“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

16/10/13

Piero Sraffa, Ludwig Wittgenstein y el trasfondo lógico común de sus grandes obras

Javier López Bernardo  |  El motivo del 50 aniversario de la publicación del gran libro de Sraffa Producción de Mercancías por Medio de Mercancías es un momento inmejorable para revisar la vida privada del autor, en concreto una de sus más importantes relaciones personales: su amistad con el filósofo austríaco Ludwig Wittgenstein, uno de los máximos exponentes de la filosofía occidental del siglo XX. Las relaciones entre Sraffa y Wittgenstein han sido siempre un importante centro de atención, tanto desde el punto de vista de los economistas como desde el de los filósofos. Desde la muerte de Wittgenstein (1951), dicha labor de investigación se ha centrado más en averiguar los sorprendentes y variados detalles de su relación, siempre fascinante, tanto en su calidad de amigos como en su faceta de
pensadores verdaderamente originales.

Adicionalmente, en los últimos años, y de forma paralela, se ha desarrollado lo que podríamos denominar con justiciaun pequeño pero auténtico cuerpo de literatura sobre la influenciay alcance que ejercieron las ideas de uno sobre las ideas del otro. Roncaglia,en el capítulo VI de su ya clásico libro, y Davis, en su artículo pionero de 1988, han sido los primeros en proponer sin ambigüedades y de forma explícita lo que ellos creen un claro vínculo, mostrando que “el desarrollo del análisis del lenguaje ordinario [...] iniciado en buena medida por Wittgenstein, está de algún modo relacionado con las posiciones filosóficas implícitasdel artículo de Sraffa de 1926,”3es decir, proponen una unidireccionalidad en la influencia de Sraffa a Wittgenstein.

Desde entonces, han continuado apareciendo de forma regular artículos sobre el tema, tanto proponiendo influencias desde Wittgenstein a Sraffa (Andrews [1996]), como al contrario (Davis [2002], Sen [2003]), o simplemente analizando puntos comunes de sus pensamientos (Marion [2005]). Sin embargo, hasta donde yo sé, no ha habido nadie que haya analizado lo que, a simple vista, debiera haber sido el punto más obvio e inmediato a analizar de estos dos pensadores: las posibles semejanzas entre sus obras más célebres, el Tractatus Logico-Philosophicus (Tractatus de ahora en adelante) por una parte y el Producción de Mercancías por Medio de Mercancías (Producción de ahora en adelante) por otra. De hecho, en la literatura ha habido una tendencia a hacer exactamente lo contrario, enfatizando las semejanzas entre el Producción y la última filosofía de Wittgenstein, expresada últimamente en las Investigaciones Filosóficas, dejando el Tractatus al margen.

La estructura del artículo por tanto se ciñe a este propósito. Primeramente haré un breve resumen del análisis lógico del Tractatus, para a continuación evaluar la relación entre Sraffa y Wittgenstein, desde su primer encuentro en Cambridge hasta la muerte del último. A pesar de la muy exigua correspondencia que ha sobrevivido, esposible bosquejar un cuadro de su relación en donde sus líneas más generales aparezcan claramente definidas. A continuación, señalaré las afinidades entre el Tractatusy el Producción, centrándome en la parte lógica de ambos, mostrando por una lado que la lógica que preside a la mayoría de los modeloseconómicos que se realizan hoy en día es defectuosa (los modelos neoclásicos), y por otro lado que no hay razón, según cree la literatura, para ligar Tractatus con economía neoclásica e Investigaciones Filosóficas con el resto, pues hay también muy buenas razones (de hecho, mejores) para creer que las verdades últimas y el propósito místicodel Tractatus (y por consiguiente el sistema de Sraffa en su conjunto)son precisamente bastante contrarias a todo el armazón lógico de la economía neoclásica.