“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

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El socialismo en Vietnam | Estudios e investigaciones

Ho Chi Minh ✆ Everett
Nguyen Quang Hung & Nguyen Anh Tuan  |  Desde que Ho Chi Minh (1890-1969) introdujera, en el decenio de los años 20, las ideas marxistas en Vietnam y creara el Partido Comunista de ese país (PCV), en febrero de 1930, los movimientos nacionales vietnamitas se convirtieron en un desafío para las autoridades coloniales francesas. No caben dudas de que los comunistas desempeñaron un papel de primera línea en la lucha por la independencia nacional, que condujo al establecimiento, en 1945, de la República Democrática de Vietnam.1 Desde entonces vio la luz un gran número de obras monográficas respecto al socialismo, incluso durante la guerra; las que se llevaron a cabo de un modo más intenso tras la unificación, en 1975, y no se interrumpieron siquiera a raíz del colapso del bloque comunista en 1989.

Pero, ¿qué logros han resultado de los estudios e investigaciones respecto al socialismo en Vietnam? ¿Se basan realmente los autores vietnamitas en metodologías científicas objetivas, o solo en meras y subjetivas regulaciones ideológicas? Hay varias cuestiones
que resulta preciso aclarar. Los estudios e investigaciones del socialismo tienen una historia de casi un siglo desarrollada en tres períodos: los tiempos coloniales, la etapa poscolonial y las dos últimas décadas que siguieron al colapso del campo socialista.

Los tiempos coloniales

Desde fines del siglo XIX, Vietnam era una colonia francesa. Durante ese tiempo hubo muchos movimientos nacionalistas en pro de la independencia, incluidos los de Phan Boi Chau y Phan Chau Trinh, pero todos ellos fracasaron ahogados en baños de sangre. En el momento de crisis de los movimientos nacionales, Ho Chi Minh había entrado en contacto con las ideas socialistas desde los años 20, cuando se dedicaba a la búsqueda de una ideología para combatir a los colonialistas franceses. En 1919, escuchaba, ocasionalmente, hablar sobre Vladimir I. Lenin en reuniones de socialdemócratas franceses en Tours. Entonces viajó a Moscú, en donde deseaba conocer al líder bolchevique. Permaneció varios años en la Unión Soviética estudiando las obras de este, participó en algunos movimientos obreros y campesinos rusos, y pasó a ser miembro del Comintern.2

Bajo una fuerte influencia de las ideas leninistas, Ho Chi Minh planteó en 1925, en su obra Lenin y las naciones coloniales:
Lenin abre una nueva época revolucionaria para todos los países coloniales. Fue el primero en criticar la falsedad de los criterios de algunos revolucionarios europeos y norteamericanos respecto al problema colonial. Son bien conocidos todos los planteamientos del Comintern en cuanto al problema colonial. En todos los congresos del Comintern, de la organización sindical internacional o de la unión internacional de juventudes, los temas coloniales siempre eran los primeros. Lenin fue el primero en comprender el importantísimo papel de las movilizaciones de masas en pro de movimientos revolucionarios en los países coloniales.3
En otra obra, Lenin y las naciones orientales, opina que:
Lenin fue la primera persona que estableció la apertura de una nueva y verdadera época revolucionaria para los países coloniales [...] Para todos los países coloniales y explotados, Lenin marca un punto de viraje en su trágica historia de colonización. Lenin es el símbolo de una nueva felicidad futura para esos países.4 Además de estas, algunas otras obras de Ho Chi Minh, como Mi camino hacia el Leninismo y Sentencia sobre el colonialismo francés, tuvieron una fuerte influencia sobre todas las generaciones de nacionalistas vietnamitas.
Sin embargo, en el decenio de los años 30 existían dos tendencias políticas en los movimientos comunistas de Vietnam: los dogmáticos, entre ellos Tran Phu, Le Hong Phong, Ha Huy Tap, etc., verdaderos seguidores del estalinismo, que fueron dirigentes claves del PCV en esa década. Tran Phu (1904-1931) fue el primer Secretario General del PCV y adolecía de una fuerte dependencia respecto al estalinismo y el Comintern, dirigido por Jorge Dimitrov. Su sucesor, Le Hong Phong (1902-1942), estudió varios años en la Universidad para las Naciones Orientales de José Stalin. Estos dirigentes eran estalinistas en extremo que hicieron énfasis en el papel del internacionalismo proletario y la teoría marxista de la lucha de clases. Ellos fueron los autores del primer programa político del PCV, aparecido en octubre de 1930, cuyo propósito no solo era abolir a los terratenientes y al campesinado rico, sino incluso a la intelligentsia. En esos años tuvo una amplia difusión su lema político para la movilización de masas: «Extirpar desde la raíz a la intelligentsia, el campesinado rico y los terratenientes». Por ejemplo, Ha Huy Tap (1906-1941) consideraba a Ho Chi Minh prácticamente como su opositor político.

