“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

2/9/07

Hay que acabar con la figura anacrónica de "Estado" y con la denominación errónea de junta "parroquial"

Omar Montilla

I. Razones de una proposición y sus antecedentes históricos

La proposición es muy sencilla: aprovechando la solicitud formulada por el Presidente Chávez para reformar el Artículo 16 de la Constitución Nacional, propongo que se elimine la denominación de “estado”, que ha sido la usual para indicar la forma de organización (no de división) político-territorial básica de nuestro país y sea sustituida por el de “provincia”, por su evidente raigambre histórica y jurídica en nuestro país.
Cuando Venezuela declaró su independencia en 1811, quienes allí participaron lo hicieron a nombre de las “Provincias Unidas” que conformaron originalmente a nuestro país, que como se sabe eran:
Margarita, que fue establecida en 1525 y que debería retomar su nombre original, y no el absurdo de Nueva Esparta, que a nadie dice nada.
Nueva Andalucía (Cumaná), que fue creada en 1568 y que evoluciona histórica y políticamente igual que Margarita.
Trinidad formó parte de la provincia de Guayana por 140 años, desde 1.591 a 1.731. Ese año fue declarada como Gobernación y Capitanía General y así funcionó por 66 años hasta el nefasto día del 17 de febrero de 1.797 cuando es ocupada por los ingleses, convirtiéndose en colonia. Trinidad fue venezolana casi por 300 años, y sustraída de nuestro territorio sólo 13 años antes de la independencia de Venezuela.
Guayana, su provincialidad comienza en 1.530 y es ratificada históricamente en 1.568 y 1.591.
Venezuela: Fue creada como provincia por Real Cédula en 1.528 y es la génesis de nuestro territorio nacional. Sus límites fueron fijados indubitablemente desde el Cabo de la Vela (Guajira) hasta Maracapana (en lo que hoy es Puerto La Cruz).
Trujillo formó parte de la Provincia de Venezuela hasta el año 1786, cuando por Real Cédula, pasa a formar parte de la Provincia de Maracaibo. Luego de la revolución de 1810, el territorio de Trujillo fue separado de la Provincia de Maracaibo, pasando a constituir la Provincia de Trujillo.
Maracaibo es heredera de la Provincia de La Grita-Mérida-Maracaibo, y fue durante el período colonial, una entidad político-administrativa que, a pesar de estar compuesta por tres nombres, se formó como una entidad que fue aumentando su territorio y mudando su capital en el transcurrir del tiempo. A la Provincia de Maracaibo se le anexó la ciudad de Trujillo por lo que ésta quedó integrada por las ciudades de Maracaibo, Mérida, Trujillo, La Grita, Villa de San Cristóbal, Perijá y demás pueblos de españoles e indios.
Mérida como provincia fue originalmente creada en La Grita y así funcionó entre 1.570 y 1.622, cuando pasó a llamarse Provincia de Mérida. Maracaibo formaba parte de la provincia de Venezuela y se le anexa a la de Mérida en 1.676. En 1678 Maracaibo se transforma en capital de Provincia.
Barinas se desprendió de la provincia de Maracaibo. El 15 de febrero de 1786, Barinas fue erigida como provincia y, a su vez, nombrada como capital. Por decreto, el 17 de julio de 1823, fue dividida en dos provincias: Barinas y Apure. En 1862 cambia el nombre por el de Zamora.
Barcelona se desprendió de la provincia de Nueva Andalucía el 11 de julio de 1810, la Junta Suprema de Caracas incluyó a Barcelona entre las provincias que desconocían a la autoridad del gobierno español. Durante la Primera República, la Provincia de Barcelona mantuvo la particularidad de constituir una República independiente, cuya constitución fue elaborada por Francisco Espejo y aprobada el 12 de enero de 1812. Sin embargo este proyecto duró poco tiempo, ya que en la Constitución de 1811 aparecen firmantes los diputados por la provincia de Barcelona, como parte de la Confederación de Provincias de Venezuela. Después de la caída de la Primera República (25-07-1812), se mantuvo la denominación de provincia de Barcelona.
Coro: En 1821 la Provincia de Coro, entró a formar parte con Trujillo, Mérida y Maracaibo del Departamento del Zulia, y figuró en la constitución grancolombiana como Provincia de Coro. Disuelta la Gran Colombia en el año de 1830 y por disposiciones constitucionales, la Provincia de Coro, fue dividida en cantones: Coro, Cumarebo, Costa Arriba, Casigua, San Luis y Paraguaná.
Las provincias originales que suscribieron el Acta de Independencia eran 7, porque algunas estuvieron excluidas y se esperaba, como señala el Artículo 128 de la Constitución de 1811, que: “Luego que libres de la ópresion que sufren las Provincias de Coro, Maracaybo y Guayana, puedan y quieran unirse à la Confederación, serán admitidas à ella, sin que la violenta separación en que à su pesar y el nuestro han permanecido, pueda alterar pára con ellas los principios de igualdad, justicia y fraternidad, de que gozarán luego como todas las demás Provincias de la unión.” La otra, Trinidad, nos había sido arrebatada por los ingleses.

Cada una de las provincias americanas estaba adscrita a una Real Audiencia, órgano de poder con plena jurisdicción sobre un determinado territorio. Las Reales Audiencias fueron las siguientes: 1. Santo Domingo (1511); 2. México (1527); 3. Panamá (1530); 4. Lima (1542); 5. Guatemala (1543); 6. Nueva Galicia o Guadalajara (1548); 7. Santa Fe de Bogotá (1548); 8. La Plata o Charcas (1559); 9. Quito (1563); 10. Santiago de Chile (1565); 11. Buenos Aires (1644); 12. Caracas (1786) y 13. Cuzco (1787). El acta de nacimiento de Venezuela, desde el punto de vista legal, se cuenta a partir de la fecha en que fue elevada a la categoría de Real Audiencia (06-07-1786), pues los habitantes de nuestro territorio ya no tenían que depender de la Real Audiencia de Santo Domingo o de la de Santa Fe de Bogotá.

Una Provincia tenía por título oficial el de Gobernación y Capitanía General, con funciones político-administrativas y a cuya cabeza estaba el Gobernador (con jurisdicción en lo civil) y Capitán General (jurisdicción militar), quien ejercía su mandato bajo el amparo de la Real Audiencia, mandato que abarcaba también el de juez de primera instancia y el de vicepatrono real [1]

II. La ordenación político-territorial de Venezuela y su inclusión constitucional

Después de la Constitución de 1811, se mantuvo el siguiente orden: En la Constitución de 1819 en su Artículo 2º se expresa: “El Territorio de la Republica de Venezuela se divide en diez Provincias, que son: Barcelona, Barinas, Caracas, Coro, Cumana, Guayana, Maracaibo, Margarita, Mérida, y Trujillo”; y en la de 1821 (Gran Colombia), en su Art. 8º reza: “El territorio de la República será dividido en departamentos, los departamentos en provincias, las provincias en cantones, y los cantones en parroquias”. Se introduce la denominación de Departamento para abarcar a las regiones que integraron esta Federación, pero en lo que respecta a Venezuela, las provincias seguían siendo las mismas de la Constitución de 1819.

En la Constitución de 1830, se indica que: “Art. 5º. El territorio de Venezuela comprende todo lo que antes de la transformación política de 1810 se denominaba capitanía jeneral de Venezuela. Para su mejor administración se dividirá en provincias, cantones y parroquias, cuyos límites fijará la ley”. Venezuela estaba integrada entonces por 11 provincias: Cumaná, Barcelona, Margarita, Caracas, Carabobo, Coro, Maracaibo, Mérida, Barinas, Apure y Guayana. Luego, en la Constitución de 1858 se sigue manteniendo la denominación de provincia: “Art. 3º El territorio de la República comprende todo lo que antes de la transformación política de 1810, se denominaba Capitanía General de Venezuela, con todos sus derechos y pertenencias; y se divide en provincias, cantones y parroquias.”

E1 28 de abril de 1856, el Congreso de la República de Venezuela dicta la primera Ley de División Territorial. Las unidades administrativas básicas se clasificaron nuevamente en provincias, cantones y parroquias, y se determinaron los límites políticos de cada entidad. Esta ley prácticamente no pudo ser ejecutada porque el país entra en el convulso período de la Guerra Federal, entre los años 1858 y 1863. Su importancia histórica estriba en que, con pequeñas variantes, establece claramente cuál es el territorio que ocupan actualmente los estados. En esa oportunidad el número de provincias era de 21 (se incluyó a Amazonas).

Pero es en la Constitución de 1864, cuando aparece por primera vez la denominación de “Estado” (que para entonces eran 20) inspirados en los postulados de la triunfante Guerra Federal, cuando en su Artículo 1 se estableció que: “Las provincias de Apure, Aragua, Barcelona, Barinas, Barquisimeto, Carabobo, Caracas, Cojedes, Coro, Cumaná, Guárico, Guayana, Maracaibo, Maturín, Mérida, Margarita, Portuguesa, Táchira, Trujillo y Yaracuy, se declaran Estados independientes y se unen para formar una Nación libre y soberana, con el nombre de “ESTADOS UNIDOS DE VENEZUELA”. Esta Constitución, en lo que respecta a la denominación de “estado”, se copió de la Constitución de los Estados Unidos.

La Unión Federal Venezolana de 1864 tiene su base en unas pretendidas autonomías regionales, lo que eufemísticamente después se conocería como “descentralización”. Se confirma el caciquismo y predominio de la oligarquía y se promueve el despojo territorial o a la anexión de estados sin mayor criterio que la voluntad política de un grupo de generales que se hicieron los amos de extensos territorios, así como de los muy pocos recursos económicos que entonces se disponían. En 1866, los estados Zulia, Trujillo, Mérida y Táchira se unen para formar el “Estado soberano del Zulia”. En 1869, esta ley fue derogada.

La llegada de Guzmán Blanco al poder en 1870, trajo consigo nuevas modificaciones territoriales en el ordenamiento político-administrativo. El empeño guzmancista fue entonces el de centralizar el poder. Ya para entonces se vislumbraban problemas en la integridad territorial, no sólo con Inglaterra por el Esequibo, sino por rumores separatistas en el Zulia, por lo que en 1877 se ordena la fusión del estado Zulia con el estado Falcón en una sola entidad denominada Falcón-Zulia, cuya capital fue la población de Capatárida por su equidistancia entre Maracaibo y Coro.
Sin embargo, ya antes, en la Carta Fundamental de 1874, aparecía también la denominación de Estado (que para entonces seguían siendo 20), disposición que se encuentra consagrada en el Artículo 1º: “Los Estados que la Constitución de Marzo de 1864 declaró independientes y unidos para formar la Federación Venezolana, y que hoi se denominan: Apure, Bolívar, Barquisimeto, Barcelona, Carabobo, Cumaná, Cojedes, Falcón, Guzmán Blanco, Guárico, Guayana, Guzmán, Maturín, Nueva Esparta, Portuguesa, Táchira, Trujillo, Yaracuy, Zamora y Zulia, se comprometen á continuar formando una Nación independiente y soberana, bajo la denominación de Estados Unidos de Venezuela.” En 1879, y para prevenir nuevas reacciones en su contra, Guzmán Blanco divide al país en cinco grandes circunscripciones militares, las cuales confía a los cinco generales más prestigiosos y respetados en cada circunscripción: Joaquín Crespo, Gregorio Cedeño, Jacinto Lara, Juan Bautista Araujo y José Eusebio Acosta. Esta medida es importante porque precedió a la que vendría poco después en 1881 en lo concerniente a la estructuración político-territorial.
El “Ilustre Americano”, como se hacía llamar el general y presidente Antonio Guzmán Blanco, decide en 1881, reformar la Constitución, apodada “La Suiza”, de clara inspiración en la que regía ese país, confirmado el hecho por la introducción de la institución del Consejo Federal. En ella se acordó reducir el número de los estados de 20 a sólo 9 grandes estados, que fueron: Guzmán Blanco (Villa de Cura), Carabobo (Valencia), Lara (Barquisimeto), Zulia (Maracaibo), Falcón (Capatárida), Los Andes (Mérida), Zamora (Guanare), Bolívar (Ciudad Bolívar) y Bermúdez (Cumaná). En esta ocasión cada gran estado estuvo confiado a personas de la máxima confianza del Presidente. Por virtud de esta reforma, el Zulia recobra su antigua área territorial y también Maracaibo su importancia en su zona de influencia. El 27 de abril de 1899, durante la presidencia de Joaquín Crespo, se reformó nuevamente la integración político-territorial de Venezuela y se regresó a la que se había implantado en 1863, que era prácticamente la que se había diseñado por virtud de la Ley del 28 de abril de 1856.

