“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

23/9/13

Slavoj Žižek | El apologeta del giro socialdemócrata de SYRIZA en Grecia

Foto: Slavoj Zizek & Alexis Tsipras
Angelos Irakleidis & Fred Weston  |  Slavoj Žižek se ha construido una reputación de respetado "marxista" académico y es visto como una especie de "estrella de rock" de la izquierda. Sin embargo, su último intento de traducir sus teorías en políticas concretas para un posible futuro gobierno de SYRIZA en Grecia revela que no hay nada revolucionario en su forma de pensar. Él, de hecho, está proporcionando credibilidad académica a una cadena de reformadores modernos y se convirtió en un apologeta del giro a la derecha de la dirección del SYRIZA.

En la sexta edición del Festival Subversive celebrada en Zagreb en mayo, Slavoj Žižek sostuvo un debate público con Alexis Tsipras, el líder de SYRIZA, sobre el papel de la izquierda europea. Žižek explicó las razones por las que apoya
SYRIZA y las expectativas que tiene de este partido. Presentó también propuestas específicas sobre la línea política que SYRIZA debería asumir. Después de un ataque recibido por Nueva Democracia en Grecia, el periódico griego Eleftherotypia entrevistó a Žižek, que repitió en esta ocasión sus opiniones sobre SYRIZA.

El propósito de este artículo no debatir las ideas filosóficas generales de Žižek. En este artículo, nos limitaremos a abordar algunas de las propuestas concretas que Žižek plantea en el debate con Tsipras. De hecho, aunque trate de cubrir sus posiciones con una retórica de izquierda, su posición básica sobre la situación en Grecia desciende directamente de la tradición estalinista del “Frente Popular”, incluyendo también la vieja idea de formar una alianza con la burguesía supuestamente "progresista" o, como él dice, "patriótica", como se evidenciará a partir de las citas que presentamos más adelante en este artículo.

Žižek considera que SYRIZA es un fenómeno nuevo y único. Dice que SYRIZA es diferente de los movimientos radicales del pasado, como el movimiento liderado por Mandela en Sudáfrica, o el movimiento en torno a Lula en Brasil. Él dice que todos estos recientes movimientos llegaron al poder prometiendo un cambio radical, pero una vez al gobierno solo lograron llevar adelante reformas limitadas que servían principalmente a los intereses del capitalismo global. También afirma que SYRIZA es diferente de lo que él define como la "izquierda radical" que apoya claramente los principios revolucionarios, pero no intenta ni desea tomar la responsabilidad del poder, condenándose a un fracaso asegurado.

Žižek sostiene que SYRIZA se diferencia en el hecho que mientras es un partido de izquierda con principios verdaderamente radicales, tiene también la cualidad adicional de hablar con la voz de la razón en un ambiente político europeo que enloquece gradualmente. Žižek considera que las medidas de austeridad adoptadas en toda Europa son dogmáticas y basada en cuentos de hadas. Dijo que en el debate con Tsipras:
"Algo muy peligroso está ocurriendo ahora en Europa... Creo que la elite política europea está perdiendo gradualmente su capacidad de gobernar. En otros países, incluyendo los EE.UU., con todas sus compromisos, y así sucesivamente... Obama está logrando hacer esto de alguna manera... en tanto que Europa, por su parte, está perdiendo su brújula... Los líderes no saben qué hacer. La tarea de SYRIZA no es tomar algún tipo de medidas radicales y locas, sino simplemente y de una manera muy pragmática, que tendrá consecuencias muy radicales, traer raciocinio, dar esperanza a gente y estabilizar la situación..." [énfasis nuestro].
Y continúa diciendo:
"... Lo que estoy diciendo es que debemos estar más atentos a la irracionalidad que está profundamente arraigada en nuestras reacciones diarias, la irracionalidad ideológica del sistema global de hoy... Krugman una vez dio una respuesta ingeniosa cuando explicó que incluso si hubiéramos sabido hace diez años que la crisis financiera de 2008 iba a pasar, sin embargo, no hubiéramos hecho nada para evitarla. Esta es la tragedia del capitalismo actual. Aunque usted sea plenamente consciente, continuará siguiendo sus ilusiones... ".
Vemos aquí cómo Žižek solo repite una idea que está presente en toda la izquierda reformista en Europa: los recortes en el gasto social no son necesarios, incluso desde el punto de vista del capitalismo, pero son una fijación ideológica irracional de los políticos burgueses europeos. En lugar de explicar que, dadas las contradicciones internas fundamentales de un sistema basado en el lucro, la burguesía no tiene ninguna otra política para ofrecer, en lugar de explicar que dentro de los límites del capitalismo no hay salida, se presenta la situación como si toda la burguesía europea estuviera completamente desquiciada y comportándose irracionalmente. De ello se desprende que una solución dentro de los límites del capitalismo es posible.