La otra tendencia estaba constituida por comunistas antidogmáticos, también bajo la influencia del marxismo, pero que mantenían una mente abierta; algunos de ellos habían adquirido una buena educación en universidades francesas y estaban influidos no solo por la doctrina marxista-leninista, sino también por algunas de las ideas de pensadores franceses como Charles de Montesquieu, Juan Jacobo Rousseau y los socialistas franceses. Entre esos marxistas se contaba Ho Chi Minh, quien había tenido la oportunidad de estudiar a los pensadores europeos. Según él, aunque el marxismo-leninismo es una ideología revolucionaria, es resultado de la historia europea; y Europa es apenas una parte del mundo. Los vietnamitas deberían agregar los hechos de las sociedades orientales para desarrollar la teoría marxista. En 1927, criticó al gobierno chino y se interesó por los valores del confucionismo. En esa oportunidad, estimó que, para el pueblo vietnamita, el leninismo no era una teoría exclusiva.5

Resulta interesante el hecho de que Ho Chi Minh se viera a sí mismo como un verdadero seguidor de Carlos Marx y Lenin, así como de Buda, Confucio y Cristo; porque todos ellos eran humanistas. Algunos autores dedicados a los estudios y la investigación de su pensamiento, como Yosiharu Tsuboi, opinan que experimentaba más la influencia de la revolución y los pensadores franceses que del comunismo.6 Según Pierre Brocheaux, otro experto en el líder vietnamita, este se hallaba más influido por el confucionismo que por el comunismo.

Otro marxista de esa misma tendencia, Nguyen An Ninh, había traducido algunos fragmentos del Contrato social de Rousseau y de Crítica de la razón pura, de Emmanuel Kant. En 1926-1927, era editor de un periódico, La Cloche Jêlée, e inició la propaganda marxista en Saigón. Mientras que los comunistas dogmáticos propagaban de manera intensiva el concepto marxista de la violencia revolucionaria como un modo necesario para combatir a los colonialistas, Nguyen An Ninh la contemplaba solo como una de las formas de lucha por la independencia nacional. Además, la violencia no siempre era una necesidad, sino que dependía de la situación concreta. Consideraba que la idea de Mahatma Gandhi sobre la desobediencia pacífica de los nacionalistas indios con respecto a los colonialistas británicos era otra forma de lucha, igualmente válida.

En 1932, Nguyen An Ninh publicó Religión para presentar a los vietnamitas un concepto materialista y ateo al respecto. En su opinión, no existe ningún dios como ser supremo. Tanto el Dios de los cristianos, el Cielo de los confucionistas y el Tao para los taoístas son apenas fantasmas:
El hecho de que existan muchos puntos de vista diferentes sobre el creador indica que las personas no coinciden en sus conceptos sobre el ser supremo. Todos esos conceptos son apenas fantasmas, porque todo el mundo desea hallar la causa última de todas las cosas en el universo.7
Hasta las religiones tradicionales vietnamitas, como el budismo, fueron fustigadas por las críticas de Nguyen An Ninh. Según él, el budismo no tiene idea alguna sobre el Cielo, y el Nirvana budista es una idea idealista y equivocada. Para todas las perspectivas idealistas, la mente humana es lo que prima, y la intelligentsia es más importante que los artesanos. Debido al idealismo, es la intelligentsia la que gobierna, y eso resulta erróneo desde el punto de vista de la ciencia moderna.8

Es cierto que Nguyen An Ninh le reconoce al budismo algunos elementos positivos. En su opinión, su filosofía tiene algunos valores humanistas. Él mismo incluso se convirtió durante algunos años en monje, cuando se le sentenció a prisión como consecuencia de sus actividades nacionalistas contra las autoridades coloniales. Pero, en general, veía la religión desde una posición materialista y atea, y la consideraba como algo negativo. Nguyen An Ninh contempla las religiones y todas las demás formas de conciencia social, como la ciencia, las artes, la moral, la política, etc., como partes de la superestructura social, y según la teoría marxista, todas ellas están determinadas por las condiciones y el nivel de desarrollo económico; pero se equivocaba en su obra al pensar que «la crítica de la religión es la primera de todas las críticas».

Otro marxista, Phan Van Hum, estudió filosofía en la Universidad de La Sorbona. Es autor de Dialéctica pública, donde subraya el papel de la dialéctica marxista para los movimientos de masas y las actividades prácticas revolucionarias. Aparte de esta, tiene otra obra sobre la filosofía budista.

