 2012) va
perdiendo vigor y, así, el tema cayendo en el olvido. No debería, pues el
asunto sigue muy vigente y posee importancia capital para la lengua.
El nudo de la cuestión es la idea asumida recientemente por
parte del feminismo hispanohablante de que palabras de género gramatical
masculino como vasco van referidas exclusivamente a varones, de manera
simétrica a como el referente de sus correlatos de género femenino (vasca) se
limita a mujeres. De ahí el ya célebre “doblete” “los vascos y las vascas” y
semejantes, que tercamente persisten en labios de algunos políticos y
personajes afines.