En la Constitución de 1901: “Art. 2.º Los Estados Apure, Aragua, Bolívar (antes Guayana), Barcelona, Carabobo, Cojedes, Falcón (antes Coro), Guárico, Lara (antes Barquisimeto), Mérida, Miranda (antes Caracas), Maturín, Sucre (antes Cumaná), Nueva Esparta (antes Margarita), Portuguesa, Táchira, Trujillo, Yaracuy, Zamora (antes Barinas), Zulia (antes Maracaibo), que la Constitución de 28 de Marzo de 1864 declaró independientes, forman la Nación, con el nombre de Estados Unidos de Venezuela. Art. 3.º Los límites de los Estados se determinarán por los que señaló á las antiguas Provincias la Ley de 28 de Abril de 1856, sobre la división territorial, con las alteraciones que resulten por la creación del Distrito y Territorios Federales”. Como se puede observar, los estados siguen siendo 20.

En la Constitución de 1909 se expresa: “Art. 5.º Los límites de estos Estados se determinan por los que señaló á las antiguas Provincias la Ley de 28 de abril de 1856, que fijó la última división territorial”, pero se mantiene la organización territorial en base a 20 estados [2], lo que se repite en las Constituciones de 1931 [3], 1945 [4], 1947 [5] y 1953 [6]. En esta última Constitución se elimina la denominación de “Estados Unidos de Venezuela”, que se mantuvo vigente por 89 años (1864-1953) y se restablece el de “República de Venezuela”

Durante el mandato de Juan Vicente Gómez se efectuaron reformas constitucionales en 1914, 1922, 1925, 1928, 1929 y 1931, todas ellas destinadas a perpetuar la dictadura pro imperialista de Gómez. Estas reformas no tuvieron mayor trascendencia desde el punto de vista de la organización político-territorial, pues fueron diseñadas, bien para incorporar o desincorporar un vicepresidente de la República, bien para facilitar la reelección presidencial, o bien para alcanzar otros fines políticos a los que se quisiera dar categoría legal

En la Constitución de 1961 no se mencionan los nombres de los estados, pero se señala: “Artículo 9º- El territorio nacional se divide para los fines de la organización política de la República, en el de los Estados, el Distrito Federal, los Territorios Federales y las Dependencias Federales.” Luego, seguidamente en el “Artículo 10.- Los Estados podrán fusionarse, modificar sus actuales límites y acordarse compensaciones o cesiones de territorio mediante convenios aprobados por sus Asambleas Legislativas y ratificados por el Senado. Las modificaciones de límites, compensaciones o cesiones de territorio entre el Distrito Federal o los Territorios o Dependencias Federales y los Estados podrán realizarse por convenios entre el Ejecutivo Nacional y los respectivos Estados, ratificados por las correspondientes Asambleas Legislativas y por el Senado.”

En la Constitución de 1999 se mantiene una redacción parecida a la anterior sin mencionarse tampoco el nombre de los estados, pero que en esta oportunidad son 23 (incluyéndose a Amazonas, Vargas y Delta Amacuro)

III. La organización político-territorial en otros países

España está organizada en 17 comunidades autónomas, pero éstas se estructuran en 50 provincias, que es la base fundamental de su organización, la que fue transmitida a nuestra América.
A comienzos del siglo XIX, cuando en la América comienzan a estallar los movimientos independentistas se formaron las “Provincias Unidas del Río de la Plata” y luego, cuando se hizo el experimento de integración en América Central, la denominación que tomaron fue la de “Provincias Unidas de Centro América”

Aparte de Venezuela, la figura de “estado” sólo existe en la República Federativa do Brasil y en México, cuyo nombre oficial es “Estados Unidos Mexicanos”. Resulta evidente el calco que han hecho estos países del modelo de los Estados Unidos. Esta denominación fue adoptada por los llamados “padres fundadores”, precisamente cuando se organizaron los gobiernos de las 13 colonias, que jurídicamente eran considerados como estados independientes y que mediante un pacto constitucional formaron esa Unión.

Argentina, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Cuba, República Dominicana y Canadá, han conservado la denominación de provincias; mientras que en Colombia, Perú, Bolivia, Uruguay, Paraguay, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras y Nicaragua, la denominación es de departamentos.
En Chile, Guyana, Santa Lucía, Trinidad & Tobago, la unidad es la Región, aunque en Chile, esa denominación viene de la era de Pinochet, conservando a pesar de esto la subdivisión de las regiones en provincias.

Los distritos son para Surinam, Bahamas y Belice; mientras que las islas del caribe anglófono de San Cristóbal & Nevis; San Vicente & Las Granadinas, Barbados, Dominica, Grenada y Jamaica, conservan adoptaron el nombre de parroquias (parish). Puerto Rico no tiene organizaciones de primer nivel, cuenta con 78 municipios.

En el resto del mundo se puede observar que la denominación territorial de provincia es la predominante en países como: Afganistán, Arabia Saudita, Argelia, Angola, Bulgaria, Burkina Fasso, Burundi, Camerún, Corea del Sur, Egipto, Eritrea, Filipinas, Finlandia, Gabón, Guinea Ecuatorial, Indonesia, Irán, Irak, Irlanda, Kazajstán, Kenia, Kirguistán (Kirguizia), Kuwait, Líbano, Madagascar, Marruecos, Mongolia, Mozambique, Noruega, Países Bajos (Holanda), Pakistán, Papúa-Nueva Guinea, Polonia (voivodatos), Portugal, Ruanda (intaras), Serbia, Sierra Leona, Siria, Sri Lanka (Ceilán), Sudáfrica, Sudán (madrillas), Suecia (län), Tailandia, Tayikistán (viloyats), República Checa (kraje), Túnez y Yemen (muhafazat), Turkmenistán, Turquía, Vietnam, Zambia y Zimbabwe.

China se subdivide en 22 provincias (23 si se incluye Taiwán), cinco regiones autónomas y cuatro municipalidades bajo administración directa del gobierno central. Italia se subdivide en cinco grandes áreas y 20 regiones, pero la unidad administrativa por excelencia es la provincia (hay 106) que es una división administrativa de nivel intermedio entre el municipio (comune) y la región. Corea del Norte se divide en dos ciudades de gobierno directo, tres regiones especiales y nueve provincias.

Hay algunos países que han adoptado la división en distritos o condados, de evidente inspiración en la legislación inglesa, tales como: Bostwana, Brunei, Bután, Chipre, Israel, Lesotho, Luxemburgo, Malawi, Islas Maldivas, Moldavia, Rumania, Albania, Croacia, Estonia, Islandia, Letonia, Liberia, Lituania, Suiza, Suazilandia y Uganda.
Otros llaman a sus unidades administrativas departamentos (départements), como Francia, Benin y Níger, o que sólo tienen Municipios como Cabo Verde, Libia y Qatar. Francia, como estado unitario, se asienta sobre un complicado sistema de administración en varios niveles y especialización según el tipo de competencias ejercidas, muy particular y digno de ser estudiado. Francia está organizada en 22 régions, y aunque es la división principal, las regiones no poseen autonomía legislativa, ni ejecutiva, sino que reciben del Estado una parte de los impuestos nacionales (situado constitucional) que pueden disponer y repartir según sus necesidades. Luego tenemos 96 departamentos (départements), que son regidos por un Consejo General elegido por seis años por sufragio directo. Los departamentos fueron creados en 1790 con el fin de que toda persona pudiera dirigirse a caballo, como máximo en un solo día, a sus representantes. Cada uno tiene un prefecto. Cada departamento está dividido en varios distritos (329 distritos -arrondissements- en total) regidos por el prefecto del departamento. Existen además 3.879 cantones, que es una división más pequeña, sobre todo a efectos electorales, y por último 36.571 comunas, equivalente al municipio. En la ciudad de París, reciben el nombre de “arrondissements”.

Los que han adoptado la denominación de estados como India, Malasia, Myanmar (Birmania) y Nigeria, han optado por el ejemplo de los Estados Unidos. Alemania, es una federación de 16 estados llamados Länder (país o estado en alemán) o, de forma no oficial, Bundesländer (estado federado). Los Länder son autónomos, sujetos de derecho internacional, con personalidad estatal propia, aunque sólo la ejercen entre sí y son representados ante el extranjero por el Estado federal. Austria tiene un modelo similar.

Rusia es una federación compuesta por 88 “sujetos”, que tienen la misma representación (dos delegados cada uno) en el Consejo de la Federación, que así es llamada la Cámara Alta (una especie de Senado) del parlamento ruso. No todos tienen el mismo grado de autonomía. Todos los sujetos se agrupan en 7 distritos federales cada uno administrado por un gobernador designado por el Presidente de la federación rusa. Para propósitos económicos y estadísticos, los proyectos federales se agrupan también en once regiones económicas. Los sujetos federales se subdividen en Distritos.
Los que están integrados por regiones como el Reino Unido, Namibia, Nueva Zelanda, Omán, Senegal, Somalia, Tanzania, Togo, Ucrania y Uzbekistán, no siempre tienen la misma orientación jurídico-política, por lo que algunos podrían considerarse como provinciales, como son también los casos de Grecia (periferias), República Centroafricana (prefecturas) y Bielorrusia (voblaść)

IV. La proposición de Reforma del Artículo 16 de la vigente Constitución

En el Anteproyecto Reforma Constitucional presentado por el Presidente Chávez ante la Asamblea Nacional, se propone la reforma del Art. 16, en el cual se deberían sustituir los estados por provincias, por las razones históricas, políticas, de derecho comparado y constitucionales señaladas. En los 509 años de historia de la Venezuela post-colombina, la denominación de “estado” se ha mantenido en vigencia sólo por 143 años. El proyecto presentado dice y debería decir (fragmento):


Artículo 16: El territorio nacional se conforma a los fines político-territoriales y de acuerdo con la Nueva Geometría del Poder, por un Distrito Federal en el cual tendrá su sede la capital de la República, por las provincias, las regiones marítimas, los territorios federales, los municipios federales y los distritos insulares. La vigencia de los territorios federales y de los municipios federales quedará supeditada a la realización de un referéndum aprobatorio en la entidad respectiva.
Los estados se organizan en municipios.
La unidad política primaria de la organización territorial nacional será la ciudad, entendida ésta como todo asentamiento poblacional dentro del municipio, e integrada por áreas o extensiones geográficas denominadas comunas. Las comunas serán las células geo-humanas del territorio y estarán conformadas por las comunidades, cada una de las cuales constituirá el núcleo espacial básico e indivisible del Estado Socialista Venezolano, donde los ciudadanos y las ciudadanas comunes tendrán el poder para construir su propia geografía y su propia historia.
A partir de la comunidad y la comuna, el Poder Popular desarrollará formas de agregación comunitaria político-territorial, las cuales serán reguladas en la Ley, y que constituyan formas de autogobierno y cualquier otra expresión de Democracia Directa.
La ciudad comunal se constituye cuando en la totalidad de su perímetro, se hayan establecido las comunidades organizadas, las comunas y los auto-gobiernos comunales, estando sujeta su creación a un referéndum popular que convocará el Presidente de la República en Consejo de Ministros.
El Presidente de la República, en Consejo de Ministros, previo acuerdo aprobado por la mayoría simple de los diputados y diputadas de la Asamblea Nacional, podrá crear mediante decreto, provincias federales, [7] ciudades federales y distritos funcionales, así como cualquier otra entidad que establezca la Ley.