La lucha entre esas dos tendencias dentro de los movimientos comunistas en Vietnam fue muy encarnizada; incluso Ho Chi Minh perdió su puesto en la dirección del PCV, a principios de los años 30. Debido a su nacionalismo, fue blanco de agudas críticas por parte de los comunistas dogmáticos, que promulgaban el papel de la lucha de clases y del internacionalismo proletario. Según su criterio, los intereses nacionales medulares resultan más importantes que los de ninguna clase o estrato sociales. Casi todos los líderes comunistas dogmáticos del PCV fueron arrestados y muertos a manos de las autoridades coloniales en esa misma década, por lo que Ho Chi Minh retornó a la dirección del PCV y pudo establecer, en 1941, la Liga Nacional para la Independencia (Viet Minh), que desempeñó un papel relevante con vistas a la Revolución de Agosto y la fundación de la República Democrática de Vietnam (RDV) en 1945.

La tendencia antidogmática salta a la vista en la Declaración de Independencia de Ho Chi Minh en 1945: «Todos los hombres son creados iguales. Son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables, entre ellos la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad». Esta sentencia inmortal aparece en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América en 1776. En un sentido más amplio significa: todas las personas de la tierra son iguales por nacimiento y tienen derecho a la vida, a ser felices y libres.9

No por casualidad Ho Chi Minh citó la Declaración de Independencia de los Estados Unidos en lugar del Manifiesto comunista. También hallamos las ideas de pensadores franceses en la primera Constitución de Vietnam, de 1946, que considera a la nación vietnamita un Estado perteneciente no a estrato ni clase algunos, sino a todo el pueblo. Aquí la posesión de propiedad privada es contemplada como un derecho humano fundamental.

Los estudios e investigaciones sobre el socialismo durante la primera guerra de Indochina no se interrumpieron, a pesar de la disolución temporal del PCV entre 1945 y 1951. El Grupo de Estudios Marxistas, bajo la dirección de Truong Chinh, siguió difundiendo la ideología marxista-leninista como lineamiento para todos los que luchaban por la independencia nacional.

Pero, en cualquier caso, podría decirse que esos estudios, en tiempos coloniales, no fueron sino un comienzo en un contexto en el cual los nacionalistas vietnamitas estaban a la búsqueda de una ideología para su lucha contra las autoridades coloniales. Gracias a Ho Chi Minh y a aquellos primeros marxistas vietnamitas, el marxismo-leninismo fue introducido en Vietnam.

La etapa poscolonial

Según los Acuerdos de Ginebra, de 1954, el país asiático quedó temporalmente dividido. Vietnam del Norte (República Democrática de Vietnam) tenía el propósito de construir una sociedad socialista de acuerdo con el modelo soviético, al tiempo que Vietnam del Sur (República de Vietnam) era apoyado por los Estados Unidos. En el escenario de la guerra, todos los estudios e investigaciones sobre el socialismo tenían que regirse por las fuertes regulaciones ideológicas y los censores del PCV, por lo que quedaron dogmatizados casi de manera automática. Autores como Dao Duy Anh (1904-1988), Nguyen Khac Vien (1913-1997), Tran Van Giau (1911-), etc., aportaron relevantes estudios sobre el país. Dao Duy Anh fue historiador, experto en folclor, cultura y literatura vietnamitas, también fue el autor del diccionario de la historia de Kieu, famosa poesía tradicional vietnamita. Tran Van Giau fue un historiador marxista y comunista clave en Vietnam del Sur. Antes de 1945, era dogmático y opositor de Ho Chi Minh, pero pasó a ser su verdadero seguidor tras la Revolución de Agosto. Escribió algunas monografías sobre la historia del pensamiento tradicional marxista y vietnamita. Nguyen Khac Vien (1913-1997) fue doctor en medicina y experto en cultura vietnamita. Todos ellos fueron revolucionarios profesionales en tiempos coloniales y después los primeros profesores de la RDV. De hecho, desempeñaron un importante papel en el desarrollo de las ciencias sociales y humanidades vietnamitas contemporáneas.

No obstante, resulta lamentable que estos profesores tuvieran fuertes influencias solo en los terrenos educativos y académicos, ya que ninguno resultó una figura clave en la dirección del Partido después de 1954. Por aquellos tiempos, el PCV seguía los cursos políticos trazados por Le Duan (1907-1986) y Truong Chinh (1907-1988). Le Duan asumió la jefatura del PCV a fines de 1956. Oficialmente, devino su primer secretario en 1960, y su jefe máximo cuando Ho Chi Minh falleció, en 1969. Condujo al Vietnam unificado desde 1975 hasta su muerte en 1986. Como teórico comunista, seguía la frase de Lenin: «La propiedad privada da nacimiento al capitalismo en cada oportunidad». Rechazaba cualquier papel de esta y no estaba libre de estalinismo. Fue también el iniciador del nuevo concepto sobre la llamada «propiedad colectiva del pueblo», que eleva las propiedades estatal y colectivizada como característica fundamental de una sociedad socialista. Tras la unificación, Le Duan se consideró a sí mismo un héroe nacional y segunda figura, solo sobrepasado por Ho Chi Minh. Bajo su dirigencia, Vietnam, la ciudad de Saigon al igual que el PCV tomaron nuevos nombres. Fue, de hecho, el artífice del IV Congreso del PCV en 1976, el cual no prestó suficiente atención a las dificultades de la construcción socialista.