Tenemos que hacer la pregunta: ¿qué hace que los líderes políticos de la burguesía europea - y los reformistas - actúen de manera tan "irracional"? Los líderes políticos europeos están actuando en el marco de la crisis más profunda en la historia del capitalismo. Esta es la crisis que determina sus políticas y comportamientos. Žižek, quien se ha referido a la crisis en otros discursos y también en algunos de sus escritos, esta vez no se percata de prestar una atención particular a las condiciones materiales concretas, o de proporcionar un análisis de la lucha de clases que consigue. Todo lo que necesitamos es un poco de "racionalidad" y ve en SYRIZA y en su líder Tsipras como los portadores de ese pensamiento lógico.

Para los marxistas, esta manera de ver las cosas es idealista. El capitalismo es sin duda una irracionalidad desde el punto de vista de las necesidades reales de la humanidad. Pero, una vez que existe, lo que lo impulsa es la búsqueda del lucro por parte de todos los capitalistas. Lo que produce lucro es lógico y racional para los capitalistas, lo que no, es ilógico e irracional.

Basándose en el análisis concreto de las contradicciones del sistema, hemos dicho siempre (véase Una alternativa socialista a la Unión Europea, Alan Woods, 1997) que la unificación europea que la burguesía europea estaba tratando de lograr - a pesar de que es la única manera para ella, porque no podía competir con los otros bloques económicos del resto del mundo - no podía ser lograda. Esto, explicamos, era porque la competencia entre los Estados que conforman la Unión Europea - Estados que están en diferentes niveles de desarrollo - inevitablemente se volvería feroz, cuando la cuota de mercado de cada uno de ellos se redujera rápidamente en tiempos de crisis.

Alemania es el corazón de la Unión Europea (UE) y tiene un doble papel, como socio y competidor de los otros estados miembros de la UE. En el pasado, el crecimiento económico se ha mantenido en Europa a través de la expansión del crédito a niveles sin precedentes. Mientras que la economía estaba en auge y los bancos y las grandes empresas estaban haciendo grandes ganancias, el crédito podía expandirse. Pero ahora la deuda llegó a tales niveles que incluso la poderosa economía alemana no puede cargar toda la deuda europea. Sería muy "irracional" hacerlo. La clase dominante alemana tampoco está dispuesta a dar su consentimiento para la emisión de dinero sin control, ya que esto llevaría a una inflación masiva más adelante en esta crisis y la inflación sin duda sería ingobernable. Al mismo tiempo, las clases dominantes de Europa están presentando la factura a los sectores más pobres de la sociedad, poniendo en peligro la paz social conseguida en el período después de la segunda guerra mundial. Tratando de encontrar un equilibrio económico, están desestabilizando el equilibrio entre las clases sociales.

