Ricardo Soca
¿Era necesario en este
momento un informe
académico sobre el tema de lenguaje sexista?
El informe resulta extemporáneo porque no han aparecido
recientemente nuevas guías o manuales que en algún momento fueron frecuentes y,
de hecho, las que se comentan en la academia son una de 2002 y la más reciente
de 2009, alguna de 2011. En todo caso, el tema no estaba en la palestra ni
había ninguna demanda social; y por ello es extraño que de pronto haya
aparecido ese informe. Pienso que la Academia, si tenía una opinión, podría
haber hecho sugerencias oportunamente ante informes específicos y no lo ha hecho.
Yo creo que el manifiesto de los jóvenes lingüistas
(jóvenes, sus promotores) está motivado sobre todo por la admiración que el
trabajo de Ignacio Bosque suscita entre los especialistas, entre los que me
incluyo. Casi lo veo como una reacción personal ante lo que algunos
interpretaron como el informe de Ignacio Bosque, cuando yo creo que es un
informe de la Real Academia y que tiene un valor institucional; al criticarlo
no se ha ofendido a ninguna persona, sino que se han manifestado las opiniones
de aquellos que se sintieron ofendidos o molestos por una visión tan excesiva
y, en algún momento, ridiculizadora, por reducción al absurdo, de lo que se
dice en esos manuales. Puede estar movido también por el espíritu corporativo
que el informe exaltaba: «de esto solo pueden hablar los lingüistas», yo
personalmente no lo veo así. El manifiesto está muy dentro del espíritu del
informe de la Academia, que parece centrar todo el problema en cuestiones
gramaticales, normativas, cuando creo que la cuestión trasciende bastante la
gramática.