Otro teórico comunista del PCV, Truong Chinh, se desempeñó por primera vez como Secretario general del PCV en 1953-1956. Perdió su cargo como consecuencia de los serios errores del Partido durante la reforma agraria, pero volvió a ocuparlo en 1986. Por mucho tiempo fue una figura teórica clave del PCV. Algunas de sus obras son: El problema campesino (conjuntamente con Vo Nguyen Giap, 1938); Lineamientos de la cultura vietnamita (1943); Marxismo y cultura vietnamita (1948); Comunismo y catolicismo (1948); Sobre la revolución vietnamita (1951), etc. En su opinión, la cultura humana siempre tiene características clasistas, por lo que no existe ninguna sociedad o cultura humana común; estas solo pueden ser feudales, burguesas o comunistas. De ahí que no existan valores culturales comunes para toda la sociedad. Según él, únicamente la ideología marxista-leninista es ortodoxa y debe ser difundida con intensidad entre las masas. Todas las demás visiones filosóficas del mundo, incluso la de Confucio-Mencio o las de René Descartes, Kant, Friedrich Nietzsche, etc., deberían ser limitadas o prohibidas. Solo la cultura socialista es revolucionaria. Todas las culturas feudales o burguesas son conservadoras y reaccionarias.10 Truong Chinh fue un ferviente seguidor de la teoría marxista de la lucha de clases, aunque eso causó serios errores del PCV durante la reforma agraria en Vietnam del Norte, y, por consiguiente, Ho Chi Minh pidió excusas por ello a todo el pueblo, en nombre del PCV.

Dos puntos deben quedar claros hasta aquí: en primer lugar, en el contexto de la Guerra fría y la Guerra de Vietnam, se consideraba la lucha de clases como una característica de suma importancia en la construcción socialista; de hecho, la teoría marxista sobre ella fue magnificada en extremo, bajo la influencia del estalinismo y del maoísmo. En segundo, el PCV veía la propiedad estatal como la característica más significativa de las sociedades socialista y comunista. Cualquier papel de la propiedad privada en el desarrollo de la sociedad era considerado un producto de la explotación del hombre por el hombre y mayormente negado.

También se hicieron otras cosas en este período. En el decenio de los 60, algunas obras de Marx, Engels y Lenin fueron traducidas al vietnamita, entre ellas el Manifiesto comunista. El gobierno envió a cientos de jóvenes a estudiar Filosofía marxista, Economía política y Socialismo científico a países del campo socialista, principalmente a la Unión Soviética. Los estudios sobre el socialismo fueron retomados con gran intensidad tras la reunificación vietnamita, en 1975. Como consecuencia del bloqueo impuesto por los Estados Unidos, Vietnam ingresó de lleno al bloque soviético y hacia 1978 se convirtió en miembro del CAME, y enviaba cada año a millares de jóvenes a estudiar algunas de las disciplinas ideológicas a los países de Europa oriental, en especial a la Unión Soviética. Entre otros, fueron Nong Duc Manh, Tran Duc Luong y Phan Van Khai.

En tal escenario, todos los estudios e investigaciones relacionados con el socialismo se fueron dogmatizando cada vez más. Las llamadas disciplinas marxista-leninistas podían difundirse de manera desbalanceada en todas las universidades e instituciones vietnamitas. Podría decirse que en la etapa poscolonial los líderes del PCV estaban más bajo las influencias del leninismo, el estalinismo o incluso el maoísmo, que del marxismo. Seguían más la teoría marxista sobre la lucha de clases, la revolución socialista y la dictadura del proletariado, que su dialéctica materialista. Incluso en el IV Congreso del PCV, y el V realizado en 1982, el gobierno de Vietnam se consideraba una dictadura del proletariado.