V. Otras proposiciones subsidiarias

A la par que proponemos que se retome el nombre original de provincia, se debe proceder al reordenamiento político-territorial del país (materia ésta que no trataré en esta ocasión) pero aprovecho la oportunidad para hacer otras proposiciones subsidiarias:
1. La Provincia de Coro ocupará en lo sucesivo el territorio del actual Estado Falcón, cuyo nombre fue asignado al que traicionó la causa de la Federación y a Ezequiel Zamora.
2. El Estado Nueva Esparta sería sustituido por el original de Provincia de Margarita, a la cual podrían adscribírsele algunos distritos insulares.
3. El actual Estado Lara pasaría a denominarse Provincia de Jirahara, en reconocimiento a ese heroico pueblo indígena que fue prácticamente exterminado como consecuencia de su férrea lucha contra el imperio español.
4. La Provincia Delta del Orinoco, sustituirá al Estado Delta Amacuro.
5. Se debe estudiar la conveniencia de conservar o no la actual toponimia basada en nombres de ríos: Zulia, Táchira, Apure, Portuguesa, Cojedes, Aragua y Guárico.
6. Se deben solucionar los conflictos limítrofes entre los Estados, en algunos de cuyos mapas aparece invariablemente una “zona en discusión”. La solución debería ser temprana para no sean heredados por las nuevas provincias. El Estado Lara tiene conflictos limítrofes con Falcón, Zulia, Trujillo y Portuguesa; éste último con Cojedes; Yaracuy con Falcón y Carabobo; Zulia con Mérida; Monagas con Anzoátegui; Barinas con Apure, etc.
7. El estado Miranda deberá devolver a Caracas, cuya provincia cedió todo su territorio para la conformación de este estado, el espacio necesario para conformar la verdadera integración de la ciudad capital a lo largo de todo el valle que la forma y también en el de las zonas aledañas cuya influencia alcanza.
8. Especial atención se le debe prestar a las siguientes regiones, en las cuales se deberían establecer territorios federales, provincias federales o municipios federales, según sea el caso o la conveniencia así lo aconseje:


Alto Orinoco: declarada por la ONU como reserva de biosfera, que debería llevar el nombre de Unturán o Tapirapecó, por el de las sierras que sirven de límite con el Brasil.
Gran Sabana: Por constituir un enorme Parque Nacional y reserva acuífera del sistema de represas del bajo Caroní, por lo que se ha convertido en una zona altamente estratégica para el país, con su epicentro en la ciudad de Santa Elena de Uairén. En la Gran Sabana se encuentran ubicados el monte Roraima, único en el mundo por su belleza y riqueza y la sierra de Pacaraima que sirve de límite con el Brasil.
Caura: Con referencia a la ciudad de Caicara del Orinoco, cabeza del tercer puente sobre el río Orinoco.
Yuruari: Por su vecindad con Guyana, asiento de minas de oro y altamente sensible desde el punto de vista ecológico, y donde está ubicada la sierra de Imataca.
Guajira: Por su ubicación geo-estratégica en la frontera con Colombia
Alto Apure: por las mismas razones de la anterior.

De acuerdo a la Constitución guzmancista de 1881, figuraban como territorios los siguientes: Goajira (Paraguaipoa), Armisticio [Alto Apure] (Guasdualito), Yuruari (Guasipati), Caura (Moitaco), Alto Orinoco (Maroa), Amazonas (San Fernando de Atabapo) y Delta (Tucupita), que son casi los mismos sobre los que hoy reclamo mayor atención. No estoy muy seguro si mis razones son las mismas que en su tiempo tuvo el general Guzmán Blanco.

VI. El problema de las Juntas Parroquiales

Lo de las Juntas Parroquiales es un tema sencillo por lo absurdo de la denominación: La parroquia es el territorio donde ejerce su jurisdicción un párroco, que es un cura que tiene una determinada feligresía (hijos de la iglesia), y que se sepa este no es nuestro caso. Propongo volver a la denominación anterior de Junta Comunal, que con la aplicación de la Nueva Geometría del Poder sería el ámbito de las “comunas”, que a su vez se forman por la agregación de Consejos Comunales. Sobre este punto pienso que no debe haber mayor discusión y su solución podría producirse en forma inmediata a la aprobación de la reforma, por ser materia legal.

Notas:

[1] El patronato real era un derecho que tenía el Rey para postular a las personas que considerara idóneas para ejercer cargos eclesiásticos.
[2] Art. 4.º Las Secciones de Apure, Aragua, Barcelona, Barinas, Barquisimeto, Carabobo, Caracas, Cojedes, Coro, Cumaná, Guárico, Guayana, Maracaibo, Maturín, Margarita, Mérida, Portuguesa, Táchira, Trujillo y Yaracuy, que formaron el Pacto de Unión de 1864, resumen su soberanía y se unen para constituir Los Estados Unidos de Venezuela…” En esta Constitución de 1909 se establecieron las siguientes modificaciones: Anzoátegui (antes Estado Barcelona); Bolívar (constituido por el antiguo Estado Guayana sin los Territorios Amazonas y Delta Amacuro; Falcón (antes Estado Coro); Lara (antes Estado Barquisimeto); Monagas (antes Estado Maturín); Miranda (antes Estado Caracas, excluyendo al Distrito Vargas, Departamento del Distrito Federal); Nueva Esparta (antes Estado Margarita); Sucre (antes Estado Cumaná); Zamora (antes Estado Barinas) y Zulia (antes Estado Maracaibo).
[3] “Artículo 4º.- Los Estados son: Anzoátegui, Apure, Aragua, Bolívar, Carabobo, Cojedes, Falcón, Guárico, Lara, Mérida, Miranda, Monagas, Nueva Esparta, Portuguesa, Sucre, Táchira, Trujillo, Yaracuy, Zamora, Zulia.”
[4] “Artículo 4º.- Los Estados son: Anzoátegui, Apure, Aragua, Barinas, Bolívar, Carabobo, Cojedes, Falcón, Guárico, Lara, Mérida, Miranda, Monagas, Nueva Esparta, Portuguesa, Sucre, Táchira, Trujillo, Yaracuy y Zulia.”
[5] “Artículo 3º. Los Estados son: Anzoátegui, Apure, Aragua, Barinas, Bolívar, Carabobo, Cojedes, Falcón, Guárico, Lara, Mérida, Miranda, Monagas, Nueva Esparta, Portuguesa, Sucre, Táchira, Trujillo, Yaracuy y Zulia.” Esta Constitución de 1947, de igual forma reivindica los límites que tienen los estados, ateniéndose a la división establecida por la Ley de 28 de abril de 1856 y a las modificaciones vigentes para la fecha de su promulgación.
[6] “Art. 4.º Los Estados son veinte y se denominan: Anzoátegui, Apure, Aragua, Barinas, Bolívar, Carabobo, Cojedes, Falcón, Guárico, Lara, Mérida, Miranda, Monagas, Nueva Esparta, Portuguesa, Sucre, Táchira, Trujillo, Yaracuy y Zulia.”
[7] La denominación de “provincia federal” no colide con el de provincia, sino que más bien son complementarios. Sin embargo, el término de “provincia federal” podría substituirse por el de “cantón federal”, “departamento federal” u otro equivalente

29/8/07

Desde el punto de vista étnico, ¿es el presidente Chávez un Zambo?

Pudiera ser un jíbaro, un chamizo o un tentenelaire


Omar Montilla

Mestizo se denominó en la América colonial al hijo de un español y una india o de indio con española, aunque esta combinación fue muy escasa. En el sentido más amplio, se denominaba como mestizo a quien descendía de ancestros españoles e indígenas en algún grado, por lo que el mestizaje calificó genéricamente el resultado o el fruto del intercambio sexual entre los españoles y nuestros aborígenes. Si permanecían con la madre, se llamaban mestizos aindiados; pero si el niño permanecía con el padre español, se le llamaba mestizo hispanizado, como fue el caso de Francisco Fajardo, quien además del español, hablaba varias lenguas indígenas.

Cuando se produjo el poblamiento de la América española con esclavos provenientes del continente africano, se realizaron unos intercambios cuyos resultados enriquecieron el acervo genético de nuestros países, entre ellos el cruce en un primer grado: el mulato (español + negra) y el zambo (negro + india). De allí en adelante fue indetenible la mezcla cuyos nombres formaron un entramado muy difícil de entender en nuestros días.

Este entramado sirvió para, no sólo mantener la exclusión social y económica por motivos étnicos, sino también para hacer posible la dominación entre una mayoría que se fue conformando entre los aborígenes, la población afro descendiente, los mestizos y los mulatos y los descendientes de todos estos. Dependiendo del grado de mestizaje, se encuentran las denominaciones de cuarterones, quinterotes, requinterones de mulato, el requinterón de mestizo, que con español da gente “blanca”, y estos a su vez de nuevo con español, da un español “casi limpio”, y todavía quedan los claros, los pardos, los zambes o cabras y los harnizos, y pare usted de contar. La etiqueta racial que se le imponía a una persona, le significaba la exclusión y la pobreza de por vida, y a la vez una forma de humillación por las connotaciones que tenía.

Durante la Guerra de Independencia, los llamados “blancos criollos”, quienes descendían de españoles pero nacidos en Venezuela (entre los que se contaba El Libertador) trataron desde un comienzo de ganarse para la causa republicana a los llamados “pardos”, que genéricamente eran el resultado de la mezcla de español con negro, o sea era un término equivalente a mulato, y quienes en un momento crucial para la causa independentista siguieron a José Tomás Boves, quien les prometió el cumplimiento de unas promesas que permitieron el derrumbe de la Segunda República. La sublevación de los negros barloventeños contra Miranda, fue una de las causas que motivaron su derrota y posterior capitulación ante los españoles.

Se ha estimado que a comienzos del siglo XIX, la población de los pardos era aproximadamente del 38%, mientras que la de los blancos (entre los que se contaban los mestizos hispanizados), sólo ascendía al 25%. El aumento desmesurado de la población “parda” motivó muchas medidas legales que hacían aún más severa la exclusión, y para que éstos pudieran tener acceso a ciertos empleos en la Venezuela colonial, debían pagar enormes sumas de dinero, en virtud de las llamadas cédulas de “gracias al sacar”.

La población de pardos o mulatos y mestizos en Venezuela, a partir del Siglo XIX ha ido en aumento y en el día de hoy constituye la casi totalidad de nuestra población nacional. Sin embargo, aun subsiste en las mentes de los oligarcas de turno la idea de la discriminación y por eso se trata despectivamente al presidente Chávez como un “zambo”, lo que es una forma muy directa de señalar que la distinción que ostenta como Primer Magistrado “le queda grande” por su dudoso origen racial y social.

Técnicamente el calificativo de zambo para nuestro Presidente, no es el más adecuado, porque nuestra población, como hemos señalado es el resultado de las mas fabulosas mezclas que sólo se permitieron en ciertos países de nuestra América. Así, además de las clásicas mezclas étnicas señaladas, se distinguieron, entre otras, las siguientes: castizo (español + mestiza); morisco (español + mulata); tornatrás o chino (español + morisca); saltoatrás (chino + india); lobo (tornatrás + indio); jíbaro (mulato + loba); albarazado (jíbaro + india o mulata); cambujo (negro + albarazada); barcino (mulata + albarazado); coyote (mulata + barcino); coyote mestizo (mestizo + chamiza); chamizo (india + coyote); zambaigo (india + cambujo); calpamulo o calpamulato (mulata + zambaigo); tentenelaire (zambaiga + calpamulo, o cuarterón + mulata); notentiendo (mulata + tentenelaire); ahí-te-estás o tornatrás (india + notentiendo) y saltoatrás (mulato + loba).

