“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

18/7/15

El euro, razón delirante

La perspectiva de un ‘Grexit’ está en el orden del día  

Jacques Sapir    |  Las diversas revelaciones sobre las condiciones en que fue arrancado el acuerdo, y es mejor hablar de diktat entre Grecia y sus acreedores ilustran bien lo que uno podría pensar en caliente. Este acuerdo es un verdadero desastre para todos sus signatarios, y para Grecia en primer lugar. La larga entrevista concedida la noche del miércoles 14 de julio por Alexis Tsipras en la televisión estatal ERT lo confirma [1]. Confiesa que este acuerdo es un "mal acuerdo". El análisis que hizo en su blog el ex ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis va en el mismo sentido [2]. Además, el Fondo Monetario Internacional publicó una nota de análisis, que había sido comunicado a todas las partes implicadas en desde el 6 de julio y que demuestra de manera irrefutable que este acuerdo no es viable [3]. Desde entonces se revela otra cara del drama que tuvo lugar en la noche del 12 al 13: todo esto no sirve para nada.

Français
Otro acuerdo tendrá que ser encontrado rápidamente, y la posibilidad de expulsión de Grecia de la zona euro vuelve con fuerza [4]. El ministro de Finanzas alemán Schäuble lo ha reconocido, así como el ex gobernador del Banco Central de Bélgica. [5] Esto convierte las proclamaciones de éxito que nuestro Presidente ha realizado en Bruselas en la mañana del 13 particularmente irrisorias. La votación que tuvo lugar en el Parlamento francés lo es igualmente. 

16/7/15

El crecimiento de las desigualdades: causas y consecuencias

Desigualdad ✆ Eneko
Vicenç Navarro   |   Este artículo trata un tema de gran actualidad, como es el crecimiento de las desigualdades, presentando un punto de vista distinto al dominante en la cultura política y mediática del país en cuanto a sus causas, así como sus consecuencias. También subraya la importancia que tanto la tradición basada en Marx como la enraizada en Keynes, han tenido en el análisis y en la aplicación de esta interpretación del crecimiento de las desigualdades, centrándose en las desigualdades de clase, y muy en primer lugar en las causadas por el desequilibrio de fuerzas entre el mundo del capital y el mundo del trabajo.

Un elemento clave del conocimiento económico neoliberal (que domina la cultura mediática en temas económicos) es creer que las desigualdades de renta son esenciales para estimular el crecimiento económico, pues constituyen el hilo conductor del estímulo económico, basado en los incentivos que generan las desigualdades. La gente trabajará más y más a fin de subir en la escala social, y a más desigualdad, mayor será el camino para recorrer hacia arriba.

Apuntes de la crisis en Chile

Andrés Figueroa Cornejo    |   No tiene casi ninguna importancia que la Presidenta Bachelet se precipite inexorablemente cuesta abajo en las encuestas (68% de desaprobación según la consulta Adimark, mes de junio 2015). Ni que el sistema de partidos políticos dominante, Nueva Mayoría y Alianza por Chile, sea aprobado en su gestión apenas por un 15% de los consultados por la misma encuesta y en el mismo mes. ¿Por qué? Porque en la presente fase de la mundialización capitalista, de sus crisis y contradicciones internas, la democracia burguesa y liberal, como se conoció hasta los años 60 y 70 del siglo XX, ya no existe. De hecho, la corrupción generalizada del capitalismo y del sistema de partidos políticos chileno, en particular, es apenas una de las manifestaciones del ocaso de la democracia liberal, por una, y del control del gran capital sobre las viejas formas de representación electoral en cualquiera de sus niveles, por otra. Lo nuevo es que las grandes mayorías ya lo saben, independientemente de la incapacidad del movimiento popular descoyuntado de hacerle frente de manera políticamente eficiente.

