La leyenda venezolana de la Llorona cuenta como
una joven enamorada es abandonada por su amante y en su locura asesina a su
propia hija, es maldecida por el pueblo, huye a los llanos venezolanos donde se
convierte en un espanto. Desde entonces, en el silencio de algunas noches
oscuras, se escucha como llama a su hija en forma de lamento aterrador. Esta
historia me la contó por primera vez un buen amigo venezolano al que estimo por
su inteligencia clara y pragmática, fundamental para entender el proceso
venezolano. Le pregunté, en tono de broma, si había escuchado alguna vez a
la Llorona, y me contestó que “por supuesto que sí, todo el mundo la ha
oído”. Le miré escandalizado y me sonrió. Pensé que su sonrisa era de
complicidad pero con el tiempo me di cuenta que en realidad se estaba riendo de
la incredulidad y el escepticismo europeo.
Alejo Carpentier, en su maravillosa novela “El Reino de este
Mundo”, cuenta la historia del esclavo François Mackandal al que
atribuían propiedades mágicas en su lucha contra la dominación blanca en Haití.
Mackandal fue capturado por las autoridades de la colonia, tras reunir a todos
los esclavos negros para que presenciaran su ejecución, cuentan cómo se
convirtió en mariposa para ser eternamente libre. El mito de Mackandal
desencadenó una rebelión popular. La cuestión no está en si Mackandal tenía
cualidades mágicas porque fue absolutamente real la rebelión de los esclavos.
Una mística que tuvo consecuencias políticas. Alejo Carpentier le llamaba a
estas historias mágicas y reales de lo real maravilloso.
Recordemos también el Realismo Mágico de Gabriel
García Márquez. Un buen amigo europeo, ante la ola de insólitos rumores que
habitualmente sacuden las calles caraqueñas, rendido ante lo incomprensible del
fenómeno, llegó a la conclusión que “en Venezuela la realidad es irreal”. Sin
embargo, esta interpretación de la existencia permite que en América Latina
todo sea posible. Los pueblos latinomericanos creen en sus leyendas, en sus
mitos y en sus revoluciones porque creen en una realidad mágica, acuosa y
voluble que pueden transformar.
Chávez ha muerto, ahora es una leyenda y un mito. El debate
en Europa es si el Chavismo se mantendrá unido, mientras se escandalizan por
las manifestaciones místicas del dolor de un pueblo. No consiguen relacionar
cómo van de la mano la mística y la unidad de los movimientos populares en los
procesos de liberación de América Latina. El Chávez Mito es un cemento, un hormigón
armado que actúa en la unidad de las facciones del Chavismo y que actuará por
mucho tiempo. Quien pisotee la memoria de Chávez saldrá del Chavismo.
De cara a las elecciones del 14 de abril, el Chavismo tiene
garantizada la unidad mientras que la oposición, que se mantenía unida por un
conjunto de intereses en contra de Chávez, tiene graves problemas de cohesión
que pueden influir negativamente en la movilización de su electorado. Chávez en
vida mantenía unido al Chavismo pero, aún más, mantenía unida a la
oposición.
Aunque La Mesa de la Unidad Democrática, MUD, finalmente,
haya conseguido la candidatura única con Capriles, el electorado opositor
percibe estas divisiones internas y una falta de dirección política por la
heterogeneidad de las corrientes políticas que la conforman. Es cierto que la
oposición se ha acercado bastante en las últimas presidenciales pero,
electoralmente, el Chavismo no se tendría que preocupar por la oposición: si el
chavismo moviliza a todo su electorado, ganaría con facilidad. Paradójicamente,
la oposición, para tratar de arañar votos chavistas, también se vea obligada a
utilizar a Chávez el Mito con el argumento: "Chávez sí era un verdadero
líder y ustedes no son Chávez".
En cualquier caso, la Revolución Bolivariana ya tiene su
leyenda que le dará cuerpo y consistencia durante un largo tiempo y la América
Latina continuará por la senda de cambios con sus leyendas, sus mitos y sus
revoluciones. Europa, sin embargo, no cree ni en sí misma. En la Europa de la
crisis, creen en una realidad inerte, inmóvil y acartonada. Quizás Europa haga
su revolución la noche que recupere su mística, crea en sus leyendas y escuche
el terrorífico lamento de su Llorona cuando mate por hambre.
REBELIÓN
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