A estas alturas de siglo XXI, ubicar étnicamente a algún venezolano entre tan numerosas mezclas, resulta una tarea bastante complicada, pero nuestros oligarcas criollos y sus lacayos de siempre, simplifican esta situación y para facilitarse las cosas, simplemente llaman zambo al presidente, pensando que así lo insultan y lo humillan, cuando ha resultado todo lo contrario. Ser zambo, o pardo como se le llamaba antes, es un orgullo para los venezolanos.

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27/8/07

"Si no me miras me matas, y si me miras me muero"


La Oposición no tiene reparo, lo suyo no tiene compón

Omar Montilla

El presidente Chávez enfrenta muchos peligros, eso lo sabemos todos los venezolanos; pero hay uno agazapado que supera todas las espectativas: carece de una Oposición seria, consecuente, nacionalista, democrática, y sobretodo con una pizca de inteligencia. Nos causa asombro la forma cómo reaccionan nuestros opositores ante cualquier propuesta que haga o ante cualquier obra que se concluya en beneficio de la comunidad. En especial me refiero en este momento a la última propuesta, la del Proyecto de Reforma Constitucional presentado ante la Asamblea Nacional, para que una vez que sea ampliamente debatida por el pueblo y aprobada por ésta, sea sometida a consulta popular mediante un referendo aprobatorio.

Cuando el presidente Chávez ni siquiera había presentado públicamente su propuesta, ya se habían alzado esas voces de siempre, anunciando que la misma se estaba cocinando a escondidas, que eliminaría la Patria Postedad de los padres sobre sus hijos a favor del Estado, que eliminaría la propiedad privada, etc. Lo más lamentable de todo, es que esa oposición vino del sector clerical, que por el oficio que ejercen deberían anteponer ante todo la verdad, no tergiversarla ni manipularla.

Fracasado estruendósamente el intento clerical, en la segunda línea se han colocado, para variar, los medios de comunicación. No hemos visto ni una sola movilización de calle por parte de la desmirriada Oposición; no han aportado ideas; no se han prestado al debate; en fin, solo están ahí recibiendo la carga demoledora del Presidente, sin reaccionar. Sólo atinan, como los boxeadores carentes de fuelle para combatir, a lanzar unos que otros débiles golpes, sin mayores consecuencias.

Muchos estarían contentos de esta situación, pero yo no. Como a veces suelo escribir en tono de sorna, con sarcasmo, algunos pensarán que esta afirmación sería una más en ese estilo. Lamento defraudarlos. Como nuestra Oposición carece de ideas, de propuestas y como siempre se tropiezan más de una vez con la misma piedra, no tendría nada de raro que repitan, nuevamente y con igual suerte, las fracasadas actitudes que han hundido a nuestros adversarios en el descrédito más ominoso.

Las opciones que tienen nuestros minusvalidos opositores son escasas, poco novedosas, gastadas, predecibles y todas ellas los conducen inexorablemente al abismo, como la de llamar a la abstención, con lo que se ganarían la animadversión de los venezolanos que se beneficiarán directamente con la Reforma Constitucional (entre otros, los trabajadores no dependientes); o de votar en blanco o nulo, con lo que estarían malgastando el escaso caudal electoral que aún tienen. La otra opción es votar NO, con lo cual lograrían los mismos resultados antes expuestas, mas las consecuencias que toda derrota trae aparejada consigo.

Si sólo se tratara de una nueva derrota, simplemente, eso no sería tan deshonroso, porque estaríamos ante la undécima en línea que reciben desde 1998. Pero exponerse a hacer el ridículo una vez más, eso sí sería un motivo para despertar cierta preocupación. El desiderátum del pueblo venezolano de tener una Oposición seria, consecuente, nacionalista, democrática e inteligente, sigue en pié. Ojala no sea mucho pedir.

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16/8/07

Receta infalible para echar a Chávez, aprovechando el Proyecto de Reforma Constitucional

El eminetísimo, eximio, sesudo, sapiente y reputado constitucionalista Allan Randolph Brewer-Carías. Estará entre los redactores de la futura Constitución de la Sexta República


Omar Montilla

La reacción de la oposición es demasiado previsible. Nunca nos van a dar la satisfacción de poderlos confrontar en el terreno político o ideológico, porque sus “ideas” carecen de elementos que nos puedan permitir una reflexión seria. La alternativa que nos queda es la de tratarlos como lo que son: como loquitos que no saben ni lo que dicen ni lo que hacen.

Mientras que la imagen de Chávez se agiganta cada vez más, por sus actuaciones en el ámbito nacional e internacional; mientras Chávez pasa meses, semanas, días y muchas horas dedicadas al estudio de la realidad política de nuestro continente, esa derecha desquiciada sólo se dedica a la “rumba”, a “rajar caña”, a los viajes, en fin, a la “dolce vita”. Por eso reaccionan tan destempladamente ante el Proyecto de Reforma Constitucional, que es sólo eso, un proyecto.

Yo lo vería, y me perdonan la intromisión en los asuntos ajenos, como una magnífica oportunidad para confrontar a Chávez en su terreno, y en el que precisamente está fallando esta oposición. Yo confrontaría a Chávez en su propuesta de socialismo; yo confrontaría a Chávez en su propuesta de reorganizar el país; yo confrontaría a Chávez en su propuesta de darle un vuelco histórico a la Institución Armada y ponerla al servicio del país; yo confrontaría a Chávez en sus designios inconfesables de establecer una jornada laboral de 6 horas; yo confrontaría a Chávez en sus planes con relación a PDVSA; y en fin, lo confrontaría en su propuesta de reelección continuada.

¿Cómo hacerlo? Muy fácil. Y de esta manera se atraerían el más grande consenso popular que nadie haya podido imaginarse. Hay que ser atrevidos, dar la cara y no esconderse, como hacen los cobardes, detrás de los fustanes de las mujeres. He aquí mi receta:

1. Promover una amplia campaña en todo el país en defensa del capitalismo, que se ha visto lesionado por las arremetidas de Chávez en contra de su baluarte principal: el imperialismo gringo. Contratar a estadounidenses que nos enseñen a difundir las bondades de ese sistema. Eso sí, abstenerse de traer a los poquitos aborígenes que se salvaron de la matanza, ni afrodescendientes, ni pobres, ni lo que ellos llaman “latinos”. Si alguien objeta algo, entonces hay que proponer volver al feudalismo.

2. Presentar la propuesta de transformar a Venezuela en un Estado Libre y Asociado como Puerto Rico. No mejor no, como Hawai. En lugar de estados tendríamos states, y los municipios serán countys (condados). Asi nos ahorraríamos muchos problemas, ¡y lo chic que sería! ¡Viva la Nueva Geometría del Poder”

3. Proponer la eliminación de la Fuerza Armada Bolivariana para transformarla en la Nacional Police. Dejaríamos sin efecto las compras de Sukhoi, de los submarinos, devolveríamos los Kalashnikov y nos quedaríamos sólo con revólveres, chopos, peinillas y rolos. Eso sí, muchas bombas lacrimógenas para dispersar las eventuales manifestaciones de chavistas soñadores de un mundo mejor. No necesitamos armas “defensivas”, porque de la tarea de defender “el suelo sagrado de la patria”, se encargaría la U.S. Army, o cualquier otro cuerpo armado que a bien tenga enviarnos el Imperio.

4. En lugar de una jornada de 6 horas, la propuesta debe ser de dejarnos de pendejadas y eliminar el horario que por lo que parece, es un invento chavista. En lo sucesivo sólo se hablará de una jornada que iría “de sol a sol”. Así, ya no harían falta los relojes para los asalariados con el consiguiente ahorro de dinero, que como todos deben saber, iría a la sacrosanta banca privada.

5. Para confrontar a Chávez en su terreno hay que insistir en que no hay petróleo sino “bitumen”. Quitarnos de encima esa pretensión, pues lo que existe es la “Faja Bituminosa del Orinoco”. PDVSA sería desguañingada y repartida entre la Chevron-Texaco, Esso, Shell, etc. Hay que reservar una buena tajada para Halliburton, la empresa del benemérito vicepresidente imperial Dick Cheney. Los bloques tendrían en lo sucesivo los atractivos nombres de Britney Spears, Angelina Jolie, Victoria Beckham, Madonna y Paris Hilton y no los absurdos e inexplicables de José Antonio Anzoátegui, Manuel Cedeño, José Tadeo Monagas o Manuel Piar.

6. El artículo 230 constitucional, debe reformarse íntegramente y proponer que el nuevo texto sea: “Uh!, Ah!, Chávez vete ya”

De todas maneras, después que hayan resuelto el problema, y ganado abrumadoramente el referéndum aprobatorio, les sugiero contratar a los más eminentes constitucionalistas que jamás haya parido este país, para que redacten otra Constitución que como novedad no sería sometida a ningún referéndum, ni consulta alguna. Así se inauguraría la Sexta República. Entre otros recomiendo a los eximios, sapientes, sesudos y reputados [1] juristas: Allan Randolph Brewer-Carías (a) “Randy”, Hermann Escarrá, Cecilia Sosa, Asdrúbal Aguiar y Gerardo Blyde, bajo la dirección del redactor del “Nuebo Prollekto de Refolma de la Konztitusion”, el eminente filósofo Manuel Rosales, quien tiene años tratando de terminar de leer la vigente Constitución y de lo poco que ha leído no ha entendido ni una ñinguita.

¿Qué les parece? Todo es muy sencillo. Así Chávez tendría, si es que tiene suerte y sale vivo de ésta, la maravillosa oportunidad de irse a las orillas del río Caipe a sembrar yuca y topochos, para complacerlo, porque dizque esos son sus deseos.

Notas:
[1] Ojo: no es una mala palabra.

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12/8/07

Manuel Marulanda: ¿Qué es lo que está pasando en Colombia? ¿Puede Chávez negociar con éxito un acuerdo humanitario?

Omar Montilla

Los antecedentes de Manuel Marulanda

Pedro Antonio Marín Marín, con el alias de Manuel Marulanda Vélez, también conocido como “Tirofijo”, es el máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP). Se dice que Manuel Marulanda nació el 12 de mayo de 1930 (77 años de edad), es el guerrillero más antiguo del mundo. Su muerte, como la de Fidel Castro, ha sido anunciada varias veces, y de su vida poco es lo que se sabe, por lo menos aquí en Venezuela.

Si oyen los calificativos de: secuestrador, asesino, extorsionista, bandido, ladrón, asaltante, narcocultivador y narcotraficante, y para rematar, terrorista, seguramente se están refiriendo a Manuel Marulanda, adjetivos que lo “adornan” por la fama que se ha ganado a través de casi medio siglo de luchas revolucionarias. En Venezuela nunca hemos tenido la oportunidad de hablar directamente con él, de oírlo, sólo nos llega lo que trasmiten las agencias de prensa y los medios de comunicación, generalmente muy interesados en pintarlo tal como ha sido descrito.

Por eso, hablar o escribir de Manuel Marulanda en Venezuela se convierte en un tema bastante difícil, porque inclusive mucha gente de la llamada “izquierda ilustrada” se horroriza sólo con escuchar su nombre. Es de imaginar la suerte que correrán aquellos que se atrevan a disentir de las creencias generalizadas y estereotipadas sobre este personaje. El 14 de mayo pasado, escribí una nota para Aporrea [1] y que luego fue reproducida sin mi autorización por el portal de las FARC bajo el título ¿Qué pretende taparear? [2]. Este detalle fue suficiente para ser fichado por el DAS -el servicio de inteligencia colombiano- como colaborador de esa guerrilla. En esa nota sólo me refería al episodio de dos militares colombianos, que encontraron la muerte en Venezuela en circunstancias misteriosas, cuando ejercían labores de espionaje para el gobierno de su país.