De modo general, antes de la Renovación (Doi Moi), el PCV contemplaba seis características en una sociedad socialista. En primer lugar, la liberación humana de toda desigualdad social, de la explotación del hombre por el hombre, y ese es el más importante propósito del socialismo. Además, bajo el socialismo cada persona tiene todas las condiciones para la plena realización de sus habilidades y ambiciones. Esta característica fue considerada como prioridad principal sobre cualquier sociedad capitalista. En segundo lugar, una sociedad socialista alcanza un alto nivel de desarrollo de las fuerzas productivas y se basa en la propiedad común de todo el pueblo; está dotada de una administración efectiva y una alta productividad. La distribución de todos los productos y servicios sociales debe basarse en los resultados del trabajo, de modo que el pago será proporcional a la cantidad de trabajo realizado. En tercer lugar, en el socialismo existe la democracia, así como determinadas prioridades. El Estado socialista está para servir a los intereses de todo el pueblo, especialmente los de los trabajadores y campesinos; y para velar por el cumplimiento de todos los derechos humanos fundamentales. Es bien conocida la frase: «El socialismo es un millón de veces más democrático que el capitalismo». En cuarto lugar, tiene una cultura altamente desarrollada, heredera de los valores culturales humanos nacionales e internacionales. En quinto, establece la igualdad entre todos los grupos étnicos, los cuales conviven en amistad y fraternidad en un país. Y por último, es una sociedad armónica entre los intereses nacionales e internacionales. Esa es una sociedad de obreros y campesinos.11

Por aquellos tiempos, el PCV no le prestó suficiente atención a las dificultades para desarrollar el «paraíso en la tierra». Le Duan y algunos otros líderes del Partido estaban muy orgullosos de las victorias sobre el colonialismo francés y el imperialismo norteamericano. Desde sus puntos de vista, la construcción pacífica del socialismo debía constituir una labor más fácil que combatir el colonialismo y el imperialismo. Según los documentos del IV Congreso del PCV en 1976, Vietnam requería solo de un período de entre veinticinco y treinta años para construir una sociedad socialista; entonces podría comenzar a edificar la infraestructura comunista.

La crisis en el desarrollo socioeconómico de Vietnam en el decenio de los 80 fue la consecuencia de las motivaciones y especulaciones subjetivas de los dirigentes del PCV, así como de sus movimientos de colectivización. Esta crisis se volvió más seria luego de que el déficit en la balanza de los intercambios financieros, en 1986, causara una inflación galopante de 780% solo en 1988. Esto escapó totalmente al control del Estado y motivó intranquilidad sociopolítica en todos los estratos. Por primera vez, Vietnam se vio obligado a importar más de cien mil toneladas de arroz, debido al desinterés del campesinado sudvietnamita en cultivar en el delta del río Mekong. Tras el colapso del campo socialista esteeuropeo, hacia fines de los 80, el Estado comunista de Vietnam se hallaba enfrentado al dilema de «ser o no ser». Fueron amargas experiencias para los dirigentes vietnamitas en cuanto al desarrollo de una economía nacional.

Es cierto que no todos los autores del período poscolonial estuvieron parcializados. Tran Duc Thao (1917-1993) fue un filósofo reformista. Estudió en Francia bajo la supervisión de Paul Ricoeur, y en respuesta al llamamiento de Ho Chi Minh regresó al país en 1951 y fungió como profesor en la Universidad Nacional de Vietnam. Tiene algunas monografías sobre la fenomenología de Husserl y el marxismo: Marxismo y fenomenología (1946), Existencialismo y materialismo dialéctico (1949), Fenomenología y materialismo dialéctico (1951), Historia del pensamiento anterior a Carlos Marx (1995), etc. También estuvo entre el puñado de autores vietnamitas que desplegaron estudios e investigaciones sistemáticos sobre las obras de Marx y Lenin. Divergiendo de marxistas dogmáticos, vio errores serios en la construcción socialista en Vietnam y escribió ensayos críticos sobre el estalinismo como desviación extrema del marxismo. Además, llamó al Partido a respetar la libertad en las actividades científicas, así como en la vida literaria vietnamita.

Opuestas a las de Jean Paul Sartre, las ideas de Tran Duc Thao podrían compararse con las de Georg Lukács en Hungría. Desafortunadamente, estas y las de algunos otros autores vietnamitas fueron, en aquel entonces, consideradas heterodoxas. En los 60, hasta Ho Chi Minh fue, en muchos casos, privado del respeto de sus seguidores.

1990-99: ¿crisis de la teoría sobre el socialismo en Vietnam?

Desde los años 90, Vietnam disfruta de un buen desarrollo económico; los niveles de vida han ido mejorando paso a paso. Para fines del siglo XX, el país había vencido una crisis económica, consecuencia de las décadas en las que el PCV siguió el modelo soviético. En la actualidad, el Partido sigue contemplando de manera formal el marxismo-leninismo como la guía ideológica de la construcción socialista. Junto a ello, se atribuye un papel de importancia creciente al pensamiento de Ho Chi Minh, algo novedoso en comparación con lo que ocurría antes de 1990. Pero desde el colapso del socialismo en la Unión Soviética y en Europa oriental, el PCV tuvo que configurar su concepción, nueva y especial, sobre el socialismo. Desde entonces, los autores vietnamitas se propusieron realizar estudios e investigaciones sistemáticas respecto a las obras de Marx y Lenin, y dejar atrás las especulaciones unilaterales que existían antes de 1990. Surgen demandas para reconsiderar algunos valores marxista-leninistas.