Syriza ✆ Eneko
Así, podemos ver que lo que las clases dominantes de Europa están enfrentando es un verdadero dilema: deben recortar el gasto en un intento de reducir la deuda, pero al hacerlo están simplemente comprimiendo aún más el mercado. Sus políticas derivan de esta situación y no de una arraigada ideología "neoliberal". Los estrategas serios de la clase dominante lo pueden percibir claramente. Los dirigentes reformistas del movimiento obrero, sin embargo, solo pueden ver un sistema que se está volviendo "loco". Hay también algunos pensadores burgueses que ven las cosas en esos términos. Para estos tecnócratas las opiniones expresadas por el presidente de SYRIZA en las reuniones internacionales parecen bastante lógicas: la austeridad debe terminar, así como el círculo vicioso que impide el crecimiento económico. Sin lugar a dudas, a todos nos gustaría ver un crecimiento económico, salarios más altos, más puestos de trabajo, etc. Pero, ¿es posible todo esto dentro de los estrechos límites del sistema capitalista?

Žižek dice:  
“La políticas de austeridad no son políticas lógicas”. La pregunta que debemos hacernos es: ¿cuál es la alternativa a la austeridad? La burguesía, en países como Gran Bretaña y los EE.UU. ha puesto en marcha lo que denomina "flexibilización cuantitativa", es decir la impresión de dinero, con escasos resultados excepto el acumular presiones inflacionarias para el futuro.” 
Básicamente, el objeto de las críticas de Žižek es el monetarismo, es decir, el llamado "neoliberalismo". La alternativa al monetarismo bajo el capitalismo es el keynesianismo, lo que requeriría una gran cantidad de gasto público. Con esos altos niveles de deuda en cada esquina, ¿de dónde propone Žižek sacar el dinero? A medida que excluye el derrocamiento de la burguesía (ver abajo), y se limita a sugerir una abstracta "redistribución" de la riqueza, está obligado a buscar una solución dentro de la lógica del capitalismo, y por lo tanto termina siendo un reformista más que se aferra al keynesianismo como salida a la crisis [para un análisis detallado de las ideas de los monetaristas y keynesianos, véase: Marx, Keynes, Hayek y la crisis del capitalismo, en inglés].

La austeridad no es más que una forma de lucha de clases, y es una opción inevitable para la clase dominante, y no sólo una opción política. El resultado de esta guerra será determinado por las políticas adoptadas por la dirección del movimiento obrero. La clase obrera ha demostrado en varios países que se está moviéndose hacia conclusiones muy radicales y está lista para la batalla. En Grecia, esto es muy claro. Las huelgas generales, las manifestaciones y las protestas masivas de los últimos años lo confirman claramente. Los capitalistas, de hecho, son muy conscientes de que tarde o temprano la lucha de clases brotará por todas partes - no sólo en Grecia - y se están preparando para ello.

Pero, ¿qué hacen los líderes del movimiento obrero? ¿Cuál es la estrategia, cual el programa de los líderes de la clase obrera? Más importante aún, ¿cuál debería ser esta estrategia?

En su entrevista con Eleftherotypia, Žižek dice:
"...estoy harto de la izquierda que dice de querer permanecer fiel a sus principios y a los sueños de soluciones radicales y por lo tanto siempre termina siendo marginalizada, ya que no está realmente interesada en ganar, tal vez debido a que entrando en el gobierno, su ineficacia sería revelada. A diferencia de esto, SYRIZA está lista para asumir el gobierno en tiempos muy difíciles para su país y sin prometer una solución rápida. No son como algunos izquierdistas locos que tratan de alcanzar la utopía y cuando fallan, culpan al imperialismo occidental" [traducido del original en griego].
Podemos entender por qué Žižek denuncia estas sectas llamadas la "izquierda radical" que, en nombre de la pureza de las ideas revolucionarias adoptan métodos y tácticas que los hacen incapaces de conectar con las necesidades reales de las masas. Sin embargo, la principal característica de los sectarios no es su devoción a los principios, como dice Žižek, sino su rigidez cuando se trata de sus tácticas y su genérica propaganda de un programa que es revolucionario solo en teoría.