No pretendo hacer un panegírico de Manuel Marulanda, no es mi propósito adularlo o alabarlo; pero es necesario despertar un poco las conciencias dormidas de los venezolanos sobre este personaje que se ha ganado un puesto en la Historia de Colombia; y debería interesarnos el tema de la violencia, que no deja de inquietarnos por la vecindad que tenemos con la situación que vive ese país; y que tarde o temprano, por la misma dinámica de los acontecimientos nos tocará aún más de cerca, porque esa violencia aparentemente incontrolable llegaría a desbordarse, sin control alguno, si es que antes no se encuentran los mecanismos para evitar que eso suceda.

Toda esta historia me hace recordar a la del líder palestino Yasser Arafat, cuyo nombre verdadero era Muhammad Abd ar-Ra'uf Quduwa al-Husayni, más conocido entre su pueblo como Abu Ammar. Arafat fue ultrajado por los sionistas de Israel y por los EE.UU, durante muchos años con los mismos calificativos que hoy se le endilgan a Manuel Marulanda. Posteriormente, en una de esas volteretas, a las que la Historia nos tiene acostumbrados, y que muchos rápidamente olvidan, terminó siendo galardonado en 1994 con el Premio Nobel de la Paz y con el Premio Príncipe de Asturias a la Concordia en ese mismo año, a la par que fue reconocido como el legítimo representante de su pueblo y como máximo exponente de la Autoridad Nacional Palestina.

Quisiera ver las caras de los que hoy rechazan hasta la mención del nombre de Manuel Marulanda, cuando los Estados Unidos, en un futuro cercano no descartable, tenga que entablar conversaciones con las FARC, así como lo está haciendo con el líder libio Muammar Gaddafi, tras haberlo demonizado hasta el cansancio. No se olviden que tras bastidores los EE.UU. también se están acordando con el presidente iraní Mahmud Ahmadinejad, sobre el tema de la energía nuclear, y que negocian también, por el mismo motivo, con el líder coreano Kim Jong Il, otro de los miembros del selecto club del “Eje del Mal”.

La visita a Venezuela de la senadora colombiana Piedad Córdova y sus repercusiones

Recientemente estuvo de visita en nuestro país la senadora colombiana Piedad Córdova, quien públicamente pidió al presidente Chávez que intercediera ante el presidente Uribe, para lograr la concreción de un acuerdo humanitario entre el Gobierno y las FARC, que permita el regreso a sus hogares de centenares, quizá miles, de personas que se encuentran, unos en la condición de prisioneros de esa fuerza guerrillera y otros que lo son del gobierno colombiano. En declaraciones al diario “Últimas Noticias”, entre otras cosas dijo:

“… el hecho de que Venezuela se vea afectada por el conflicto interno de su país le otorga autoridad moral al presidente Chávez "frente a actores del conflicto de las izquierdas para permitir que en una zona se garantice la liberación de los secuestrados y un acuerdo humanitario […] Estoy segura de que el presidente Chávez no tiene nada que ver con la guerrilla de las FARC y del ELN y de que no los auspicia. [Hugo Chávez] entiende la crisis de Colombia como un problema social, mientras que [Álvaro Uribe] lo entiende como un problema militar y considera que el acuerdo humanitario no es la solución […] No son capaces de pensar que tenemos mucha gente secuestrada, que el conflicto ha llegado a niveles insoportables en el país y que esas mismas personas con tanto dinero y tanto poder podrían reunirse también para decir que están de acuerdo con que Venezuela medie para que se dé el acuerdo humanitario".

Posteriormente, en el programa “Aló Presidente”, transmitido el pasado 5 de agosto, la senadora Piedad Córdova, delante del propio presidente Chávez insistió nuevamente en su propuesta y dijo:

“Yo quiero pedirle hoy desde aquí que hable con el presidente Uribe, yo sé que ustedes hablan y que le diga que es necesario en Colombia el acuerdo humanitario y que lo necesitamos”

Concretando la situación colombiana: Observaciones

Planteada la situación en estos términos, queremos hacer las siguientes observaciones:

1. El “conflicto interno”, como califica la derecha a la guerra desatada en Colombia, presupone, por lo menos la existencia de dos polos en pugna: por un lado el gobierno encabezado por el presidente Uribe (y sus aliados paramilitares y el gobierno de los EE.UU), y por otro lado las guerrillas [porque no hay una sola: Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército Popular (FARC-EP); Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Ejército Popular de Liberación (EPL)]. Ninguna de las partes ha logrado en los últimos 50 años, dirimir mediante las armas los problemas derivados de la delicada y tormentosa situación política colombiana.

2. Para la solución de los problemas que se aparejan con cualquier situación bélica -y no estamos hablando del fin del “conflicto”, sino de aspectos coyunturales de la contienda-, se requiere el reconocimiento mutuo de las partes, por lo que resultaría inconveniente la intervención del presidente Chávez si ésta se limita sólo a conversar con el presidente Uribe, para tratar de convencerlo de que es útil y provechoso para Colombia llegar a un acuerdo entre las partes para la liberación de todos los prisioneros, inclusive los secuestrados en los Estados Unidos, como es el caso de Simón Trinidad.

3. Si se acepta la intermediación del presidente Chávez para lograr el anhelado acuerdo humanitario entre las partes “en conflicto”, lógico es pensar que se le permita hablar directamente con Manuel Marulanda, para afrontar cara a cara la situación, es decir, enfrentar el problema como un todo y no en parcelas.

La entrevista entre Manuel Marulanda y Álvaro Leyva

En una conversación que el ex-candidato presidencial colombiano Álvaro Leyva sostuvo con Manuel Marulanda el año pasado [3] y que fue reseñada por la revista “Semana”, se hacía referencia a esta situación que alcanza niveles dramáticos en Colombia. Entre otras cosas se afirmaba que:

“… discutieron largamente sobre los secuestrados que esperan un intercambio humanitario. Esta es quizá la tragedia más desgarradora que está viviendo la sociedad colombiana […] a través del símbolo de Ingrid Betancourt, cuyo secuestro ya cumplió cuatro años (ya son cinco). Tirofijo no ve posibilidad de un intercambio mientras esté el presidente Álvaro Uribe […] "¿Cómo puede haber intercambio si el Presidente ni siquiera reconoce que en Colombia hay un conflicto?", le preguntó Tirofijo a Leyva. Para el guerrillero, no se puede desconocer que las causas del conflicto colombiano son muy anteriores a los ataques terroristas del 11 de septiembre y, por lo tanto, para él, es equivocado enfocar la guerra en Colombia simplemente como una amenaza terrorista.”

No se puede pretender embarcar al presidente Chávez en esta tarea, digámoslo así, si no se involucran todos los actores del conflicto. El mismo Álvaro Leyva, lo diría en la entrevista y así fue reseñado:

“Leyva llegó a la reunión convencido de que la única manera de lograr la paz en el país es involucrando a todo el mundo en el proceso de reconciliación […], un verdadero proceso de paz debe partir de un reconocimiento por parte del Estado de su imposibilidad de resolver el conflicto interno. Para él, esa inacción no sólo ha agudizado la guerra, sino que ha alimentado fenómenos como el paramilitarismo.”

Para llegar a un acuerdo humanitario, que se convertiría en un paso previo para un eventual acuerdo de paz en Colombia, no sólo se deben tomar en cuenta las imposiciones del presidente Uribe, sino hay que discutir y negociar con Manuel Marulanda, porque las FARC también tienen sus proposiciones, y que según la reseña comentada son las siguientes:

“Primero, que las Fuerzas Militares, por medio de oficiales activos, participen en el proceso. Segundo, un reconocimiento del conflicto interno. Tercero, que Estados Unidos tiene que participar. Cuarto, que se tiene que convocar a una asamblea nacional constituyente. Tirofijo insiste en que el gobierno tiene que resolver el tema del paramilitarismo si se quiere llegar a un acuerdo de paz con las FARC.”

¿Cómo conciliar posiciones tan distantes unas de otras? Para entonces, Álvaro Leyva, estaba convencido de que las FARC eran proclives al diálogo, tal como lo reseña la entrevista:

“La reunión con Tirofijo fue el epílogo de un proceso que había comenzado seis meses antes, cuando varios de los familiares de los secuestrados le pidieron a Leyva que interviniera ante el gobierno y las FARC para que ayudara a empujar un tema que nadie había podido mover: el intercambio humanitario.”

La paz en Colombia es un deseo generalizado entre la población de ese país, que ante la imposibilidad de encontrar mecanismos de participación democrática, opta por abstenerse masivamente en los procesos electorales, o simplemente ignorar la existencia de los mismos. Álvaro Leyva, reconocido en Colombia, y con conocimiento de la causa en la que estaba interviniendo, no logró mayores avances; al contrario, vista la terquedad del presidente Uribe en ceder un ápice en su posición intransigente, lo que logró fue cerrarse a todo tipo de acuerdos con las FARC, y como se reportó en la entrevista tantas veces citada:

“Fue entonces cuando Leyva decidió buscar una cita con Raúl Reyes, uno de los miembros del Secretariado de las FARC, para abordar el tema del intercambio humanitario. A finales de noviembre, Leyva […] se entrevistó con el guerrillero. En forma categórica, le dijo a Leyva que "no habrá intercambio mientras Álvaro Uribe sea Presidente de la República".

Difícilmente esta iniciativa, de no enmarcarse dentro de las líneas gruesas de la situación colombiana, pueda tener éxito. Los Estados Unidos, quienes son el soporte económico y militar del gobierno de Uribe a través del llamado “Plan Colombia”, no sólo no estarían de acuerdo con dar por concluida la guerra en Colombia, sino que tratan de agudizarla. A los gringos no les conviene, por ahora, amainar los niveles de crispación que ha alcanzado el conflicto, sino que al contrario lo exacerban, lo hacen más difícil. De este modo logran alcanzar dos de sus objetivos fundamentales que son, por un lado mantener “a raya” a las fuerzas sociales y populares que en Colombia quieren un cambio y por el otro, mantener viva la “espada de Damocles” que siempre está amenazando a Venezuela y a los países limítrofes, llegando al caso concreto de agresiones directas, tal como se ha evidenciado con las fumigaciones aéreas en la frontera colombo-ecuatoriana, con un agente químico llamado glifosato, que es un herbicida altamente nocivo para la salud humana por su “toxicidad, efectos cancerígenos y reproductivos, acción mutagénica y contaminación de alimentos”, así como muy dañino para los cultivos de los campesinos. [4]

¿Que hacer para alcanzar la paz?

Si Colombia como un todo, quiere la paz, debe encontrar la forma de terminar con la guerra, y lo digo a riesgo de ser calificado de perogrullesco [5]. Y esa premisa pasa por reconocer que hay un conflicto en el que intervienen las partes beligerantes, y que esa contienda no puede cesar si no se negocia. Así ha pasado en Irlanda del Norte y así pasó en Vietnam. Cuando no existe la voluntad suficiente para negociar, pasa lo que está ocurriendo en Palestina, en el País Vasco, en Irak, en Somalia, en Afganistán.

Por otra parte, Venezuela como un todo, que también sufre las consecuencias del “conflicto interno” de Colombia, como país en donde se practica la democracia participativa y protagónica, demanda estar informado de lo que está pasando en el país vecino. Ya estamos atosigados y cansados con el monólogo uribista, tenemos que oír las razones de las FARC, tenemos que saber lo que opina su líder Manuel Marulanda. Esa opinión la debemos oír directamente, en Venezuela y por radio y televisión, sin intermediarios.

