“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

5/1/09

La derrota de Israel en el Líbano


Thierry Meyssan

Fracaso del «Air Power»

El plan de ataque fue concebido conjuntamente por los estados mayores estadounidense e israelí. El Pentágono impuso la técnica del Shock and Awe en el marco de la guerra relámpago, clásica para el ejército israelí.

Para los generales estadounidenses, había llegado la hora de demostrar el «Poder aéreo». Desde los años 30, la fuerza aérea trata de demostrar que un bombardeo aéreo masivo puede bastar para obtener la rendición del enemigo sin combates terrestres. Ello exige el desencadenamiento de un diluvio de fuego que ponga al enemigo en estado de choque. Hace 60 años que Estados Unidos aplica sin éxito esa teoría en diferentes partes del mundo. Esta vez, la tesis era que la destrucción sistemática y total de todas las ciudades del sur del Líbano haría que los libaneses se levantaran contra la dictadura de Hezbollah y aclamaran a la familia Hariri. En día y medio de bombardeos, el ejército israelí cortó las comunicaciones entre el norte y el sur del Líbano, inutilizó el aeropuerto de Beirut y destruyó las reservas de hidrocarburos, bloqueó los principales puertos e impuso un bloqueo aéreo y naval. Solamente quedaron algunas carreteras que conectan el norte del Líbano con Siria, carreteras inundadas de columnas de desplazados.

El problema está en que Hezbollah no es una dictadura sino un movimiento de resistencia y solidaridad. Los bombardeos dejaron un millón de personas desplazadas. La cuarta parte de ellas emigró al extranjero, otra cuarta parte encontró refugio en Siria y la mitad restante se desplazó hacia el norte del Líbano. Los refugiados no recibieron ayuda alguna por parte del Estado libanés. En cambio fue el movimiento Hezbollah quien se encargó de acoger a esos refugiados, con la contribución de la Corriente Patriótica Libre que dirige el general cristiano Michel Aun . Hay refugiados libaneses que fueron acogidos incluso por los refugiados palestinos, aunque estos últimos viven en condiciones de miseria en sus propios campamentos desde hace 60 años. Lejos de ver al movimiento Hezbollah como el culpable de su desgracia, los desplazados maldicen al ejército israelí por atacar su país, a Estados Unidos por ser quien arma a Israel y al gobierno libanés de Siniora por colaborar con Estados Unidos e Israel.

Lo más sorprendente es que, en 34 días bajo un diluvio de bombas cinco veces superior a la potencia de fuego que arrasó Hiroshima, los libaneses que se quedaron en el sur no cayeron en estado de choque. Tanta resistencia se debe, en primer lugar, a su experiencia anterior de la guerra pero tiene también mucho que ver con su formación y con sus dirigentes, posiblemente también con su fe. Lejos de perder la esperanza, se prepararon para una guerra larga y quedaron sorprendidos por la rapidez de su propia victoria.

Dicho sea de paso, durante el segundo día de la agresión Israel bombardeó los estudios del canal de televisión Al-Manar y la sede nacional del Partido de Dios, situados ambos en un barrio popular de Beirut. Como el ataque sólo interrumpió las transmisiones de Al-Manar durante dos minutos y no tuvo ningún efecto sobre la organización de Hezbollah, el estado mayor israelí creyó que los dirigentes de la televisión y del partido se encontraban en refugios antiaéreos bajo los escombros. Así que prosiguieron los bombardeos durante seis días más con la esperanza de acabar por fin con las instalaciones subterráneas antes de darse cuenta que estas existían únicamente en la fértil imaginación de los periodistas de Fox News. Mientras tanto, esos mismos bombardeos devastaron todo el sur de la capital, actualmente convertido en un montón de escombros. El efecto psicológico de esta insistencia en el error cometido favoreció al Hezbollah que se vio como una entidad invencible ante uno de los ejércitos mejor equipados del mundo.

Los bombardeos israelíes no tienen comparación con la respuesta de Hezbollah. Israel utilizó aviones F-15 para mantener bombardeos constantes y hacer polvo todas las ciudades del sur del Líbano. Nunca nación alguna se había atrevido a recurrir a ese tipo de bombardeo contra zonas urbanas desde que la fuerza aérea de Estados Unidos destruyó Hanoi en 1972, nunca desde entonces un ejército moderno había sufrido una derrota similar a manos de una guerrilla. En cambio, Hezbollah utilizó sus cohetes única y exclusivamente contra objetivos militares, aún cuando el ajuste del tiro alcanzó inevitablemente blancos civiles. Se ha comprobado que la Resistencia Libanesa destruyó un aeropuerto militar, el principal centro de transmisiones electrónicas, el cuartel general del Comando Norte israelí y que causó graves daños a dos barcos de guerra.

Cuando la ONU proclamó el cese de las hostilidades y en momentos en que Hezbollah dudaba aún sobre la conducta a seguir, los desplazados libaneses comenzaron a regresar de forma espontánea. Media hora después del tan esperado momento, las carreteras transitables del Líbano se vieron inundadas de gente que regresaba. Los desplazados regresaron inmediatamente para acampar sobre las ruinas de sus casas, negándose simbólicamente a abandonar su tierra. Esa marea humana obligó a las fuerzas terrestres israelíes a acelerar su repliegue.

La fuerza aérea israelí afirma haber destruido en 72 horas la totalidad de las rampas de lanzamiento de misiles Sahar que Hezbollah recibió de Irán. Hezbollah asegura que no es cierto y que mantiene la capacidad necesaria para golpear Tel Aviv. Así parece ser ya que cuando el ejército israelí trató de retomar los bombardeos contra Beirut y Hassan Nasrallah amenazó con tomar represalias contra Tel Aviv, los israelíes renunciaron a proseguir sus ataques.

Los responsables de Hezbollah afirman haber utilizado solamente la novena parte de su arsenal y disponer actualmente de los medios necesarios para librar una guerra idéntica de 11 meses. Los elementos recogidos en el teatro de operaciones demuestran que sus unidades antitanques se mantuvieron como reserva y no participaron en los combates.

En definitiva, el predominio aéreo total de Israel no sirvió en lo absoluto para alcanzar sus objetivos militares. En cuanto al despliegue de sus fuerzas terrestres, enseguida se convirtió en un fiasco.

Fracaso de la ofensiva terrestre

Desde el primer día, el intento de penetración de los blindados israelíes fracasó y tuvieron que dar media vuelta, aunque la capacidad de avance rápido ha sido tradicionalmente una de las virtudes de Tsahal. Ese primer fracaso fue interpretado como resultado de un intento prematuro. Los estados mayores estimaron que cuando los bombardeos aéreos hubieran limpiado el camino, las tropas terrestres no tendrían problemas para acabar con los restos de resistencia. Hezbollah era considerado como un grupúsculo terrorista que disponía de 250 ó 500 combatientes con armas sofisticadas. Las declaraciones de Hassan Nasrallah en las que afirmaba que el Partido de Dios contaba con varios miles de combatientes aguerridos y 15 000 reservistas fueron consideradas como fanfarronería. Grave error imputable únicamente a la autointoxicación. No hacía falta un servicio de inteligencia muy complicado para evaluar la situación, sobre todo sabiendo que desde hace años Hezbollah venía organizando visitas de la prensa a sus instalaciones como medida disuasiva. Sin embargo, la retórica de la «guerra contra el terrorismo», que ve en todo movimiento patriótico un grupúsculo de fanáticos, pasó por encima de una realidad que todos conocían.

