“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

2/6/15

Conflictos mineros en América Latina: extracción, saqueo y agresión

El Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, OLCA, presenta el esfuerzo de diversas organizaciones latinoamericanas que defienden la vida, el agua y los territorios ante la amenaza de la megaminería en el continente

Desde hace más de una década, América Latina se ha convertido en uno de los epicentros de la expansión minera a nivel global. Pese a la caída reciente de los precios internacionales de los minerales, esta región continúa recibiendo los mayores flujos de inversión minera a nivel global y varios de sus países figuran en el top ten de los principales destinos de inversión: por ejemplo, el año pasado América Latina captó el 27% de la inversión en exploración minera a nivel mundial.

Por lo tanto, la minería ha crecido en todos estos años, tanto en los países que tienen una larga experiencia de convivencia con esta actividad, como en países que recién han comenzado a constatar la presencia de empresas mineras en sus territorios, intentando desarrollar emprendimientos a gran escala.

1/6/15

Occidente: Totalitarismo y riqueza intangible | El asunto Thomas Piketty

Mario R. Fernández   |   El mentado economista y académico francés Thomas Piketty, en su libro El Capital del Siglo 21, analiza detalladamente fases del capital en siglos anteriores, principalmente en Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos e incluye algunos otros países desarrollados. Fundamentalmente, Piketty levanta una crítica a la acumulación de riquezas por su falta de equidad, que según él ha vuelto a profundizarse en los últimos años. Este asunto de la falta de equidad en la distribución de riqueza no es, obviamente no puede ser, novedad para América Latina y África donde la desigualdad ha sido ampliamente expuesta por muchos críticos, simplemente desoídos y desestimados, irónicamente, por los mismos medios de comunicación dominantes que hoy prestan atención y cantan loas a Piketty. Ahora, sin desmerecer la investigación amplia de Piketty -y de otros muchos economistas, académicos y periodistas laureados como el merecedores de las loas de estos medios de comunicación, es de notar que estos críticos han sabido transitar por un espacio, límite entre lo aceptado y lo no aceptado, evitando siempre una palabra de más, una expresión más crítica, una implicación obvia, que pudiera ofender las susceptibilidades de la clase dominante -local y mundial, y su sistema financiero –este último autor en tiempos recientes del robo más grande que haya conocido la humanidad y responsable de la transformación de deudas privadas (de papeles sin valor) a deudas públicas, ahora responsabilidad de los estados.