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Los pueblos del mundo asistimos horrorizados,
avergonzados e impotentes, a un nuevo episodio a escala ampliada del
sistemático y planificado exterminio del pueblo palestino por parte del terrorífico
Estado de Israel. Crímenes de lesa humanidad, masacres, genocidios, holocausto,
pueden ser calificativos en el campo del debate sobre cómo caracterizar el
“drama humano más grave de nuestra historia contemporánea”, así calificado por
el historiador Ricardo Sánchez Ángel. Porque ha ocurrido durante décadas, de
manera sistemática, por la brutalidad de las acciones criminales y por la
sofisticación de las armas israelíes cada vez más demoledoras y mortíferas.
Pero también por la complicidad de los Estados Unidos, la OTAN y la Unión
Europea, la complacencia de gobiernos árabes, la indolencia e impotencia de la
ONU y la desidia de los gobiernos de la mayoría de los países mundo.