Hezbollah es una red de resistencia creada durante la ocupación israelí (1982-2000). Perfectamente consciente de que la paz en la región será imposible hasta que no se solucione el problema del régimen político en vigor en Israel, Hezbollah dedicó los seis últimos años a prepararse para nuevas batallas. Conservó su estructura clandestina desarrollando al mismo tiempo un ala política y parlamentaria, proporcionó a sus miembros –hombres y mujeres– una disciplina combativa, acumuló un impresionante arsenal gracias a sus aliados sirios e iraníes, y quizás rusos.

Hezbollah analizó sus propios errores del periodo anterior y estudió los métodos de combate de los israelíes en Palestina y de Estados Unidos en Irak. Asimiló perfectamente las técnicas de guerrilla y las modernizó. Siguiendo las teorías elaboradas por los generales libaneses Amin Hutait y Elias Hanna, inventó una forma de guerrilla que maneja armamentos disímiles. De esta forma, enterró por adelantado viejos teléfonos de campaña cuyas comunicaciones, contrariamente a las digitales, no pueden ser interceptadas, mientras que, por otro lado, sus combatientes utilizan visores infrarrojos de visión nocturna de alta tecnología para mejorar la movilidad de sus comandos.

La guerra del Líbano no fue por tanto una guerra asimétrica entre un ejército moderno, bien armado, y una guerrilla de gente descalza. En esta batalla del Goliat israelí contra el David libanés, el débil no sólo tenía una honda sino también RPG-29 Vampire, los lanzacohetes más eficaces del mundo.

La técnica de la guerra relámpago en la que se basó la victoria alemana de 1939, encontró la horma de su zapato. Esa técnica estaba enteramente basada en los tanques. Con el tiempo, estos se han hecho cada vez más pesados para resistir proyectiles cada vez más potentes. Actualmente algunos están recubiertos de uranio empobrecido para reforzar el blindaje. Pero fueron presa fácil de los RPG rusos de Hezbollah. Habría incluso que preguntarse si la guerra del Líbano no va a convertirse en el fin de la época de los tanques, como la batalla de Azincourt fue el de los caballeros con armaduras. Por el momento, el ministerio de defensa israelí acaba de anunciar el cese de la producción del tanque Merkava, considerado hasta ahora entre los mejores del mundo.

Un trágico error de análisis

Pero, más allá de la estrategia, de la táctica y el armamento, la lección más importante de la guerra del Líbano, es el valor de las tropas. En los conflictos anteriores, Tsahal ponía en primera línea unidades profesionales y desplegaba en cuestión de días una nube de reservistas. Estos combatían duramente en defensa de la tierra ya obtenida y por la conquista de otras. Pero los tiempos cambian. Murieron los héroes de la Legión Judía y de la Hagannah. Sus nietos heredaron un régimen de apartheid y no luchan ya por una patria sino por sus privilegios. Su experiencia militar se limita a las redadas en los territorios palestinos. Así que no resistieron el enfrentamiento con la resistencia patriótica de un país independiente.

En realidad, esta no fue la guerra de Israel contra el Líbano sino la del sionista contra el ideal de igualdad. Es importante recordar aquí que el ejército israelí no se compone del pueblo israelí sino de aquellos israelíes de filiación judía que combaten contra los árabes, aunque esos árabes sean también israelíes. Con el paso de los años, este ejército se ha dedicado principalmente a mantener el orden, o más bien a mantener el apartheid. Los judíos israelíes antisionistas optaron primeramente por convertirse en objetores de conciencia y después por la insubordinación. Hoy por hoy, depositan sus esperanzas en Hezbollah e hicieron llegar a la Resistencia Libanesa toda la documentación interna de Tsahal, que fue rápidamente traducida al árabe y distribuida a la guerrilla. Los guerrilleros disponían así de descripciones precisas de las unidades contra las que combatían. Informados en detalle sobre la jerarquía y las insignias de los oficiales al mando, los tomaban como blanco antes de desaparecer.

Esa calidad de la información de inteligencia de la Resistencia, contrastante con la autointoxicación de la inteligencia militar sionista, explica en parte el resultado en el campo de batalla. Quedará en el recuerdo la ciudad de Ait Acha, en la frontera libanesa con Israel, donde un centenar de combatientes resistió durante 34 días los asaltos de Tsahal sin ceder nunca.

Hassan Nasrallah: ¿Combinación de Ho Chi Min y Mandela?

Los gobiernos de Israel y Estados Unidos siguen presentando el conflicto como una etapa de la «guerra contra el terrorismo», aunque el carácter popular de la resistencia y la derrota de Tsahal contradicen ese análisis. Por su parte, Hezbollah presenta esos combates como una batalla de la guerra entre la ideología sionista y la lucha por la igualdad. Ese análisis es el que acaba de imponerse en el terreno cambiando radicalmente la situación en el Medio Oriente, lo que provoca la cólera de los generales más extremistas en el estado mayor de Tsahal.

Si bien es imposible cuantificar el número de oficiales antisionistas israelíes que están secretamente en contacto con Hezbollah, resulta por el contrario muy fácil evaluar la manera como los israelíes ven a la Resistencia. Estudios de opinión muestran que las transmisiones diarias en hebreo de Al-Manar fueron más escuchadas por los israelíes que los boletines informativos de sus propias cadenas de televisión [1]. Esos estudios revelan además que los israelíes tienen dos veces más confianza en Hassan Nasrallah que en Ehud Olmert en lo tocante a la solución de la crisis. Lejos de haber sido erradicado por Tsahal, Hezbollah se ha convertido en un actor político invisible en Israel, donde representa el fin del apartheid y el establecimiento de una paz duradera para todos sus pobladores sin exclusión alguna.

La derrota israelí

La ofensiva israelí en el Líbano responde a una conjunción de intereses. Para los neoconservadores en el poder en Estados Unidos, que son en este caso quienes dieron la orden, se trata estratégicamente de proseguir el plan de modificación de las fronteras del Gran Medio Oriente, y tácticamente de eliminar al Hezbollah antes de atacar Siria y más tarde Irán [2].

1. Para el régimen sionista en el poder en Israel, se trata estratégicamente de expulsar a los pobladores del sur del Líbano, anexar esa zona y su manto freático, crear allí un bantustán para los árabes de Cisjordania –incluyendo a los de Gaza– y, tácticamente, de eliminar al Hezbollah como fuerza opositora al gobierno de Siniora. 

2. Para el sistema financiero, representado en el Líbano por la familia Hariri, la destrucción permite reeditar la amplia operación de reconstrucción del país que lo enriqueció durante los años 90.

Pero las fronteras del Líbano no fueron modificadas, los pobladores del sur del Líbano volvieron a las tierras de las que fueron expulsados, Hezbollah se convirtió en la primera fuerza política y militar del Líbano y se transforma así en un actor fundamental de la vida política interna en Israel, los libaneses rehicieron su unidad, Siria recuperó su liderazgo regional e Irán se fortaleció con la victoria de su aliado libanés. En cuanto a los objetivos financieros, lejos de ser capaz de mantenerse en el poder en Beirut, la familia Hariri corre el riesgo de perder las inmensas propiedades que adquirió ilegalmente durante la primera reconstrucción [3].

Desde todo punto de vista, la ofensiva militar acabó en derrota.

Notas:

[1] Ver específicamente The Management of Israeli PR during the Second Lebanon War por el profesor Udi Lebel, Ben Gurion University.

[2] «Los neoconservadores y la política del «caos constructor»», por Thierry Meyssan, Voltaire, 25 de julio de 2006.

[3] Le Pays d’où je viens por Henri Eddé (Buchet-Chastel, 1997); Les Mains noires por Najah Wakim (All prints publishers and distributors, 1998); Rafic Hariri, un homme d’affaires Premier ministre por René Naba (L’Harmattan, 1999).