No debemos aceptar la satanización de las FARC, queremos saber lo que piensan, porque todo lo que de Colombia sale, de la parte que sea, viene con un tratamiento sesgado, tendencioso, desequilibrado y parcializado por parte de los medios de comunicación. No debemos aceptar que un gobierno como el del presidente Uribe, que se ha mantenido en el poder a base de arbitrariedades; que tiene garantizada su supervivencia gracias al soporte militar y económico de los Estados Unidos; que aterroriza al pueblo colombiano con sangre y fuego; que ha surgido de un escandaloso fraude electoral y que ha hecho de la cocaína, de la heroína y de la marihuana una de las principales fuentes de ingresos del país, pretenda imponer a Venezuela una política exterior acorde con sus intereses, que no son los nuestros. El escándalo de la llamada "narco-para-política", es apenas uno de los elementos que demuestran los nexos del uribismo con el mundo de la droga y del paramilitarismo, lo cual junto a las alianzas que ha logrado consolidar, ha hecho posible la supervivencia de ese gobierno, que ha sumido a Colombia en una de las peores crisis morales y políticas de su Historia.

Por eso, no sería nada malo que Manuel Marulanda o “Tirofijo”, o como se llame, venga con nosotros y nos diga su versión de lo que está pasando en Colombia, que nos diga si juzga positivo el acuerdo humanitario para la liberación de todos los prisioneros (de ambos bandos) como paso inicial para lograr el gran acuerdo que termine con la guerra o el “conflicto interno” de su país.

Esta comparecencia de Manuel Marulanda no sólo es necesaria, sino conveniente, porque durante años sólo nos ha llegado la versión unilateral de la derecha colombiana y del gobierno de los Estados Unidos; y es hora de romper ese cerco mediático que no nos permite discernir con claridad sobre la posición que debe tomar nuestro Gobierno y nuestro país como un todo, en una situación que nos concierne porque los factores que intervienen en el conflicto interno o guerra declarada de Colombia, se han tomado la libertad de usar nuestro territorio para mutuamente “ajustarse las cuentas” por asuntos que tienen pendientes entre sí.

Probabilidades de éxito en una mediación de paz en Colombia

Francamente son muy escasas. En el año 2004, el entonces presidente de México Vicente Fox:

“…ofreció a su país como garante de un eventual proceso de negociación con el grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda organización insurgente más grande de Colombia, después de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC). Fox hizo público el apoyo de México el 30 de mayo en una conferencia de prensa en Los Pinos, en el marco de la cumbre euro-latinoamericana realizada en Guadalajara. Poco antes el presidente Álvaro Uribe Vélez instó al ELN a cesar las hostilidades, e iniciar diálogos con verificación internacional.[6] Esas gestiones no tuvieron éxito.

Ni siquiera Fidel Castro, con todo el peso político que tenía y tiene, pudo lograr progreso alguno. El 11 de agosto del 2006, Uribe se mostraba tan “entusiasmado” que invito a Fidel Castro a visitar a Colombia:

“… según informó la canciller colombiana, Carolina Barco [quien] se encuentra en La Habana desde el viernes en el marco de una visita oficial de dos días para agradecer al Gobierno cubano el apoyo que brindó en las negociaciones entre el Gobierno de su país y el grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN). "Fue una entrevista realmente maravillosa. La expresión de la relación tan especial que existe entre nuestros presidentes, entre nuestros países […] Asimismo, indicó que Uribe y Castro se intercambiaron invitaciones para visitar Colombia y Cuba. Al referirse a las negociaciones de paz con el ELN, Barco expresó que el apoyo dado por Cuba ha creado un "entorno que nos ha permitido avanzar". Agregó que para mayo próximo está prevista otra reunión entre el alto comisionado para la paz de Colombia, Luis Carlos Restrepo, y miembros del grupo guerrillero […] El comisionado de paz colombiano mantuvo diálogos con los comandantes del ELN, Antonio García y Francisco Galán, entre el 17 y 24 de febrero en Cuba. Como resultado de esas negociaciones el Gobierno de Uribe reconoció como actor político a los representantes del ELN, la segunda mayor guerrilla de Colombia, y suspendió los pedidos de captura contra algunos de sus máximos líderes. Las partes se comprometieron a crear un "mecanismo alterno" para tratar temas sensibles y darle estabilidad a las conversaciones "exploratorias" de camino a un proceso de paz en Colombia. [7]

Mientras estas muestras de cordialidad eran más que evidentes, tras bambalinas las fuerzas que siempre han estado contra las posibilidades de alcanzar algún acuerdo de paz, se movían subrepticiamente para boicotear los acuerdos alcanzados. Al día de hoy, a pesar de todas las manifestaciones de “cordura” por parte de los representantes del ELN, han hecho posible un acuerdo sobre puntos específicos. Es más que evidente que esas negociaciones entre el gobierno colombiano y el ELN han entrado en “un punto muerto” [8], y según las últimas informaciones a que hemos tenido acceso, indican nuevamente que:

”La sexta ronda de diálogos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el gobierno del presidente Álvaro Uribe, finalizó sin alcanzar consensos para suscribir un Acuerdo Base que permita lograr la paz en Colombia. Así lo informó el ELN en una nota divulgada este miércoles en su informativo electrónico Revista Insurrección, en la que explicaron que esta nueva etapa de negociaciones culminó en un "ambiente de dificultades". [9]

Si el gobierno colombiano no ha sido capaz de sentar las bases de un acuerdo con la guerrilla del ELN en un proceso que lleva años, que se ha movido por diversas capitales del mundo, donde han intervenido muchos protagonistas, es de imaginarse las dificultades que encontraría el presidente Chávez en una eventual misión ante las FARC, porque al parecer lo que quiere la derecha colombiana es esperar que los rehenes o prisioneros de ambos bandos se pudran en las cárceles o en la selva, que las fuerzas combatientes queden diezmadas, que se haga imposible cualquier negociación, así sea eventual o parcial como el que está propuesto para lograr ese acuerdo humanitario que permita, al menos que centenares de personas puedan volver a sus hogares.

Conclusión

La situación en Colombia es muy compleja, pero con el presidente Chávez no disponemos de antecedentes para juzgar sus actuaciones. Si se mostró proclive a ciertas gestiones, es porque algo ha atisbado, algo ha vislumbrado, porque como dice mi tía Isabel, Chávez “no da puntada sin dedal”

NOTAS:

[1] Aporrea: “Uribe interviene en Venezuela ¿Qué pretende taparear?
http://www.aporrea.org/tiburon/a34644.html

[2] FARC-EP: ¿Qué pretende taparear?:
http://www.farcep.org/?node=2,2906,1

[3] “Tres días con Tirofijo”, entrevista con Álvaro Leyva, publicada en la revista “Semana”, el 26-02-2006, y que ha sido reproducida en:
http://www.derechos.org/nizkor/colombia/doc/paz/farc8.html

[4] “Toxicología del Glifosato: Riesgos para la salud humana”, por Jorge Kaczewer, en Eco-Portal.net:
http://www.ecoportal.net/contenido/temas_especiales/salud/toxicologia_del_glifosato_riesgos_para_la_salud_humana

[5] Verdades de Perogrullo, perogrullesco: Verdad o certeza que, por notoriamente sabida, es necedad o simpleza el decirla (Drae)

[6] “La guerrilla guevarista del ELN acepta oferta de Vicente Fox”
http://www.seguridadydemocracia.org/news_desc.asp?s_year=2004&s_news_id=65

[7] “Uribe invita a Castro a visitar Bogotá en agradecimiento a su colaboración en la negociación con el ELN”
http://www.lukor.com/not-mun/america/0604/01203430.htm

[8] Centro de Estudios Estratégicos. Eduardo Mackenzie: “ELN-Gobierno de Uribe: ¿Hacia donde va la negociación?:
http://www.gees.org/articulo/3396

[9] Radio Nacional de Venezuela: “Sin acuerdos termina ronda de diálogo entre ELN y gobierno colombiano”
http://www.rnv.gov.ve/noticias/index.php?act=ST&f=3&t=50101


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9/8/07

¿Qué haremos para salir de Chávez, Dios mío!, exclamó angustiado el Diablo

Omar Montilla

Los escenarios para ahogar a la revolución bolivariana están planteados. Esta decisión imperial no es un hecho aislado ni nuevo, sino que forma parte de un plan global de agresiones que fue diseñado hace mucho tiempo. En efecto, este plan ya venía siendo “redondeado” antes de la elección del propio Bush, pero su expresión concreta se fue materializando antes de que ocurrieran los atentados del 11 de septiembre.

Ese plan, que fue bautizado con el nombre de “Matriz de Ataque Mundial” [1], tenía como objetivo central recuperar para los Estados Unidos el protagonismo en el mundo, ante el evidente declive del Imperio, vistas las expresiones que se venían presentando y que ponían en peligro los intereses de los Estados Unidos. Como la crisis energética era inevitable, se imponía la “contención” de aquellos gobiernos que políticamente eran hostiles a los Estados Unidos, y que coincidencialmente tenían el control de una porción muy considerable de la producción petrolera, y lo más grave, sobre cuantiosas reservas hidrocarburíferas. En esa geografía del horror se encontraban 3 países: Irak, Irán y Venezuela.

Ya sabemos lo que pasó con Irak: se aseguró que había armas de destrucción masiva, que existían cohetes intercontinentales tan poderosos que podían atacar al Reino Unido, que Saddam Hussein tenía planes bélicos contra todos sus vecinos, que había un arsenal de armas bacteriológicas, que Osama bin Laden tenía mucha influencia en el gobierno irakí. Ninguna de estas acusaciones fueron probadas, ni antes ni después de la invasión, pero sirvieron de pretexto para la agresión. Con la invasión a Irak se consumó uno de los objetivos: la agresión militar

Actualmente los Estados Unidos libran guerras abiertas en Irak y Afganistán. Están planeando incursiones aéreas sobre ciertas zonas de Pakistán que son limítrofes con Afganistán. Están apoyando al gobierno de Somalia en su lucha con la guerrilla musulmana y al de Israel y el Líbano contra los combatientes de Hamas y Hezbolá. En todas estas guerras el prestigio estadounidense ha sido seriamente puesto en duda ante los resultados catastróficos que han tenido, sobretodo en Irak y Líbano.

En este particular, y según lo apuntan expertos, entre ellos el investigador canadiense Michel Chossudovsky [2] este escenario no estaría planteado en lo inmediato para Venezuela, pues una invasión resultaría en un fiasco superior al de Irak, con repercusiones internacionales incalculables y con perspectivas del encarecimiento del petróleo a niveles insospechados. En palabras del presidente Chávez: “Nosotros queremos ayudar al pueblo de Estados Unidos, ahora si se vienen contra nosotros los acorazados, las orlas de combatientes inteligentes, como llaman, las bombas, los marines y todo esto, pues, olvídense del petróleo. No habrá petróleo ni para Venezuela ni para el continente ni para nadie. El barril pudiera llegar a 200 dólares facilito, de un día para otro”.

En lo inmediato se vislumbra, otra forma de la guerra que es la económica, porque ya tienen la experiencia del fracaso estruendoso del golpe de estado del 2002. El profesor Chossudovsky, ha asegurado que así como los Estados Unidos propiciaron “… la caída de las economías de los llamados tigres asiáticos (Japón, Tailandia e Indonesia), la potencia norteamericana lo intentará con Venezuela a través de la especulación con la moneda [por lo que] propuso seguir el ejemplo de Malasia, que fue el único país que resistió los ataques financieros ejerciendo el control de cambio […] El conocimiento del mercado cambiario internacional, tanto de las experiencias de Argentina y Brasil, es fundamental para no replicar los errores. Había cierta ilusión de estabilidad cambiaria.”

Como una fuga descontrolada de divisas nos haría vulnerables ante el Imperio, el profesor Michel Chossudovsky recomienda “… mantener el control de cambio". […] la guerra es otra manera que tiene EEUU de imponer el neoliberalismo, [aunque] el estadounidense es un "capitalismo loco".

