“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

8/5/14

John Locke | Capitalismo y democracia

John Locke ✆ A.d.
Luis Roca Jusmet  |  He de reconocer que me he dejado seducir dos veces por la cómoda seguridad que da el estructuralismo para explicar el capitalismo. Primero me ocurrió con el marxismo de Althusser y segundo con la teoría de la economía-mundo de Wallernstein. Son dos pensadores potentes que en modo alguno quiero subvalorar. Ellos mismos van mucho más allá que las escolásticas que generaron. Pero la visión estructuralista del capitalismo es errónea si no la entendemos en sentido nominalista. Es decir, si pretendemos que realmente hay una estructura permanente desde hace unos siglos a nivel mundial con una lógica global que explica lo que ha ocurrido en este tiempo. Nominalista quiere decir que conceptualizamos algo de manera conceptual, aunque no arbitraria, basándonos  en propiedades reales de los procesos. De esta manera capitalismo es un concepto operativo pero que, como cualquier concepto, nos sirve para aproximarnos a la complejidad de lo real.

Con la palabra democracia ocurre lo mismo. Es una palabra que hace referencia a una serie de procesos complejos que unificamos bajo este término. Cualquier definición cerrada de democracia es limitada. Pero en todo caso debe responder a procesos reales y no ideales. La definición que me gusta más es la del sociólogo historiador Charles Tilly. Dice : "Es una consulta amplia, protegida y vinculante a los ciudadanos".

 El capitalismo como sistema económico basado en la lógica del beneficio es, evidentemente antidemocrático. A los empresarios, grandes o pequeños, les mueve el interés de aumentar sus beneficios y no quieren consultar ni pedir permiso a nadie para hacerlo. Y menos sufrir limitaciones por parte d elos políticos. Necesitan además al Estado para funcionar : infraestrructuras, sistema fiscal favorables, subvenciones. Pero necesitan sobre todo seguridad. La seguridad la necesitamos todos pero los capitalistas necesitan además sentirse seguros respecto a sus propiedades.

John Locke es un filósofo inglés que falleció al comenzar el siglo XVIII. Vivió una época hist´roica convulsa que podemos identificar, entre otras cosas, con la aparición del Estado moderno y el capitalismo en Europa ( sobre todo en su país, Gran Bretaña. Hay que decir aquí que el Esatdo ni es un instrumento del capitalismo ni tiene tampoco nada de democrático. Como plantea Castoriaids no tiene nada que ver, si le buscamos antecedentes, con la democracia ateniense sino con el Estado imperial chino. El Estado moderno, como nos explica también Tilly basándose en datos empíricos, tiene que ver con las guerras y con otras muchas cosas diferentes al capitalismo. Genera una oligarquía propia, diferente de la capitalista, aunque pueda, en algunas circunstancias, confundirse o aliarse con ella. Los procesos son complejos.

Locke es considerado a veces por la izquierda por un liberal, ideólogo por tanto del capitalismo y contrario a la democracia real. En primer lugar  quiero  hacer dos puntualizaciones. La primera es que  la teoría de las ideologías es también, en este sentido excluyente, una consecuencia de la teoría reduccionista de Althusser y Wallerstein. En segundo lugar hay que decir que el término liberalismo es posterior a Locke y por lo tanto sería anacrónico aplicárselo a él. Locke es interesante porque es irreductible a estos planteamientos reduccionistas. Locke es el primer defensor radical del derecho a la propiedad privada. Derecho que considera sagrado. En este sentido su filosofía es favorable a la burguesía de la época. Porque lo que quiere la burguesía es privatizarlo todo, empezando por la tierra, que en parte era comunal y en parte pertenecía a la Iglesia, a la nobleza o a la monarquí pero que no se entendía como mercancía. Locke, de todas maneras, tiene una concepción de la propiedad condicionada a una función social. No pensó nunca en el capital financiero. En este sentido no sé hasta que punto podríamos entenderlo como un ideólogo del capitalismo.

 Locke es, por el contrario, uno de los teóricos modernos de la democracia, conjuntamente con alguién que nació el mismo año que él, Baruch Spinoza.

Defiende explícitamente la democracia como poder del pueblo, a través de decisiones mayoritarias, con el poder de la monarquía. Defiende un Estado de Derecho en el que las leyes estén por encima de los poderes ejecutivos d ela monarquía o de cualquier grupo en el poder. Quizás sea el que primer teórico de la democracia representativa. pero hay una voluntad de defender un poder democrático frente a la Monarquía absoluta. ¿Quién puede votar según Locke? El derecho de ciudadanía es menos restrictivo que el ateniense. Puede votar a cualquiera, nacido o no en el país, al que se le dé el estatuto de los ciudadanos.  Pero, ¿ y los esclavos ? Locke se pronuncia en contra de la esclavitud. A veces se dice que Locke defendía un sufragio en el que pudieran participar solo los propietarios. No queda claro, nos remite a un problema interesante. ¿Quiénes son los propietarios? los que no dependen de otro para vivir. Estamos hablando de una época en la que los obreros con derechos no existían, en la que los no propietarios dependían totalmente de los propietarios para los que trabajaban. los defensores actuales de la renta básica, en todo caso, han recogido el desafío, al plantear que quien no tiene modo de subsistir sin depender de otro no tiene las condiciones para ejercer de ciudadano. Yo no acabo de estar de acuerdo pero en todo caso un trabajador actual, con una cierta emancipación a partir de los derechos conquistados, no es lo mismo que en época de Locke. Seguramente Spinoza, tamn ensalzado por los demócratas radicales que defienden el poder de la multitud, tenía una opinión similar a la de Locke.

Respecto a las mujeres lo mismo: tanto Locke como Spinoza consideraban que no podían votar porque estaban subordinadas a los hombres. Limitaciones de la época. Al mismo tiempo Locke me parece que es uno de los grandes precursores de la Declaración Unuiversal de los Derechos Humanos. Lo digo porque plantea que se tienen unos derechos naturales a los que las leyes, incluso las democráticas, se han de someter. Locke formula como nadie lo había hecho el derecho a la insurrección. Dicho de otra manera, la justeza o legitimidad de ir contra las leyes. Justicia y Derecho pueden ser contradictorios y en este caso hay que optar por lo primero. La cuestión es más compleja, por supuesto, pero Locke tiene el valor de defender el derecho a la rebelión. 

Conclusión. Democracia no es incompatible con la propiedad y el mercado, por lo menos tal como lo entendía Locke. Por esto considero que hay que defender a este filósofo, en su contexto, como uno de los grandes defensores de la emancipación humana. Con sus defectos y limitaciones, por supuesto. Pero ¿quien no los tiene?
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