 

Una buena noticia para comenzar el año


Hace ya algunos años que la imagen negativa del huevo ha cambiado. Parece que son sanos y necesarios para una dieta correcta. Contiene gran cantidad de colina, sustancia imprescindible para el funcionamiento del cerebro y las células y necesaria para el desarrollo de los fetos, y muy conveniente para madres que dan el pecho, niños y ancianos. Sus proteínas se toman como patrón de referencia para determinar la calidad proteica de otros alimentos

Pero ahora, un equipo de la Universidad de Louisiana ha presentado un trabajo, confirmación de otro anterior, en el que se afirma que el consumo de dos huevos diarios puede ser útil para adelgazar.

Para llegar a esta conclusión, estudiaron a más de 100 individuos con sobrepeso, a los que sometieron a diversas dietas. Tras dos meses, el grupo que consiguió una mayor reducción de peso fue el que tomó dos huevos diarios en el desayuno. La razón de esto podría estar en la sensación de saciedad que proporcionan, que evitaría el picoteo a lo largo de la mañana. Además, la energía y las proteínas que aportan los huevos permiten sobrellevar mejor ciertos efectos secundarios de algunos regímenes, como mareos, dolores de cabeza y sensación de vacío en el estómago. Esta teoría confirma otro estudio, publicado en el International Journal of Obesity,  que defiende el desayuno con huevos en lugar de harinas. En este estudio, los lípidos en sangre no se alteraron. No hubo incremento en “el colesterol malo” ni en los triglicéridos, en comparación con los niveles que tenían los sujetos antes de comenzar la dieta.

Estas conclusiones apoyan la noción de que los adultos sanos pueden comer huevos sin incrementar el riesgo de enfermedad cardiaca. Todo esto está de acuerdo con recientes investigaciones, las cuales concluyen que es preciso considerar la calidad de las proteínas que se consumen, ya que comer proteínas de baja calidad, o una menor cantidad de éstas, contribuye a la obesidad, a la pérdida de masa muscular y al incremento en la probabilidad de sufrir enfermedades crónicas.

La mitad de las proteínas de alta calidad que contiene el huevo se encuentran en la yema, así que es importante consumir el huevo entero, como a mí me gusta. Nada tiene comparación con un par de huevos fritos con arepa en el desayuno venezolano.

20/12/08

Los diez libros más destacados de 2008, que no necesariamente serían los mejores, pero...

Tomado de “Público”, diario español

“Paraíso inhabitado”, de Ana María Matute (Destino). Tras ocho años de silencio literario, la escritora catalana regresa con una novela en la que recrea de forma magistral la infancia de una niña de la burguesía española, a la que la autora le ha prestado algo de su forma de ver el mundo en la niñez, su gran imaginación y el amor por los cuentos.

“El viaje del elefante”, de José Saramago (Alfaguara). Un hecho histórico casi increíble: el regalo de un elefante asiático, que a mediados del siglo XVI le hizo el Rey Juan III a su cuñado, el archiduque Maximiliano de Austria, y que obligó al paquidermo a viajar desde Lisboa a Viena, le da pie al gran escritor portugués a reflexionar sobre la condición humana en su nueva novela, la más imaginativa de las que ha publicado el Premio Nobel de Literatura 1998.

“Los hombres que no amaban a las mujeres” y “La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina”, de Stieg Larsson (Destino). El fallecido escritor sueco ha alcanzado primeros puestos en España, Italia, Estados Unidos y Francia con las dos primeras entregas de su serie Millenium, protagonizadas por el periodista Mikael Blomkvist y la "hacker" Lisbeth Salander. Una mezcla apasionante de denuncia social e intrigas criminales, que se convirtió en el fenómeno editorial del año.

“After dark”, de Haruki Murakami (Tusquets). Es la última novela de este japonés que se ha convertido en uno de los escritores más influyentes, traducido a 40 idiomas, y con una amplísima obra. Murakami, cuyo nombre suena desde hace algunos años para el Nobel, construye en su última obra un juego poético que se mueve entre lo real y lo onírico, y que transcurre a lo largo de una noche. Un tiempo en el que se cruzan varias historias, como en cortes cinematográficos, y que se desvanecen al amanecer.

“Cuentos Completos”, de Guy de Maupassant (Mondadori). Una edición canónica, por fin, de los cuentos esenciales de esta gran escritor naturalista francés, con una traducción totalmente nueva. Este bello volumen, de más de 1.300 páginas, incluye el setenta por ciento de relatos inéditos con doce ilustraciones en color de Ana Juan que recoge el espíritu misterioso de este autor.

“La muerte de Amalia Sacerdote”, de Andrea Camilleri (RBA). A sus 83 años, Andrea Camilleri dejó constancia en 2008 de su ilimitada capacidad de contar historias publicando en español tres libros en el espacio de pocas semanas. Con "La muerte de Amalia Sacerdote" ganó el II Premio Internacional de Novela Negra RBA; el autor siciliano se apartó del género con una deliciosa fábula, “El beso de la sirena” (Destino), y además desveló los secretos de la mafia en “Vosotros no sabéis” (Salamandra).

“El país del miedo”, de Isaac Rosa, (Seix Barral). Isaac Rosa llevó a sus lectores hasta El país del miedo, una inquietante novela en la que presentaba un catálogo de los temores compartidos que dominan las sociedades modernas y condicionan la vida de sus habitantes. Otra de los escritores de la nueva hornada, la aragonesa Cristina Grande, dio el salto este año a la novela con Naturaleza infiel (RBA).

“El juego del ángel”, de Carlos Ruiz Zafón (Planeta). La última novela de Zafón salió a la calle con un millón de ejemplares, una tirada inédita en España, que se quedó corta para atender la demanda de sus lectores. Coincidió en las listas de ventas con Un mundo sin fin(Plaza y Janés), de Ken Follet, que en noviembre había superado el millón y medio de ejemplares.

“Harry Potter y las reliquias de la muerte”, de J.K. Rowling (Salamandra). El séptimo y último libro de la serie de novelas del popular mago, con el que Rowling cerró la serie que empezó diez años antes, se alzó indiscutiblemente al primer puesto de la literatura infantil y juvenil en 2008. Otra saga célebre, la tetralogía de los vampiros de la estadounidense Stephanie Meyer, llegó también a su fin con “Amanecer” (Alfaguara).

19/12/08

Manuel Rosales también “tumbó” a la Siemens

¡Qué bárbaro, no se le salva nadie!

En Aporrea y en mi Blog he escrito varias veces sobre la conducta personal de Manuel Rosales y generalmente lo he hecho en tono sarcástico, porque el personaje se presta para ello y no encuentro otra forma de abordar su conducta. En esta oportunidad quisiera ser diacrónico, descriptivo, sin incurrir en análisis cargados de dosis de humor; pero, creo que es una tarea harto difícil.

Pero no puedo obviar algunos elementos fundamentales a la hora de abordar la situación, porque es inevitable examinar algunos aspectos que son propios de la personalidad de Manuel, como seguiremos llamándolo, y que se remontan a sus tempranos años juveniles. ¿Qué esperar de alguien que se copiaba en los exámenes, que era un experto en fabricar “chuletas”, que se gradúo de bachiller gracias a la protección de las bandas adecas de Santa Bárbara del Zulia y que llegó a ser maestro de escuela sin que hubiera pasado por una Escuela Normal y, ¡vaya paradoja!, y que afortunadamente, gracias al buen Dios, no se le conozca, hasta el día de hoy, ningún alumno?; y ¿qué pensar de alguien que fue Auditor en el Concejo Municipal de Santa Bárbara del Zulia, sin tener la menor noción de lo que esta profesión significaba?