En primer lugar, gracias a los científicos soviéticos casi todas las obras de Marx y Engels, que totalizan unas cuarenta mil páginas, fueron traducidas de manera sistemática al vietnamita y publicadas. Lo mismo sucedió con todos los textos de Lenin, entre 1970 y 1989, unas cuarenta y cinco mil páginas. Pero estas traducciones no podían vencer las perspectivas parcializadas de la lucha ideológica durante la Guerra fría. En el marco de las relaciones soviético-vietnamitas, muchos autores de la URSS también fueron traducidos en Vietnam, pero hasta el momento los lectores vietnamitas no han tenido oportunidad de conocer a filósofos soviéticos como A. P. Asmus, I. S. Narski, V. V. Sokolov, E. V. Ilienkov, T. O. Oizerman, etc. La situación es similar en otros terrenos de la ideología.

El programa aprobado por el PCV en 1991 y los Congresos del VII al X, continuaron desarrollando las cuestiones teóricas de la construcción socialista en Vietnam. Cada congreso aportó nuevas especulaciones y maneras de entender el socialismo; por ejemplo, acerca de la propiedad estatal, la igualdad, la democracia, los derechos humanos, etc., para adecuarlos a la vida cotidiana actual. Los vietnamitas hablan hoy de una economía socialista de mercado; existen nuevas interpretaciones sobre la explotación del hombre por el hombre; los miembros del PCV pueden desarrollar negocios privados; la enseñanza del marxismo-leninismo en instituciones educacionales se ha reducido, tal como ocurrió en China.

Con el propósito de conformar el trasfondo teórico de la construcción socialista, se fundó un Comité de Teóricos Centrales del PCV, integrado por expertos vietnamitas en marxismo-leninismo. Pero, en realidad, dicho Comité desempeña más bien un papel de asesor pasivo, en lugar de constituirse en teóricos para los dirigentes del Partido, por lo que, en muchos casos, resulta conservador.

Ahora Vietnam se apresta a la celebración del XI Congreso del PCV; de hecho, el desarrollo económico de la nación tiene más que agradecerles a las actividades privadas y a las inversiones extranjeras para el desarrollo (IED), que a las de la producciones estatal y colectivizada. Algunas corporaciones estatales tienen pérdidas en sus negocios; por ejemplo, solo Vinashin, dedicada a la construcción y el transporte navieros, ha perdido cuatro mil millones de dólares. Los autores vietnamitas sostienen largas discusiones sobre el papel de las propiedades estatal y colectivizada para la economía nacional y se revisan algunos de los conceptos de Marx y Lenin.

En lo que respecta al sector económico, el VI Congreso del PCV había reconocido, por primera vez, la legitimidad de los sectores privados, estimulados —y esto resulta importante— por determinación del Estado socialista. En la economía nacional existen seis sectores: el estatal, el colectivizado, el personal y familiar, el capitalista privado, el capitalista estatal, y uno de economía natural. Estimulado por los documentos del VIII Congreso del PCV, en 1996, el papel del sector natural para el desarrollo económico socialista quedó fuera de la mira del PCV y, en lugar de «economía capitalista estatal», los documentos del PCV hablan ahora de las IED.12 Existe cierto avance en los puntos de vista del Partido sobre el socialismo. El VII Congreso y el Programa del PCV en 1991 brindaron una nueva concepción con las seis características mencionadas. Pero el VIII Congreso estableció algunas nuevas: en la sociedad socialista todo el pueblo es rico y el Estado es fuerte; es una sociedad igualitaria con un alto nivel de democracia; es civilizada; un Estado socialista se rige por la ley y no pertenece a ninguna clase o estrato social en particular, sino a todo el pueblo y es para todo el pueblo, gobernado por un partido comunista.

El X Congreso introdujo nuevos cambios en su concepto sobre el socialismo. Por primera vez, el papel de la propiedad común fue considerado muy importante, pero no siempre decisivo en la economía nacional. Un Estado regido por la ley y gobernado por un partido comunista es una necesidad para una sociedad socialista.13 Debe subrayarse que fue en 1992, en el contexto del colapso esteeuropeo y de la pérdida del papel gobernante por parte de los partidos comunistas en la ex Unión Soviética y Europa oriental, cuando el carácter rector del PCV en Vietnam fue reconocido en la Constitución.