La guerra mediática continúa, no ha cesado. Se ha informado recientemente que “El gobierno estadounidense de George W. Bush pidió al Congreso dinero para que la emisora de radio y televisión oficial Voz de América "mejore sus transmisiones de noticias" hacia Venezuela, con cuyo gobierno está enzarzado en una fuerte controversia política y diplomática. La medida responde al parecer a las transmisiones de Telesur, una cadena de televisión internacional del Estado venezolano en sociedad con Argentina, Cuba y Uruguay, que intenta constituirse en una réplica regional de la señal árabe Al Jazeera, a fin de brindar "un punto de vista del Sur sobre los problemas latinoamericanos"[3]. Seguidamente se ha denunciado el financiamiento de viajes de periodistas a los Estados Unidos patrocinados por el gobierno estadounidense, con el claro propósito de inducir a crear una matriz de opinión adversa al proceso de cambios que vive nuestro país. En este campo ha sido notorio el fracaso de la derecha venezolana, sumisa y fiel al imperio, cuyos resultados están a la vista. El daño mayor se ha causado en el ámbito internacional, donde las cadenas de televisión, agencias de prensa y demás medios, están firmemente controlados por el aparato de propaganda de los Estados Unidos.

El cuarto campo de acción es el diplomático. A pesar de la gran influencia que tiene la potencia económica más temible que jamás haya existido, en las confrontaciones abiertas que nuestro país ha tenido con el Imperio, los resultados han sido interesantes: Los Estados Unidos no pudieron imponer su candidato (Guatemala) como representante no permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, donde Venezuela jugó un papel histórico, y allí finalmente se acordó el candidato de un tercer país (Panamá), desbaratándose así todas las operaciones imperiales que quedaron al descubierto en la escena internacional. La segunda confrontación fue en Mar del Plata, cuando fue derrotada abiertamente la propuesta del ALCA, la cual fue definitivamente enterrada ante el rechazo de los países del Mercosur.

Todos los intentos de aislar diplomáticamente a Venezuela en América Latina y en el mundo, han terminado en estruendosos fracasos. La prueba más evidente ha sido la visita del presidente Chávez a Argentina, Uruguay, Bolivia y Ecuador.

Notas

[1] Para mayores informaciones sobre las implicaciones en Venezuela de esta “teoría” de “Matriz de Ataque Mundial”, pueden consultar las siguientes publicaciones:
a. “La evidencia está en los documentos: la CIA estuvo involucrada en el golpe de Estado contra el presidente Chávez”
http://www.venezuelafoia.info/evaespanol.html
b. Soberanía: “Fracaso del operativo en Venezuela”
http://www.soberania.org/Articulos/articulo_015.htm

[2] Michel Chossudovsky: "EEUU atacará finanzas de Venezuela"
http://www.aporrea.org/actualidad/n99162.html

[3] IPS: “Tambores de guerra, pero por ondas”. Humberto Márquez
http://ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=36575

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7/8/07

Los efectos de un eventual reformateo del Panteón Nacional: ¿Podría estar allí Manuel Piar?

Omar Montilla

Ante la gran cantidad de comentarios que provocó mi artículo Presidente Chávez: Hay que reformatear al Panteón Nacional [1], al punto que se han escrito artículos y he recibido muchas cartas expresándose en torno al tema planteado, me atrevo a plantear el asunto nuevamente en los siguientes términos:

En el Panteón Nacional [2] se encuentran elevados a la categoría de héroes, mártires y de esclarecidos ciudadanos, personas que no guardan ese perfil, y que están allí porque alguien o algunos utilizaron métodos poco “ortodoxos” para incluirlos entre los venezolanos más meritorios que han existido, lo cual trae consigo una “devaluación” de la categoría del resto de los verdaderamente distinguidos compatriotas que allí moran.

Que en una indignante y humillante “cola” se encuentran ciudadanos venezolanos que tan meritorios y relevantes servicios han prestado a la Patria, como el sabio José Francisco Torrealba; los poetas Pío Tamayo y Aquiles Nazoa, el eminente zuliano Jesús Enrique Lossada y maestros e intelectuales ejemplares como Egidio Montesinos, Cecilio Zubillaga Perera (Don Chío) e Ildefonso Riera Aguinagalde

¿Puede algún enjundioso historiador, de esos que se encuentran en la Academia de la Historia, explicar las razones por las cuales han sido segregados, excluidos, apartados o marginados José Félix Rivas, Manuel Gual y José María España? ¿Hasta cuándo van a estar en este limbo oprobioso estos héroes nacionales?

Lo mismo sucede con las mujeres: Están los casos de la guerrera indígena Ana Soto, llamada también Anasolí [3]; perteneciente la etnia gayón -que para variar fue extinguida por los españoles-; de Ana María Campos, Juana Ramírez “La Avanzadora” y Josefa Joaquina Sánchez, la esposa de José María España, quien elaboró la bandera de la insurrección que se estaba preparando en lo que hoy es el Estado Vargas. Definitivamente, el Panteón Nacional es un monumento al machismo.

Entre los expresidentes de Venezuela es notoria la ausencia de Isaías Medina Angarita, eternamente vetado por los adecos. ¿Vamos a seguir apoyando al CEN de AD en esta patraña y apoyando las decisiones de Rómulo Betancourt?

Pero donde se la ha ido la mano a quienes tienen en sus manos el poder para decidir quién entra o no al Panteón Nacional, es con el Dr. José Gregorio Hernández. El gran delito de “El Siervo de Dios” es de haber sido un eminente médico y ciudadano ejemplar, por lo que ha sido mantenido al margen de la canonización por la jerarquía vaticana, por sus sospechosos vínculos con las clases humildes, donde es venerado, respetado y a quien le confían las más difíciles enfermedades e intervenciones quirúrgicas. Como agnóstico [4], no estoy en capacidad de discutir estas creencias populares, pero rechazo el “boicot” del Vaticano, donde tuvo su mano peluda el cardenal Rosalio Castillo Lara, al cual se ha unido el olvido de sus propios compatriotas. Se ha llegado a considerar al beato José Gregorio, como una especie de proto-chavista, por lo que cada día se hace más sospechoso.

Hay otro caso, que es muy polémico: ¿Merece estar Manuel Piar en el Panteón Nacional? Si bien fue un distinguido prócer militar que se cubrió de gloria en los campos de Oriente y Guayana, su actitud política divisionista motivó su fusilamiento a instancias del propio Bolívar, en un Consejo de Guerra presidido por el general Carlos Soublette. No me voy a pronunciar, sino que lo dejo como un tema de discusión.

Hay un nombre que debería ser considerado en el inevitable reformateo que debe hacerse en el Panteón Nacional: Alí Primera, el cantor del pueblo venezolano. ¿Qué les parece?

Notas

[1] “Presidente Chávez: Hay que reformatear el Panteón Nacional”, artículo publicado en Aporrea http://www.aporrea.org/actualidad/a39255.html y en mi blog, “La Página de Omar Montilla”:
http://lapaginademontilla.blogspot.com/

[2] Para la información de mis lectores les suministro la lista en orden alfabético –sujeta a modificaciones- de las personas cuyos restos reposan en el:
Panteón Nacional
1. Acosta, Cecilio
2. Álamo, José Ángel
3. Alcántara, Francisco de Paula
4. Alfaro, Demetrio
5. Alvarado, Lisandro
6. Andueza Palacios, Raimundo
7. Anzoátegui, José Antonio [*]
8. Aranda, Francisco
9. Arismendi, Juan Bautista
10. Aristeguieta, Jesús María
11. Arvelo, Carlos
12. Arvelo, Rafael
13. Avendaño, Francisco de Paula
14. Baralt, Rafael María
15. Barceló, José Miguel
16. Bárcenas, Pedro
17. Barret de Nazario, Víctor
18. Bello, Andrés [*]
19. Belouche, Renato
20. Bermúdez Cousin, Pedro
21. Bermúdez, José Francisco
22. Blanco Fombona, Rufino
23. Blanco, Andrés Eloy
24. Blanco, José Félix
25. Blanco, Manuel
26. Bolívar, Simón
27. Bracho, Miguel
28. Briceño Iragorry, Mario
29. Briceño y Briceño, Domingo
30. Briceño, Justo
31. Brión, Luis
32. Bruzual, Blas
33. Bruzual, Manuel Ezequiel
34. Bustillos, Lorenzo
35. Cáceres de Arismendi, Luisa
36. Carabaño y Aponte, Francisco
37. Carreño, Teresa
38. Carrillo, José de la Cruz
39. Carrillo Guerra, Juan Bautista
40. Castelli, Carlo Luigi
41. Castro, Cipriano
42. Cedeño, Manuel
43. Chirinos, José Leonardo [*]
44. Clemente y Palacios, Lino de
45. Codazzi, Agustín
46. Colmenárez, Juan Fermín
47. Conde, Juan José
48. De la Parra, Teresa
49. Del Castillo, Juan Francisco
50. Delgado Correa, José María
51. Echandía, Manuel María
52. Falcón, Juan Crisóstomo
53. Febres Cordero, León
54. Fernández, Carmelo
55. Figueredo, Fernando
56. Fortique, Alejo
57. Gallegos, Rómulo [*]
58. Garcés, Juan
59. García, José María
60. García, Valentín
61. Gil, Miguel
62. Gómez, Francisco Esteban
63. González, José de Jesús [“El Agachao”]
64. Green, Thomas
65. Guaicaipuro [*]
66. Guevara, Manuel María
67. Guzmán Blanco, Antonio
68. Guzmán, Antonio Leocadio
69. Heres, Tomás de
70. Hurtado, Francisco
71. Ibarra y Herrera, Francisco de
72. Ibarra, Andrés
73. Ibarra, Diego
74. Ibarra, Francisco
75. Infante, Juan Domingo
76. Jiménez, Florencio
77. Lander, Tomás
78. Lanz, José Prudencio
79. Lara, Juan Jacinto
80. Lazo Martí, Francisco
81. Level, Andrés Olimpo
82. Linares Alcántara, Francisco
83. Machado, José Tomás
84. Marcano Echenique, Vicente
85. Mariño, Santiago
86. Méndez, Ramón Ignacio
87. Michelena, Arturo
88. Michelena, Carlos Diego
89. Michelena, Guillermo
90. Mier y Terán, Joaquín de [*]
91. Minchin, Charles
92. Miranda, Francisco de [*]
93. Monagas, José Gregorio
94. Monagas, José Tadeo
95. Montilla, Mariano
96. Monzón h, Juan de Dios
97. Monzón, Juan de Dios
98. Morán, José Trinidad
99. Navarro, Bolet
100. Núñez Matos, Carlos
101. O’Leary, Daniel Florencio
102. Ojeda Muñiz, Manuel
103. Páez, José Antonio
104. Parejo, Francisco Vicente
105. Peña, Miguel
106. Peñalver, Fernando de
107. Pérez Bonalde, Juan Antonio
108. Piñango, Judas Tadeo
109. Pulido, José Ignacio
110. Ramos, José Luis
111. Rangel, Rafael
112. Razetti, Luis
113. Revenga, José Rafael
114. Rísquez, Francisco Antonio
115. Rodríguez, Pedro
116. Rodríguez, Simón
117. Rojas, Arístides
118. Rojas, Cristóbal
119. Rondón, Juan José
120. Salom, Bartolomé
121. Sanabria, Tomás José
122. Sanojo, Luis
123. Silva, José Laurencio
124. Sotillo, Juan Antonio
125. Soublette, Carlos
126. Sucre, Antonio José de [*]
127. Toro, Fermín
128. Torres, Pedro León
129. Tovar y Tovar, Martín
130. Unda, José Vicente de
131. Urbaneja Alayon, Diego Bautista
132. Urbaneja Sturdy, Diego Bautista
133. Urdaneta Vargas, Adolfo
134. Urdaneta, Rafael
135. Urrutia, Wenceslao
136. Uslar, Johann
137. Vargas, José María
138. Veroes, José Joaquín
139. Von Lützow, Heinrich [Henrique Luzzon]
140. Yépez, José Ramón
141. Zárraga, José Miguel
[*] Sólo placas conmemorativas

[3] Véase la reseña publicada en Aporrea:
http://www.aporrea.org/actualidad/a39361.html

[4] Según el DRAE, el agnosticismo es una “Actitud filosófica que declara inaccesible al entendimiento humano todo conocimiento de lo divino y de lo que trasciende la experiencia.