No es nada extraordinario que Manuel, en unión de sus compinches Peter Malberg y Jesús Luzardo (espero que sólo sea el homónimo de mi amigo “Chubeto”) a través de la empresa Metro Mara se hayan beneficiado de una jugosa comisión por la adjudicación del contrato para la construcción del Metro de Maracaibo, a la firma alemana Siemens, cuya cuantía pronto la sabremos, dado que Siemens obtuvo ganancias por 642 millones de dólares sólo para comenzar la construcción de dichas obras y que se ha visto obligada a “desembuchar” (hablar). Pero lo mejor del asunto vino después, porque el Gobierno Nacional decidió emprender la construcción del Metro de Maracaibo, dado que Manuel Rosales no avanzó ni siquiera un centímetro, pero sí hizo un enorme despliegue de publicidad  que indujo a pensar que estaba “avanzando”. En lo que se adelantó fue, en cobrar la comisión por la adjudicación del contrato. ¡Qué molleja!

Como era de esperarse, la canalla “rosalista” pronto encendió los motores y comenzó a hacer rodar la especie de que quien supuestamente estaría involucrado en la marramucia era Gian Carlo Di Martino. Es pues una repetición vulgar de la expresión: “agarren al ladrón, al ladrón” que sale de aquellos que quieren distraer la atención para que no se les incrimine por su conducta.

Mario Isea, el parlamentario zuliano que hizo la denuncia dijo que "… se ha tratado de tejer la matriz de opinión de que son funcionarios del gobierno nacional o el ex alcalde de esa ciudad, Gian Carlo Di Martino, los involucrados en el soborno de Siemens." , pero aclaró que Manuel Rosales, ahora alcalde de nuevo, "…tenía acciones mayoritarias en Metro Mara y que el presidente de ese organismo era Peter Malberg quien hace poco fue gobernador encargado del estado Zulia", mientras Rosales competía por la alcaldía”.

De acuerdo a la documentación consignada en un Tribunal del Distrito de Columbia, entre noviembre del 2001 y hasta aproximadamente mayo del 2007, Siemens Venezuela admitió haber hecho pagos de por lo menos 18,78 millones de dólares a varios funcionarios, indirectamente a través de presuntos “consultores empresariales”, a cambio de un trato favorable en conexión con los proyectos de de construcción del Metro de Valencia y del Metro de Maracaibo. Los pagos habrían sido hechos mediante cuentas bancarias en los EE.UU. controladas por esos consultores. 

Como es sabido, Manuel Rosales ha sido imputado formalmente por la Fiscalía General de la Nación, con fundamento en el artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y los artículos 124, 125, 130 y 131 del Código Orgánico Procesal Penal, por estar incurso en casos de corrupción, uno de ellos relacionado con la Lotería del Zulia, en los que estaría evidenciada una evasión fiscal por un monto de 19 millones de bolívares fuertes; además por enriquecimiento ilícito, por una presunta legitimación de capitales; y la donación de vehículos a particulares (que no eran suyos, por supuesto). Entre los “beneficiados” estaría su compadre Jesús Cubillán, comandante de la Policía del estado Zulia.

Yo sólo quiero, y conmigo muchos venezolanos más, que Manuel explique concretamente y sin hacerse el bolsa, si es cierto o no que regaló relojes a sus amigos a costa del erario público, que demuestre que no es propietario de haciendas, ni quintas, ni mansiones, ni que tiene dinero a borbollones en los EE.UU., y que no venga a decirnos después que no fue él quien cobró los reales de Siemens, sino Carlos Menem, ex presidente de Argentina, porque está muy claro que fueron contratos diferentes.

En lo que concierne al Metro de Valencia, mi camarada Oswaldo Di Lorenzo, presidente de la Cámara Municipal de Valencia, se ha adelantado y afirmó poseer datos que confirman el presunto soborno de Siemens, y que ha sostenido reuniones con otros funcionarios del ayuntamiento para analizar el caso que será investigado. “Por ejemplo las fechas: ¿Cuándo arrancaron las obras y quiénes estaban a cargo, número de empresas involucradas y sus directivos incluyendo hasta el 2007 y 2008, si es necesario?”.

Finalmente, me hago la siguiente pregunta inocente: ¿Quiénes estarán involucrados en la adjudicación del contrato para la construcción del Metro de Valencia? ¿Quiénes serán? Bueno, no tengo por los momentos ni la menor idea; pero pronto lo sabremos. La vida te da sorpresas…

Correo: omar1montilla@gmail.com   

17/12/08

¿Por qué cayapean a Mario Silva y no critican a Diosdado Cabello o a Jesse Chacón?

¿Buena pregunta verdad? Sin embargo he visto cómo se arremete contra Mario Silva, para lo cual se aprovechan de cualquier cosa, hasta de un artículo de opinión que se atrevió a escribir y a publicar en Aporrea y en el que planteaba inquietudes sobre cuestiones ideológicas, que no voy a comentar por los momentos. El problema no es que se discuta en torno la ideología, sino que se busque una pequeña rendija para caerle encima a Mario Silva y cobrarle “su” derrota en las elecciones del 23N.
La impresión que me da es que muchos quieren que el único habitante de la isla La Borracha, lugar al que prometió enviar el presidente Chávez a los perdedores de las elecciones regionales, sea Mario Silva, mientras contemplo con estupor  que no se diga nada de otros que están en iguales o peores condiciones que éste para fijar residencia en ese lugar aparentemente muy inhóspito.

En la apreciación acerca de la naturaleza de la isla La Borracha, están equivocados todos, inclusive el Presidente. ¿Por qué? Por que a pesar que en la isla La Borracha predomina una vegetación y ambiente xerófilos, resulta ideal para las excursiones  turísticas y para las exploraciones subacuáticas, por la riqueza y variedad de cuevas marinas que allí se encuentran, resultando ideal para la práctica del velerismo, el submarinismo y el “snorkeling”. Entre los grandes atractivos de la isla La Borracha están los espectaculares fondos marinos y las burbujas de aire que se han formado dentro de las cuevas, que allí se encuentran, producto de la erosión y del incesante golpetear de las olas sobre la costa desnuda; posee además una pequeña pero extraordinaria bahía, ideal para el atracadero de peñeros y otras pequeñas embarcaciones. 

Si hay algún lugar en el mundo en donde me gustaría vivir y tener una casa es, precisamente, en La Borracha, con sus aguas azules y transparentes y una vista bellísima sobre la bahía de Pozuelos, que permite destacar otra ventaja adicional, y es que se encuentra a sólo 11 km. de Puerto La Cruz. La isla La Borracha forma parte del archipiélago Islas Borrachas y está acompañada por otra isla llamada El Borracho y unos islotes llamados Los Borrachitos, El Lobo, El Cangrejo, Caribe, Cachúa y Los Beatos, que forman parte del Parque Nacional Mochima.

Las Borrachas son además sitios donde anidan y se alimentan algunas especies de tortugas marinas y gran número de aves que allí residen o que son migratorias, y son muy apetecidas por la riqueza de peces. Pueden verse con cierta frecuencia a las ballenas arenqueras y a los juguetones delfines.

Por eso, pensar que la única persona que debería ser enviada como castigo a la isla La Borracha sea Mario Silva es no sólo una estupidez por las condiciones del lugar, sino una injusticia que, como decimos popularmente, “no tiene nombre”.