Pudiera decirse que la renovación teórica del PCV es lenta; dicho de otro modo, los líderes comunistas contemporáneos son relativamente conservadores. Por ejemplo, el VIII Congreso del PCV ofreció una fórmula sintética del socialismo en un lema: «Pueblo rico, nación fuerte, sociedad igualitaria y civilizada». Pero cinco años después, el IX Congreso consideró —nunca antes lo había hecho— que la democracia es el principal propósito del socialismo. Ahora este podría ser sintetizado del siguiente modo: «Pueblo rico, nación fuerte, sociedad igualitaria, democrática y civilizada». Las actividades del Comité de Teóricos Centrales del PCV no son efectivas.

Existen varios problemas para la investigación sobre el socialismo en Vietnam. En primer lugar, muchos autores adolecen de antecedentes sistemáticos y originales, incluso en lo que respecta al marxismo-leninismo; hay millares de vietnamitas capaces de leer bien el ruso y el alemán, pero muy pocos de ellos se interesan por la investigación de las obras de Marx, Engels y Lenin. Irónicamente, algunos que tuvieron la oportunidad de estudiar en la Unión Soviética y la República Democrática Alemana, carecen de ambición en cuanto al estudio de las obras clásicas de estos filósofos en sus lenguas originales. En segundo lugar, la mayoría de los autores vietnamitas no tienen estudios ni investigaciones sobre las ideas de otros pensadores socialistas como Rosa Luxemburgo, Karl Liebknecht, León Trotsky, Nicolai Bujarin, Karl Kautsky, Edward Bernstein, etc.; de modo que no les resulta fácil vencer las interpretaciones parcializadas.

De máxima importancia para la propaganda marxista entre las masas resulta la traducción de las obras de Marx y Engels. Sin embargo, las llevadas al vietnamita no son buenas, a pesar de que el Estado invirtió mucho dinero en ello. Una de las razones es el hecho de que no eran traducciones directas del alemán, sino a partir de las rusas. Además, no se trataba de las que los propios Marx y Engels tuvieron la oportunidad de examinar, sino las del Instituto Soviético de Marxismo-Leninismo, que datan de 1930 y 1961, y que, incluso, contienen algunas modificaciones a los textos originales, realizadas por autores soviéticos, cosa que se aprecia en La ideología alemana. De hecho, esto constituye un obstáculo para el estudio del marxismo en sus orígenes.

Aunque, formalmente, el PCV sigue considerando el marxismo-leninismo y el pensamiento de Ho Chi Minh como su guía ideológica, existen al menos tres factores que inducen a la reducción del papel de esa ideología en la sociedad vietnamita contemporánea. En primer término, el desarrollo de una economía de mercado exige cambios en el aparato administrativo y en las instituciones políticas.

De acuerdo con la doctrina marxista, un Estado socialista (superestructura) no puede basarse en una economía nacional capitalista privada (infraestructura), por tanto, resulta inevitable que se abra una brecha entre ellas.

En segundo, en un mundo globalizado de posguerra fría, vemos florecer el nacionalismo en lugar del internacionalismo proletario marxista. Hasta la teoría de la lucha de clases, que antes ejerciera gran influencia en la política internacional, es apenas uno de los aspectos del desarrollo en las sociedades modernas: la coexistencia pacífica y la cooperación en las relaciones entre las naciones son ahora la prioridad. En muchos casos, no son los intereses de clase o la ideología de un partido político, clase o estrato social, sino el nacionalismo, lo determinante en la política internacional.

En tercero, la concepción marxista sobre la religión es limitada. Ahora se ha producido una explosión de actividades religiosas en todos los estratos sociales vietnamitas. La caída del bloque comunista demandó del gobierno, a partir de 1990, la conducción de una política más abierta en relación con la religión. En noviembre de 1990, el Buró Político del PCV dictó la Resolución Especial número 24, concerniente a los asuntos religiosos, la cual fue un punto de viraje en su política sobre este tema. Por primera vez, el PCV percibe en la religión algunos valores culturales y éticos para el desarrollo de la sociedad vietnamita. Algunas pagodas y templos, destruidos durante la Guerra de Vietnam y los movimientos de colectivización, han sido reparados o reconstruidos. No caben dudas de que los dirigentes actuales del PCV no son tan materialistas ni tan ateos como lo fueron los del período poscolonial. En cualquier caso, el papel de la ideología marxista-leninista en la sociedad vietnamita moderna no se encuentra precisamente en una etapa dorada, como lo estuviera antes.