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5/8/07

¿Necesitamos de tantos filósofos, pensadores y teóricos extranjeros para hacer la Revolución en Venezuela?

Omar Montilla

Les puedo asegurar que en todo este tiempo que llevo militando en la causa de las ideas revolucionarias, y que son bastantes años por cierto, le leído, oído, escrito, comentado, conversado, analizado, debatido, etc., sobre tanta literatura para hacer la revolución, que francamente yo mismo me maravillo. En mi biblioteca están celosamente guardados y cuidados, libros de Karl Marx, Friedrich Engels, Vladimir Ilich Lenin, Josif Stalin, Mao Tse Tung. Están también muchos libros de autores tan sapientes y queridos por mí como León Trotsky, José Carlos Mariátegui, Antonio Gramsci, Rosa Luxemburgo y Karl Liebnecht.

No podían faltar los libros de F. Konstantinov, entre ellos “Los Fundamentos de la Filosofía marxista-leninista”. Se recuerdan ustedes, sobre todos los más avanzaditos en edad de todos aquellos manuales que nos llegaban de la Academia de Ciencias de la URSS, que entre otras cosas nos decían: “La filosofía marxista-leninista arranca del reconocimiento de la existencia de la realidad objetiva, de la materia en eterno movimiento y desarrollo. ¿Qué es, pues, la materia y cuáles son sus formas principales de existencia?”, etc., etc. Les aseguro que tengo un tremendo “puñal” sobre el concepto de materia.

No podía faltar un francés. Entre tantos y tantos camaradas meritorios me decido por Roger Garaudy, doctor de filosofía en La Sorbona y de la Universidad de Moscú con su tesis “Théorie matérialiste de la consciente”. Fue durante muchos años director del Centro de Estudios e Investigaciones Marxistas y considerado como el más relevante ideólogo marxista francés, sobre todo a partir de sus intentos de establecer contacto y conciliación de su doctrina con el humanismo cristiano, con cuyos mas calificados y relevantes exponentes, mantuvo diálogos públicos en diferentes ocasiones. En 1970 culminó la divergencia de su reformismo ideológico con el Partido Comunista Francés, que le valió la expulsión del mismo, y en 1981 se presentó como “independiente” a las elecciones presidenciales.

El camarada Garaudy ha publicado muchos libros sobre la revolución y el marxismo en general: “Les sources françaises du socialisme scientifique” (1948), “La liberté” (1955), “Perspectives de l'homme” (1959), “Dieu est mort: étude sur Hegel” (1962), “D'un réalisme sans rivages” (1963), “Karl Marx” (1964), “De l'anathème au dialogue” (1965), “Marxisme du XXe. Siècle” (1966), “La pensée de Hegel” (1966), “Peut-on être communiste aujourd'hui?” (1968), “Le projet espérance” (1976), “Mon tour de siècle en solitaire” (Memorias, 1989), “Integrismes” (1990), etc. Es tanto lo que ha escrito Garaudy, que deberíamos pasar varios años estudiándolo para concluir que no nos hace falta para nada, que fue tan prolijo al escribir, que se le fundieron los tapones y que finalmente se peleó con los mismos camaradas con los que, supuestamente, tenía que hacer la revolución en Francia.

Yo les aseguro, que si fuera por mi formación teórica, ideológica y la modesta práctica que tengo, debería haber avizorado el 4 de febrero y me hubiera embarcado de alguna manera en esa “aventura”. Yo debería, y como yo millares de venezolanos que nos formamos ideológicamente en el marxismo-leninismo, haber estado presentes y no expectantes, en los sucesos del 27 y 28 de febrero y siguientes para conducir a ese pueblo inerme e indefenso -de armas y de ideas- a la victoria.

Fue tal el despelote ideológico que padecimos en Venezuela, que muchos “marxistas” y “revolucionarios” se convirtieron en los primeros críticos de los sucesos del 89 y del 92 y hoy los vemos, a esos supremos pontífices, ponerse al lado de los más oscuros intereses de la antipatria para combatir a Chávez y decirle que es un bruto y que como ignorante, no sabe nada de nada. ¿De qué les sirvió tanto marxismo y tanto leninismo a Pompeyo Márquez y a Teodoro Petkoff? ¿Para convertirse en renegados y traidores? Y ellos no están solos, y sí muy mal acompañados. Si examináramos detalladamente la conducta personal y política de la mayoría de los integrantes del Comité Central del PCV de los años sesenta, para poner un parámetro, yo he sacado la conclusión de que hay que agradecerle al buen Dios no haber hecho posible esos sueños que teníamos entonces, porque la torta que hubiéramos puesto hubiera sido mayúscula. Ni que hablar de los integrantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Las maromas de muchos de estos camaradas causan asombro por lo espectacular de los cambios que experimentaron.

Por ahí andan, en Venezuela y Latinoamérica muchos camaradas con una actitud que a mí me ha causado asombro. Los invito a repasar la literatura de ciertos comunistas peruanos que alaban al camarada Gonzalo, que andan con Trotzky y Mao en el hombro, y esta carga es tan pesada que no les permite pensar, ni menos actuar. Son tan revolucionarios y contestatarios que publican en sus páginas Web fotos pornográficas para combatir al sistema capitalista. En Venezuela le recriminan a Chávez que no es marxista, ni leninista, ni trotskista, ni maoísta, sino todo lo contrario. ¿Para qué nos vamos a echar al lomo tan pesada carga ideológica, que pudiera no servir para nada, al contrario, nos pudiera estorbar?

No me vayan a mal interpretar: no me vengan a decir que quiero quemar todos esos libros, ¡no!, ¡definitivamente no! Por lo menos los míos los tengo ahí, me traen tantos recuerdos, los hojeo, leo algunas cosas, les limpio el polvo. Cuando tengo visitas mis amigos se asombran de su profusión y me creen un gran ideólogo, casi un sabio. Nada más.

La formación teórica puede, en algunos casos, alumbrarnos el camino, pero las ganas de emprender la marcha viene motivada por otras razones: La voluntad, la integridad, el coraje, el optimismo, el ardor en la lucha, la perseverancia, la lealtad, la fe, son virtudes de un revolucionario que no se aprenden en los libros, las traemos de nuestras familias, de nuestro ambiente, de lo más profundo de nuestras conciencias.

Ningún libro nos dice cómo hacer una revolución, pues como dijo Antonio Machado, “se hace camino al andar”. Son buenos consejeros, nos ayudan a aclarar cosas, a rectificar en algunas decisiones, a perseverar en otros campos. Nada más. Por eso, arrecharse con Chávez porque no es marxista y demás “istas”, me parece una soberana estupidez. Dejen a Marx tranquilo, que descanse en paz. Ni Heinz Dieterich ni siquiera Marta Harnecker, por más solidaria que ha sido, nos van a enseñar a hacer la revolución. Mejor, quedémonos con Bolívar, ese incomprendido de Marx, que nos enseñaba a creer en los poderes creadores del pueblo, en su sabiduría. Rescatemos a Simón Rodríguez, a Pío Tamayo, a Salvador de la Plaza, pensadores criollos y nuestros, que dieron ejemplo vivo de lo que es el amor a la patria, que comieron un buen sancocho de res, hayacas, o pabellón con barandas; que se deleitaron con acemitas tocuyanas, con la torta melosa o la bejarana y con el “juansabroso”. Estoy seguro que jamás se les habría ocurrido deleitarse engullendo un una sopa de coles con un trozo de pan con tocino y apurando un vaso de vodka.

Un día de estos les hablaré de la cómica que pusieron los comunistas italianos, que arrancaron con el “eurocomunismo”, siguieron con el “compromiso histórico” con la Democracia Cristiana y terminaron en los brazos de la derecha. Muchos de ellos, tan revolucionarios que son como Massimo D’Alema [*], detestan “cordialmente” a Chávez y apoyan a Bush manteniendo, todavía, tropas en Afganistán; y van a visitar a Alan García en el Perú, pasando de largo sin detenerse en Caracas. Esos, han ido de más a menos. ¿Qué ejemplo nos pueden dar?

Mientras los ilustres pensadores marxistas, leninistas, trotskistas, maoístas, por una parte, y por la otra los que han dado volteretas dignas de trapecistas de circo, se siguen rebanando los sesos para explicarse qué está pasando en Venezuela con su revolución. En tanto aquí, en Venezuela Hugo Chávez y su pueblo la está haciendo, como debe ser: de menos a más, ensayando y errando; corrigiendo y marchando sin mirar al retrovisor. Eso sí, con el más grande apoyo popular que jamás líder alguno haya tenido en este continente, y quién sabe en dónde más.

Nota:
[*] Massimo D'Alema, ex primer ministro, presidente del partido Democrático de Izquierda, y actual ministro de Asuntos Exteriores de Italia. Junto con el “reformista” Achile Occhetto figuró en el grupo de dirigentes que suscribieron el 12 de noviembre de 1989 (tres días después de la caída del Muro de Berlín) la proposición de cambiar el nombre y el símbolo del PCI, y promover una "nueva fuerza política" de la "izquierda progresista", una nueva izquierda, en un esfuerzo de imaginación ideológica que excluyera tanto la definición de comunista como la de socialista.
Al proyecto se sumaron el sector “de izquierda” representada por Pietro Ingrao, “y que” estaba de acuerdo con una "renovación" más que una "transformación", manteniendo el nombre y los símbolos- y un ala derecha -la de Giorgio Napolitano, actual presidente de Italia, partidario del ingreso en la Internacional Socialista. Otros comunistas entre los cuales se encontraban Sergio Gavarini y Fausto Bertinotti, fundaron el Partido de la Refundación Comunista (PRC), con la voluntad de mantener la doctrina que, entre otros D’Alema, daban por muerta, tal como se los decía Francis Fukuyama.


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Comentario de una lectora
Omar: Yo leo tus artículos, soy de todo lo que indicas, pero tú tienes la razón en todo. Nuestra Revolución es única no es la vivida por otros. Yo soy una mujer de a pie, de esas personas que llevaron a miles de hombres y mujeres en los años 60 y 70 a las filas de sus partidos para luego meterlos al monte como guerrilleros. No tendrán nunca perdón, pero allí están. Mi madre se dedicó en esos años a tener en nuestra casa y en la finquita cerca de Maturín, un Hospital para curar los heridos de las guerrillas orientales, esa fue su vida en esos años duros: vendió lo que tenía para colaborar con ellos en sus cuidados. Eran muchos los heridos, picados de culebra, diarreas, dolores lumbares. Un hospital amigo, ¡un Hospital! Luego [fuimos] perseguidos, humillados, presos, y hasta un muerto nos quedó. Y Teodoro, Pompeyo (y otros que están a la sombra, pero chupando), dejaron un día el pelero, por eso estoy muy de acuerdo contigo, igual que toda mi red de personas que tenían directa o indirectamente que ver con las guerrillas. Cada país es un país, [para tener]un nuevo Chávez tendríamos que esperar que las nuevas generaciones lo vean, no lo hay, no vendrá en años, y hay que dejarlo hacer las vainas a su manera. Por más que leo no le encuentro el [defecto] para decir ¡hasta aquí llegue con Chávez! Cada día lo admiro más; cada día mas lo quiero y sólo le deseo una muy larga vida para que saque este país de donde lo dejaron: en la podredumbre.
Un abrazo y lo que escribas, sabes que lo leeré.
Ada Josefina.