De hecho, el sectarismo conduce al aislamiento de las masas y por lo tanto al fracaso. ¿Qué tiene para ofrecer la "pureza revolucionaria", si las políticas que emanan de ella sin duda conducen al fracaso? Sin embargo, la manera de responder a ese sectarismo no es la de denunciar el programa revolucionario, ni posponer el "objetivo estratégico del socialismo" por un tiempo indefinido, que es lo que Žižek hace. Žižek, a la manera de cualquier reformista clásico, bota al bebé con el agua del baño. Él compara la defensa de principios de un programa revolucionario con el sectarismo. De este modo se realiza un truco deshonesto. En realidad es posible mantener una posición fiel a los principios revolucionarios y aplicarla de manera flexible, no sectaria, en el movimiento obrero en su conjunto. Es posible conectar el programa del marxismo revolucionario con el movimiento de masas, al igual que Marx, Engels, Lenin y Trotsky en el pasado. En ninguna parte de los textos de los grandes pensadores marxistas se encontrará nada que justifique el abandono del programa revolucionario del socialismo como una forma de alcanzar el poder. ¡Por el contrario!

Lo que se necesita es defender el programa revolucionario con tácticas flexibles. Esto es lo que podría permitir que un partido revolucionario de masas pueda echar raíces entre la clase obrera. El resultado de una política revolucionaria depende del conectarse con éxito a las necesidades de la clase obrera, y en su uso como palanca para tomar conciencia de la tarea en cuestión: el derrocamiento del capitalismo.

Para Žižek, sin embargo, el derrocamiento del capitalismo es algo para un futuro muy lejano. Para él, es demasiado pronto para tales intentos. Según Žižek, en esta etapa, la izquierda debería adoptar un enfoque más moderado. Reformas radicales no son necesarias, todo lo que se necesita, como se mencionó anteriormente, es trabajar "de una manera muy pragmática, que tendrá consecuencias muy radicales, traer raciocinio, dar esperanza a gente y estabilizar la situación". Por lo tanto, todo lo que tiene que hacer es romper la locura e irracionalidad de los dirigentes burgueses actuales e introducir razón.

El problema es que esta vuelta a la razón que Žižek quiere ver, viene acompañada de políticas que se limitan a este sistema tan capitalista. El capitalismo tiene sus propias reglas que lo rigen, y dentro de estas normas, es imposible planificar la producción y la distribución. La idea de la redistribución de la riqueza sin expropiar y derribar a la burguesía es totalmente utópica. Esto equivale a pedir que la pequeña minoría de capitalistas ricos renunciara voluntariamente a parte de su riqueza para el bien de la sociedad en general. Si Žižek nos puede decir donde podríamos encontrar esta burguesía, ¡estaríamos muy interesados ​​en conocerla!

Dada la naturaleza anárquica del capitalismo, las necesidades sociales reales no pueden ser estimadas y enumeradas, por lo que una planificación efectiva para producir los bienes que satisfagan las necesidades sociales de la mayoría de la población no puede ser realizada. Cualquier política que respete las reglas del capitalismo – por ejemplo una política keynesiana que incremente la demanda, como la dirección de SYRIZA a menudo propone – no es de ninguna manera racional o razonable porque ignora cómo realmente funciona el capitalismo. Este tipo de políticas no pueden parar la causa real de la crisis, sino sólo tratar de curar sus síntomas con tratamientos epidérmicos.

Escondido en el punto de vista de Žižek hay una ilusión reaccionaria: que la izquierda, una vez al gobierno, podrá convencer al menos a una parte de los capitalistas a apoyar políticas beneficiosas tanto para ellos como para los trabajadores. Esto es absurdo y es como tratar de convencer a un tigre que se haga vegetariano. Para maximizar los beneficios, los capitalistas están exigiendo recortes en los costos laborales y compiten entre sí para ver quién puede cortar más. Pensar que los capitalistas pueden comportarse de otra manera es ignorar el mundo real en el que vivimos.