Los que agreden a Mario Silva, pública o privadamente, deberían hacerlo también con Diosdado Cabello o Jesse Chacón, para poner un ejemplo. Yo no tengo ningún motivo ni interés personal en criticar a estos compatriotas, que igualmente se la jugaron toda por obtener el triunfo en la gobernación de Miranda o la alcaldía del municipio Sucre, pero en obviarlos para cayapear a Mario Silva, no, no estoy de acuerdo.

El éxito que logró Mario Silva en televisión, gracias a su talento, no ha tenido parangón. Por eso desata tanta envidia, que podría ser la causa que haya motivado el destape de tantas pasiones; y por la confianza y afecto que ha despertado en su persona, el presidente Chávez.

No te preocupes Mario, porque si necesitan a alguien que te “cuide” en la isla La Borracha, me ofrezco desde ya para asumir esa tarea.

Correo: omar1montilla@gmail.com   

¡Dále un Zapatazo a Bush!

El objetivo del juego de Sock and Awe es sencillo: tratar de golpear con unos zapatos una figura en movimiento que representa a Bush. Millones de zapatos han logrado ya dar en la diana, según el contador del sitio 'web', que a cada acierto responde con un "¡Bien hecho!".

El jugador dispone de 30 segundos para lanzar sus zapatos a la cabeza de Bush, que se mueve en una tribuna durante una rueda de prensa. El nombre “Sock and Awe” (medias y pavor, en inglés) es un juego de palabras con “Shock and Awe” (golpe y pavor), el nombre con que se bautizó la operación lanzada por EEUU en 2003 para desalojar del poder en Irak a Saddam Hussein.

El inventor del juego es Alex Tew, de 24 años. El juego se basa en el incidente provocado por el periodista iraquí Muntazer al Zaidi, del canal televisivo Al Bagdadia, que el pasado domingo lanzó sus zapatos contra Bush durante una rueda de prensa del presidente estadounidense en Bagdad. El periodista, además, le insultó, llamándole "perro".

16/12/08

¿Quiénes están implicados en Venezuela con la estafa Madoff?

Víctor José de Vargas e Irausquín

Antecedentes de otra gran estafa

Realmente no hay cifras confiables sobre las fortunas de venezolanas depositadas en el exterior, pero se calcula muy conservadoramente que pudieran por encima de los 200 mil millones de dólares, es decir 5 veces mayor que las reservas internacionales de Venezuela.

Entre los más destacados saqueadores de nuestro país, están los banqueros que en enero de 1994 provocaron aquella crisis que significó una erogación de cerca 10 mil millones de dólares en “ayudas” recibidas del gobierno del Dr. Rafael Caldera, quien decidió intervenir el Banco Latino y después el Banco Progreso, de Orlando Castro, y seguidamente los bancos Principal, Italo, Profesional, Amazonas, Bancor, Barinas, Construcción, La Guaira, Maracaibo, Metropolitano y la Sociedad Financiera Fiveca. Más tarde son estatizados el Banco de Venezuela y el Banco Consolidado.

Fueron en total de 15 bancos, mas la maraña de subsidiarias y relacionadas, que representaban casi el 40% de los depósitos del sistema bancario venezolano, cuyos capitales se habían esfumado. A la par, otros bancos  se permitieron un crecimiento exagerado, al recibir los depósitos de los bancos que habían sido “afectados”. Hay que recordar que los años precedentes a este gigantesco fraude fueron muy movidos y los hechos más destacados fueron las rebeliones militares de 1992, la defenestración en 1993 de Carlos Andrés Pérez, a lo que se le sumó la caída de los ingresos petroleros, un espantoso déficit fiscal y la enorme inestabilidad del sistema financiero venezolano.

Las tasas de interés llegaron a rondar el 100%, las fugas incontroladas de capital fueron gigantescas, las reservas internacionales cayeron a 2.060 millones de dólares, ante la pasividad del gobierno y del Banco Central, que había implantado el llamado sistema de “crawling peg”, después vino el régimen de flotación y una fuerte devaluación del bolívar. En mayo de 1994 el sistema de flotación fue reemplazado por el sistema de subasta.

Con ese relajo generalizado en el sistema financiero venezolano, se hizo inevitable una crisis gigantesca y el sistema bancario venezolano comenzó a generar unas supuestas y cuantiosas pérdidas, cuyo detonante fue el Banco Latino, que desde finales de 1992, cándidamente se presentaba con “problemas de liquidez”, cuando en realidad, el Banco Latino había sido prácticamente saqueado.

Caldera y sus asesores, entre ellos Teodoro Petkoff,  en lugar de admitir la existencia de una crisis financiera, se hacen los desentendidos con lo que inevitablemente se agudizó el problema.

¿Saben los venezolanos que tienden a olvidar, cuáles fueron algunas de las consecuencias que generó la crisis bancaria?: Disminución del Producto Interno Bruto (PIB) de casi 3%, contracción de la demanda agregada interna de 4,5%, fugas de capitales por casi 4 mil millones de dólares, una tasa de inflación de 71% y devaluación de la moneda en un 70%.

Gracias a la Revolución Bolivariana los ricos están más tranquilos

A pesar de que el “Financial Times” de Londres,  auguraba hace poco un eventual colapso de la banca venezolana como consecuencia de la decisión tomada por el gobierno del presidente Chávez de obligar a la banca a vender las llamadas “notas estructuradas” por un valor de 5.600 millones de dólares, la realidad, la cruel realidad, les golpeó la cara una vez más, porque sucedió todo lo contrario y no sólo se salvaron de la hecatombe financiera que sacude a los EE.UU., sino que no se vieron afectados los denominados  “títulos de deuda soberana”.

"Tengo la certeza que cuatro o cinco bancos no podrían mantenerse un año más" dijo el sesudo analista Cesar Aristimuño, quien añadió que si sólo un puñado de bancos es afectado seriamente, esto puede terminar dañando completamente al sistema. Hasta el desaparecido banco Lehman Brothers se atrevió a pronosticar lo que no pudieron hacer con ellos mismos y a través de un vocero muy  “calificado” el economista Gianfranco Bertozzi, expresaron: "El daño al sector bancario será mayor si la regulación es aplicada rigurosamente” Resultado: se aplicó tal cual y no pasó nada.  

Gracias al control de cambios implantado desde febrero del 2003 el precio del dólar quedo sujeto a Bs. 1.600; en el 2004 se estableció en Bs. 1.920 y a partir del año 2005 quedo en Bs. 2.150 (Bs.F. 2,15), lo que ha generado reservas cercanas a los 40 mil millones de dólares. Con la implantación de esta política se buscó evitar la fuga de capitales que se había acentuado desde 1999 por la incertidumbre política en el país, que culminó en el golpe de estado del 2002 y el paro petrolero del 2002-2003; y segundo para evitar que la presión en el mercado cambiario pudiera forzar a una devaluación del bolívar. Ambas metas se lograron.

A los 40 mil millones de dólares que tiene Venezuela en reservas internacionales, se le suma una cantidad similar que están en el Fondo Nacional de Desarrollo (Fonden), más los fondos con China e Irán y el banco binacional ruso-venezolano, que otorgan al sistema financiero venezolano una sólida garantía de unos 100 mil millones de dólares. ¿Qué tal?

¿Quienes pudieran estar implicados en la “movida” de Madoff?

Los ricos venezolanos son muy frasquiteros, al contrario de los recontrarricos gringos, que generalmente pasan desapercibidos, como el fulano Bernard Madoff. Nuestros ricos son muy proclives al lucimiento personal como el señor Lope Mendoza, presidente del Banco Venezolano de Crédito, que no pierde ocasión para hablar mal del gobierno, el mismo que ha evitado su ruina. Pero los inevitables e infaltables en la “lista Madoff” son Gustavo Gómez López (Banco Latino) quien se habría asociado a Eduardo Gómez Sigala (Grupo Polar) y a Central Banco Universal, el cual aparece en la lista de los bancos privados venezolanos que atraviesan en la actualidad, como sucedió tres lustros atrás, con graves “problemas de liquidez”.