No resulta exagerado decir que, en la actualidad, Vietnam está sumido en una crisis teórica para proseguir su desarrollo sociopolítico. El PCV ni siquiera tiene ideas ni puntos de vista claros sobre el socialismo. Muchas características de este no están detalladas, en muchos casos son apenas copias de las teorías sociofilosóficas y políticas occidentales. De un lado, los dirigentes del Partido comprenden que la ideología marxista-leninista no puede ser una teoría o guía universal, apropiada para cualquier contexto histórico. De otro, en este momento el PCV no está en condiciones de procurar otras teorías, debido a la cuestión de la legitimidad. El incremento de la relevancia del pensamiento de Ho Chi Minh en el curso de la política del PCV en las últimas décadas no puede mejorar la situación.

El Congreso del PCV, celebrado en enero de 2011, introdujo algunos cambios conceptuales. Aunque se continúa por el camino de la construcción del socialismo, por primera vez se admite dentro del Partido a empresarios privados. La propiedad estatal ha dejado de considerarse un rasgo característico necesario del sistema socialista. Hasta ahora, el gobierno les otorga determinadas ventajas a las empresas estatales respecto a las privadas; en lo adelante, las políticas gubernamentales hacia los sectores estatal y privado serán las mismas.14 Si bien estos cambios resultan importantes en el contexto económico actual de Vietnam, parece que el gobierno del país se aparta gradualmente de la doctrina marxista. Introducidos por el Congreso, no contribuyen a superar la crisis teórica existente. Entre los dirigentes del PCV, algunos no tienen una idea clara sobre el tipo de sociedad que quieren construir.

Conclusión

En resumen, la mayoría de los autores vietnamitas no pueden dejar atrás sus unilaterales y acríticos puntos de vista sobre el socialismo. Bernhard Dahm, profesor de la Universidad de Passau en Alemania, dijo en una oportunidad: Desde los años 80 visito Vietnam. Me alegra que los vietnamitas deseen estudiar y revalorizar el marxismo. No obstante, ¡vuelvan a pensar si han entendido bien el marxismo! En China ocurre lo mismo. Pero les advierto: ¡van por rumbos equivocados! Para entender bien el marxismo, es necesario leer también a algunos de los que elogiaban y criticaban a Marx, tales como Rosa Luxemburgo, Kart Liebknecht, Leon Trotsky, Nicolai Bujarin, Karl Kautsky, Edgard Bernstein, etc.15 Además, los estudios e investigaciones sobre el socialismo en Vietnam ya tienen una historia de casi un siglo, pero se basan en las regulaciones ideológicamente limitadas y subjetivas que causaron serios errores en la perspectiva del PCV acerca del socialismo y la construcción de una sociedad socialista antes de la Renovación en 1986. Solo la globalización les brinda a los autores vietnamitas buenas oportunidades para desarrollar y revisar sus estudios e investigaciones respecto a estos temas.

Nguyen Quang Hung y Nguyen Anh Tuan son profesores de la Universidad Nacional de Vietnam, Hanói.  
Traducción del inglés: David González

Notas

1. Hoy en día República Socialista de Vietnam.
2. La Tercera Internacional, fundada por Lenin en 1919.
3. Ho Chi Minh, «Lenin y las naciones coloniales», Obras completas, v. 2, Verdad, Hanoi, 1981, p. 1.
4. Ho Chi Minh, «Lenin y las naciones orientales», Obras completas, ed. cit., pp. 32-4.
5. Ho Chi Minh, Sobre Confucio, en Ngo Phuong Ba, comp., Ho Chi Minh sobre religiones y creencias, Editorial de Ciencias Sociales, Hanoi, 1998, pp. 140-2.
6. Yosiharu Tsuboi, «¿Republicano o comunista? Otro punto de vista sobre Ho Chi Minh», Discurso principal en la III Conferencia «Vietnam: Integración y desarrollo en el contexto de la cooperación», Hanoi, 2008.
7. Nguyen An Ninh, «Religión», Colección de obras de Nguyen An Ninh, Juventud, Ciudad Ho Chi Minh, 1995, p. 262.
8. Nguyen An Ninh, «Crítica del budismo», Colección de obras…, ob. cit., p. 387.
9. Ho Chi Minh, «Declaración de Independencia», Obras completas, v. 4, ed. cit., p. 1.
10. Véase Truong Chinh, «Lineamientos de la cultura vietnamita», en Partido Comunista de Vietnam, Colección completa de documentos (1940-1945), v. 7, Editorial Nacional, Hanoi, 2000.
11. Nguyen Quoc Pham, «Nueva perspectiva sobre el socialismo y la construcción socialista en Vietnam» (Proyecto KC.04-06/06-10), Programa de investigación política 2006-2010, Hanoi, 2010, pp. 11-9.
12. Ibídem, pp. 96-7.
13. Ibídem, pp. 89-91.
14. Véase Partido Comunista de Vietnam, Documentos del XI Congreso del PCV, Verdad, Hanoi, 2011.
15. En alemán en el original. [N. del T.].
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