Lo único que existe son, por un lado, grandes polos capitalistas centrales, concentrados y en disputa, fuerzas e intereses, desplegándose y replegándose en la totalidad del sistema-mundo, y economías periféricas y dependientes por el otro. El movimiento real del capitalismo se resuelve en su propia condición dictatorial. No por placer, sino que por necesidad histórica. Ni siquiera las formas de la antigua socialdemocracia tienen sitio en la guerra del capital hacia la configuración de monopolios condensados, como lo demostró la eventual restructuración de la deuda griega con más austeridad para el pueblo helénico.

Grecia – Un acuerdo forzado que no hay que apoyar

Jean-Luc Mélenchon   |   «Una pistola en la sien», según sus propias palabras. Tsipras firmó un «compromiso». Enseguida las trompetas elogiosas lanzaron la tradicional propaganda gubernamental para celebrar el papel de facilitador de Hollande, la fuerza de la «pareja franco-alemana» y para repetir los tópicos, los mantras y los chascarrillos habituales de los «euroidólatras».

La cruda realidad está, una vez más, a años luz de los pseudoanálisis de comentaristas que no entienden lo que ven, hablan de textos que no han leído y hacen reaccionar a los «responsables políticos» sin otras informaciones que las que dan esos más que dudosos intermediarios. En todas las pantallas la misma imagen: Angela Merkel frente a Alexis Tsipras flanqueada por Donald Tusk y François Hollande. Un espectáculo inaceptable. No solo para un francés, al cual es lamentable ver a ese lado de la mesa ¡Y por añadidura sentado al final del banco! Pero sobre todo para un europeo. Porque esa reunión se convirtió, sin ninguna crítica de los comentaristas, en una «instancia» sin ninguna legitimidad.

14/7/15

Mirada económica y política del Partido Comunista de Chile

Patricio Palma Cousiño   |    Integramos la Nueva Mayoría. La Presidenta ha convocado a cuadros comunistas a colaborar con su gestión como mandataria en diversos niveles de la administración del Estado. En esta perspectiva, las cuestiones programáticas cobran especial relevancia. Se trata de anticipar, utilizando las herramientas de análisis disponibles, el curso probable de los acontecimientos. Ni el cambio de Gabinete ni el discurso del 21 de mayo han sido suficientes para resolver la crisis planteada. Hemos hecho nuestro el programa presidencial aprobado mayoritariamente por los chilenos y nos jugamos por realizarlo a integridad y en beneficio del pueblo. Pero, como lo expresamos con claridad en nuestro pleno de enero de 2014, “un programa es solamente eso”. Y agregamos: “De no mediar la voluntad política de quienes conducen el proceso, se quedará prisionero de las páginas que se escribieron con las mejores intenciones. Más aún, la realización de un programa de cambios como los propuestos alterará necesariamente las condiciones que hoy prevalecen en la sociedad chilena”. La práctica política de los primeros meses del nuevo Gobierno ha demostrado con creces lo anticipado hace un año.

13/7/15

Momento político internacional

Ricardo Sánchez Ángel   |   Estamos asistiendo a una exacerbación de todas las contradicciones de época, que incluye el militarismo y la guerra, con  una tendencia a acentuarse y generalizarse. Se desenvuelven en el cercano y medio oriente, en varios países de África, al igual que en Ucrania, donde se enfrentan la coalición liderada por Estados Unidos y la OTAN contra Rusia. El despliegue de las tensiones abarca también a China, Paquistán, Corea del Norte y el Pacífico Sur, con guerra comercial y armamentismo. Nuestra América no escapa a estas contradicciones, con México y Colombia como escenarios.

Están entrelazados los intereses de las grandes potencias, con Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña e Israel a la cabeza. Es una guerra amplia por la recolonización, con la destrucción de las unidades nacionales. Más no es una guerra mundial, que presente una conflagración armada entre las potencias, aunque puede ir en esa dirección. En lo que sí estamos hace rato es en una guerra mundial mediática.