Especial para La Página
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Muchos son los elementos para el análisis de la
situación político-social resultante como consecuencia de la todavía presente
campaña de sabotaje económico, eléctrico y de los servicios, el desabastecimiento puntual y masivo, el “súbito
repunte preelectoral” de la inseguridad;
además de la apropiación
fraudulenta e infiltración del imaginario chavista y bolivariano ( Bolívar,
constitución, símbolos, misiones, inclusión) por las fuerzas de la derecha
retrógrada y sus asesores internacionales,
eventos megaampliados por los
medios de comunicación capitalistas escritos, audiovisuales y digitales, en una
orquestación que hace rememorar los principios
goebbelianos y nazis de la
manipulación propagandística.
Plan antipatria, por supuesto, desplegado en nuestros propios
escenarios, montado sobre la ausencia definitiva del líder histórico de
la revolución bolivariana, comandante Hugo Chávez, sobre
el desgaste de 14 años de gestión pública, parcialmente contaminada
de burocratismo, ineficiencia, ineficacia
y corrupción; contando con
nuestra campaña electoral triunfalista basada en encuestas apresuradas,
con sobreestimación mítica de nuestra
fortaleza electoral, acentuada
con actos electorales que nos
desdibujaban como socialistas, apoyados en figuras artísticas recientemente
advenidas de la industria audiovisual y comercial, mientras desdeñábamos a
nuestros artistas revolucionarios y, sobre todo, postergábamos enfrentar en la propia tribuna de campaña, y con nuestras herramientas de lucha chavista, los graves
problemas (verdaderos y
artificiales) a los que, como una
emboscada, era sometido el bravo pueblo
venezolano.
Aún así,
en este ámbito plural de
adversidades intervenido por los poderes
de la burguesía plutocrática y sus
subalternos, que incluía el falso y acerbo discurso opositor hasta en los templos religiosos , el pueblo
venezolano bolivariano demostró la fortaleza profunda y raigal del legado chavista y le entrego a Nicolás Maduro
una base social titánica de más de 7.5
millones de electores.
Hay que reconocer y admirar la resistencia de esta conciencia histórica. El gobierno electo debe saber merecerla con una agenda extraordinaria de inclusión de corto, mediano
y largo plazo . Amor con amor se paga!
Hemos cerrado, por ahora, un ciclo electoral, única vía legítima para
acceder al gobierno de la nación en la república bolivariana de Venezuela, en
conformidad con la voluntad del pueblo.
Principio de soberanía
democrática, para nosotros, constitucionalmente inconmovible. No así para la oposición derechista, con agendas secretas y violentas siempre a la
mano, basadas en el desconocimiento de la
mayoría.
El PSUV y su organización también cierra ciclos
y como partido revolucionario debe adecuarse a los escenarios políticos
actuales, fortalecerse para el
despliegue en defensa de la revolución bolivariana. En ese sentido, su estructura de unidades de
batalla y patrullas electorales , apropiadas
para comicios, debe asumir nuevas
funciones políticas en su territorio. Para eso, creemos necesaria una inmediata
reconfiguración para convertir cada Ubch
del país en un mínimo de dos (2)
patrullas territoriales semillas de hasta 15 camaradas cada una,
garantizando que por cada par de patrullas socialistas territoriales semilla
devenidas de las 13.638 ubch en los 23 estados y el distrito capital, se
desplieguen como núcleo duro
militante aproximadamente 409 mil cuadros en el país, sin contar los camaradas que se movilizarán al reactivarse las patrullas sectoriales de
trabajadores formales e informales, estudiantes y campesinos y otras. La agenda
revolucionaria de las patrullas socialistas del PSUV acometerían de inmediato
las siguientes 4 acciones:
a. Levantar
el diagnóstico del territorio o sector, con priorización de problemas y soluciones
sobre abastecimiento, infraestructura,
seguridad, servicios,deporte, cultura,
etc, en vinculación con consejos comunales y/u otras formas de organización
popular, comunal o sectorial, y como
insumo del gobierno de calle, en todos sus niveles.
b. Conversatorios, foros de formación
y enfrentamiento de matrices mediáticas,
articulándose con medios públicos, comunitarios y populares (Sibci) en el
territorio o sector.
c. Definir acciones de defensa
integral, detección y alerta temprana de
amenazas, inteligencia popular, interacción,
colectivización de la defensa en el territorio, desmontaje de guarimbas, etc.
d. Coordinar acciones y
movilización política desde el
territorio, sumándolo a la defensa activa de la revolución bolivariana.
Para maximizar en la praxis las acciones
políticas con el sentido de unidad requerido por la
situación actual, se considera necesaria
la creación, por medio de un acuerdo político nacional,
antiburocrático y desde las bases,
de los Frentes para la Defensa de
la Revolución Bolivariana (Frenderb) integrando en cada Frenderb territorial o sectorial a una
patrulla socialista PSUV y al menos 5
compatriotas de los partidos aliados, movimientos sociales y
organizaciones del polo patriótico, para conformar frentes de acción
revolucionaria de al menos 20
militantes c/u, con dirección democrática y
plural, activando un mínimo de de
540 mil cuadros bolivarianos para la batalla territorial y sectorial en todo el
país, en defensa de la revolución,
gobierno, instituciones bolivarianas, poder popular, y en protección de la madre
y cimiento mayor del legado del comandante Hugo Chávez: la alianza histórica de
pueblo civil y pueblo militar.
Necesario es vencer!