Para estabilizar la situación en el capitalismo y dar esperanza a la gente, tiene que haber un crecimiento económico que genere un suficiente superávit, mientras que al mismo tiempo, las relaciones sociales, en términos nacionales e internacionales, tendrían que permitir que la clase obrera reciba una parte suficiente del mismo. Este es un escenario que se realizó – y todavía parcialmente – en circunstancias muy especiales, como el prolongado período de crecimiento capitalista que se vivió después de la Segunda Guerra Mundial en Europa, pero que es completamente utópico en un período de profunda crisis capitalista, como el que estamos viviendo hoy en día.

Así, mientras que Žižek dice que está "harto" con el sectarismo de la "izquierda revolucionaria", no está tan harto del reformismo, una tradición política y practica que, a pesar de su nombre, en realidad es incapaz de conseguir incluso las más suaves reformas en las condiciones actuales. A pesar de sus feroces ataques contra el capitalismo, sobre todo de naturaleza moralista, en realidad sus opiniones revelan ilusiones en el potencial de crecimiento del sistema. Él ve esto como una cuestión de malos capitalistas, al estilo de la mafia, contra los capitalistas verdaderos, honestos, productivos, que quieren el bien de la nación.

Las “realísticas alianzas” de Žižek

Después de la presentación de dichos objetivos para SYRIZA, Žižek sugiere también lo que él considera que son las alianzas políticas "originales". Afirma en su entrevista con Eleftherotypia lo siguiente:
"Lo que necesitamos son alianzas verdaderas y razonables, no revoluciones comunistas, sino parlamentos burgueses que traen resultados. La izquierda debe abandonar su actitud sectaria y acercarse a la que podría ser definida como burguesía patriótica".
A principios de este año, en el mencionado sexto Festival Subversive celebrado en Zagreb, durante el debate con Alexis Tsipras, Žižek abordó esta misma cuestión planteando la necesidad de una alianza con la burguesía supuestamente "patriótica" o "progresista". Aquí mencionamos algunas cosas que dijo [El debate completo está disponible en línea]:
[Minuto 50-54] "Es una cuestión de alianzas inteligentes ... seguiremos viviendo por unas cuantas décadas en el capitalismo ... utilizaré un viejo término ... burguesía patriótica... que tiene algún interés genuino en la producción para el pueblo ... no se trata de atacar genéricamente a los ricos, sino de una estrategia cuidadosamente planeada ... Hay cosas que funcionan con el capitalismo, si se aplica correctamente ... la competencia, especialmente en la producción a pequeña escala de bienes de consumo y así sucesivamente ... Un sueño para mí de lo que SYRIZA debería ser, dentro de esta redistribución global, es hacer la vida más fácil, incluso para los capitalistas realmente productivos ... Esto sería un verdadero triunfo para SYRIZA ... Ellos dirían que no sólo podemos hacer que sea más fácil para los trabajadores, sino también usted si es un buen y honesto capitalista, debería votar por nosotros... y estoy preparado para ir con ustedes y ser una especie de voz de “los capitalistas por SYRIZA”. Ese sería mi sueño”.
Aquí se nos presenta a un reformismo en estado bruto. Aquí se nos presenta la idea que existen buenos y productivos capitalistas que quieren producir y malos capitalistas al estilo de los gánsteres mafioso. ¿Desde cuándo hay capitalistas que tienen un "interés genuino en la producción para el pueblo"? ¿Žižek de repente olvidó todas sus lecturas de Marx? El capitalista invierte en la medida que pueda obtener un beneficio. Esta es la única cosa que lo motiva. Si en Grecia hubiera espacio para una inversión rentable en la industria manufacturera, usted puede estar seguro de que los capitalistas llegarían corriendo con su dinero. Pero en lugar de esto los capitalistas mantienen su dinero almacenados en bancos extranjeros o, a lo sumo, lo utilizan en inversiones especulativas.

