“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

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13/11/14

Orson Welles, el inagotable niño prodigio

Orson Welles ✆ Gene Haas
Pedro García Cueto 
Orson Welles fue un niño prodigio. Hijo de Richard Head Welles, tesorero y secretario general de la firma familiar Badger Brass, inventor y hombre aventurero, y de Beatrice Ives Welles, hija de unos acomodados comerciantes de carbón. Fue la primera mujer en alcanzar en 1914, primero una plaza y después la presidencia de la comisión de educación del ayuntamiento de Kenosha, además de ser una notable pianista. Welles sufrió la pérdida de sus padres a temprana edad: su madre, cuando él contaba ocho años y su padre, cuando el joven Orson contaba quince.

¿Por qué fue un niño prodigio? Sin duda, porque Welles se educó junto a una madre que le llevó por la senda de la cultura, por el camino de la música y del arte. Se cuenta que a los cinco años, tras un concierto de Stravinski en Nueva York, hasta donde le llevó su tutor, el doctor Maurice Bernstein, el niño Welles disertó con inteligencia delante de un grupo de gente sobre la música escuchada. Entre el citado grupo, estaba Agnes Moorhead, la que sería luego una de las actrices de Ciudadano Kane y de El cuarto mandamiento, mucho tiempo después.

Dice Javier Marías en el número especial que dedicó al gran director la revista Nickelodeon en otoño de 1999 lo siguiente: “Welles mereció haber nacido en el siglo XVIII, cuando todavía se trataba a los niños como adultos, y sus diversas cortas edades se veían tan sólo como fases transitorias que convenía abreviar al máximo y aprovechar para el adiestramiento; como un largo periodo de limitaciones fastidiosas por el que no quedaba más remedio que pasar”.

4/9/12

Campanadas a medianoche / Entrevista a Orson Welles por Peter Bogdanovich

Orson Welles  Marlo McKillop 
Peter Bogdanovich: ¿Diseñaste los escenarios para Campanadas a medianoche?
Orson Welles: Sólo construimos un escenario... La Cabeza de Jabalí, en un garaje.
P. B.: ¿Por qué en un garaje?
O.W.: Resultaba mucho más barato que en el plató de un estudio de cine.
P.B.: Ese escenario lo diseñaste tú mismo, ¿no es así?
"Campanadas a medianoche"
Fragmento
O.W.: Y lo que es peor, yo mismo tuve que pintarlo personalmente y montarlo y todas esas cosas. Por lo que se ve nunca soy capaz de encontrar gente que sea capaz de hacer las cosas como Dios manda. Tuve que pintarlo todo a mano en el escenario que representaba la tienda de antigüedades de Michael Redgrave.
P.B.: ¿En Mr. Arkadin?
O.W.: Así es. Noche tras noche, noches enteras, yo mismo, personalmente, después de haber dejado atrás todo un día de rodaje tras la cámara. ¡Dios mío, la cantidad de trabajo que puse en ello!
P.B.: ¿Qué hay del palacio?
O.W.: ¿El palacio en Campanadas a medianoche...? Bien, filmamos una semana en una iglesia en ruinas. Después de eso todo lo que tenía era un pequeño trozo de muralla contra la parte lateral del garaje. Todos esos interiores se hicieron con un trozo de muralla de escayola y un buen número de columnas en miniatura en primer término.