En toda América Latina y el mundo entero se alzan las voces de duelo y consternación por la muerte prematura de Hugo Chávez, un gladiador por la justicia y la libertad de los más desfavorecidos. Todo comenzó el mismo noche de su fallecimiento con la convocatoria de una vigilia nocturna que reunió a cientos de personas en el exterior de la embajada venezolana en Amman-Jordania en la que se pronunciaron responsos y encendieron veladoras. Fue un acto espontáneo y estremecedor que jamás podrá borrarse de nuestra memoria.
«Hay que mantener la serenidad, este no es el final pues hoy comienza el nuevo gobierno de Hugo Chávez»- declaran los portavoces diplomáticos, «Se inicia un nuevo período en el que la revolución bolivariana afianzará aún más el espíritu de solidaridad con los pueblos oprimidos de la Tierra»; «La América Latina mestiza, negra, criolla que representa Hugo Chávez debe sentirse orgullosa de tan digno heredero de Bolívar y el Che Guevara».