Otro infaltable sería José Álvarez Stelling (Banco Consolidado), quien está fugado del país y que se ha dedicado, a falta de bancos propios en Venezuela, a “administrar” el dinero que ilegalmente se llevó de Venezuela. Este señor maneja las financieras Rimini Holdings Ltd., radicada en Gran Bretaña y Álvarez Stelling Investment (Astinvest) en España, a nombre de quienes está un banco en este último país.

Fuentes muy confidenciales han revelado que dentro del país los más seguros inversionistas que cedieron a los encantos de Madoff, son Juan Carlos Escotet (Banesco) y Nelson Mezerhane (Banco Federal), quienes habrían invertido millones de dólares de sus clientes; así como Víctor Vargas, del Banco Occidental de Descuento (BOD), quien con su “agresiva” política financiera, logró engullir al  Norvalbank, a Valencia EAP, al Banco Monagas y al Fondo de Activos Líquidos BOD, a través del holding Cartera de Inversiones, con negocios en banca, seguros, petróleo, redes de gasolina, gas e inmuebles.

Como se sabe, Víctor Vargas tiene una larga y vieja relación con Emilio Botín y el Banco Santander de España, el mismo que quedó engarzado con 2.330 millones de dólares de sus clientes, en productos gestionados por Madoff. Cuando se planteó la negociación entre Vargas y Botín por el Banco de Venezuela, el primero entregó en garantía bonos, de acuerdo a lo que publicó el diario 'El Universal', de Caracas, citando “fuentes financieras”, hecho ratificado posteriormente por el presidente Chávez. Los bonos que Vargas entregó a Botín habrían sido entregados como “muesca” del precio que pactaron y que rondaría los 1.200 millones de dólares, parte de los cuales se los había embolsillado Madoff.

Víctor José de Vargas e Irausquin, como se hace llamar ahora, se codea con la realeza europea porque casó a su hija María Margarita con Luis Alfonso de Borbón, bisnieto del general Franco y duque de Anjou, entre los “grandes” de España. Los amigos de Vargas son recibidos en su mansión de Florida,  situada en Palm Beach, que le fue vendida por George Lindemann por la irrisoria suma de 70 millones de dólares.

El dinero de don Víctor estaría colocado en un subfondo denominado Optimal Strategic, de EE.UU., del que Madoff era el responsable de "ejecutar sus inversiones", según el Banco Santander.

Les aseguro que pronto habrán nuevas y sorprendentes revelaciones.

Correo: omar1montilla@gmail.com   

La verdadera historia del zapatazo a Bush

Globoterror.com, portal venezolano, descubrió la aterradora verdad sobre lo ocurrido en Bagdad: no fue ningún "periodista iraquí" quien lanzó sus zapatos contra el benefactor de la humanidad George Bush, sino un maracucho tarifado del régimen venezolano, movido por el odio y con un vocabulario propio de marginal. Luego de analizar varias veces las últimas imágenes transmitidas desde Irak, donde el presidente George Bush fue salvajemente atacado por un iraquí, chavista y loco que le lanzó un zapato socialista, el Pentágono emitió un comunicado en el cual expresa que “todos los zapatos son armas de destrucción masiva”


14/12/08

Capitalistas Estúpidos

Joseph Stiglitz

Premio Nobel de Economía, profesor de la Universidad de Columbia

 

Cito: “La verdad es que la mayoría de los errores individuales se reducen a sólo uno: la creencia en que los mercados se ajustan solos y que el papel del gobierno debiera ser mínimo. Al mirar retrospectivamente a esa creencia durante audiencias en otoño de este año en el Congreso, Alan Greenspan dijo en voz alta: “He encontrado un defecto.” El congresista Henry Waxman lo presionó, respondiendo: “En otras palabras, usted ha descubierto que su visión del mundo, su ideología, no era correcta; no funcionaba.” Ciertamente, precisamente,” dijo Greenspan. La adopción por EE.UU. – y por gran parte del resto del mundo – de esa filosofía económica defectuosa hizo inevitable que hayamos llegado al lugar en el que nos encontramos actualmente.” ¡Qué en paz descansen!

Algún día se habrán calmado las amenazas más urgentes posadas por la crisis crediticia y nos veremos ante la tarea principal de elaborar una dirección para los pasos económicos del futuro. Será un momento peligroso. Detrás de los debates sobre la política futura hay un debate sobre la historia: un debate sobre las causas de nuestra situación actual. La batalla por el pasado determinará la batalla por el presente. Por lo tanto es crucial entender bien la historia

¿Cuáles fueron las decisiones críticas que llevaron a la crisis? Se cometieron errores en cada encrucijada – tuvimos lo que los ingenieros llaman una “falla del sistema:” cuando no una sola decisión sino una cascada de decisiones producen un resultado trágico. Consideremos cinco momentos cruciales:

No. 1: Despido del presidente

En 1987 el gobierno de Reagan decidió remover a Paul Volcker de su puesto de presidente del Consejo de la Reserva Federal y nombrar en su lugar a Alan Greenspan. Volcker había hecho lo que supuestamente es la tarea de los banqueros centrales. Bajo su control, la inflación fue reducida de más de un 11% a bajo de un 4%. En el mundo de la banca central, eso le habría significado un grado de A+++ y asegurado su renombramiento. Pero Volcker también entendió que los mercados financieros deben ser regulados. Reagan quería a alguien que no creyera algo semejante, y lo encontró en un devoto de la filósofa objetivista y fanática del libre mercado, Ayn Rand.

Greenspan tuvo un doble papel. La Reserva Federal controla el grifo del dinero, y en los primeros años de esta década, lo abrió a todo dar. Pero la FED también es un regulador. Si se nombra a un anti-regulador como brazo ejecutor, se sabe el tipo de ejecución que se tendrá. Un torrente de liquidez combinado con diques reguladores defectuosos resultaron ser desastrosos.

Greenspan presidió sobre no una, sino sobre dos burbujas financieras. Después de que reventó la burbuja de la alta tecnología, en 2000 – 2001, ayudó a inflar la burbuja de la vivienda.

La primera responsabilidad de un banco central debería ser el mantenimiento de la estabilidad del sistema financiero. Si los bancos prestan sobre la base de valores artificialmente altos de los activos, el resultado puede ser una catástrofe como la que estamos viendo, y Greenspan lo debiera haber sabido. Tenía muchos de los instrumentos necesarios para hacer frente a la situación. Para encarar a la burbuja de la alta tecnología, podría haber aumentado los requerimientos marginales (la cantidad de dinero que deben financiar los compradores con sus propios medios para adquirir acciones). Para deflacionar la burbuja de la vivienda, podría haber limitado los préstamos depredadores a hogares de bajos ingresos y prohibido otras prácticas insidiosas (los préstamos sin documentación o “mentirosos”, los préstamos sólo con intereses, etc.). Esto habría ido bastante lejos para protegernos. Si no tenía los instrumentos, podría haber ido al Congreso y haberlos solicitado.