Žižek también introduce otra idea muy antigua: que la producción en pequeña escala puede operar sobre una base competitiva. ¿Ha olvidado de nuevo lo que dijo Marx hace mucho tiempo que la producción en pequeña escala, inevitablemente, conduce hacia los monopolios en gran escala, precisamente a través del mecanismo de la competencia? ¿O debemos creer que un gobierno de SYRIZA pueda ser capaz de retrasar el reloj de la historia y volvernos atrás a una época en que la producción se encontraba todavía en su fase inicial de empresas familiares en pequeña escala?

Querido compañero Žižek, la única forma de capitalismo posible actualmente es la que tienes frente a ti, una forma dominada por gigantescas corporaciones multinacionales. El consejo que les estás dando a los líderes de SYRIZA es muy peligroso porque siembra ilusiones en la posibilidad de encontrar algún tipo de burguesía "progresista", con la cual se podría gobernar juntamente en el interés tanto de los trabajadores como de los capitalistas. Cualquier intento conduciría al fracaso por desgracia de SYRIZA y los trabajadores y los jóvenes de Grecia pagarían un alto precio por ese fracaso.

Žižek sobre el Estado griego

Qué tan lejos ha ido Žižek de una verdadera comprensión del marxismo se puede ver en lo que dijo sobre el Estado griego:
"SYRIZA no debe hacer una revolución izquierdista loca. SYRIZA tendría también que modernizar el Estado griego, finalmente, para que sea eficiente, incluso un estado burgués mucho mejor, si quieres... Vas a tener que hacer el trabajo decente que los griegos de la clase capitalista no puede hacer por sí mismos [Minuto 58].
No cabe duda de que el camarada Žižek ha leído Estado y la Revolución de Lenin. Leyendo la cita anterior nos gustaría saber si realmente está de acuerdo con Lenin o si se acuerda de lo que ha leído. En la cita anterior vemos ilusiones totalmente reformistas de Žižek en relación al Estado griego. Piensa con claridad que este Estado burgués griego no es bueno, pero en cambio invita SYRIZA a la creación de un "mejor estado burgués". Por lo tanto, suponemos que se refiere a un Estado que sea eficiente, que termine con la burocracia, el nepotismo, la corrupción, etc. Esto está en consonancia con su opinión de que en Grecia, en algún lugar, hay una burguesía honesta, productiva y progresista.

Así, de acuerdo a la lógica de Žižek, ya que las "revoluciones comunistas" están excluidas - y, en consecuencia SYRIZA no debería tratar de derrocar al capitalismo - parece lógico un "acercamiento" a esta supuesta burguesía "patriótica" como un aliado necesario para la reforma del Estado y el desarrollo económico. El único obstáculo para conseguir esta alianza realística parece ser una parte sectaria de la izquierda. Y para que la izquierda supere este sectarismo, puede ser necesario el látigo de alguien como... la Thatcher, como él mismo dice, en la entrevista con Eleftherotypia. Suponemos que con esto él quiera referirse a un fuerte líder de izquierda que pueda imponer la unidad a la izquierda, llevarla a la razón y hacer que se adopte el punto de vista realista que Žižek sugiere.

Vemos cómo Žižek no tiene ningún problema en sugerir a SYRIZA de adoptar una política de colaboración de clases. Dice que lo que se necesita es imaginación y la eliminación de los tabúes. Los marxistas, por otra parte no tienen la obligación de aceptar una posición seriamente equivocada y peligrosa, no importa cual imaginación la haya formulado. Más bien, es nuestro deber exponer el papel nefasto que estas ideas pueden tener tanto en SYRIZA como en el movimiento obrero en su conjunto.