Desde luego, los actuales problemas con nuestro sistema financiera no son sólo el resultado de préstamos incobrables. Los bancos han hecho mega-apuestas mutuas mediante instrumentos complicados como los derivados, “credit-default swaps” (CDS), etc. Con estos, una parte paga a la otra si ocurren ciertos eventos; por ejemplo, si quiebra Bear Stearns, o si el dólar aumenta. Estos instrumentos fueron originalmente creados para ayudar a gestionar el riesgo, pero pueden también ser utilizados para jugar por dinero. Por lo tanto, si uno se siente seguro de que el dólar va a caer, podría hacer una gran apuesta correspondiente, y si el dólar verdaderamente cayera, sus ganancias aumentarían considerablemente. El problema es que, con este complicado entrelazado de apuestas de gran magnitud, nadie podía estar seguro de la posición financiera de otro, o incluso de la propia. No es sorprendente que los mercados crediticios se hayan paralizado.

Greenspan también jugó un papel en esto. Cuando yo era presidente del Consejo de Asesores Económicos, durante el gobierno de Clinton, participé en un comité de todos los principales reguladores financieros federales, un grupo que incluía a Greenspan y al Secretario del Tesoro Robert Rubin. Incluso entonces, era obvio que los derivados planteaban un peligro. No lo señalé de un modo tan memorable como Warren Buffett – quien vio en los derivados “armas financieras de destrucción masiva” – pero comprendimos lo que quería decir.

Y sin embargo, con todo ese riesgo, los desreguladores a cargo del sistema financiero – en la FED, en la Comisión de Mercados e Inversores de Estados Unidos, (SEC), y en otros sitios – decidieron no hacer nada, preocupados de que cualquier acción podría interferir con la “innovación” del sistema financiero. Pero la innovación, como el “cambio,” no tiene un valor inherente. Puede ser mala (los préstamos “mentirosos” son un buen ejemplo) así como buena.

No. 2: Demoliendo los muros

La filosofía de la desregulación pagó dividendos indeseados durante años. En noviembre de 1999, el Congreso revocó la Ley Glass-Steagall – culminación de un esfuerzo de cabildeo de 300 millones de dólares por las industrias bancarias y de servicios financieros, y liderado en el Congreso por el senador Phil Gramm. Glass-Steagall había separado desde hace tiempo a los bancos comerciales (que prestan dinero) y a los bancos de inversiones (que organizan la venta de bonos y valores); había sido promulgada como consecuencia de la Gran Depresión y debía limitar los excesos de esa era, incluidos los conflictos de intereses. Por ejemplo, sin separación, si una compañía cuyas acciones habían sido emitidas por un banco de inversión, con su fuerte apoyo, se metía en problemas, ¿no sentiría su brazo comercial, si lo tuviera, presión para prestarle dinero, tal vez insensatamente? No cuesta prever la espiral resultante de malas decisiones. Yo me había opuesto a la revocación de Glass- Steagall. Sus defensores dijeron, en efecto: Confiad en nosotros, creamos murallas chinas para asegurar que los problemas del pasado no vuelvan a ocurrir. Como economista, yo poseía ciertamente un grado saludable de confianza, confianza en el poder de los incentivos económicos para desviar la conducta humana hacia el interés propio a corto plazo, en todo caso, en lugar del “interés propio bien entendido” de Tocqueville.

La consecuencia más importante de la revocación de Glass-Steagall fue indirecta – fue cómo la revocación cambió toda una cultura. No se supone que los bancos comerciales sean empresas de alto riesgo; se supone que administren el dinero de otros de un modo muy conservador.

Basado en este entendimiento el gobierno acepta pagar la cuenta si llegan a quebrar. Los bancos de inversión, por otra parte, han administrado tradicionalmente el dinero de gente acaudalada – gente que puede tomar riesgos mayores para obtener mayores ganancias. Cuando la revocación de Glass-Steagall juntó a los bancos de inversiones y comerciales, la cultura de la banca de inversiones salió ganando. Existía una demanda para el tipo de altas ganancias que sólo podían ser obtenidas mediante un alto apalancamiento y la aceptación de grandes riesgos.

Hubo otros pasos importantes por el camino desregulador. Uno fue la decisión en abril de 2004 de la Comisión de Mercados e Inversores de Estados Unidos, (SEC), tomada en una reunión a la que no asistió casi nadie y que fue pasada por alto en gran parte, de permitir que los grandes bancos de inversiones aumentaran su ratio de deuda a capital (de 12:1 a 30:1, o más) para poder comprar más valores respaldados por hipotecas, inflando al hacerlo la burbuja de la vivienda. Al aceptar esa medida, la SEC argumentó a favor de las virtudes de la autorregulación: la noción peculiar de que los bancos pueden controlarse efectivamente a sí mismos. La autorregulación es disparatada, como reconoce ahora hasta Alan Greenspan, y como asunto práctico no puede, en todo caso, identificar riesgos sistémicos – los tipos de riesgos que aparecen cuando, por ejemplo, los modelos utilizados por cada uno de los bancos para administrar sus carteras de inversiones indican a todos los bancos que vendan de golpe algunos valores.

Cuando echamos por tierra las antiguas regulaciones, no hicimos nada por encarar los nuevos desafíos planteados por los mercados del Siglo XXI. El desafío más importante fue el planteado por los derivados. En 1998, la jefa de la Comisión del Comercio en Futuros sobre Mercancías de EE.UU., Brooksley Born, había llamado a que hubiera una tal regulación – una preocupación que ganó en urgencia después que la FED, en ese mismo año, organizó el rescate de Long-Term Capital Management, un hedge fund cuya quiebra de más de un billón de dólares amenazó los mercados financieros globales. Pero el Secretario del Tesoro, Robert Rubin, su Secretario-Adjunto, Larry Summers, y Greenspan, fueron inflexibles y exitosos en su oposición. No se hizo nada.

No. 3: Aplicando sanguijuelas

 Luego vinieron los recortes tributarios de Bush, impuestos primero el 7 de junio de 2001, con una nueva entrega dos años después. El presidente y sus asesores parecían creer que recortes tributarios, especialmente para estadounidenses de altos ingresos, constituían un cura-lo-todo para cualquier enfermedad económica – el equivalente moderno de sanguijuelas. Las reducciones de impuestos jugaron un papel fundamental en la conformación de las condiciones que crearon el trasfondo de la actual crisis. Como su contribución al estímulo de la economía fue mínima, el verdadero impulso quedó en manos de la Fed, que emprendió la tarea con tasas bajas y liquidez sin precedentes. La guerra en Iraq empeoró las cosas, porque llevó a un aumento brutal de los precios del petróleo. Ante la dependencia de EE.UU. de las importaciones de petróleo, tuvimos que gastar varios cientos de millones de dólares más para comprar petróleo – dinero que de otra manera habría sido gastado en bienes estadounidenses. Normalmente eso hubiera llevado a una ralentización económica, como lo hizo en los años setenta. Pero la Fed enfrentó el desafío del modo más miope que se pueda imaginar. El diluvio de liquidez hizo que el dinero fuera fácilmente disponible en los mercados hipotecarios, incluso para los que normalmente no estarían en condiciones de pedir prestado. Y, sí, eso logró impedir una desaceleración económica: la tasa de ahorro doméstica de EE.UU. cayó a cero. Pero debiera haber sido obvio que estábamos viviendo de dinero prestado, y de tiempo prestado.

La reducción de la tasa de impuestos sobre ganancias del capital contribuyó de otra manera a la crisis. Fue una decisión que enfocaba los valores: los que especulaban (léase: jugaban con dinero) y ganaban eran gravados menos que los que ganaban un salario, los que simplemente trabajaban duro. Pero más que eso, la decisión alentaba el apalancamiento, porque los intereses eran deducibles de los impuestos. Si, por ejemplo, se pedía prestado un millón para comprar una casa o se tomaba un préstamo sobre la apreciación inmobiliaria por 100.000 dólares para comprar acciones, los intereses serían totalmente deducibles cada año. Cualquier ganancia de capital que se hacía era levemente gravada – en algún día posiblemente remoto en el futuro. El gobierno de Bush hacía una invitación abierta a los excesos al pedir prestado y prestar – pero los consumidores estadounidenses no necesitaban que los estimularan para hacerlo.

No. 4: Falsificación de las cifras

Mientras tanto, el 30 de junio de 2002, después de una serie de grandes escándalos – notablemente el colapso de WorldCom y Enron – el Congreso aprobó la Ley Sarbanes-Oxley. Los escándalos habían involucrado a cada firma contable estadounidense, a la mayoría de nuestros bancos, y a algunas de nuestras principales compañías, y dejaron en claro que teníamos serios problemas con nuestro sistema de contabilidad. La contabilidad es un tópico que causa sueño a la mayoría de la gente, pero si no se puede confiar en las cifras de una compañía, no se puede confiar en nada respecto a una compañía. Por desgracia, en las negociaciones sobre lo que llegó a ser Sarbanes-Oxley, se tomó la decisión de no encarar lo que muchos, incluyendo el respetado anterior jefe de la SEC, Arthur Levitt, consideraban un problema subyacente fundamental: las opciones de compra de acciones. Las opciones de compra de acciones habían sido defendidas como la contribución de saludables incentivos para una buena administración, pero en realidad eran sólo tenían el nombre de “pagos de incentivos”. Si a una compañía le va bien, su jefe ejecutivo obtiene grandes compensaciones en la forma de opciones de compra de acciones; si a una compañía le va mal, la compensación es casi del mismo tamaño, pero otorgada de otras maneras. Es bastante malo. Pero un problema colateral con las opciones de compra de acciones es que ofrecen incentivos para llevar una mala contabilidad: el personal directivo superior tiene todos los incentivos para suministrar información distorsionada a fin de elevar los precios de las acciones.

La estructura de incentivos en las agencias de calificación también resultó ser perversa. Agencias como Moody's y Standard & Poor's son pagadas por los mismos a los que supuestamente deben calificar. Como resultado, tienen todos los motivos del mundo para dar buenas calificaciones a las compañías, en una versión financiera de lo que los profesores universitarios conocen como inflación de notas.

Las agencias de calificación de riesgos, como los bancos de inversión que les pagaban, creían en la alquimia financiero – que hipotecas tóxicas de grado F podían ser convertidas en productos suficientemente seguros para estar en poder de bancos comerciales y fondos de pensión. Habíamos visto el mismo fracaso de las agencias de calificación durante la crisis del Este Asiático durante los años noventa: altas calificaciones facilitaron una fuerte corriente de dinero hacia la región, y luego una repentina inversión de las calificaciones produjo la ruina. Pero los supervisores financieros no se interesaron.

No. 5: Que se desangre

El momento decisivo final vino con la aprobación de un paquete de rescate el 3 de octubre de 2008 – es decir, con la reacción del gobierno a la crisis en sí. Sentiremos las consecuencias durante años. Tanto el gobierno como la Fed habían sido impulsados desde hace tiempo por ilusiones, esperando que las malas noticias fueran sólo un accidente pasajero, y que un retorno al crecimiento estuviera a la vuelta de la esquina. Mientras los bancos de EE.UU. enfrentaban el colapso, el gobierno viraba de un modo de actuar a otro. Algunas instituciones (Bear Stearns, A.I.G., Fannie Mae, Freddie Mac) fueron rescatadas. Lehman Brothers no. Algunos accionistas recuperaron algo. Otros no.

La propuesta original del Secretario del Tesoro, Henry Paulson, un documento de tres páginas que habría proporcionado 700.000 millones de dólares al secretario para gastar a su sola discreción, sin supervisión o revisión judicial, fue un acto de extraordinaria arrogancia. Vendió el programa como necesario para restaurar confianza. Pero no encaró las razones subyacentes de la pérdida de confianza. Los bancos habían otorgado demasiados préstamos incobrables. Tenían grandes agujeros en sus balances. Nadie sabía lo que era verdad y lo que era ficción. El paquete de rescate fue como una masiva transfusión a un paciente con hemorragia interna – y no se hizo nada en cuanto a la fuente del problema, es decir todas esas ejecuciones hipotecarias. Se desperdició un tiempo valioso mientras Paulson presionaba por su propio plan: “efectivo por basura,” comprando activos malos y trasfiriendo el riesgo a los contribuyentes estadounidenses.

Cuando terminó por abandonarlo, suministrando a los bancos el dinero que necesitaban, lo hizo de una manera que no sólo estafó a los contribuyentes estadounidenses sino no logró asegurar que los bancos utilizaran el dinero para reiniciar los préstamos. Incluso permitió a los bancos que entregaran dinero a sus accionistas mientras los contribuyentes depositaban su dinero en los bancos.

El otro problema que no fue encarado tenía que ver con las amenazantes debilidades en la economía. La economía había sido sostenida con préstamos excesivos. Ese juego se había acabado. Al contraerse el consumo, las exportaciones mantuvieron en funcionamiento la economía, pero con el fortalecimiento del dólar y la debilidad en Europa y en el resto del mundo, era difícil ver cómo eso podría continuar. Mientras tanto, los Estados enfrentaban masivas caídas de los ingresos – tendrían que reducir sus gastos. Sin una acción rápida del gobierno, la economía enfrentaba un receso. E incluso si los bancos hubieran prestado sabiamente – lo que no habían hecho – era seguro que el receso significaría un aumento en las deudas perdidas, debilitando aún más al sector financiero en dificultades.

El gobierno habló de desarrollo de confianza, pero lo que presentó fue en realidad un timo. Si el gobierno hubiera querido realmente restaurar confianza en el sistema financiero, habría comenzado por encarar los problemas subyacentes – las estructuras deficientes de incentivos y el sistema regulador inadecuado.

¿Hubo una sola decisión aislada que, si hubiera sido revertida, habría cambiado el curso de la historia? Todas las decisiones, incluidas las de no hacer algo, como han sido muchas de nuestras malas decisiones económicas, son consecuencia de decisiones anteriores, una red interrelacionada que va desde el pasado lejano hasta el futuro. Se escuchará a algunos de la derecha apuntar a ciertas acciones del propio gobierno – como ser la Ley de Reinversión Comunitaria (CRA), que requiere que los bancos pongan a disposición dinero para hipotecas en vecindarios de bajos ingresos. (En los hechos los incumplimientos de pagos en los préstamos basados en la CRA fueron efectivamente mucho menores que en otros préstamos.) Muchos han culpado a Fannie Mae y Freddie Mac, los dos inmensos prestamistas hipotecarios, que originalmente eran de propiedad gubernamental. Pero en los hechos llegaron tarde al juego de las hipotecas de alto riesgo, y su problema fue similar a los del sector privado: Sus jefes ejecutivos tuvieron el mismo perverso incentivo para lanzarse al juego.

La verdad es que la mayoría de los errores individuales se reducen a sólo uno: la creencia en que los mercados se ajustan solos y que el papel del gobierno debiera ser mínimo. Al mirar retrospectivamente a esa creencia durante audiencias en otoño de este año en el Congreso, Alan Greenspan dijo en voz alta: “He encontrado un defecto.” El congresista Henry Waxman lo presionó, respondiendo: “En otras palabras, usted ha descubierto que su visión del mundo, su ideología, no era correcta; no funcionaba.” Ciertamente, precisamente,” dijo Greenspan. La adopción por EE.UU. – y por gran parte del resto del mundo – de esa filosofía económica defectuosa hizo inevitable que hayamos llegado al lugar en el que nos encontramos actualmente.