En primer lugar, uno tuviera que preguntarse quién es esta "burguesía patriótica" y si realmente existe, y después que intereses en común esta podría tener con la clase obrera. Es una cuestión muy diferente entrar en una discusión acerca de una alianza con un sector de la burguesía, que discutir tácticas que un gobierno de izquierda debería emplear para ganar a los hombres y mujeres de pequeños negocios que se declararon en quiebra a causa de la actual crisis. Los pequeños comerciantes, los artesanos, las pequeñas empresas no son lo mismo que las grandes empresas y la clase dominante. Ellos forman la pequeña burguesía sobre la cual, en tiempos normales, la gran burguesía se apoya en la búsqueda de apoyo político. Pero en tiempos de crisis grave, estas capas se enfrentan a la bancarrota y la miseria. Estas capas pueden y deben ser ganadas por la izquierda. Pero lo que no puede hacerse es inventar una fantasmal "burguesía progresista". La única manera de ganar estas capas es atreviéndose a presentar un programa revolucionario que incluye la nacionalización de los bancos y las grandes empresas. Por ejemplo, a través de la nacionalización de los bancos y su unión en un solo banco estatal centralizado para poder ofrecer créditos baratos a los pequeños empresarios.

Cuando Žižek habla de la burguesía "patriótica", se refiere a una clase social abstractamente construida, una especie de "burguesía progresista". Esta clase sería supuestamente una capa progresistas de propietarios de capital que estarían dispuestos a inyectar dinero en la economía mediante la inversión en la producción – y que no mantendrían su capital en bancos extranjeros o en el exterior – y a transformar la sociedad griega barriendo las viejas reminiscencias históricas, como por ejemplo la relación jurídica entre el Estado y la Iglesia. Es evidente que esta clase nunca existió en la historia del capitalismo griego y ciertamente no existe ahora. Hoy en día, esta clase no existe ni siquiera en los países capitalistas avanzados, donde la burguesía jugó un papel progresista en el pasado.

Un indicador concreto de la ausencia de esta clase en Grecia hoy es la falta de representación política. Los propietarios de pequeñas empresas que reaccionan en contra de la Troika, de hecho, están decepcionados porque el gobierno es incapaz de protegerlos de los ataques del capital extranjero. Desesperado como son, o recurren a los demagogos de derecha y a los partidos de extrema derecha, como los Griegos Independientes o Amanecer Dorado, o en algunos casos a SYRIZA.

Es importante señalar aquí que la colaboración que la dirección de SYRIZA ha propuesto a los Griegos Independientes no se debe a una estrategia política de apelar a esta supuesta burguesía "patriótica", sino a una alianza reaccionaria y oportunista que decepciona y confunde a las filas del partido. Por desgracia, las declaraciones superficiales de Žižek, en lugar de proporcionar claridad a estas cuestiones - como deberían - sólo brindan una cobertura "radical" a los métodos reaccionarios que tienen su origen no en supuestas ideas originales, sino en las tácticas traicioneras del frentismo estalinista de los años ’30, que son peligrosos para el movimiento.

¿Cuál debe ser la posición de SYRIZA sobre la pequeña burguesía?

En lugar de hablar de un acercamiento con la burguesía "patriótica", la discusión debería centrarse en cómo un gobierno de izquierda podría obtener el apoyo o por lo menos la aceptación, de las capas pequeño-burguesas de la sociedad.

No hay duda de que la izquierda tendrá que formar alianzas cuando llegue al poder. Sin embargo, su primera tarea debe ser la de asegurar el éxito fundamental en organizar y dar voz a la clase obrera. Ningún debate sobre las alianzas tiene sentido sin este requisito básico. La conquista de las capas de la pequeña burguesía no puede lograrse capitulando a las políticas de los partidos burgueses, que en realidad no cuentan con el apoyo constante de parte de la sociedad. El único camino para un gobierno de izquierda es aplicar sistemáticamente el programa de la clase obrera, que sólo puede ser el programa de la revolución socialista. La nacionalización de la banca y de las principales palancas de la economía no es un programa hostil a la clase media. Más bien, esta es la única forma de controlar el flujo de crédito y para permitir la planificación de la reconstrucción de la producción en el país. Esto ofrecería un soplo de aire fresco a las clases medias que están siendo aplastadas por los monopolios.

Defender la "revolución comunista" no constituye sectarismo, como Žižek parece creer. Al contrario, el estallido de acontecimiento de carácter revolucionario en varios países demuestra que no se trata de eventos locales, aislados, sino de manifestaciones de una crisis profunda del capitalismo en su conjunto. Los movimientos revolucionarios que hemos visto recientemente en países como Turquía y Brasil, y más aún en Egipto y Túnez, expresan un profundo deseo de las masas por el cambio. En todos los casos las masas han levantado demandas que son de hecho incompatibles con la continuidad del capitalismo. Quieren trabajo, buena salud, buena educación, salarios decentes, etc. Esto quiere decir objetivamente que están en ruta de colisión con el sistema. Inicialmente, las masas pueden pensar que la satisfacción de sus demandas pueda lograrse sin desafiar las bases mismas del sistema, pero a través de la experiencia y de la lucha, van a llegar a la conclusión de que todo el sistema debe ser barrido. La pregunta que debemos resolver es si la izquierda en Europa y en todo el mundo puede analizar estos fenómenos, tomar el camino correcto y dirigir a la clase obrera, no sólo en Grecia, sino en cada país y de manera organizada y coordinada. Una nueva organización internacional de las masas revolucionarias que se base en los sólidos cimientos del marxismo es más relevante que nunca.

Slavoj Žižek es un orador popular de audaces expresiones faciales y gesticulación, que utiliza bromas y excesos verbales provocativos, pero que no parece ser capaz de captar la esencia de la situación en Grecia. Junto con su apoyo a SYRIZA, adopta acríticamente toda la agenda de la dirección del partido convirtiéndose así en su apologeta ideológico. Proporciona un soporte teórico a todas las políticas equivocadas de la dirección del SYRIZA con el "glamour" de un "filósofo radical." Su radicalismo, sin embargo, a pesar de sus intenciones, es inconsistente y esconde el conservadurismo más insidioso, el conservadurismo de la colaboración de clases, que es la piedra angular de todas las políticas socialdemócratas. No es eso lo que la militancia de SYRIZA y en general los trabajadores y la juventud en Grecia necesitan.

Para la Tendencia Comunista la única opción realista para SYRIZA es no ceder ante las presiones de la burguesía y al contrario luchar por un gobierno de la izquierda - ofreciendo un frente unido al KKE - que sería un gobierno revolucionario para llevar a cabo un programa socialista que establezca una economía nacionalizada y planificada. Este Gobierno debería explicar que, para asegurar puestos de trabajo, salarios decentes, buena salud, buenas escuelas y una mejora general de las condiciones de la clase obrera, la riqueza de la gran burguesía, los bancos y las grandes empresas deben ser tomadas bajo control público. No hay otra manera, no importa lo que Žižek podría pensar.

¿Quién puede dudar de lo que sucedería si los dirigentes de SYRIZA explicarían, teniendo en cuenta su autoridad y también teniendo en cuenta el ardiente deseo de cambio por parte de las masas, que una transformación socialista exitosa de Grecia no es posible? Y Žižek, en lugar de usar su fama para apoyar la retirada de la dirección del SYRIZA, haría mejor en usarla para explicar las verdaderas ideas del marxismo. Expresó el deseo de que SYRIZA no sólo ganara las elecciones, sino también que triunfe y se mantenga en el poder. La única manera de lograrlo es mediante la realización de una verdadera transformación socialista de Grecia y arrancando el poder de las manos de la burguesía. Esta transformación exitosa podría señalar el camino a seguir por la revolución socialista en Europa y en todo el mundo.